May - 17 - 2014

Ya son cerca de 300 las víctimas mortales en la explosión. Los sindicatos consideran que la presión de la dirección de la mina privatizada para bajar costes, la falta de equipamiento y de medidas de seguridad, están detrás de las causas del siniestro,

La explosión en la mina turca de la localidad de Soma, que ha dejado cerca de 300 víctimas mortales, han levantado una ola de solidaridad y también de protestas en todo el país. Mientras el Gobierno conservador del islamista Recep Tayyip Erdogan ha decretado tres días de luto nacional, miles y miles de ciudadanos han tomado las calles en homenaje a los muertos y para mostrar su repudio a la gestión política del ejecutivo. Y, sin haber dado mayores explicaciones, la Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD) ha rechazado las ofertas de ayuda humanitaria formuladas por varios países.

Después de que este miércoles se repitieran los enfrentamientos entre manifestantes y policías en varios puntos del país, varios de los sindicatos, que conservan una importante capacidad de movilización, han convocado una jornada de huelga para este jueves. Las organizaciones obreras están furiosos por los bajos estándares de seguridad en las minas en general, y en concreto en la de Somax situada a unos 480 kilometros al suroeste de Estambul y gestionada por una empresa privada

«Centenares de nuestros hermanos trabajadores en Soma han muerto obligados a trabajar en unos procesos de producción brutales, a fin de lograr el máximo de ganancias para la empresa», dijo un comunicado de los sindicatos. «Hacemos un llamado a todos los trabajadores para defender a nuestros hermanos en Soma», añade el texto, en el que insta a la gente a portar vestimentas negras como seña de luto y homenaje.

Mientras los equipos de rescate siguen sacando cadáveres de entre los escombros, la ira se ha extendido en un país que se ha jactado de una década de rápido crecimiento económico, pero que todavía sufre de los peores estándares de seguridad del lugar de trabajo del mundo.

Las palabras de Erdogan, en una rueda de prensa en el lugar de la tragedia contribuyeron a aumentar la indignación de la ciudadanía. El primer ministro turco subrayó que este «tipo de accidentes ocurre todo el rato» y enumeró una serie de accidentes industriales en la minería desde el siglo XIX para justificar sus palabras.

Grupos de manifestantes atacaron las oficinas del gobierno local en Soma el miércoles interrumpiendo el acto del primer ministro Tayyip Erdogan. También estallaron focos de protesta en Estambul y en Ankara.

En Ankara, la Policía ha dispersado con gases lacrimógenos y cañones de agua a unos 800 jóvenes reunidos en la Universidad Técnica de Oriente Próximo y que querían marchar hacia el Ministerio de EnergíaLas fuerzas de seguridad también han intervenido en Estambul para bloquear el simbólico parque Gezi, escenario de protestas antigubernamentales masivas el año pasado. Varias asociaciones han llamado a la población a manifestarse en esta zona para protestar por lo ocurrido en la mina.

Turquía tiene la peor tasa de siniestralidad laboral de Europa, con una media de tres trabajadores muertos por día, y la minería es, proporcionalmente, el sector más castigado. Como media, al año mueren 80 obreros en accidentes mineros en Turquía, lo que equivale a uno de cada mil empleados, según datos de un reciente estudio universitario.

Los sindicatos consideran que la presión de la dirección de la mina, privatizada, para bajar costes, la falta de equipamiento y de medidas de seguridad, están detrás de las causas del siniestro.

Hasta la fecha, la mayor catástrofe de estas características se registró en 1992, cuando 263 mineros fallecieron a causa de una explosión en el interior de una mina. Más de 3.000 personas han muerto y más de 100.000 han resultado heridas en el país en incidentes de este tipo desde 1941, según los datos oficiales.

Publico.es y Agencias, desde Estambul, Ankara y Soma 15/05/2014

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