Sep - 8 - 2014

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Formada por diez países, contempla bombardear Siria e Irak, pero descarta una operación terrestre; servirá de modelo para actuar contra otros grupos.

París.– Como buscaba desde hacía semanas el presidente Barack Obama, diez países occidentales formaron una coalición para combatir a los jihadistas de Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, que luego podrá servir de modelo para actuar contra otros grupos terroristas en el resto del mundo.La alianza estará integrada por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Canadá, Australia, Italia, Polonia, Dinamarca y Turquía.

En una reunión organizada fuera de agenda, durante el segundo y último día de la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en la ciudad galesa de Newport, diplomáticos y militares de esos países esbozaron una doble estrategia conjunta: ayudar en el terreno a las fuerzas aliadas que combaten en Irak y Siria, mientras que algunos países podrían sumarse a los ataques aéreos norteamericanos. Por el momento, Estados Unidos es el único que bombardea las posiciones de EI en Irak.

Nadie contempla, en todo caso, la posibilidad de enviar tropas terrestres a Irak o a Siria. En una intervención al término de la cumbre, el presidente Obama reiteró además que, si bien su país no enviará hombres a Siria, trabajará con una «coalición moderada» opositora al presidente sirio, Bashar al–Assad.

El secretario de Estado, John Kerry, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel, viajaron de Newport a Medio Oriente, donde se reunirán con dirigentes regionales a fin de sumarlos a la compaña contra EI en Irak. «Es absolutamente necesario que las naciones árabes, y en particular aquellas que cuentan con mayorías sunnitas, decidan participar activamente», dijo Obama.

Durante la cumbre, el rey de Jordania, Abdullah II, analizó con los miembros de la OTAN la mejor forma de combatir a los fanáticos jihadistas, que amenazan la integridad de su país. También participaron activamente en las discusiones de Newport diplomáticos de los Emiratos Árabes Unidos.

Obama, que dijo que Estados Unidos «destruirá y derrotará» a EI, comparó esa batalla con la larga campaña que su país mantuvo contra Al–Qaeda.

Pero la cumbre de Newport también tomó decisiones importantes que conciernen específicamente a la evolución de la Alianza. Con la tensión con Rusia como telón de fondo, los dirigentes ratificaron la necesidad de modernizar la fuerza de reacción rápida de la organización.

Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF, por sus siglas en inglés), que cuenta con 5000 hombres y requiere entre 30 y 60 días para ser movilizada, es demasiado lenta y nunca ha sido utilizada, salvo para operaciones humanitarias. La futura fuerza «muy rápida», denominada «punta de lanza» (spearhead), debe poder movilizar un batallón de 800 hombres en dos días, una brigada de 5000 a 7000 soldados en 5 o 7 días, en cualquier parte del mundo.

La nueva NRF se apoyará en Estados mayores multinacionales reforzados en Francia, Gran Bretaña y Polonia. Se instalarán además bases logísticas avanzadas, dotadas de equipamiento y municiones, en los países bálticos, Rumania y Polonia, capaces de recibir tropas en caso necesario.

La cumbre descartó, por el contrario, la solicitud de los aliados de Europa oriental de crear nuevas bases permanentes. El «plan reactividad», en el cual se inscribe la NRF, incluye ejercicios militares permanentes, a fin de hacer «circular» continuamente las tropas en todo el territorio de la OTAN.

Como lo adelantó ayer LA NACION, la OTAN se comprometió en su documento final a defender la integridad territorial de Ucrania. Kiev no se incorporará, sin embargo, a la Alianza, proceso que exige cumplir con una serie de criterios sobre la cualidad de las fuerzas armadas nacionales y el respeto del Estado de Derecho. La razón política subyacente es la de evitar profundizar aún más la confrontación con Moscú, visceralmente opuesta a ese ingreso.

La cumbre adoptó por último medidas para el futuro de la organización. Entre ellas, se reforzarán las capacidades de ciberdefensa, una actividad definida como «parte integrante de la razón de ser» de la OTAN: la defensa colectiva.

La llamada «iniciativa para el desarrollo de capacidades de defensa», conjunto de medidas para ayudar a los países asociados a formar sus fuerzas armadas, será extendida a Georgia, Moldavia y Jordania. En el futuro, también será aplicable a Irak –si su gobierno lo solicita– y a Libia, si la situación interior lo permite.

Punto fundamental de los debates, los 28 miembros se comprometieron a destinar 2% de sus respectivos PBI en concepto de gastos de defensa e invertir 20% de ese esfuerzo en equipamiento militar antes de 2025. Es la primera vez desde su creación en 1949 que la OTAN formaliza un compromiso de esa naturaleza en una reunión del Consejo del Atlántico Norte.

Por Luisa Corradini, SEPRIM, 06/09/2014

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