Ene - 28 - 2016

La justicia francesa:
justicia patriarcal contra las mujeres víctimas de violencia
justicia anti-obrera contra los trabajadores y todos los que luchan

El sábado 23 de enero nos encontramos numerosas mujeres (con algunos hombres solidarios) y decididas a manifestar por la libertad de Jacqueline Sauvage como el 12 de diciembre último en la Place de Chatelet. Esta vez nos hemos concentrado en la Bastilla para exigir la liberación de Jacqueline Sauvage. Esta manifestación tuvo gran cobertura mediática. Exigimos que su condena termine inmediatamente. Hemos gritado con cólera: “Mujeres golpeadas, justicia cómplice!”, “todas somos Jacqueline Sauvage”, “cuando la justicia matraca, las mujeres contratacan”, “justicia salvaje, libertad para Jacqueline”.

¿Cuántas mujeres son víctimas de un verdugo, en la persona de un marido, un padre, un patrón, que las agrede, viola, hiere físicamente y/o psicológicamente y que se encuentran imposibilitadas de denunciar? Muchas de estas mujeres piensan también que apelar a la justicia no las salvará, que no pueden confiar en la justicia porque siendo patriarcal no busca cambiar la situación de las mujeres. El principio hipócrita de “la igualdad ” de derechos entre la mujer y su agresor sirve para proteger a los más fuertes y poderosos: los hombres violentos. Jacqueline Sauvage es una de estas mujeres, numerosas en Francia y en el mundo. Ella ha sido condenada a diez años de prisión en apelación por el homicidio de su marido. Él la había agredido y abusado durante 47 años. Dos de sus hijas fueron violadas por el padre. El hijo se ha suicidado a causa de la violencia paternal. Después de 47 años de padecer violencia del marido, Jacqueline Sauvage encontró una salida desesperada: disparar contra su torturador. Veredicto del sistema judicial, elemento primordial del aparato de Estado: Jacqueline ha sido condenada a diez años de prisión sin zurcí.

Haciendo abstracción de las situaciones de maltrato, como las que padecía Jacqueline, el derecho francés no considera su acto come una expresión de legítima defensa, porque ella buscó un arma. Esta condena ha provocado cólera e indignación entre las mujeres militantes o no. Jacqueline debe salir de la cárcel: ella es la víctima. Los vecinos, como los médicos que la atendieron muchas veces, lo atestiguan, «todo el mundo sabía»[1] y nadie la ayudó.

El indispensable apoyo no vendrá de los abogados, que siempre se oponen a que las mujeres y sus apoyos tomen la calle. Lo mismo ocurre cuando un joven árabe o negro cae víctima de la violencia policial. Sólo la movilización puede hacer presión sobre la justicia, los medios y el gobierno. La petición de gracia, apoyada por miles de firmas, a François Hollande, no ha obtenido respuesta. Desde el punto de vista del movimiento feminista en Francia, es una movilización urgente y necesaria también porque a miles de mujeres se les ha negado justicia. Numerosas jóvenes se movilizan por Jacqueline, fuera del control de las organizaciones feministas institucionales. Es un síntoma del renacimiento de un movimiento autónomo de mujeres en Francia.

¡Como Jacqueline Sauvage, trabajadores en lucha como los de Goodyear, y luchadores ecologistas y   populares se encuentran en prisión o amenazados de prisión! ¿Gracias a quién? A la justicia patriarcal, racista, capitalista que defienden el sistema de dominación en todos los terrenos. Nosotros continuaremos la presión en la calle por la libertad de Jacqueline.

 

Socialismo o Barbarie, 28/1/16

Categoría: Europa, Francia Etiquetas: