Mar - 31 - 2016

La polarización política y la construcción de un partido socialista revolucionario en Brasil

Nuestra solicitud de ingreso al PSOL fue aceptada por unanimidad en la reunión ejecutiva que tuvo lugar en San Pablo. Para nuestra organización esta votación se traduce en un logro significativo ya que, como tendencia interna de militantes que vamos a ser, podemos construir el partido con una perspectiva socialista revolucionaria, en la cual su representación parlamentaria esté al servicio de la lucha de clases. El partido es un factor objetivo en la organización la práctica y la política de los trabajadores y los jóvenes por lo que queremos que sea en el próximo período una herramienta no sólo para resistir los ataques reaccionarios sino que también para ser protagonistas de un movimiento socialista de gran alcance.

Como es de conocimiento público, además de Socialismo o Barbarie, Izquierda Marxista y el MRT también solicitaron la entrada en el PSOL. En el Congreso Nacional del PSOL hubo un debate sobre la solicitud de adhesión de estas organizaciones; en el primer caso, se evaluó que era necesario profundizar el debate las posiciones políticas de tal organización, postergando así la decisión para este año y en el caso del segundo, se decidió no aprobar el ingreso. Desde nuestro punto de vista ninguno de estas dos exclusiones tiene una justificación política porque el PSOL es un gran partido en el cual de hecho coexisten posiciones muy dispares – aún individuos y corrientes no socialistas forman parte del mismo – no se justifica, por lo tanto, que organizaciones que dicen ser revolucionarias y socialistas no sean admitidas dentro del partido.

Nuestro ingreso al  PSOL llega en medio de una situación de ofensiva de la oposición burguesa y la patronal que tiene por objeto sustituir el gobierno (Dilma-PT) que fue elegido sobre la base de una propuesta de política de continuidad neodesarrollista, pero que ante la crisis está aplicando la política neoliberal sistemáticamente. El punto es que la clase dominante quiere un gobierno que sea capaz de aplicar los ajustes incluso con más dureza contra los trabajadores, transferir totalmente los costos de la crisis, creando así las condiciones estructurales para una mayor rentabilidad.

Este escenario de ofensiva de la oposición burguesa exige que el PSOL, y las otras organizaciones de izquierda, tengan un posicionamiento de completa independencia de clase. Ninguna de las dos facciones burguesas en lucha debe contar con nuestro apoyo, precisamos si construir un campo de independencia de clase a través de un Frente de Izquierda que se construya mediante la movilización de todo el activismo clasista de Brasil y que tenga como eje la lucha contra el ajuste en defensa de los derechos y una solución política a la crisis a través de una Asamblea Constituyente Democrática y Soberana construida por la lucha de los trabajadores y la juventud.

Levantamientos populares, partidos amplios y el fenómeno PSOL

A partir de las rebeliones populares, el movimiento anti-globalización, el movimiento de los indignados y otras expresiones de resistencia al destructivo sistema capitalista a nivel mundial – los movimientos que comienzan a desarrollarse en la primera década de este siglo –comienza a   ocurrir en una lenta, pero profunda, recomposición del movimiento obrero, la juventud y oprimidos.

En este proceso de ofensiva ideológica, movido por el imperialismo después de la caída del muro de Berlín, en la cual no hay alternativa al capitalismo se comienza a dar pasos para una lenta y contradictoria recuperación de la  conciencia política con las luchas anticapitalistas y de la participación en ellas de la  izquierda socialista.

Un proceso que deja toda la fase ofensiva del capitalismo para atrás, igualmente no significa una vía abierta para el marxismo revolucionario porque es una transición de etapas en la que parte de un bajo en la cuestión político-organizativa que no será de una vez si no un proceso que demorara un tiempo

Una parte de esta nueva etapa de la lucha de clases mundial son los levantamientos populares que han sacudido el mundo después del estallido de la crisis económica de 2008. El fenómeno de la rebelión popular había ocurrido en América Latina en la década de 2000 en contra de las políticas neoliberales implementadas en la región, estos movimientos políticos que fueron reabsorbidos dieron origen a los gobiernos neo-populistas.

Los levantamientos populares tienen lugar en una situación de gran atraso político e ideológico generada por décadas de ofensiva imperialista, por lo que cuando existen tales movimientos de indignación popular contra el neoliberalismo o incluso en contra las políticas de los regímenes (como fue el caso en el norte de África), no encuentran las condiciones necesarias (partidos, organizaciones populares y la conciencia socialista de masas) para que los movimientos de indignación se convierten en procesos más radicalizados de afrontamiento que permite la lucha vaya a verdaderos procesos revolucionarios, cuestionar y superar el régimen político y el modo de producción .

Pero a partir de la crisis económica mundial y las políticas de austeridad este fenómeno está muy extendido y afecta a todas las regiones del mundo. Como se trata de rebeliones populares de diferentes intensidades, en el que el nivel de enfrentamiento no cuestionó el capitalismo o al sistema (en la mayoría de los países), este fenómeno no dio lugar a la construcción de representaciones políticas masivamente más radicales, como los grandes partidos revolucionarios u organizaciones de poder independientes de los trabajadores, pero si predomina la forma de partidos amplios como SYRIZA en Grecia, Podemos en España y en cierta medida el PSOL en Brasil.

Grecia, sin duda, fue el país dentro de Europa donde la lucha de clases estaba más radicalizada. Cuando estalló la crisis económica mundial los países como Grecia, España y Portugal sometidos a la unificación monetaria no pudieron desarrollar políticas cambiarias que permitiesen aumentar los ingresos y las finanzas y la salida de la Troika a la insolvencia financiera determinó nada más ni menos que la destrucción del estado de bienestar social. Lo que en estos países ha dado lugar a movilizaciones masivas a través de numerosas huelgas generales contra los planes de ajuste, la radicalización política que a su vez dio lugar a la construcción de Syriza que en pocos años obtuvo una mayoría en el Parlamento griego, pero al final resultó apoyarse en la  Troika para hacer cumplir la configuración de sus planes.

Esta es una señal de advertencia para todas las grandes formaciones políticas que a pesar de tener acceso a amplios sectores de las masas y hasta asumir un gobierno central, como en el caso griego, serán sometidas a crecientes presiones de la lucha de clases, porque estamos en una etapa de recomienzo histórico que deja atrás la pacificación de las masas trabajadoras, abre un proceso de polarización política y nuevos enfrentamientos dramáticos en la lucha de clases. En este escenario la vieja lucha entre la estrategia reformista y la revolucionaria dentro de los partidos tiende a ser la más candente.

A pesar del PSOL ser parte de esta construcción de partidos amplios procesar la situación de Brasil es muy diferente de la europea y en particular el caso griego. En el PSOL no hay supremacía absoluta de las corrientes reformistas, como en el caso de Syriza, por el contrario, hay una disputa casi igual entre las corrientes revolucionarias, centristas y reformistas, abriendo un espacio favorable para las corrientes de la izquierda socialista. Además, el PSOL no ha pasado por una experiencia de estar en el poder central y de entregar una rebelión popular, como fue el caso de Syriza en Grecia.

Pero está claro que en la crisis PT el PSOL a pesar de que aún no disputo  con eficacia al gobierno central tiende a crecer y ganar más espacio en el Parlamento, lo que traerá nuevos desafíos que pondrán aprueba directamente su estrategia política. En nuestro trabajo alrededor del PSOL, está claro que nuestro objetivo es el fortalecimiento de la estrategia revolucionaria para que el partido en el próximo período de lucha de clases pueda pasar de una manera revolucionaria por estos procesos.

Junio abre una nueva etapa constructiva en Brasil

Las rebeliones populares abren más espacio para la izquierda revolucionaria, pero no dan lugar inmediatamente para construir partidos revolucionarios con influencia entre las masas trabajadoras, de hecho, las rebeliones son procesos que dan lugar a la influencia de masas para los partidos grandes, se trata de un fenómeno fundamental de importancia mundial. Ese fenómeno tiene  una importancia fundamental en el  proceso de construcción de la conciencia de clase en todo el mundo, así como en reflejar los límites y el alcance de los levantamientos populares o el eventual efecto retroactivo sobre la conciencia de amplios sectores de la vanguardia.

En Brasil, el pacto social preventivo elegido en 2002 evitó una masiva ola de indignación retrasando así la posibilidad de una superación masiva a la burocracia Lulista que tiene expresión política en el PT y sindical en la CUT. Pero la contrarreforma de la seguridad social impuesta por Lula  en su primer año de gobierno ha dado paso a la reorganización política y sindical en sectores minoritarios de la vanguardia que se limitó a la administración pública y los estudiantes universitarios.

Este proceso dio lugar a fenómenos de vanguardia como el PSOL (Partido) y Conlutas (sindical). Es evidente que las posiciones sectarias del PSTU hicieron que estos fenómenos fueran aún más restringidos y fragmentados, por un criterio meramente conservador se negó a participar en la recomposición política que se abrió, esta posición llevada a cabo durante formación del PSOL llevó a que en el mismo prevalecieran las tendencias reformistas / centristas actuales. En el campo sindical PSTU quiso imponer una falsa hegemonía a otras corrientes sindicales. Este posición insalubre llegó hasta el punto de no aceptar negociar el nuevo nombre de central en el Congreso Nacional de la Clase Obrera (Conclat) en 2010 en la ciudad de Santos (Sao Paulo costa) evento en el que estaba previsto la unificación entre Conlutas e Inter. Una postura más saludable del PSTU podría haber dado lugar, sin duda, en la construcción de un sindicalismo independiente que, aunque por la minoría podrían estar unificado hoy en una misma central y en muchas mejores condiciones para combatir al oficialismo.

Construir sobre PSOL una fuerte tendencia revolucionaria                                                                       

Desde la ola de indignación de 2013 una nueva etapa en la lucha de clases se abrió en Brasil. Esta etapa estuvo marcada por la polarización, la reanudación de las calles como el campo de juego y una crisis política en la que los partidos y organizaciones tradicionales – derecha e izquierda – no representan directamente el movimiento en las calles. Etapa que aún se mantiene en el Brasil de hoy que vive una situación de ofensiva burguesa reaccionaria, pero no vivimos un movimiento de la derrota que permitió un retroceso a la situación anterior a junio. Por lo tanto, no se descarta que una nueva ola de indignación de la izquierda se puede construir a partir de la crisis política actual, porque a pesar de la política defensiva momentánea sobre la base de las categorías no hay una sensación de derrota de sus luchas.

A partir de esta nueva etapa, entramos en el PSOL con el fin de contribuir a la construcción de una fuerte tendencia revolucionaria que puede hegemonizar el partido en el próximo período. Aclaramos que las condiciones para que esto van a estar dadas por la radicalización de la lucha de clases, el fracaso del PT, la inercia y la crisis de los otros partidos socialistas (PSTU y PCB) y las dinámicas importantes que ya tiene la izquierda socialista en el interior. Pero para que esto sea posible, la izquierda socialista tiene que articular y hacer frente a la cuestión de la estrategia revolucionaria y actuar articulado de forma permanente en el próximo período.

La nueva etapa de la lucha de clases de post-Junio ​​ abre una nueva era de recomposición política y sindical de los trabajadores. Estamos frente a una dramática experiencia con el PT y el oficialismo en general en el que se abre la posibilidad del diálogo de izquierda socialista con sectores más amplios de la vanguardia para disputar los sindicatos tradicionalmente dirigidos por el petismo y ampliar su presencia en el parlamento. Por otra parte, y de manera crucial, en la situación actual, la izquierda socialista está llamada a demostrar qué vino a hacer dentro de las organizaciones de base de los trabajadores y los jóvenes y esto es la construcción de alrededor de una alternativa independiente de la política del gobierno y de los empresarios.

Fue abierta en Brasil una etapa en la organización de los trabajadores y la juventud en el que la izquierda socialista salir de la marginalidad y participar como protagonista de los procesos políticos reales a partir de la amplia experiencia de los sectores con el reformismo sin reformas. El PSOL y la izquierda, que se venía destacando en la dirección de los aparatos sindicales, pero no dirigiendo políticamente la lucha de los trabajadores y por el voto  a Luciana Genro (PSOL) en las elecciones presidenciales de 2014, pero sin que éste partido actuase de forma independientemente del gobierno, para aprovechar la profunda crisis del lulismo tendrá que pasar de una manera revolucionaria por los procesos políticos en los que se inserta, de otro modo no entrará en la crisis y retrocederá.

Intervenir de una manera revolucionaria por la intensificación de los procesos de la lucha de clases no significa tomar una actitud defensiva, economicista o izquierdista. Sino aprovechar los espacios institucionales (políticos y sindicales) y no institucionales que se están abriendo y desarrollar una acción que tiene como estrategia la de politizar sistemáticamente la lucha sindical de los trabajadores y pasar de la acción parlamentaria a las calles por un movimiento político desde abajo de los trabajadores y los jóvenes en las calles.

Al PSOL, que actuó bien en la campaña presidencial en el año 2014 con una línea de denuncia al régimen y la defensa intransigente de las banderas de los trabajadores, los jóvenes y las mujeres, le va muy mal cuando asume los gobiernos locales, ya que las administraciones municipales que dirige no pueden permanecer en el campo trabajadores. Por lo tanto, es necesario construir una experiencia parlamentaria y de administración local radical, una experiencia que, obviamente, se enfrentará con todas las instituciones burguesas, pero que hará que el partido dé el ejemplo de cómo una organización genuinamente socialista debe actuar ante el poder pasando de una forma revolucionaria por él.

Por otro lado, la actividad sindical también merece el total cumplimiento del PSOL. Los casos más espeluznantes de actuación mediocre y economicista en el movimiento obrero vinieron por parte del PSTU,  no solo porque tiene una mayor presencia en los aparatos sindicales, sino también el PSOL no tiene una experiencia sindical que puede servir como ejemplo de sindicalismo revolucionario, es decir, para adoptar las luchas inmediatas de manera eficiente una determinada serie de pasos para construir las acciones políticas que dejen claro que esto no se realiza mediante la sustitución de los trabajadores, sino que contribuye de manera efectiva para llegar a conclusiones políticas más radicales.

Entre una serie de importantes tareas ese es el tema (cómo construir una estrategia revolucionaria coherente) que vemos que todas las corrientes del PSOL deben encarar con el fin de aprovechar las oportunidades políticas y constructivas que la realidad le abre al partido. Es en la construcción de esta perspectiva que Socialismo o Barbarie, ahora como una tendencia del PSOL, se pone a disposición.

Queremos ayudar a construir un  partido orgánicamente ligado a la lucha por superar la ofensiva reaccionaria de la burguesía, la lucha contra los ataques del gobierno y presentar una salida política de los trabajadores a través de la lucha por una Asamblea Constituyente Democrática, soberana e impuesta por la lucha. Por lo tanto nuestra lucha y por construcción de un partido, socialista, radical, democrático y con influencia de masas que puede en el próximo período de contribuir a que más allá de las luchas de resistencia, los trabajadores y los jóvenes sean sujetos de un movimiento de masas para abrir el camino por la revolución socialista en Brasil.

Socialismo o Barbarie Brasil (editado por redacción de SoB Argentina)

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