Ago - 25 - 2016

Buenas tardes compañeras, buenas tardes compañeros. Yo voy a retomar un poquito donde dejó el Teddy. Lo que siempre digo es que lo que cuento yo es más reflejo de la experiencia vivida y obviamente eso tiene su carga de subjetivismo pero está bueno que los trabajadores también expresemos nuestras vivencias porque de eso se trata. Y como vemos históricamente hay mucho para seguir hablando y debatiendo. De los ’90 en adelante comenzó toda una recomposición generacional dentro de las fábricas. Yo quizás soy de la primera oleada de esa recomposición porque yo entré en los ‘90, pero se fue dando principalmente post Argentinazo, una recomposición más numerosa. El ingreso de los nuevos compañeros tiene sus características: una de ellas es que los compañeros no están acostumbrados a la lucha, no saben luchar, no saben cómo organizarse para luchar, es una cosa que pesa. La otra característica es que somos o son totalmente despolitizados, algunos nos queremos politizar y por eso estamos hoy aquí pero bueno, los compañeros son despolitizados. Obviamente hay aspectos positivos también dentro de estas características. Pero lo otro negativo es que se apuesta por la salida individual, no se ve la necesidad de una salida de conjunto, una salida colectiva sino que todo lo contrario, es más bien sálvese quien pueda o me salvo y solo. Esas son falencias que golpean justamente hoy dentro del movimiento obrero y sobretodo también cuando uno quiere organizar a los compañeros, a una vanguardia para dar esas peleas. Después los aspectos positivos, que es donde yo hago hincapié, es que hacen la experiencia dentro del trabajo y rápidamente identifican a los traidores. Rápidamente identifican a los delegados entregadores y obviamente ese odio, esa cosa se convierte rápidamente en un odio hacia las direcciones burocráticas.

Acá es donde empiezo con los reflejos casi personales porque efectivamente la nueva generación, las nuevas generaciones que van ingresando, sale a la lucha obviamente por las reivindicaciones sindicales, las necesidades sindicales que tienen que ver con el salario, con las condiciones de trabajo. Bueno, que tienen que ver con todo lo que dijo Teddy recién, yo podría agregar cientos y cientos de cosas más pero no voy a hacer mucho desarrollo en ese sentido. Entonces bueno, ahí el trabajador se encuentra ante una perspectiva que tiene que desarrollar, que le cuesta pero tratan de hacer su experiencia. Los trabajadores han entrado a una nueva etapa si se quiere, desde una perspectiva de lucha. Yo veo hoy muchos compañeros que están en fábrica, que están haciendo su experiencia, que están dando esa pelea y están ahí, en ese desarrollo.

La experiencia sindical, quiero desarrollar un poco sobre eso y sobre los límites, escuchaba hoy al historiador sobre los límites de la experiencia política acá si voy a hacer mucho hincapié en lo personal. Yo ingrese a una fábrica, a FATE, hace un tiempo y sufrí muchos atropellos. Los atropellos que describió el Teddy, la flexibilización labora la viví en carne, tengo los huesos rotos, tengo la columna rota, justamente de haber trabajado en las condiciones que me hicieron trabajar. Y bueno, en 2007 nos rebelamos contra estas cuestiones, contra estos delegados que entregaban todo durante los ’90. En ese momento estaba la Bordó. Siempre lo digo, como es la bordó en FATE, en la UOM, en la UOCRA tienen otros colores en todos lados, lo único que cambia es el color. Pero lo que los identifica a estos tipos es concretamente que te entregan frente al patrón. Es así de concreto, no hay mucha diferencia en eso. Contra estos delegados entregadores nos rebelamos y dimos una batalla terrible. Obviamente hacíamos actos, en mi caso desde la inconciencia si se quiere porque no era plenamente consciente de lo que desarrollábamos. Plantarnos y darle la pelea a los burócratas lo hacíamos por el odio que les teníamos a esos tipos por las condiciones en las que estábamos pero no teníamos una conciencia clara de hasta dónde estábamos llegando, hacia dónde queríamos ir. El devenir del tiempo obviamente me fue enseñando y me fue mostrando quienes eran los que estaban a lado mío en esa pelea y quiénes no. Yo siempre hago hincapié en que en esa pelea que tuve que dar en el 2007 yo conocí a un grupo de compañeros, en especial a un compañero que me planteó una vez “hagamos algo para salir de este pozo”. Porque es verdad que estábamos devastados económicamente, el salario era una porquería, las condiciones de trabajo eran miserables porque veníamos de toda la época de flexibilización de los ’90. Y el compañero me plantea pelear contra esto. Y yo le dije “¿para qué? Si la verdad que acá no se puede hacer nada. Si hablas estás marcado y si estás marcado te rajan, si levantas la cabeza un poquito te la cortan. Este compañero me presento a un trabajador que laburaba en la época de los ‘90 en FATE. Que dio pelea en FATE, porque se peleó en FATE, es verdad lo que dice Teddy, se dio la pelea, se perdió, pero lo que quedó de esa pelea, incluso cuando yo entré en el ’93 es que se decía: “Acá hubo un delegado que no tranzó, acá hubo un delegado que no traicionó, hubo un delegado que la peleó”. Y le decían el Mostro, un compañero que todos conocen aquí. Hoy lo conocen como el Grillo. Y bueno, a mí me llegó eso, me llegó antes incluso de conocerlo a Guille, otro compañero de lucha. Y lo conocí al Mostro y con Guille le preguntábamos cómo podíamos organizarnos, cómo podíamos hacer. Y bueno, a partir de eso me acerqué a la izquierda, conocí a los zurdos. No voy a explicarlo porque ya expliqué más de una vez lo que pensaba yo de los zurdos (risas). Obviamente, era anti-zurdos, ahí es donde está también la cuestión de la conciencia. No voy a desarrollar mucho la lucha de 2007-2008 porque la verdad que, como escribí estos días, la experiencia de FATE es riquísima en un montón de cosas. La cuestión de la conciencia fue una bisagra para mí también, pero no solamente la cuestión de la conciencia, sino la cuestión de la experiencia sobre todo, primero. La experiencia, la pelea, el acompañamiento, la preparación, todas cuestiones a las que yo obviamente no estaba acostumbrado. No sabía de qué se trataba, no entendía, no comprendía. Si tenía el odio hacia quienes me lastimaban y si, quería sacarlos, por supuesto. Pero bueno, a partir de este acercamiento comienza toda una nueva etapa para mí. Y esto tiene que ver con lo generacional, la nueva generación dentro de la fábrica, cómo hacen, cómo no hacen, tiene que ver con todo eso. No voy a ser redundante, me cuesta no serlo. En esa época empecé el acercamiento a la organización política, en la cual hoy milito, y hoy algo que me impactó, que fue lo primero que aprendí. Que fue el concepto de clase. Yo no entendía mucho eso de la clase me hablaban de clasismo, de la lucha de clases, la verdad no sabía de qué me hablaban. Porque claro, tenía la concepción de la clase capitalista, la clase por la forma o poder de adquisición que uno podía llegar a tener según su remuneración. Y entonces bueno, cuando comprendí el concepto de clase, que estaba dividida solamente en dos, entre los que te sacaban y los que teníamos que poner el hombro para que el otro te saque ahí la cosa cambio. Y ahí obviamente ordené mis ideas nuevamente. Y a partir de ese ordenamiento de esas ideas, que me costó horrores obviamente porque venía con otra concepción totalmente diferente y con la cual hoy todavía sigo dando esa pelea. Por el ordenamiento y el crecimiento de estas ideas. A partir de esa concepción empecé a ver las cosas de otra manera, comprendí el clasismo, sencillamente comprendí el clasismo por el que tengo al lado mío, que tiene la misma camisa de trabajo que yo, que sufre lo mismo que yo. Obviamente hablo del aspecto laboral. Saliendo de la fábrica, al chabón que sufre porque no tiene para darle de comer a su familia, al otro que lo persiguen por lo que sea. Identifiqué rápidamente que el que tiene una mansión, un yate es porque alguien lo banca, y el que lo banca tiene siempre la misma camisa que yo. A partir de ahí de esa concepción hacia afuera empecé a entender otras cosas y ver otras cosas no sólo adentro la fábrica. Todas estas cuestiones que yo narro y que son personales y que tienen que ver con la concientización, y qué tiene que ver con el ingreso a la fábrica en un momento dado y tiene que ver con lo generacional no le pasa a todos los compañeros Ojalá tuviéramos cientos y cientos de compañeros que tuvieran este tipo de reflexión. Eso estaría muy bueno si fuéramos miles y millones ahí la cosa cambiaría pero esta es la pelea que tenemos que dar justamente, las que damos hacia dentro la fábrica, las peleas que tanto cuestan. Pero bueno compañeros básicamente es una reflexión que quería traer que he aprendido y sigo aprendiendo, identifiqué rápidamente el concepto de clase.

También sé que los atajos sindicales tienen sus patas cortas, la lucha sindical es necesaria porque el bienestar del trabajador tiene que ser inmediato y la forma de llegar a este bienestar es a través del salario, de mejorar sus condiciones de vida, es una pata que tenemos que utilizar, obviamente no para cercenar la otra parte que es la parte política, no para decirle a los trabajadores que esta es la única forma en que se va poder lograr satisfacer sus necesidades. Me parece que justamente hay que dar un salto más que va más allá de lo sindical, que hay que dar el salto político, siempre lo decimos y siempre estamos lo planteado y en ese aspecto como delegado siempre utilicé los fueros para eso, para explicarle a la clase y para decirle a mis compañeros que no es solamente lo sindical sino que hay que ir por lo político, que es la base de lo que tenemos que tratar de cambiar, los fueros fueron puestos para eso. Quizás por ahí me criticaron algunos que utilicé los fueros muy poco para lo gremial, puede ser, es cierto, pero yo tengo otra concepción y otra cabeza, yo quiero la liberación de los trabajadores, esa es la búsqueda en la que estoy. Los fueros van y vienen compañeros, se fueron mañana van a venir quédense tranquilos que eso es así, pero lo que se queda acá es la conciencia, la acumulación de lo que aprendemos y somos capaces de desarrollar.

La experiencia, la acumulación que he tenido la transmito y estoy con ganas de seguir en esta cuestión de hacer estas experiencias sin fueros porque es otra experiencia, que es más política qué sindical para mí. Hoy el compañero no me ve como un delegado pero si me ven como un militante del Nuevo MAS y es otra cosa. También estoy viendo que hay compañeros que están en otras plantas, en otras fábricas, acá están los compañeros de la Pilkington que tienen todavía todo un desarrollo y todo un desafío, que tienen que seguir dando esa pelea sindical y por supuesto no hay que descuidar esa pelea pero también tenemos que dar la batalla política, tenemos que ayudar a avanzar al conjunto de los compañeros en ese salto para que no se queden con una sola pata corta.

La conquista de sindicato, por supuesto me hago parte de esa conquista porque fui un actor durante muchísimos años y lo sigo siendo y no voy a dejar de serlo, más allá del color y más allá de un montón de cosas es un gran avance, en ese sindicato hay compañeros luchadores, compañeros que lucharon en el 2007, 2008, el Coco Santillán es uno de ellos. Ahora, si los compañeros no ven la posibilidad de usar el sindicato central como una herramienta política entonces vamos a tener un problema. Obviamente que hay que utilizarlo como una herramienta sindical pero también hay que utilizarlo como una herramienta política. En ese desafío es en el que vamos a desarrollarnos todos nosotros, todos los obreros del neumático, incluso todas las gomerías, porque es una nueva etapa que comienza.

Recién Hernán hizo una reflexión que me quedó aquí en la cabeza los trabajadores estamos llamados a ser el sujeto histórico para realizar un cambio, los trabajadores tenemos que tomar en nuestras manos los problemas de la sociedad, tenemos que dar esa respuesta que espera humanidad y me parece que justamente la politización es el camino para que los trabajadores nos propongamos hacer eso. Muchas gracias compañeros.

Intervención en el panel "Historia política del movimiento obrero", Jornada del Pensamiento Socialista, 14/8/16

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