Oct - 13 - 2016

El primer Encuentro Nacional de Mujeres bajo la era Macri fue un éxito en varios sentidos. La cantidad de mujeres, sobre todo las jóvenes, llegadas desde todo el país, que se expresaron en el masivo y combativo acto de apertura, en una multitudinaria marcha de cierre y en cientos de talleres que debatieron durante todo el fin de semana, revelaron un amplísimo movimiento de mujeres dispuesto a luchar para enfrentar el ajuste, los ataques a la población trabajadora, a la juventud y por supuesto las políticas del gobierno contra las mujeres.

Acompañado por la enorme simpatía de la población de la ciudad, la llegada de miles y miles de jóvenes al Encuentro conmovió Rosario, pero conmovió también muchas de las anquilosadas estructuras que arrastraba. Las compuertas sostenidas durante años por la burocracia del PCR, se vieron desbordadas por estas nuevas camadas de luchadoras y por el avance palpable de la izquierda como fuerza dentro del movimiento de mujeres.

Talleres como los de trata-explotación sexual y de trans convertidos en masivas asambleas, que a las mujeres les parecía lo más natural del mundo, no tenían nada que ver con la regimentación de años anteriores, con talleres a puertas cerradas y expulsivos si se juntaban más de 30 personas, y con coordinadoras que todo el tiempo cortaban las intervenciones que se salían de lo supuestamente establecido.

Con talleres de aborto por fin libres de la Iglesia, las mujeres pudieron debatir con total libertad y por supuesto plasmar en las conclusiones no sólo la exigencia de aborto legal, sino la nulidad de la condena a Belén, la batalla para terminar con la objeción de conciencia en los hospitales públicos y el fin de la injerencia de todas las instituciones retrógradas y patriarcales en el cuerpo de las mujeres. La presencia de la Iglesia no sólo fue ínfima, sino que no contando con el aparato del PCR dispuesto a defender incluso a los golpes la intervención del clero en los talleres, en donde aparecía, rápidamente se veía diluido por la aplastante mayoría de mujeres que querían discutir cómo organizar la lucha por el aborto legal.

Durante todo el Encuentro se fueron escuchando las expresiones de la necesidad de debatir también como parte del temario de los talleres la próxima sede del Encuentro. Y ya no era sólo la izquierda la que proponía esto, sino que en todos los talleres las mujeres intervenían señalando la importancia de que el Encuentro se haga frente al poder político, en Buenos Aires, para llenar la Plaza de Mayo contra el gobierno que es enemigo de los derechos de las mujeres. Y fue también un dique menos que se propusiera resolver en los talleres, contra ese viejo y anquilosado “espíritu” que impedía tomar resoluciones que permitieran organizar la lucha. Cuando les contábamos a las que nunca habían participado que el método de elección de la sede era un “aplausómetro” cuando ya se habían retirado la gran mayoría de las mujeres, primero pensaban que era broma y luego no podían más que echarse a reír de semejante pavada.

Que los talleres tomaran tan naturalmente que no sólo se debatieran los temas pre establecidos como impedimento para cualquier otro tema, se vivió también naturalmente por las nuevas compañeras. Cuando Las Rojas propusimos en todos los talleres de los que participamos organizar el próximo 8 de Marzo, inspiradas en la extraordinaria fuerza del Lunes Negro de las mujeres polacas que le torcieron el brazo al avance reaccionario del gobierno de ese país, y llenar todas las plazas del país por el aborto legal en el hospital, era tomado con entusiasmo y no había espacio para planteos tales como “eso se debate en otro taller”. Será parte del procesamiento de los debates del Encuentro y de las tareas a llevar adelante, construir la campaña para llevar con miles y miles en todo el país a la calle el reclamo del aborto legal en el hospital.

Estas nuevas camadas todavía tienen mucho para recorrer, muchos pasos para dar en el camino de construir coordinación para que las peleas del movimiento de mujeres se vuelvan cada vez más poderosas y se transformen en una imparable avalancha que logre conquistar derechos tan elementales como poder vivir una vida libre de violencia, derecho a no morir o ir presa por la ilegalidad del aborto, derecho a salir y divertirse sin que alguno se crea que puede violar o matar al amparo de la impunidad de la justicia capitalista y patriarcal, y arrancarle al Estado trabajo genuino, viviendas y refugios para que las mujeres puedan salir de la explotación sexual.

La Comisión Organizadora de Rosario, en un acuerdo a contramano de lo que expresó el conjunto, pone en peligro la continuidad del Encuentro (ver declaración sobre la próxima sede en estas páginas), por lo que se impone que las activistas y organizaciones que estuvimos en Rosario nos involucremos en lograr que en 2017 hagamos un Encuentro unitario, masivo y de lucha, para enfrentar junto a los trabajadores y la juventud las políticas de Macri.

Para todo esto te invitamos a sumarte a Las Rojas, que luchamos en el Encuentro y luchamos todo el año por los reclamos de las mujeres, por todos nuestros derechos y por construir el camino de la emancipación, y junto a la clase trabajadora y todos los explotados y oprimidos para terminar con este mundo capitalista y patriarcal. ¡Arriba las que luchan! ¡Sumate a Las Rojas!

Por Inés (Las Rojas), SoB n° 401, 13/10/16

Categoría: Movimiento de mujeres Etiquetas: , ,