Sudáfrica

Violencia y asesinatos étnicos contra inmigrantes

El resultado de 14 años de traición en Sudáfrica

Por Camilo Cienpasos
La Haine, 22/05/08

Las políticas neoliberales del Congreso Nacional Africano (CNA) han terminado desatando la violencia y los asesinatos étnicos contra inmigrantes. Una oleada de ataques xenófobos se diseminó en barriadas sudafricanas a partir del lunes pasado cuando turbas de exaltados golpearon y asesinaron a extranjeros y prendieron en llamas a algunos de ellos, en escenas que rememoran las épocas de violencia de la era del 'apartheid'. Los atacantes eran en su mayoría Sudafricanos negros que respondían al menos hasta hace poco a organizaciones políticas pro gubernamentales.

Esta violencia inusitada es el resultado de políticas neo liberales y que han mantenido el poder de los blancos en todo el país a pesar de la caída formal del apartheid. Puede decirse que es la herencia de la traición del Congreso Nacional Africano (CNA) a las aspiraciones de las masas cuando derrotaron el régimen del apartheid.

La violencia ha dejado al menos 22 muertos desde la semana pasada y ha aumentado la inestabilidad política en un momento en el que Sudáfrica lucha contra los cortes de electricidad, la inflación creciente y el rechazo entre los pobres por las políticas económicas del presidente Thabo Mbeki de Congreso Nacional Africano (CNA).

Ataques policiales y civiles

La policía disparó balas de goma contra los manifestantes en torno a Johannesburgo y en el distrito central de negocios de la ciudad.

Armados con navajas, palos y bidones de gasolina, los exaltados atacan principalmente a los ciudadanos provenientes de Zimbabwe y Mozambique, los mayores grupos de inmigrantes que son acusados por los pobres de arrebatarle sus trabajos y de aumentar la tasa de crímenes violentos.

Mujeres fueron violadas, tiendas y hogares han sido saqueados y decenas de chozas fueron quemadas. Decenas de personas han sido arrestadas.

"Esta es una guerra," dijo Lucas Zimila, un ciudadano de Mozambique de 60 años que fue atacado el domingo por la noche por una multitud armada con machetes mientras dormía en su choza en Tembisa, al norte de Johannesburgo.

"Ellos me gritaron que saliera, que no pertenecía aquí. Entonces quemaron todo en mi casa," declaró Zimila, quien sufrió un corte en su cabeza.

Los incidentes son una vergüenza para un país que se ha jactado de su tolerancia desde el final del 'apartheid', y que espera animar la visita de inversionistas extranjeros para la Copa Mundial de Fútbol del 2010.

La violencia es un indicador de la creciente molestia entre quienes sienten que han sido dejados atrás por las políticas de Mbeki de promover negocios e inversión.

Los inversionistas ya están preocupados por la creciente influencia de los trabajadores en el gobernante partido CNA desde que Mbeki perdió su liderazgo en diciembre frente a su rival Jacob Zuma.

El tesorero general del CNA Matthews Phosa llamó el fin de semana a unas elecciones anticipadas, diciendo que se necesitaba un fuerte liderazgo. Mbeki debe abandonar el cargo el próximo año y Zuma es el favorito para sucederlo.

Tanto Mbeki como Phosa pertenecen a sectores internos enfrentados del CNA que se disputan el poder. Sin embargo, Phosa no parece tener un programa distinto para lidiar con la problemática de administrar con dirigentes negros un sistema esencialmente dejado intacto, en lo económico, desde la época de la dominación de la minoría blanca en el país.

El rand, la moneda local, se mantuvo estable el lunes pero los mercados mantuvieron la vista fija en la violencia.

Sudáfrica, con una población de 50 millones, alberga a unos cinco millones de inmigrantes. Los inmigrantes de los países más pobres son atraídos con promesas de trabajo en las minas, granjas y hogares de Sudáfrica y por una de las políticas más liberales del mundo en lo que respecta a inmigración y refugiados.

Esta política sobre inmigrantes es una herencia del régimen blanco de Apartheid que traía inmigrantes desde los países limítrofes con el objetivo de súper explotarlos. Desde la caída formal del Apartheid no se ha modificado un ápice esta metodología.

Los inmigrantes dicen que son más a menudo víctimas de los crímenes que sus perpetradores. Varios dijeron a Reuters que criminales organizados están usando la violencia como fachada para robar y saquear.

Agentes financieros de las corporaciones

La economía sudafricana, la mayor de África, creció un promedio del 5 por ciento durante los últimos cuatro años, pero su florecimiento a partir del fin del 'apartheid' no ha logrado generar más empleo. El desempleo oficial ronda el 23 por ciento, pero algunos críticos dicen que la tasa es mucho mayor.

Los sindicatos del trabajo y el Partido Comunista han acusado a Mbeki y a sus principales funcionarios de actuar como agentes financieros de las corporaciones de Sudáfrica, que siguen dominadas por los blancos, a pesar de que el 'apartheid' terminó hace 14 años.

El Comisionado Nacional de Policía interino, Tim Williams, dijo en una declaración que más oficiales serían desplegados a los puntos más problemáticos.

Diarios sudafricanos publicaron fotos de un hombre al que una banda prendió fuego el fin de semana. Las escenas recordaron incidentes ocurridos durante el 'apartheid', cuando los activistas enfrentaban a las fuerzas de seguridad y a facciones rivales. Los supuestos informantes a veces eran quemados vivos.

Govindsamy Mariemuthoo, un vocero policial, dijo que desde el estallido de violencia la semana pasada, 22 personas han sido asesinadas a golpes y a puñaladas, o quemadas vivas. Mariemuthoo dijo que más de 200 personas han sido detenidas por cargos que incluyen asesinato, violación y robo.

Mariemuthoo dijo que reservistas de la policía y agentes están siendo llamados de otras regiones para controlar la violencia.

La Cruz Roja de Sudáfrica y otros grupos de asistencia humanitaria pidieron dinero para atender a centenares de personas que han huido de sus hogares. Los extranjeros huyeron a jefaturas policiales, iglesias y centros comunitarios. Los sudafricanos conmovidos por el estallido de violencia se dirigieron hacia los refugios temporales trayendo comida, ropa, mantas y otras donaciones.

Gina Themba dio el pecho a su bebita de dos semanas en el piso de una sala de una jefatura policial en el centro de Johanesburgo, el lunes. Dijo que varios de sus vecinos ingresaron la noche anterior en su vivienda y le exigieron que se fuera.

Esas escenas se repitieron en bolsones de la región de Johanesburgo donde abundan los barrios marginales.

Políticas neoliberales

El icono anti 'apartheid' Nelson Mandela dijo que estaba triste por el creciente odio a los extranjeros. El arzobispo Desmond Tutu, otro ganador del premio Nobel, subrayó el hecho de que los estados vecinos habían recibido a los sudafricanos durante la lucha contra el dominio de la minoría blanca.

"No podemos pagarles matando a sus hijos”, expresó. A pesar de estas declaraciones, sin embargo, son las políticas aplicadas desde sus gobiernos las que han traído la presente situación.

Cientos de inmigrantes han buscado refugio en comisarías, iglesias y oficinas del Gobierno mientras miles han buscado refugio cruzando la frontera hacia otros países.