Sahara

Testimonios desde el Aaiún, una ciudad tomada por tierra y aire

Sanguinaria represión de Marruecos a los saharauis

Por Ainara Izu
Gara, 14/11/10

Detenciones, registros casa por casa, cadáveres tirados en el desierto y a las orillas del río Saguia el Hambra, colonos marroquíes armados con machetes al amparo de la policía... Los testimonios de los saharauis empiezan a colarse pese a la censura de Marruecos, que no quiere testigos incómodos en los territorios ocupados.

La vida de Ahmed Ziad es un espejo de la ocupación, sufrimiento y lucha del pueblo saharaui desde que el Estado español entregó el Sahara a Marruecos. Con 14 años emprendió el peligroso camino hacia el exilio junto a su madre y hermana. En la huida hacia los campamentos de Tinduf, en Argelia, vio cómo bidones arrojados por la aviación marroquí arrasaban con todo. En su interior había fósforo blanco, prohibido por los tratados internacionales. A diario tenían que cavar fosas para protegerse de los bombardeos. Tres meses después logró reunirse con su padre, pero parte de su familia sigue viviendo en El Aaiún, desde donde le llegan noticias cuando menos inquietantes.

Casa por casa

«Van casa por casa buscando a jóvenes saharauis. Como las puertas tienen un enrejado de hierro, rompen el cristal y tiran gases lacrimógenos en su interior. En cada domicilio hay apostado un coche policial», relata Ziad a GARA mientras recorre en manifestación las calles de Donostia.

Un sobrino suyo, de 13 años, figura en la larga lista de desaparecidos tras el violento desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik. «Entraron en casa de mi hermano en el barrio de El Matar. En el tumulto desapareció mi sobrino y todavía no sabemos dónde está», subraya al tiempo que sujeta una bandera saharaui.

La vigilancia es constante en El Aaiún. «La Policía, los Grupos de Intervención Rápida y la Gendarmería patrullan la ciudad constantemente», añade. A estos cuerpos se suman agentes de paisano y colonos marroquíes «armados con machetes para atacar a los saharauis». «La situación está muy tensa. Están apareciendo cadáveres en los bordes del río Saguia el Hambra. La gente que estaba en Gdeim Izik se dispersó por el desierto presa del pánico. Nadie se atreve a asomar la cabeza en estos momentos», subraya. Como saharaui reclama la inmediata intervención de la comunidad internacional y hace responsable al Estado español de la represión que sufre su pueblo. «Siempre hemos tendido la mano a la paz pero no nos vamos a quedar de brazos cruzados viendo lo que está sucediendo», advierte.

A escasos metros, cerca de la pancarta bajo el lema «Sahara askatu, errepresiorik ez», camina el reconocido atleta saharaui Salah Amaidan, ahora exiliado en el Estado francés. En 2003, corriendo bajo bandera marroquí, decidió sacar la saharaui al llegar a la meta. La reacción del régimen alauí no se hizo esperar. Entraron en casa de sus padres en El Aaiún, golpeándoles. Les quitaron la salud y el dinero. Aún hoy, su padre, delicado de salud, debe ir a comisaría cada lunes.

Con una media sonrisa, afirma que no puede resumir en palabras todo lo que ha vivido y sufrido durante estos siete años.

Muerto a porrazos

Recientemente pudo viajar a su ciudad natal gracias a un programa francés de reunificiación familiar. También visitó el campamento de protesta de Gdeim Izik.

«El Aaiún es como una cárcel. No puedes ni entrar ni salir. Las familias están encerradas en sus casas porque si sales estás muerto. Lo que está ocurriendo es como una película de terror. Hay personas muertas en el desierto y nadie puede ir a recoger sus cadáveres porque todo está controlado por tierra y aire. La vigilancia es constante», denuncia.

«Hace dos horas han matado a mi primo de 18 años en una manifestación. Le han pegado con porras y armas blancas y lo han dejado tirado en la calle. La Policía y los civiles marroquíes tienen autorización para matarnos», remarca.

Amaidan, pendiente de las noticias que le llegan de los territorios ocupados a través del teléfono móvil, hará de portavoz de la causa saharaui en la Behobia-Donostia, donde correrá con los colores de su tierra.

Desde su domicilio en El Aaiún, Bachir Ahmed aprecia un cambio de estrategia por parte de Marruecos. «Está creando las condiciones para que haya una guerra con nuestros hermanos marroquíes, con quienes nos unen lazos sanguíneos, de hermandad y también religiosos. Quiere romper esos vínculos para deshacerse de nosotros, los saharauis», resalta.

En su opinión, Rabat va a «intensificar el campo de batalla, extendiéndolo a todos los frentes, incluso el mediático, para así condicionar las conversaciones con el Frente Polisario. Quiere extender la idea de que los saharauis no queremos la paz, sino la guerra».

Sobre el ambiente que se respira en las calles, Ahmed resalta que siguen los enfrentamientos en los barrios y que a cada rato escucha ruido de sirenas.

Pero la oleada represiva no es nueva. «Llevamos soportando este infierno desde 1975. El empobrecimiento es total. Los saharauis no tenemos nada. Nuestros hijos, aunque llegan a licenciarse, no tienen posibilidad de trabajar. Tampoco tienen acceso a la vivienda. ¿Cómo podemos hacer frente al alquiler, a las facturas o a la compra de alimentos infantiles con 152 euros al mes?», se pregunta.

Por ello, decidió sumarse a la protesta de Gdeim Izik. «La noche antes de la incursión, el comité negociador se retiró sin plantear una solución. Marruecos dice que agentes infiltrados del Polisario impidieron a los saharauis la salida del campamento. Es rotundamente falso. Fueron ellos quienes no nos dejaron ni entrar ni salir», incide.

Sus ojos vieron haimas incendiadas, atropellos con camiones, madres con niños pequeños arrastradas a porrazos y a golpes de culata, lanzamiento de gases lacrimógenos y con efectos asfixiantes... «fue una auténtica masacre difícil de describir. Nunca había visto algo semejante. Si Marruecos defiende su inocencia, ¿por qué impide el acceso a la prensa nacional e internacional? Ni siquiera los medios acreditados habitualmente por Rabat pueden acercarse hasta aquí».

Ahmed se siente satisfecho de poder difundir, aunque sea vía telefónica, lo que ocurre en El Aaiún. Es la única herramienta que les queda para romper la censura.

Junto a los periodistas, los activistas extranjeros se han convertido en el blanco de Marruecos. Isabel Terraza, de Resistencia Saharaui, da fe de ello. «Tenemos constancia de que soldados armados con metralletas han ido al domicilio de una activista saharaui con la que estuvimos en el campamento en busca de extranjeros. Destrozaron la casa», explica a GARA. Terraza, que lleva tres semanas en la ciudad ocupada, tilda de insulto hablar de calma cuando «están exterminando a la población saharaui».

Sobre el asalto al campamento, recuerda que todavía no había salido el sol cuando «entraron las tropas auxiliares y detrás el Ejército. Fue un episodio muy violento y lamentable». «Estamos inmersos en el caos. La ciudad está tomada por lo que no podemos verificar gran parte de las denuncias», añade. Desde donde está no paran de sonar las sirenas y el run-run del helicóptero.

Las denuncias burlan la censura colándose en internet

El veto informativo de Marruecos no ha podido con internet. Son numerosas las páginas web que a diario recopilan noticias sobre los territorios ocupados. Una de ellas es Thawra, una iniciativa que agrupa a personas de varios colectivos. Su página web -www.saharathawra.com- recoge minuto a minuto informaciones sobre registros, detenciones, desapariciones, hallazgo de cadáveres, primeras condenas bajo la acusación de «arrasar bienes privados y públicos y quemar la bandera marroquí», pinchazos en móviles o el hallazgo de tres bebés cuyos padres desaparecieron durante el asalto al campamento.

Youtube también se ha convertido en escaparate de las denuncias saharauis. En él se pueden encontrar múltiples videos y testimonios sobre la represión marroquí.


Marruecos está limpiando El Aaiún para
«borrar sus crímenes»

Gara, 13/11/10

La República Árabe Saharaui Democrática denunció ayer que Marruecos está limpiando El Aaiún para «borrar las huellas de sus crímenes abominables» y aseguró que las autoridades impiden el acceso de extranjeros a la zona «para ocultar su masacre», porque los militares están enterrando en fosas comunes a los fallecidos en el asalto al campamento Gdeim Izik.

El ministro de Territorios Ocupados y de Comunidad de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Jalil Sidi Moha- med, afirmó ayer que la capital de Sahara Occidental, El Aaiún, se ha convertido en una «ciudad fantasma» tras el asalto «asesino» de las fuerzas marroquíes del pasado lunes y denunció que Marruecos está limpiando la capital saharaui para «borrar las huellas de sus crímenes», según informó la agencia saharaui SPS citada por Europa Press.

«Las calles están desiertas, los habitantes autóctonos temen ser apaleados por los colonos respaldados por el Ejército», explicó Sidi Mohamed. «Se trata de una limpieza étnica contra aquellos que llevan la vestimenta tradicional saharaui, bubu, velo o turbante», afirmó el ministro. «Las personas no pueden salir para abastecerse de comida o medicamentos», añadió.

El campamento de Geim Izik, donde había más de 25.000 saharauis, «se está transformando en una fosa común» y «ahora las fuerzas marroquíes entierran los cadáveres con bulldozers militares», explicó Sidi Mohamed.

Según denunció, los militares están limpiando El Aaiún «para borrar las huellas de sus crímenes abominables» y precisó que esa tarea se está desarrollando «fuera de todas las miradas indiscretas», a sabiendas de que Marruecos «ha cerrado deliberadamente el territorio saharaui a todos los medios de comunicación, a los observadores internacionales y los europeos que quieren visitar la zona».

En similares términos se expresó el delegado del Frente Polisario en el Estado español, Bucharaya Beyun, quien en una reunión con la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo advirtió de que Marruecos está ocultando en fosas comunes en el desierto los cuerpos de los fallecidos saharauis en el desmantelamiento de Gdeim Izik y por eso impide el acceso a la zona de periodistas extranjeros. Denunció que Rabat está intentando ocultar a la comunidad internacional «una auténtica masacre».

Detenciones abusivas

El Frente Polisario, que reconoce la dificultad de realizar un recuento, informó en un comunicado de que el asalto al campamento Gdeim Izik ha dejado decenas de muertos, más de 4.500 heridos, más de 2.000 detenidos -«algunos liberados tras ser brutalmente torturados y en estado muy crítico»- y más de 150 desaparecidos, y aseguró que El Aaiún «se mantiene en estado de sitio» y que las fuerzas de seguridad marroquíes «continúan atacando las viviendas de los ciudadanos saharauis, deteniendo a todo el que encuentran, apaleando a familias enteras y secuestrando a jóvenes».

Señaló que se trata de «detenciones abusivas e indiscriminadas que van seguidas de largas torturas» y dijo que la Policía «maneja listas concretas de personas y viviendas, diferenciando sus ataques entre jóvenes de la Intifada y defensores saharauis de derechos humanos».

El Polisario indicó que los detenidos son trasladados al cuartel de la Policía, al de las Fuerzas Auxiliares, a la Cárcel Negra de El Aaiún, a tres cuarteles del Ejército, a la escuela de secundaria Alal ben Abdala, a dos espacios habilitados en el campo de fútbol y a un cuartel de la playa de la capital saharaui. Respecto a los heridos, admitió que es muy difícil conocer su estado y evolución ya que muchos permanecen ocultos en sus casas por el «terror» que se vive en El Aaiún.

Un primer informe hecho público el martes por el Gobierno saharaui informaba de 19 muertos, 723 heridos, más 159 personas alcanzadas por armas de fuego. Por su parte, las autoridades marroquíes anunciaron ayer la muerte de un segundo civil saharaui y del undécimo policía y la Asociación Sahara Marroquí (ASM) rebajó el número de arrestos hasta los 172.

El diario marroquí «Asabah» informó ayer de que hasta ahora han comparecido ante el juez 78 de las personas detenidas, acusadas de «asesinato, provocación de incendios, sabotaje de instituciones públicas e inmuebles privados o comunicación con el extranjero para socavar la seguridad interna del Estado».

Solidaridad

Los ayuntamientos de Bilbo y Mallabia han condenado la represión marroquí sobre el pueblo saharaui. La Coordinadora Estatal de Asociaciones de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Saharaui (CEAS-SAHARA) ha convocado hoy una manifestación en Madrid. En Lizarra, ayer se concentraron 41 personas.

Para Zapatero, la relación con Rabat es cuestión de Estado

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, definió ayer la relación con Marruecos como una cuestión de Estado y «prioritaria» para su Gobierno y se limitó a expresar su «profunda preocupación» por lo que está ocurriendo en El Aaiún, donde uno de los saharauis fallecidos tenía documentación española.

Consideró la postura de su Ejecutivo «responsable» y «la más apropiada» para la resolución del conflicto y para los intereses españoles, y abogó por el diálogo entre Marruecos y el Frente Polisario. Dijo que se debe tener información «completa» de lo sucedido y recordó que las noticias son «contradictorias».

En parecidos términos se expresó su ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, quien indicó que el Gobierno no puede condenar lo sucedido ante la «confusión» existente y reiteró que Madrid ha pedido a Rabat que esclarezca «urgentemente» la muerte del saharaui Baby Hamdai Buyema.

Insistió en mantener las actuales relaciones «sólidas» con Rabat, que estimó una prioridad de la política exterior española por razones de seguridad y porque Marruecos es un «socio clave».


El Aaiún recuerda al Chile de Pinochet,
denuncia la RASD

Gara, 11/11/10

La situación en El Aaiún no mejora. Según datos de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), ya son al menos 19 los muertos por los agentes y colonos marroquíes, que arrojan los cadáveres, algunos de ellos degollados, a las calles para atemorizar a la población saharaui. «El Aaiún recuerda al Chile de Pinochet», declaró el ministro saharaui de Exteriores, Mohammed Uld Salek.

Argel.- La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) aseguró ayer que son al menos 19 los muertos saharauis en El Aaiún y denunció que la capital de Sahara Occidental vive una situación de terror en la que los agentes marroquíes abandonan los cadáveres en las calles para sembrar el pánico entre la población. Junto a ello, el Gobierno saharaui estima que hay 723 heridos y 150 desaparecidos.

En declaraciones a Efe, el ministro saharaui de Exteriores, Mohammed Uld Salek, afirmó que en los barrios con mayor presencia saharaui en la ciudad «están apareciendo cuerpos degollados y cadáveres con impactos de bala, algunos de ellos de niños a los que resulta muy difícil identificar».

«La televisión marroquí muestra imágenes aparentemente en calma de las zonas de colonos, pero en los barrios saharauis los marroquíes matan a la gente y la dejan tirada en las calles, es algo auténticamente terrorífico que recuerda a lo que hizo Pinochet en Chile», dijo Uld Salek.

Aseguró, además, que «los militares y policías marroquíes queman cualquier coche saharaui que encuentran a su paso para despojarles de su medio de transporte, especialmente los antiguos Land Rover, todo un símbolo que sustituyó al camello de los nómadas».

Asimismo, Uld Salek denunció que «decenas de policías de paisano y colonos marroquíes armados con cuchillos y palos allanan las viviendas saharauis, golpean a la gente y se llevan a muchas personas sin saber adónde».

El ministro saharaui aseveró que «mucha gente se encuentra desaparecida», algunos porque huyeron tras la entrada de las fuerzas marroquíes en el campamento de Gdeim Izik, donde les quitaron sus teléfonos móviles y de los que no se tiene noticia.

«Esperamos que el Consejo de Seguridad [de la ONU] adopte una posición clara y contundente condenando los hechos y enviando urgentemente una misión de investigación a la zona», añadió Uld Salek.

Madrid se enreda en el apoyo a Marruecos

La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, negó ayer que Madrid tuviera información de que Marruecos iba a llevar a cabo el desalojo por la fuerza del campamento de Gdeim Izik, tal y como ayer publicó el diario «El País».

Jiménez, en declaraciones a los periodistas en Quito, aseguró que durante la reunión que mantuvo el pasado día 3 en Madrid con su homólogo marroquí, Tayeb Fasi Fihri, «no hubo ningún comentario, ningún tipo de información, nada que pudiera conducir a pensar» que la Policía de Marruecos iba a desmantelar el campamento.

El ministro español de Presidencia, Ramón Jáuregui, por su parte, tuvo que rectificarse a sí mismo. En una comparecencia en el Congreso a instancias de ICV sobre los impedimentos a periodistas para llegar a El Aaiún por parte de Marruecos, Jáuregui declaró que «la admisión en el territorio forma parte del núcleo duro de la soberanía de un país».

Horas después tuvo que puntualizar que la soberanía de Sahara Occidental no corresponde a Marruecos, ya que Rabat únicamente administra la ex colonia española.

El Estado francés, por su parte, pidió ayer que se aceleren los esfuerzos para lograr un acuerdo político sobre Sahara Occidental, «un conflicto que ha durado demasiado», e insistió en que deben impulsarse las negociaciones que se llevan a cabo bajo las auspicios de la ONU, aunque apoyó el plan marroquí de autonomía para el territorio.

Donostia

Una manifestación convocada por Yalah Gazte Ekimena y los grupos de Gipuzkoa a favor de Sahara partirá hoy a las 19.30 del Boulevard de Donostia para mostrar solidaridad al pueblo saharaui.

Marruecos y el Polisario se reunirán en diciembre

El Frente Polisario y Marruecos decidieron el martes proseguir con el proceso de negociación pese a la represión en El Aaiún y acordaron volverse a reunir en diciembre y principios del próximo año.

Las dos partes «han decidido reunirse de nuevo en diciembre y a principios de año para proseguir el proceso de negociaciones que piden las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU«, dijo el enviado especial de la ONU para Sahara Occidental, Christopher Ross, al término de la reunión.

«Marruecos y el Frente Polisario han mantenido conversaciones amplias y francas, en un espíritu de respeto mutuo y a pesar de que cada uno de ellos ha rechazado la posición del otro como base de las futuras negociaciones», dijo Ross.

Las dos negociaciones concluyeron así su tercer encuentro informal, auspiciado por la ONU, en sus instalaciones de la localidad neoyorquina de Manhasset, y en las que las conversaciones se han desarrollado con el telón de fondo de las tensiones habidas en los últimos días en El Aaiún tras el desmantelamiento por parte de Rabat del campamento de Gdeim Izik.


La “comunidad internacional” cierra los ojos ante
el ataque marroquí a los saharauis

Gara, 10/11/10

El ataque que llevó a cabo el lunes contra un campamento de saharauis y la posterior represión en El Aaiún volverá a tener un coste mínimo para Marruecos, ya que la comunidad internacional optó de nuevo por mirar hacia otro lado ante esta nueva agresión. El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, llegó hasta alabar el plan marroquí de autonomía para Sahara que niega el referéndum de autodeterminación.

El Aaiún.- Las reacciones por el violento desmantelamiento del campamento saharaui de Gdeim Izik, en las afueras de El Aaiún, por parte de las fuerzas de seguridad del ocupante Marruecos fueron excesivamente tibias ayer.

La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, de visita en Bolivia, puntualizó que Madrid no ha pedido que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna para analizar la situación en Sahara Occidental.

El argumento del Estado español es que «no tiene capacidad para ello», ya que solo Gran Bretaña puede convocar al Consejo al ejercer la Presidencia de turno de este órgano de la ONU. Jiménez se vio obligada a realizar esta puntualización después de que en la rueda de prensa previa que ofreció en La Paz con su colega boliviano, David Choquehuanca, se pudiese interpretar que había solicitado que el Consejo de Seguridad se reuniese. Este puede considerarse, por tanto, el primer patinazo de la nueva ministra de Exteriores española.

Jiménez volvía a quedar en evidencia cuando el Consejo de Seguridad comenzó horas después a analizar el asunto a instancias de México. El embajador británico, Mark Lyall Grant, fijará la fecha de la reunión.

En el Estado francés, otro de los grandes aliados de Marruecos, el ataque de Gdeim Izik también fue tratado con un perfil bajo. El ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, intervino en la Asamblea Nacional a instancias del diputado del PCF Jean-Paul Lecoq, que fue expulsado por Rabat cuando trataba de llegar a El Aaiún.

Kouchner calificó de muy graves los enfrentamientos registrados el lunes en Sahara Occidental, pero, al mismo tiempo, defendió la posición de Rabat en este conflicto.

«La última posición marroquí, que habla de autonomía ha sido bien acogida en la ONU y es uno de los elementos que pueden solucionar este conflicto», dijo Kouchner ante los diputados franceses.

Sin embargo, se vio obligado a lamentar «la manera en la que fue expulsado del territorio marroquí» Lecoq.

El diputado del PCF no ha sido el único parlamentario que ha sido expulsado por Marruecos cuando viajaba a Sahara Occidental, ya que Rabat ha aplicado esta medida a varios electos, como los parlamentarios vascos Nerea Antia (PNV), Mikel Basabe (Aralar) y Nekane Pérez (NaBai).

El objetivo del blindaje del territorio, que también ha afectado a periodistas internacionales, era impedir que se conociera lo ocurrido en Gdeim Izik y El Aaiún.

Según el Ministerio de los Territorios Ocupados de la RASD se han descubierto cuatro cuerpos de jóvenes saharauis degollados junto a su todoterreno calcinado entre Hay el-Awda y el río Saguia el-Hamra.

Asimismo, otros tres cuerpos de saharauis fueron hallados en el río Saguia el-Hamra con síntomas evidentes de haber sido atropellados con un vehículos.

En el barrio aaiunés de Duirat, se descubrió el cadáver de un niño saharaui de siete años.

Junto a ello, las informaciones difundidas por el Ministerio de los Territorios Ocupados de la RASD destacaban que se habían registrado decenas de detenciones y de desapariciones y que los todoterrenos pertenecientes a los saharauis estaban siendo quemados o destrozados.

Junto a ello, la RASD añadió que turbas de colonos marroquíes quemaron y saquearon viviendas y comercios de saharauis, contando para ello con la protección de las fuerzas de seguridad de Rabat.

Abdalahi J., vecino del barrio aaiunés de Zemla, uno de los más afectados por los disturbios del lunes, relató a la agencia Efe que varias asociaciones saharauis han comenzado a recoger testimonios de víctimas y pruebas de los ataques que sufrieron por parte de colonos marroquíes.

Un testigo estadounidense explicó que ayer existía un fuerte dispositivo policial y militar en la avenida Smara, epicentro de las protestas del lunes.

Apoyos desde Euskal Herria

Al igual que sucedió el lunes, ayer también se registraron concentraciones de apoyo al pueblo saharaui en Euskal Herria. Es el caso de Iruñea y Bilbo, donde la Ertzaintza cargó dos veces contra los congregados ante el Consulado marroquí en la capital vizcaina. El Departamento de Interior de Lakua informó de que dos personas fueron detenidas y de que al menos una manifestante tuvo que ser atendida por una ambulancia.

El Parlamento navarro, por su parte, aprobó ayer por unanimidad una declaración que condena «la acción violenta» de Marruecos, que reafirma el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y que exige al Estado español y a la UE que adopten el «papel que les corresponde». Las Juntas Generales de Gipuzkoa también pidieron a Madrid que apoye el proceso de resolución del conflicto de Sahara Occidental.

El Gobierno de Lakua reclamó una investigación independiente de lo sucedido el lunes en El Aaiún y también instó al Ejecutivo español y a la UE a «jugar un papel más activo» en Sahara Occidental.

Marruecos y el Polisario volvieron a reunirse en EEUU

Marruecos y el Frente Polisario iniciaron ayer el segundo y último día de la reunión informal auspiciada por la ONU en Manhasset, a las afueras de Nueva York, para tratar de reconducir el proceso de negociación de una salida al conflicto de Sahara Occidental, dijeron a Efe fuentes diplomáticas.

Ambas delegaciones volvieron a reunirse con el enviado especial de la ONU para Sahara Occidental, Christopher Ross, en medio de un ambiente tenso por el ataque marroquí al campamento saharaui de Gdeim Izik y que pusieron en duda la celebración del encuentro.

Representantes de Argelia y Mauritania, en calidad de países vecinos, se sumaron a la sesión de cierre de la reunión.

El enviado especial de la ONU pretende con esta tercera reunión informal avanzar en la preparación de las condiciones necesarias para celebrar una quinta ronda del proceso de negociación que se empezó en 2007 a instancias del Consejo de Seguridad, pero que lleva dos años estancado.

Sin embargo, la grave situación en la excolonia española tras el desmantelamiento por la fuerza el lunes del campamento saharaui de protesta ha puesto en duda que este enésimo encuentro entre las partes ayude a superar la amplia brecha que separa sus posiciones.

Marruecos y el Frente Polisario han celebrado desde 2007 cuatro reuniones directas en Manhasset, sin que hayan logrado acercar sus posiciones.

Posteriormente, se reunieron de manera informal, en Viena y en Nueva York, pero tampoco se registraron avances, ya que Rabat únicamente ofrece un estatuto de autonomía. GARA

La Comisión Europea negocia con Rabat el futuro del acuerdo pesquero

Representantes de la Comisión Europea (CE) y de Marruecos se reunieron ayer en Bruselas para hablar sobre el futuro del actual acuerdo pesquero y las posibilidades para su renovación, informaron a Efe fuentes comunitarias.

Rabat concede a barcos europeos, mayoritariamente canarios y andaluces, cuotas para pescar en los ricos caladeros de las aguas del Sahara Occidental ocupado a cambio de sustanciosos beneficios económicos.

Europeos y marroquíes analizarán las dificultades y las diferencias que existen para negociar la renovación del convenio, entre las que figura previsiblemente la situación de Sahara Occidental, pues Bruselas exigió hace meses A Rabat que demostrara que el pacto pesquero beneficia a las poblaciones saharauis.

La reunión de ayer era de «carácter técnico» y se celebró como continuación de la entrevista que mantuvieron en octubre la comisaria europea de Pesca, María Damanaki, y el ministro marroquí del ramo, Aziz Ajannouch, para analizar las perspectivas del acuerdo.

La cita entre Damanaki y Ajannouch concluyó sin un calendario y dejó en el aire la renovación del convenio pesquero, pese a que quedan pocos meses para que expire el actual en marzo de 2011.

En estos momentos, añadieron las fuentes comunitarias citadas por Efe, es «muy pronto» para prever el resultado de los contactos y de la reunión de ayer respecto a la decisión de la CE sobre la continuidad del acuerdo.

La posición de Damanaki que se ha conocido hasta ahora es la condición exigida a las autoridades marroquíes de que prueben que el convenio y la compensación percibida por Rabat benefician adecuadamente al pueblo saharaui.

La CE insistió en su momento en que su postura «no es una actitud de carácter político», sino que sus demandas «son requisitos legales que deben cumplirse» para poder continuar con el acuerdo.

Este pacto es considerado el compromiso pesquero de mayor importancia para la Unión Europea.


Reclaman a la ONU que proteja a los civiles saharauis en El Aaiún

Denuncian la masacre del campamento de protesta

Gara, 09/11/10

El Frente Polisario reclamó a la ONU que proteja a los civiles saharauis después de que Marruecos desmantelara por la fuerza el campamento instalado en las afueras de El Aaiún y se registraran disturbios en esta ciudad. Rabat optó por impedir el acceso a la capital saharaui de los medios internacionales, pero el cerco informativo no pudo evitar que se sucedieran las movilizaciones en defensa de los derechos del pueblo saharaui en el extranjero.

El Aaiún.- El ministro saharaui de Exteriores, Mohammed Uld Salek, denunció ayer el «acto de barbarie» que las fuerzas de seguridad marroquíes llevaron a cabo al desalojar el campamento de protesta de Gdeim Izik, en las afueras de El Aaiún, y demandó una intervención urgente del Consejo de Seguridad de la ONU «para poner fin a este crimen».

Uld Salek hizo un llamamiento a las asociaciones internacionales a «ayudar a los saharauis de los campamentos, que hacen frente con las manos desnudas a las fuerzas especiales marroquíes».

Junto a ello, el ministro saharaui destacó que el ataque contra el campamento «ha sido premeditado» y aseguró que los ocupantes marroquíes «para actuar con total impunidad» han expulsado durante los últimos días a la prensa extranjera, a los observadores y los parlamentarios que querían visitar el campamento de protesta.

«No querían testigos que den cuenta de la brutalidad con que se han empleado contra los saharauis, entre ellos muchas mujeres, niños y ancianos», dijo.

Las fuerzas marroquíes entraron ayer a las 7.15 [8.15 en Euskal Herria] en el campamento de Gdeim Izik, levantado en las afueras de El Aaiún, para denunciar la conculcación de los derechos de los saharauis por parte de los ocupantes marroquíes.

Los agentes pidieron por altavoces que las mujeres y los niños desalojasen el campamento, tras lo que procedieron a intervenir con cañones de agua, gases lacrimógenos y porras para desalojar a los más de 25.000 saharauis que se calcula que permanecían en él.

Asimismo, en El Aaiún cientos de personas salieron a la céntrica avenida Smara para protestar por la intervención y colocaron varias barricadas, registrándose incidentes con los agentes marroquíes, según testigos.

La activista española Isabel Terrazas relató a Efe por teléfono desde El Aaiún que las manifestaciones eran masivas y que miles de personas habían salido a las calles de la capital saharaui.

Según explicó, el campamento de Gdeim Izik fue completamente desmantelado y los saharauis desalojados se dirigieron a El Aaiún para unirse a las protestas.

El cerco mediático impuesto por Marruecos hacía muy difícil conocer cuántos muertos provocó su intervención. Fuentes del Polisario señalaron que se habían registrado trece muertos, pero posteriormente redujeron esta cifra, señalando que había un muerto.

Marruecos, por su parte, señaló que habían muerto tres agentes durante el operativo. El prefecto de la Policía marroquí en El Aaiún, Mohammed Dkhisi, negó que hubiera civiles muertos. El presidente de la Asociación Sahara Marroquí (ASM), Reda Taujni, quiso restar relevancia al asalto policial e indicó a Efe que «han ardido algunas jaimas porque la gente ha hecho explotar bombonas de gas para intentar que no entraran los agentes».

Taujni, que defiende la ocupación marroquí de Sahara Occidental, destacó que «varios centenares de civiles [colonos marroquíes] se han unido a los agentes en contra de los activistas [saharauis]» en El Aaiún, donde, según señaló, se quemaron comercios y sucursales bancarias.

Solidaridad en Euskal Herria

El asalto marroquí provocó una inmediata ola de solidaridad con el pueblo saharaui en varios países del mundo y también en Euskal Herria. Así, ayer se celebraron concentraciones en Gasteiz, Donostia y Bilbo. En la capital vizcaina tendrá lugar hoy a las 12.00 otra movilización ante el Consulado marroquí (Alameda de Rekalde, 27).

El Intergrupo Paz y Libertad en el Sahara del Parlamento de Gasteiz aprobó ayer una declaración institucional en la que, además de condenar los hechos de El Aaiún, insta a la convocatoria urgente del Consejo de Seguridad de la ONU e invita a la ciudadanía a participar en las movilizaciones que se convoquen.

La izquierda abertzale mostró su «enfado y desprecio» por la acción marroquí, y anunció que presentará en los ayuntamientos mociones en defensa de los derechos del pueblo saharaui, incluido el de autodeterminación, y, al igual que Askapena, llamó a participar en las movilizaciones

En Donostia, ciudad hermanada con la daira de Bojador, el alcalde, Odón Elorza (PSE), calificó lo sucedido en El Aaiún de «terrorismo de Estado» y exigió al Gobierno español, antigua potencia colonial, y a los organismos internacionales que «asuman su responsabilidad». Elorza compareció junto a los portavoces de PSE, PP, PNV, Aralar-Alternatiba y H1!

El EBB del PNV instó al Gobierno español, «por las responsabilidades históricas que le asisten en el proceso de descolonización», a que exija al Ejecutivo de Mohammed VI el cese de las hostilidades armadas contra la población saharaui, así como que desarrolle las iniciativas correspondientes en las instituciones internacionales para la condena del asalto registrado en El Aaiún.

Los parlamentarios de Aralar Mikel Basabe (Gasteiz) y Nekane Pérez (Nafarroa), que fueron expulsados el pasado fin de semana por las autoridades marroquíes denunciaron «el uso del Ejército contra el pueblo saharaui» y mostraron su solidaridad a los damnificados.

EA, por su parte, reclamó al Gobierno español que rompa sus relaciones con Marruecos «mientras no cese en sus actuaciones violentas sobre el pueblo saharaui» y acusó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de «mirar hacia otro lado ante el pisoteo de los derechos de los saharauis».

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, reclamó una respuesta unitaria del conjunto de las instituciones vascas y pidió «una ola de solidaridad vasca ante estas atrocidades».

ELA exigió a la comunidad internacional que «ponga freno, de manera inmediata, a la estrategia de represión» marroquí y llamó a los trabajadores a movilizarse.