Puerto Rico

FBI asesina a líder machetero

Por Jesús Dávila
El Diario / La Prensa, Nueva York, 24/09/05

San Juan, Puerto Rico (Corresponsal EDLP).– Agentes del FBI acorralaron ayer al principal jefe del movimiento armado que lucha por la independencia de Puerto Rico, Filiberto Ojeda, en el suroeste del país y arrestaron a su esposa.

Al cierre de esta información los informes eran conflictivos y había rumores de que en la balacera había muerto el legendario jefe del Ejército Popular Boricua–Macheteros.

La jefatura del FBI se limitaba a indicar que "hay un operativo en el área oeste", situación que se producía justo mientras se conmemoraba el "Grito de Lares", en el que se recuerda el alzamiento armado contra España de 1868 que proclamó la primera aunque efímera república de Puerto Rico. En la actividad fue difundido un mensaje grabado de Ojeda Ríos pidiendo la unidad de los independentistas.

Vecinos del pueblo de Hormigueros, a menos de 10 kilómetros de la ciudad occidental de Mayagüez, indicaron que los sangrientos hechos se desarrollaron en la colindancia de los barrios Jagüitas y Plan Bonito, una zona bastante montañosa. Según el informe, desde temprano en la mañana los helicópteros de los alguaciles federales estuvieron sobrevolando la zona y un contingente armado de agentes tomó la zona y ordenó a todos los vecinos que se mantuvieran dentro de sus casas.

Puerto Rico conmocionado

Igualmente, al conocerse la noticia se supo a través de la radio que desde diferentes puntos de la isla, marchaban caravanas de personas hacia el lugar donde estaría rodeado Filiberto Ojeda. Representantes del independentismo llamaban a las emisoras radiales para hacer constar que el FBI tenía que respetar la vida del líder machetero y de su esposa, que "no se trataba de un delincuente sino un hombre que siempre soñó con la libertad de su pueblo.

Personaje legendario

Ojeda Ríos, legendario clandestino desde la década de los sesenta, nació en 1930 o 1933 en el pueblo oriental de Naguabo. Fue el creador del Movimiento Independentista Armado (MIRA) en 1967 y fue arrestado en los años setenta, pero logró fugarse y volver a la lucha armada. Algún tiempo después, ayudó a organizar las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y se convirtió en el comandante de los Macheteros, bajo cuyo liderato fue que se produjeron el ataque a la Base Aérea Muñiz –en el que hicieron estallar nueve aviones cazabombarderos de EE.UU.– y el asalto a la Wells Fargo, de donde se robaron $7 millones para sufragar la lucha armada puertorriqueña.

Capturado en un tiroteo en 1985, Ojeda Ríos logró salir absuelto por un jurado que le juzgó por haber herido a uno de los agentes que rodearon su casa y se le mantuvo bajo vigilancia electrónica mientras se preparaba el juicio por el caso de la Wells Fargo, pero logró fugarse precisamente un 23 de septiembre de 1990. Ojeda Ríos se encuentra en la clandestinidad desde entonces, cuando se cortó el grillete electrónico y desapareció mientras se encontraba en espera de juicio.

Había sido liberado en 1988 bajo una fianza de un millón de dólares, luego de tres años en prisión a la espera de juicio en Connecticut. En 1992, fue convicto en ausencia por cargos de robo, conspiración y transportación de dinero robado. Recibió una sentencia de 55 años de prisión.

Desde la clandestinidad, Ojeda Ríos emite con frecuencia declaraciones escritas y entrevistas a reporteros puertorriqueños. También acostumbra a enviar mensajes grabados a actividades independentistas.

Ultimo minuto

Al cierre de esta nota, los agentes que rodeaban a Filiberto pedían que se apague el servicio eléctrico de Hormigueros. También impedían la llegada de abogados que se acercaron para mediar con el rodeado. Se supo que la esposa de Ojeda Ríos se hallaba herida, y que sería trasladada en un helicóptero para ser atendida, al igual que dos agentes que resultaron heridos en la balacera.


“FBI cometió el doble crimen de haber realizado la operación para matarle y luego mantener rodeada el área sin permitir ayuda médica al combatiente herido hasta que se desangró."

Autopsia desmiente al FBI en caso Ojeda

Por Jesús Dávila
El Diario / La Prensa, Nueva York, 26/09/05

San Juan/EDLP.  La versión del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos sobre cómo fue que sus agentes mataron al jefe clandestino puertorriqueño Filiberto Ojeda resultó desmentida por los resultados de la autopsia, que revelaron que lo dejaron desangrarse luego de infligirle una sola herida de bala que no era mortal.

La autopsia indicó además que Ojeda Ríos fue alcanzado por un disparo hecho por un rifle de alto poder de arriba hacia abajo –señal de un francotirador– lo que hace más inverosímil la versión de que los agentes que rodeaban su casa el viernes en el municipio de Hormigueros no supieron cuándo fue que lograron herirlo.

Mientras siguen aflorando las contradicciones sobre cómo y por qué se produjo la muerte del principal jefe clandestino independentista puertorriqueño, aumenta la ira en el país. De igual forma, su figura sigue creciendo y el sábado el gobernador Aníbal Acevedo Vilá asistió a una misa en la que el Arzobispo Metropolitano de San Juan, Roberto González Nieves, encomendó a Dios el alma del veterano luchador nacionalista.

En la misa también hablaron el secretario ejecutivo del Concilio Evangélico, Heriberto Martínez, y la ex presidenta del Consejo Mundial de Iglesias, Eunice Santana. Poco después, frente al edificio federal de Hato Rey, la multitud en vigilia improvisó un altar con velas, flores, una foto familiar de Ojeda Ríos, un crucifijo y machetes –símbolos del Ejército Popular Boricua– así como un cartel que sentenciaba "Ahora, machete a los asesinos".

Tarde en la noche, llegó el copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, Héctor Pesquera, quien como médico fue designado por el Gobierno de Puerto Rico para observar la autopsia al cuerpo de Ojeda Ríos y procedió a informar los resultados. Ante reacciones de llanto y coraje, el doctor Pesquera indicó que el cadáver presentaba "un impacto de alto calibre debajo de la clavícula derecha y salida por la espalda media" que le perforó un lóbulo superior del pulmón. "No tiene ningún otro trauma en el cuerpo", dijo el galeno y explicó que la herida no comprometió ningún otro órgano por lo que "en opinión mía y de los patólogos, murió desangrado".

De esa forma, Ojeda no recibió dos tiros, sino uno; ninguno por el hombro y la diferencia marcada entre el orificio de entrada y el de salida de un rifle de alto calibre hace virtualmente imposible que los agentes pudieran haberse confundido al respecto.

"El tiro no lo mató", reiteró Pesquera y señaló que el FBI cometió el doble crimen de haber realizado la operación para matarle y luego mantener rodeada el área sin permitir ayuda médica al combatiente herido "hasta que se desangró".

Esposa de Ojeda Ríos dice FBI disparó primero

La esposa de Filiberto Ojeda Ríos, Elma Beatriz Rosado Barbosa, aseguró el lunes que los agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) fueron los primeros en disparar. En sus primeras declaraciones públicas tras la muerte del líder del grupo clandestino Los Macheteros, Rosado Barbosa señaló que el FBI llegó disparando a la residencia donde Ojeda Ríos se escondía en un barrio rural de Hormigueros.

“El viernes 23 de septiembre, a las 3:00 de la tarde, nuestra casa fue rodeada. Hombres armados penetraron a la propiedad y tomaron por asalto nuestro hogar, impactándolo de manera brutal y terrible, disparando con armas de fuego poderosas la pared frontal de la residencia”, sostuvo en conferencia de prensa.

“Filiberto, mi esposo, temiendo por mi vida, me exigió que saliera, Él le gritó a los agentes: ’alguien va salir, alguien va a salir’. Cuando finalmente salí de la casa, me llevaron a la fuerza, me obligaron a arrodillarme y al no hacerlo, me tiraron al piso, me pillaron contra la tierra con sus rodillas y me esposaron con las manos a las espaldas”, añadió.

No fue posible conseguir una reacción inmediata de Luis Feliciano, oficial de prensa del FBI.

Según Rosado Barbosa, Ojeda Ríos le gritó a los agentes en varias ocasiones que estaba dispuesto a entregarse al periodista Jesús Dávila, pero no le hicieron caso.

“Más tarde, me vendaron los ojos y en ese momento, sentí en mi corazón, supe que lo iban a fusilar. Me mantuvieron en el lugar por un tiempo indefinido y cuando finalmente me llevan del lugar, Filiberto estaba vivo”, expresó conmovida.

“No es hasta el otro día en horas de la tarde, cuando me sacan de la cárcel, que me enteró que Filiberto había sido vilmente asesinado. Sin embargo, Filiberto Ojeda Ríos está más vivo que nunca en mi corazón y en el de todos los puertorriqueños”, manifestó.

El dirigente de la lucha armada por lograr que Puerto Rico obtuviera su independencia de Estados Unidos estuvo en el clandestinaje desde 1990, cuando se cortó un grillete electrónico y desapareció mientras se encontraba en espera de juicio.

Durante sus últimos años en la clandestinidad, su labor se redujo considerablemente a dirigir mensajes escritos al pueblo puertorriqueño través de los medios de comunicación y grabados al sector independentista. En algunas ocasiones, concedía entrevistas exclusivas a algún periodista.

Durante el operativo de captura, la esposa de Ojeda Ríos fuearrestada. La compañera de vida del líder machetero fue liberada el sábado luego que las autoridades federales decidieran que no se le radicarán cargos.


Repulsa por muerte de Ojeda Ríos une a los boricuas

Por Jesús Dávila
El Diario / La Prensa, Nueva York, 25/09/05

San Juan/Corresponsal EDLP.  El secretario general del Partido Nuevo Progresista, Thomas Rivera Schatz, afirmó que los agentes del FBI que mataron a Filiberto Ojeda protagonizaron "un espectáculo bochornoso e inaceptable", mientras el estratega anexionista Oreste Ramos sentenció que se han ganado lo que ahora "digan" o "hagan" los independentistas.

Las declaraciones de dos figuras cimeras del movimiento anexionista –por más de un siglo adversario feroz de los independentistas– dejó ver claramente hasta qué punto la muerte a tiros del septuagenario comandante del Ejército Popular Boricua–Macheteros ha unido al pueblo de Puerto Rico en la repulsa de una acción de las autoridades de Estados Unidos como no se veía desde el estallido de la lucha de Vieques en 1999.

Las cadenas radiales del país difundían programaciones especiales sobre el tema y daban paso a expresiones de la audiencia, que en su gran mayoría denunciaba como un abuso y un crimen la muerte de Ojeda Ríos. Los comentarios radiales coincidían con manifestaciones anónimas, como los mensajes pintados en múltiples lugares públicos que denunciaban "FBI asesinos". "Un septuagenario ha logrado ridiculizar a las autoridades federales, no tan sólo por el tiempo que pudo evadirlos, sino por la incapacidad del FBI de arrestarlo", dijo Rivera Schatz y agregó que "los agentes que participaron en este incidente tan desgraciado han procurado destruir la imagen del Gobierno de EE.UU ante el pueblo puertorriqueño". Ramos fue todavía más lejos y afirmó que "todo lo que digan los independentistas y todo lo que hagan los independentistas se lo han ganado los federales" por haber cometido un "asesinato en primer grado" y un acto "inmoral". Rivera Schatz puso en duda inclusive que el FBI pueda justificar haberlo matado porque "nadie va a creer que un hombre de la edad y circunstancias de Ojeda Ríos supere en armas y recursos al FBI". "El pueblo de Puerto Rico se merece del Gobierno federal una explicación", dijo por su parte el presidente del Colegio de Abogados, Julio Fontanet, quien denunció que además del asunto del asalto en sí, el país ha sido víctima de un operativo de "desinformación" por parte del FBI.

El tema de la retención de la información en este caso fue motivo también de una agria denuncia por parte del Overseas Press Club y su presidente, Rafael Lenín López, dijo que "esa desinformación tiene que acabar ya". La Asociación de Periodistas de Puerto Rico también se expresó en términos similares y reclamó que el FBI "cese y desista de los actos violatorios" a la libertades de prensa e información.

De otra parte, la Asociación Americana de Juristas anunció que se propone preparar el expediente para someter el caso de la muerte de Ojeda Ríos al Tribunal Penal Internacional.


Independentistas: ‘este pueblo sabe luchar’

Por Jesús Dávila
El Diario / La Prensa, Nueva York, 25/09/05

San Juan/Corresponsal EDLP.  Mientras circulaban denuncias de que el Gobierno de Estados Unidos se prepara para llevar a cabo una verdadera cacería de independentistas por todo Puerto Rico, la respuesta de ese movimiento a la muerte del jefe clandestino Filiberto Ojeda Ríos iba desde las manifestaciones pacíficas hasta las amenazas de confrontación.

"Este pueblo sabe luchar y nos vamos a enfrentar a ellos", declaró el ex compañero de armas de Ojeda y líder del Frente Socialista Jorge Farinacci, quien aseguró que los pormenores del contragolpe que se prepara no se conocerán por el momento, porque serán los propios independentistas los que decidirán "como hacer valer el derecho a mostrar su indignación".

Entretanto, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano denunció que el Buró Federal de Investigaciones ya tiene preparadas 125 órdenes de arresto. De acuerdo a la información provista por el copresidente del MINH, Héctor Pesquera, el plan del FBI sería tratar de desarticular lo que alegan es "la supuesta red de apoyo de los Macheteros".

De inmediato, no había confirmación oficial de que tales arrestos se fuesen a producir o que hubiera comenzado el segundo operativo, pero en el sector independentista en general no se notaba la más mínima actitud de reserva, sino que proliferaban las acciones y declaraciones de repudio.

Para anoche mismo, el periódico independentista Claridad estaba convocando una segunda vigilia a llevarse a cabo frente al Tribunal Federal, donde el mismo viernes en la noche se produjo un evento similar que congregó una muchedumbre que coreaba consignas y lanzaba insultos a los federales.

Atrás quedaron las agrias divisiones que mantuvieron separado al independentismo boricua hasta el viernes y en la manifestación frente al edificio federal estaban desde Farinacci y el también copresidente del MINH Julio Muriente, hasta el presidente ejecutivo del Partido Independentista Puertorriqueño, Fernando Martín y el representante del PIP Víctor García San Inocencio, como también la heroína nacionalista Lolita Lebrón.

"Filiberto significa el orgullo de ser, la seguridad de ser nación, tener los cojones para enfrentar a los norteamericanos", dijo Muriente al evaluar el impacto "mítico" que tendrá la muerte de Ojeda Ríos.

El silencio más llamativo era el del propio movimiento clandestino armado, que en anteriores ocasiones ha dejado pasar el tiempo antes de efectuar operativos de respuesta, como cuando colocaron una devastadora bomba en una taberna de Wall Street en respuesta a otra que mató varios independentistas en la ciudad occidental de Mayagüez a principios de los años setenta.

Se enfrentó sólo con una pistola a contingente FBI

El agente especial a cargo del FBI, Luis Fraticellí, aseguró anoche que el viernes no sabían que habían matado al jefe clandestino Filiberto Ojeda, quien con sólo una pistola bastó para mantener a raya un fuerte contingente con especialistas francotiradores de asalto, mientras el Gobierno de Puerto Rico no cree la versión. "No sabemos en qué momento fue que le dimos", dijo Fraticcelli en la primera comparecencia pública del FBI, casi 24 horas después de que los vecinos de un sector rural del poblado de Hormigueros vieran llegar los helicópteros con los que comenzó el operativo.

Por su parte, el Gobernador, Aníbal Acevedo Vilá, dijo que no sabe si Ojeda Ríos "murió en el acto" o si la verdad es "la sospecha que tenemos muchos" de que resultó herido y "se hubiese podido salvar" si le hubieran dado atención médica.

El Gobernador insistió en que hay que aclarar por qué los agentes no entraron el viernes a la casa concluidos los tiroteos, así como otras "contradicciones" por lo que las autoridades de Puerto Rico han tomado posesión de la escena, ocuparán las armas y conducirán una investigación completa.

De hecho, todavía ayer en la mañana el FBI insistía en un lacónico comunicado que "se desconoce la condición" de Ojeda Ríos. Pasadas las 2:00 p.m. fue que los agentes entraron a la casa y encontraron el cadáver.

Según el FBI, veinte agentes participaron en la fase táctica de una operación secreta que comenzó el día 20 y tenía pautado el arresto para ayer sábado de madrugada, pero se adelantó porque los agentes fueron detectados.

El agente especial dijo que Ojeda Ríos acertó el blanco contra dos agentes más, pero que no resultaron heridos por su equipo protector, mientras que cree que él recibió un tiro en la clavícula y otro en un hombro. No pudo precisar cuánto tiempo duró todo el encuentro.


Dos días de ceremonias fúnebres

Por Jesús Dávila
El Diario / La Prensa, Nueva York, 26/09/05

San Juan/EDLP.  Las dos instituciones máximas que congregan los hacedores del quehacer cultural y del derecho en Puerto Rico rendirán homenaje póstumo al comandante del Ejército Popular Boricua–Macheteros, Filiberto Ojeda Ríos, durante las ceremonias fúnebres que se extenderán por dos días y culminarán en su pueblo natal de Naguabo.

Según informó a nombre de la familia el analista independentista Carlos Gallisá, los restos de Ojeda Ríos comenzaron a sere expuestos anoche en el Ateneo Puertorriqueño, donde durante parte del día lunes estarán expuestos al público.

Gallisá indicó que para eso, ayer se encargaba de hacer todos los arreglos la Funeraria Escardille, a la que fue entregado el cadáver luego de la autopsia concluida tarde en la noche del sábado.

Hoy lunes a medio día la caravana partirá del Ateneo Puertorriqueño hacia el Colegio de Abogados, donde se supone que sean oradores los abogados de Ojeda Ríos, Luis F. Abreu Elías y Julio Eduardo Torres, así como el propio presidente del Colegio, Julio Fontanet.

El martes a media mañana, el cortejo fúnebre seguirá su ruta hacia el pueblo de Naguabo, en la costa oriental de Puerto Rico, para efectuar el entierro al atardecer, en el que despedirá el duelo el sociólogo Luis Nieves Falcón, quien por años ha dirigido la lucha en defensa de los presos políticos puertorriqueños.


Muerte de Ojeda Rios en PR– convocan protestas en Río Piedras

San Juan/AP. En protesta por lo que consideran un “asesinato político”, activistas de la Federación Universitaria Pro Independencia (FUPI) bajaron el lunes la bandera estadounidense de la Torre de la Universidad de Puerto Rico (UPR), colocaron la de Puerto Rico a media asta y desplegaron una pancarta con la cara del líder independentista Filiberto Ojeda Ríos.

“Filiberto, sigues en el corazón del pueblo”, reza la pancarta.

Los manifestantes anticiparon que se trata de la primera de varias acciones en protesta por la muerte de Ojeda Ríos a manos de agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI).

No fue posible conseguir una reacción inmediata de Luis Feliciano, oficial de prensa del FBI.

“Estos actos son parte de una serie de acciones que se estarán realizando en memoria de Filiberto. La juventud universitaria agrupada en la FUPI se siente más motivada que nunca a seguir luchando por la independencia y el socialismo para Puerto Rico. Filiberto es para nosotros ejemplo de lucha y sacrificio”, declaró la organización en un comunicado de prensa.

“Entendemos que el FBI realizó un operativo con el claro objetivo de asesinar al compañero. Esta es una muestra más de las maneras en las que opera el imperio en la colonia, como chacales del movimiento independentista. Porqué asesinar a Filiberto justo el 23 de septiembre, el día donde los puertorriqueños recordamos el Grito de Lares, es una manera de pretender humillarnos”, agregó.

La FUPI también pidió a la administración universitaria que decrete un receso académico el martes para que los estudiantes puedan asistir al sepelio de Ojeda Ríos en Naguabo.

La portavoz de la FUPI en Río Piedras, Gricel Surillo, dijo en entrevista telefónica que tres activistas se mantendrían en la Torre de la UPR por lo menos hasta las 12:00 del mediodía.

Surillo indicó que dirigentes de otras organizaciones estudiantiles hacían un recorrido durante la mañana por los salones del recinto para convocar una manifestación.

Se espera que a las 10:00 de la mañana, se celebre una marcha desde la Facultad de Ciencias Sociales hasta la Torre de la UPR.


Se quería entregar a periodista

EFE, 27/09/05

San Juan. Cientos de personas despidieron ayer al líder independentista puertorriqueño Filiberto Ojeda Ríos, muerto el pasado viernes en un confuso tiroteo con el FBI, que ha desatado una oleada de protestas en la isla y denuncias por parte de su viuda.

El cadáver de Ojeda, líder del grupo clandestino Ejército Popular Boricua “Los Macheteros”, fue expuesto en el Ateneo de Puerto Rico y en el Colegio de Abogados de San Juan, donde numerosos amigos y simpatizantes de la causa independentista le rindieron el último homenaje.

Mientras los restos de Ojeda recibían el homenaje popular, su viuda, Elma Beatriz Rosado Barbosa, ofreció en el Ateneo una rueda de prensa en la que acusó a la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) de “mentir” sobre lo sucedido en el tiroteo.

Según la viuda del líder “machetero”, que permanecía huido de la Justicia de EE.UU. desde 1990, éste fue cercado el viernes por casi un centenar de agentes del FBI en la residencia donde ambos se encontraban en el barrio de Jaguitas, en la localidad occidental de Hormigueros, a unos 150 kilómetros de San Juan.

Rosado aseguró que los agentes federales comenzaron a disparar contra la fachada de la vivienda sin dar tiempo al líder independentista a entregarse.

Aseguró que su esposo le pidió a ella que saliera de la residencia, y tan pronto lo hizo, varios oficiales federales le ordenaron que se arrodillara, y al no hacerlo, la tumbaron por la fuerza y la inmovilizaron.

‘Me vendaron los ojos’

“Oí a Filiberto gritarles: ‘yo me entrego al periodista Jesús Dávila’”, corresponsal en San Juan de EL DIARIO/LA PRENSA, relató llorosa y agregó que “más tarde me vendaron los ojos y en ese momento sentí en mi corazón, supe, que lo iban a asesinar".

Rosado pidió a los puertorriqueños que denuncien las acciones del FBI en manifestaciones de protesta y que exijan que las autoridades estadounidenses abandonen la isla, un Estado Libre Asociado a EE.UU.

“El FBI miente. Miente, como siempre ha mentido (...) `Fuera de nuestro terruño los malditos federales! `Que se larguen!”, expresó Rosado.

“Los sacamos de Vieques (isla puertorriqueña usada durante décadas por la Marina de EE.UU. para prácticas de tiro). Podemos ahora sacarlos de Puerto Rico”, afirmó.

El incidente en el que murió Ojeda duró unos 45 minutos y en él un agente federal resultó herido.

Tras el tiroteo, el FBI mantuvo durante casi 20 horas la residencia cercada sin informar del propósito de la operación policial hasta primera hora de la tarde del sábado, cuando entregaron a las autoridades locales el cadáver de Ojeda.

La versión de la viuda contradice a la del jefe del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, quien aseguró que cuando los agentes llegaron al lugar, Ojeda abrió la puerta de la vivienda y los recibió a tiros, a los que respondieron.

En la misma rueda de prensa de Rosado, el doctor Héctor Pesquera, portavoz de la familia, y quien estuvo presente en la autopsia que le practicaron a Ojeda, manifestó que el análisis forense “nos dijo claramente que (los agentes del FBI) no vinieron a arrestarlo, vinieron a matarlo... lo dejaron desangrar".

El gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, declaró ayera una emisora de radio local que lo ocurrido “es sumamente serio, es inaceptable” y consideró que “el FBI y las autoridades federales tienen mucho que explicarle al pueblo de Puerto Rico".

El fallecimiento de Ojeda, de 72 años, ha provocado expresiones de unidad dentro del movimiento independentista, cuyas fisuras se profundizaron luego de las elecciones pasadas, en el año 2004.

Trompetista de la orquesta de salsa “La Sonora Ponceña”, Ojeda dejó la música por la lucha armada independentista y en 1983 encabezó el grupo que robó más de siete millones de dólares en un camión blindado de la compañía Wells Fargo en la localidad de Hartford, en Connecticut (EE.UU.).

En la entrada del Ateneo, se podía observar un óleo y una serigrafía con el rostro del líder independentista ensangrentado, sosteniendo una bandera de Puerto Rico mientras recibe una lluvia de balas.


No bajarán las banderas por Filiberto Ojeda

Por Jesús Dávila
El Diario / La Prensa, Nueva York, 26/09/05

San Juan/EDLP. Miles de personas desfilaron ayer en el Ateneo Puertorriqueño y el Colegio de Abogados, para ver los restos del comandante del Ejército Popular Boricua–Macheteros, Filiberto Ojeda, mientras el Gobierno rechazó el pedido de declarar duelo nacional y no bajará a media asta las banderas de Puerto Rico y Estados Unidos.

Mientras tanto, la viuda del legendario combatiente independentista, Elma Beatriz Rosado Barbosa, pidió que se desarrolle una campaña para demandar que el FBI se retire de Puerto Rico, de igual forma en que se logró sacar la Armada de EEUU de la isla de Vieques.

"No lo considero apropiado", dijo a través de un portavoz el Gobernador Aníbal Acevedo Vilá, quien sin embargo sí anunció que el Buró Federal de Investigaciones le confirmó que le ha encomendado una pesquisa al Inspector General sobre el operativo del pasado 23 de septiembre, en el que los agentes hirieron a Ojeda Ríos y luego lo dejaron desangrarse hasta morir.

"Lo que tenía que haber hecho el Gobierno de Puerto Rico lo tenía que haber hecho el 23 de septiembre", dijo ayer mismo el copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, Héctor Pesquera, e indicó que la intervención debió ocurrir cuando los agentes federales estaban asediando la casa de Ojeda Ríos en el poblado de Hormigueros. Pesquera dijo que era entonces que habrían sido de utilidad los fiscales, la policía y el Secretario de Justicia a fin de evitar un crimen y garantizar su vida, con lo que habrían recibido "al apoyo absoluto del pueblo".

"Ya no pueden hacer nada por evitar la muerte", dijo Pesquera y fue entonces que indicó que lo que debería hacer ahora el gobierno autonomista es "desafiar el colonialismo" y "decretar duelo nacional y bajar las banderas a media asta", tanto en denuncia de la violación de derechos humanos ocurrida como en homenaje a un héroe nacional.

Las declaraciones de Pesquera se produjeron en una rueda de prensa de la familia de Ojeda Ríos en la que Rosado Barbosa, dijo que "el FBI está pisando en arena movediza" por los sucesos del viernes y que le pedía al pueblo "que nos ayuden a hundirlo, que nos ayuden a desenmascararlos, que rescatemos nuestro suelo y logremos que saquemos de este suelo a los asesinos, que se vaya el FBI de aquí".

Rosado Barbosa pidió que el pueblo haga una intensa campaña de denuncia y difusión "a los cuatro viento" para demandar "la salida del FBI de nuestra patria".

En la rueda de prensa, Rosado Barbosa relató parte de lo acontecido el viernes cuando "hombres armados penetraron a la propiedad y tomaron por asalto nuestro hogar impactándolo de manera brutal y terrible, disparando con armas de fuego poderosas la pared frontal de la residencia". Aunque no entró en muchos detalles por recomendación de su abogado Luis F. Abreu Elías –quien advirtió que la fiscalía federal todavía no ha renunciado a acusarla– indicó que los agentes dispararon primero, que la tiraron al piso y la esposaron con violencia cuando salió y que cuando se la llevaron bastante tiempo después todavía su marido estaba vivo y luchando.

"Cuando me tiraron al suelo veo a Caoba, mi perrita, ensangrentada, sin vida. Oí a Filiberto gritarle a los agentes en varias ocasiones: Yo me entrego al periodista Jesús Dávila. Los agentes no le hicieron caso y finalmente le dijeron que eso no sucedería", dijo Rosado Barbosa y agregó que "más tarde me vendaron los ojos y en ese momento sentí en mi corazón, supe, que lo iban a asesinar".

Entretanto, en el país siguió subiendo el termómetro y mientras el Senado aprobó una resolución para abrir una investigación sobre el caso, en la Universidad de Puerto Rico una manifestación estudiantil arrió la bandera de EE.UU. y causó daños en el Centro de Estudiantes. De igual forma seguían produciéndose las expresiones de respeto al fenecido jefe clandestino y ayer asistió al velorio en el Colegio de Abogados el ex gobernador autonomista Rafael Hernández Colón.

Miles de personas acompañan a líder “machetero” hasta su tumba

Miles de personas acompañaron hoy el féretro del líder independentista Filiberto Ojeda Ríos, muerto en un enfrentamiento con el FBI, en su traslado desde San Juan a su pueblo natal de Naguabo, en el este de Puerto Rico.

El cortejo fúnebre, en el que participaron cientos de vehículos, recorrió la carretera hacia esa población, que estaba adornada con banderas puertorriqueñas y carteles en los que se podían leer lemas como “Filiberto vive” o “FBI asesinos".

Ojeda Ríos, líder del clandestino Ejército Popular Boricua “Los Macheteros”, de 72 años, murió tras haber recibido el viernes un disparo en un tiroteo con policías de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que pretendían detenerlo, acción en la que también resultó herido un agente federal de EEUU.

El líder independentista puertorriqueño, que era buscado por las autoridades de EEUU desde hacía 15 años, murió desangrado durante las 20 horas en las que el FBI lo mantuvo acorralado en la residencia del oeste de Puerto Rico en la que había sido localizado.

A medida que avanzaba el cortejo fúnebre, grupos de vehículos que esperaban a la orilla de la carretera iban uniéndose a la caravana con dirección al cementerio de Río Blanco, en Naguabo, para asistir a su entierro.

Según las autoridades locales, en el lugar ya se han concentrado unas 3.000 personas que fueron llegando desde primeras horas de la mañana para rendirle un último homenaje.

La policía controla los accesos al cementerio, mientras cientos de automovilistas improvisan estacionamientos en las zonas cercanas.

El acontecimiento también ha atraído a multitud de vendedores ambulantes de comidas y bebidas, y de personas que han montado puestos para la venta de camisetas conmemorativas.

También han sido enviadas al lugar varias ambulancias para atender a las personas que puedan sufrir problemas de salud o desmayos debido al sofocante sol existente.

Al lugar también han llegado ya los líderes del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos y Fernando Martín, junto a seguidores que gritan consignas como: “Esta lucha no se para ni con gases ni con balas".