América Latina

Crisis social en Ecuador

Huelga, movilización y estado de emergencia

Redacción de APM, 09/03/06

El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos sumado a las difíciles condiciones laborales de los trabajadores petroleros, produjeron manifestaciones que fueron fuertemente reprimidas.

El pasado martes se produjo en Ecuador la primera huelga nacional desde el 20 de abril de 2005, cuando Alfredo Palacio asumió el poder. Alrededor de 200 mil agremiados en las centrales sindicales, según el presidente del Frente Unitario de Trabajadores Jaime Arciniegas, se sumaron a la protesta, al tiempo que el sindicalista Santiago Yagual reclamó la renuncia del ministro de Trabajo, Galo Chiriboga, por "haberse alineado con el sector empresarial y haber impedido el incremento de 30 dólares aprobado por el Consejo Nacional de Salarios”. Además de realizarse marchas callejeras hacia el Congreso unicameral, los trabajadores efectuaron un paro general durante 24 horas que generó el bloqueo y desvío del tránsito en Quito, y paralizó el servicio municipal de trolebús (eléctrico), que transporta diariamente unas 300 mil personas. Esto se generó a raíz de que Palacio anunciara el día anterior que firmará el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, y al respecto el primer mandatario dijo que "Ecuador sólo está buscando lo que considera la mejor negociación", y añadió que los acuerdos "son beneficiosos en la era de la globalización". Pero a raíz de que los huelguistas habían tomado las instalaciones petroleras, el Gobierno decretó el estado de emergencia en tres provincias de la Amazonia y los manifestantes fueron desalojados por el ejército. Esto generó la reacción de los trabajadores y en Quito centenares de personas se enfrentaron con la policía con piedras y palos, y las fuerzas armadas los reprimieron con gases lacrimógenos y golpes, al tiempo que algunos manifestantes fueron detenidos. El decreto de estado de emergencia otorga el control de la zona a las Fuerzas Armadas, además de restringir los derechos civiles, e involucra a las provincias de Napo, Orellana y Sucumbíos, donde alrededor de 4.000 manifestantes restringieron la producción de crudo y en algunos casos impidieron el funcionamiento de varios pozos, lo que trajo grandes pérdidas y dio lugar a la decisión del gobierno de hacer “cambiar de parecer” a los trabajadores a partir de medidas represivas. Al respecto, el dirigente Fausto Andrade expresó que "estamos en esta medida, de hecho quizás indefinida, porque hasta el momento no tenemos ninguna respuesta positiva del gobierno", y añadió que "20 millones (de dólares que el gobierno ofreció para solventar las demandas) es como si estuviéramos pidiendo caridad al gobierno, no es suficiente, queremos que nos arreglen no solamente en pagos (de salarios), sino las condiciones de trabajo".Por su parte, poco antes de declarar la emergencia, el secretario de la Administración Pública, José Modesto Apolo, expresó como clara advertencia que al presidente "no le temblará la mano para hacer respetar la Ley”, y sus dichos se cumplieron. Asimismo, manifestó que el gobierno está dispuesto al diálogo pero “no va a permitir la agresión a los bienes privados ni a la infraestructura petrolera y emitirá las emergencias que sean necesarias”. Además del rechazo a la firma del TLC con Estados Unidos, las centrales obreras demandan el fin del contrato con la empresa petrolera estadounidense Occidental, el pago de sus salarios que lleva tres meses de atraso, la derogación del reglamento de trabajo por horas, y el respeto del aumento de 30 dólares aprobado el 4 de enero por parte del gobierno; esto último exigido por dos mil trabajadores de empresas subcontratadas por la estatal Petroecuador. En tal sentido, el presidente de Petroecuador, Fernando González, declaró que "Nadie está encima de la constitución y la ley, si tienen que ser sancionados tendrán que ser sancionados", y agregó que si los trabajadores no vuelven a sus puestos antes del viernes "serán cancelados" (despedidos). Según la empresa, la producción de petróleo llegó el jueves pasado a 110.000 barriles diarios sobre un total posible de 200.000 barriles, pero a raíz de la huelga apenas se superaron los 50.000. Sin embargo, las exportaciones de petróleo no han sido afectadas por la protesta y el petróleo sigue siendo el mayor producto de venta externa del país. Es de resaltar que en algunas zonas decenas de trabajadores, temerosos de perder sus empleos, se iban incorporando paulatinamente a sus tareas habituales, y en tal sentido, el prefecto de Sucumbíos, Guillermo Muñoz, expresó que supone "que a más tardar hasta el viernes se encuentre la solución", refiriéndose al conflicto, aunque no descartó que esa provincia se pueda sumar al paro en apoyo de los trabajadores. Mientras tanto, el estado de emergencia se mantiene, según lo confirmó el general Gonzalo Meza, comandante militar de la zona y jefe máximo de las tres provincias. Ecuador produce unos 535.000 barriles de petróleo diarios y exporta alrededor de 455.000 barriles, sumando las ventas de la empresa estatal Petroecuador y las compañías privadas, lo que significa que alrededor del cuarenta por ciento del presupuesto del país sale de la industria petrolera.