México

Dos caminos

Por Marcos Luna y Natalia Robles
El Trabajador Centroamericano Nº 59, octubre 2006

La lucha contra el fraude y la Convención Nacional Democrática

El 16 de septiembre se realizó en el Distrito Federal, convocada por la Coalición Por el Bien de Todos, la Convención Nacional Democrática (CDN), la cual sería la culminación de 48 días de “resistencia civil pacífica” iniciados el 2 de julio, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) validó el fraude electoral cometido por el PAN, a través de la maquinaria de “hacer fraudes” que este heredó y perfeccionó del PRIato.

Este proceso de resistencia de los sectores populares mexicanos contra el fraude impuesto por el “mal gobierno”, el viejo régimen y las grandes corporaciones capitalistas fue extenso en convocatoria y creatividad: 47 campamentos en los distintos zócalos del país, decenas de manifestaciones, ocupaciones pacíficas de las instalaciones de los grandes grupos bancarios, la bolsa de valores y las grandes corporaciones televisivas.

La convocatoria a la CND se produjo en medio de tensiones por las celebraciones de las fechas patrias y las posibilidades de represión el 16 de setiembre. En una señal de “buena voluntad” López Obrador (AMLO), candidato del PRD parte de la Coalición Por el Bien de Todos, no dio el “Grito de Dolores” [1] en el Zócalo y además despejó la plaza para que el ejército federal pudiese desfilar el día de la Independencia.

LA CND fue convocada con el objetivo de definir si se reconocía o no al nuevo gobierno y si a AMLO se le nombraba “coordinador de la resistencia civil” o “presidente legítimo de  México”, por lo tanto se procedería a la instalación de un gobierno paralelo.

Según los organizadores, la CND agrupó 1, 2 millones de representantes de todo el país, En la CND no se discutió nada sino que fue un gigantesco mitin de masas donde se nombró un gobierno paralelo. Además se decidió instaurar tres comisiones: “una se encargará del aspecto político, la segunda preparará un programa de resistencia civil y la tercera organizará una asamblea constituyente que deberá redactar la nueva constitución. “ (México: un país, dos presidentes. BBC Mundo. 17/09/06).

La CND en concreto definió 5 aspectos: “1) Se le designó a AMLO como Presidente legítimo. Tomará posesión del cargo el 20 de noviembre, [2] en el Zócalo capitalino. 2) Se conformó un "gobierno itinerante" que con AMLO a la cabeza hará una gira nacional. 3) Se aprobó el programa de cinco puntos. 3) La próxima plenaria será el domingo 21 de marzo de 2007, en donde se presentarán los estatutos de la CND. 4) La creación del Frente Amplio Progresista”.

La Jornada del 17 de setiembre señala cual es el plan de acción de la CND para profundizar la resistencia civil pacífica: “portar moños tricolores, realizar protestas pacíficas donde se presente Calderón, boicot de consumo, no ver ni escuchar los noticiarios pro panistas, organización de festivales artísticos y jornadas festivas por el sufragio efectivo y contra la imposición, convocar a cadenas humanas, realizar una jornada nacional de propaganda contra la usurpación, aparecer detrás de los reporteros en programas en vivo con carteles y consignas en contra de la imposición, llamar a radiodifusoras, crear la página de Internet de la resistencia civil, impulsar un canal de televisión en la red y aparecer con acciones propagandísticas sorpresivas, creativas y espectaculares, con la aprobación de la comisión nacional de la resistencia.” Asimismo, se definió para el 27 de septiembre una jornada nacional contra la usurpación y la privatización de los energéticos y para el 2 de octubre una jornada contra la usurpación, en defensa de la educación pública laica, las libertades democráticas y la no discriminación, finalmente una mega concentración el 1 de diciembre para impedir que Calderón asuma la Presidencia ante el Congreso.

¿Qué explica estas resoluciones tan confusas de la CND? Básicamente el contradictorio proceso que México vive hoy por hoy. La lucha contra el fraude electoral despertó y continuó un proceso de lucha que ya llevaban adelante los sectores populares mexicanos iniciado contra las reformas neoliberales de Fox. Las resoluciones “rosas” y “respetuosas” las impone la dirección perredista desesperada por haber desatado un monstruo que no sabe ahora como controlar e intenta difuminar el poder de las masas movilizadas en jornadas sin sentido y propuestas huecas, para que de esta forma no converjan con otros procesos de lucha como la Comuna de Oaxaca (ver apartado) y la Otra Campaña zapatista.

Por otro lado, las dos jornadas contra la privatización de la electricidad y por la defensa de la educación pública se imponen, porque a pesar de los esfuerzos de la burocracia sindical “charra”[3] vinculada el PRI, por mantener la “disciplina” y aislamiento sindical, sindicatos como Sindicato Mexicano de Electricistas, el Stunam (trabajadores de la UNAM), Tranviarios y del IMSS (Seguridad Social) participan como facciones sindicales en la CND y expresan la creciente organización sindical y popular.

La evidente encrucijada en la que se encuentra la lucha contra el fraude electoral es producto de la política de AMLO y la dirección conciliadora del PRD (muchos de ellos ex priístas resentidos). La lucha contra el fraude debía dirigirse audazmente contra las instituciones burguesas realmente y no solo en el discurso “mandarlas al diablo”[4]. Además, había que generalizar la CND en todos los estados y ciudades y dotarla de un programa que pudiera articular detrás de sí las principales reivindicaciones populares y las distintas luchas sociales. No bastaba con declarar un “gobierno paralelo” y no reconocer al gobierno “usurpador”, sino barrer a través de lucha al usurpador. ¡Había que repetir la lucha de Benito Juárez contra el usurpador francés! El PRD, en la medida que lucha por la democracia burguesa con los métodos de la democracia burguesa, lleva a la institucionalización y la normalización de la protesta. Solo los métodos de la revolución proletaria pueden garantizar el triunfo de la lucha contra el fraude electoral.

Oaxaca: la otra vía

Desde hace más de 120 días, el Estado de Oaxaca vive una verdadera insurrección popular con existencia de poder dual. Este conflicto inició como una demanda de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para que el gobierno aumentara su salario y presupuesto para la educación. El 14 de agosto se intentó desalojar violentamente a los maestros en huelga en el Zócalo de la capital oaxaqueña y esto motivó un levantamiento masivo que concluyó con la creación de la  APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca) y la extensión de la demanda a la salida del gobernador priísta, Ulises Ruiz.

“La APPO surge el 20 de junio e integra a las organizaciones que ya venían apoyando al magisterio y a otras más como el Frente de Sindicatos y Organizaciones Democráticas de Oaxaca (FESODO), a la Promotora y a la COMPA, pero también organizaciones no gubernamentales y autoridades municipales y agrarias, todas ellas aglutinadas alrededor de una serie de demandas que nosotros consideramos legítimas.”(…) “ La Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es la organización más fuerte que compone la APPO, ya que integra a casi 70.000 profesores, pero hoy en día el apoyo popular es muy, muy grande; más allá de 500.000 gentes.” (Vacío de poder y caos en Oaxaca. La Raza. 21/09/06).

¿Qué son los Soviets?

¿Cómo armonizar las diversas reivindicaciones y formas de lucha aunque sólo sea en los límites de una ciudad? La historia ya ha respondido a este problema: por medio de los soviets (consejos) que reúnen los representantes de todos los grupos de lucha. (…) Los soviets no están ligados a ningún programa a priori. Abren sus puertas a todos los explotados. Por esta puerta pasan los representantes de las capas que son arrastradas por el torrente general de la lucha.” (…) “Los soviets no pueden nacer sino donde el movimiento de las masas entra en una etapa abiertamente revolucionaria.” (…) “La dualidad del poder es a su vez el punto culminante del período de transición. Dos regímenes, el burgués y el proletario, se oponen, hostilmente uno al otro” (León Trotsky. Programa de Transición).

En Oaxaca estamos en presencia de lo que los marxistas llamamos un poder dual o poder soviético (Ver recuadro), es decir de la configuración y enfrentamiento de dos fuerzas fundamentales por un lado la APPO que agrupa a todos los sectores en lucha, a todos los oprimidos del Estado y sus representantes son efectivamente un gobierno alternativo, al gobierno burgués formal del estado, representado por Ulises Ruiz. En Oaxaca hay dos gobiernos el de la APPO y el de Ulises Ruiz.

¿Es exagerada nuestra aseveración?

Veamos algunas historias que reproduce el diario La Raza sobre lo que opina Flavio Sosa, miembro del PRD y de la APPO:  El 1 de agosto, tras una cacerolada compuesta exclusivamente por mujeres, se acababa solicitando una hora de programación a las puertas de Canal 9. Ante la negativa de éste, se decidía en ese momento tomar pacíficamente las instalaciones. Durante casi un mes, la televisión y la radio estatales estuvieron en manos de unas mujeres que, a pesar de no tener preparación técnica, emitieron una programación que llegó a batir récord de audiencia.”

El mismo diario señala su propia caracterización del gobierno de Ulises Ruiz:“La situación es tal que en esa entidad predomina el contrasentido: un gobierno que no se ve por ningún lado, pero que remite comunicados desde una especie de clandestinidad; un aparato de seguridad pública que no aparece por ningún lado; y grupos aislados de personas que, en rebeldía, se apoderan de bienes y controlan la actividad pública.”.

Durante el cierre de esta edición de El Trabajador Centroamericano se anuncia la extensión de la APPO hacia otras comunidades indígenas como la Mixteca, la Mazateca, la sierra Norte, el istmo de Tehuantepec, la Mixe y la Triqui , así como a otros estados y busca organizar a los numerosísimos oaxaqueños en distintas ciudades estadounidenses. Así mismo, se ha emprendido un marcha multitudinaria (10 000 manifestantes) que después de recorrer varios estados de la Federación llegará al DF. El 25 de setiembre, Vicente Fox se reunió con 11 gobernadores priístas para “buscar una salida” al problema oaxaqueño. La reunión no pidió la renuncia de Ulises Ruiz, pero tampoco se inclinó (sin descartarla) una salida represiva. La burguesía mexicana teme que una represión apresurada de la comuna de Oaxaca sea la “chispa, que hace arder praderas”: la señal que habrá las puertas a un proceso revolucionario en México.

Nuestra política

Por lo pronto, la tarea fundamental de los revolucionarios mexicanos es lograr que frente a la institucionalización de la lucha contra el fraude que pretende el PRD, transformemos a México en una gran Oaxaca. Hay que hacer una, dos, muchas Oaxacas en todo el territorio mexicano. Solo generalizando las APPO en todo el país que aglutine las reivindicaciones de los oprimidos es posible convocar a una Asamblea Constituyente realmente libre y democrática, una nueva convención nacional como la de 1917, sobre las ruinas del “mal gobierno”, el viejo régimen de “transición pactada” y las transnacionales, y que entregue la tierra, a los campesinos, las fábricas a los obreros, la autonomía a los pueblos originarios

El fraude electoral y la validación del mismo por el conjunto de las instituciones burguesas, ha planteado con todo el dramatismo la lucha por el poder y la transformación revolucionario en México, la unidad de todos los sectores en lucha en un solo plan de acción es de imperiosa necesidad en México. Generalizar las asambleas populares para luchar por la expropiación bajo control obrero de las transnacionales y el abandono del NAFTA, la defensa de la industria energética y de la educación superior pública, una reforma agraria radical y la garantía del derecho al autogobierno de los pueblos originarios, son algunos de los pasos que son necesarios dar para profundizar la movilización popular en México.


Marcos divide las luchas

Por Marcos Luna y Natalia Robles
El Trabajador Centroamericano Nº 59, octubre 2006

Recientemente en La Jornada de México, después de varios semanas de cómplice silencio, finalmente el Marcos, el sub delegado 0 de la “Otra Campaña”, expresó su posición sobre la lucha contra el fraude electoral y sobre la Comuna de Oaxaca.

En el documento L@s zapatistas y la otra: los peatones de la historia  dado a conocer a razón de un viaje de Marcos y otros comandantes zapatistas al DF este sostiene que: “no apoyará el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, porque "no compartimos con ell@s ni el camino ni el destino".

Añadió que no le cabe duda de que con López Obrador "había y hay personas honestas que estuvieron y están ahí por convicción y principios. Ellas merecen y tienen nuestro respeto, pero su camino lleva a un lado al que nosotr@s no queremos ir".

Según el EZLN, "las personas honestas que hay ahí, lo sabemos, piensan que es posible que la movilización se convierta en movimiento (con la convención nacional democráctica), y que no dependa de un líder y de la estructura de control que se impuso a l@s convencionistas. Puede ser. Nosotr@s pensamos que no, y además pensamos que no sería ético 'montarnos' o 'aprovecharnos' de una movilización por la que no hemos hecho nada, como no sea mantener un escepticismo crítico".

Marcos también se refirió al conflicto en Oaxaca, movimiento del cual se deslindó. "La capacidad de veto de ese movimiento ha sido digna de tomarse en cuenta. No importa si los que ahí participan, votaron o no (o si lo hicieron por la coalición o cualquier otra fuerza partidaria). Eso no es lo trascendental, sino que tienen una confianza en sus fuerzas que va más allá de sus dirigentes y de las coyunturas. Esa confianza les ha permitido, hasta ahora, decidir por sí mismos sus tácticas sin ceder a las presiones externas y a los consejos de las 'buenas conciencias'".

Precisó que en el conflicto oaxaqueño, el apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional se limita a "ver y aprender", porque es un movimiento "de por sí complejo" y una intervención directa zapatista propiciaría "confusión y recelos; la otra es que varias veces el movimiento del pueblo oaxaqueño ha sido acusado de tener ligas con grupos armados, nuestra presencia directa haría crecer la campaña mediática que ya tienen en contra"  “ (La Jornada. 28 de Septiembre. No compartimos ni el movimiento ni el destino con López Obrador: Marcos .).

No podemos más que señalar nuestro profundo desacuerdo con la política del sub comandante Marcos. La Otra Campaña agrupó alrededor de sí a un sector muy importante de la izquierda radical mexicana, que no pudo participar en la campaña electoral con perfil propio producto de las antidemocráticas leyes electorales de la transición pactada. No obstante aunque era correcto no llamar a votar por el PRD en las pasadas elecciones, era una obligación de los revolucionarios participar en la lucha contra el fraude electoral.

En el momento se ve la moderación a la que ha conducido la dirección del PRD a la lucha contar el fraude y que la Policía Federal Preventiva amenaza con militarizar Oaxaca, es criminal que una figura tan importante de la izquierda mexicana , no oriente a articular y coordinar las luchas que los sectores populares mexicanos, la lucha contra el fraude electoral, la comuna de Oaxaca, las jornadas de lucha en defensa de la electricidad y la educación pública deben ser coordinada y generalizadas en un solo movimiento que ponga definitivamente en el museo de la historia a la reaccionaria “transición pactada”.


[1] “El Grito de Dolores” es una efeméride patria mexicana que celebra el levantamiento en armas del pueblo de Morelos y el inicio de la Independencia Nacional.

[2] En esta fecha se celebra el 94 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana en 1911 con la caída de Porfirio Díaz.

[3] Con el nombre de “charro” se designa a un tipo especial de burócrata sindical vinculado al aparato corporativo estatal–sindical del PRIato, estos dirigentes además de sus gigantescos privilegios eran parte orgánica del Estado y solucionaban los conflictos sindicales a través de la represión o desaparición de las oposiciones anti burocráticas o socialistas. 

[4] Durante el domingo 31 de agosto en el Zócalo cuando el TEPJF adjudicó la victoria electoral a Felipe Calderón, AMLO dijo esta frase mientras llamaba a la CND y a refundar La República.