México

Festival Cervantino

Elitismo cultural y represión policiaca

Por Adán Salgado Andrade
Desde Guanajuato, para Socialismo o Barbarie, octubre 2008

Policías en la Plaza de los Ángeles.

Ciudad de Guanajuato, México.- Desde que en 1972 se inició el Festival Cervantino en esta ciudad, auspiciado por el entonces presidente Luis Echeverría, de nefasta memoria (fue secretario de gobernación durante la represión del movimiento estudiantil de 1968), se dirigió sobre todo a la satisfacción cultural de una elite, que lo consideró más como un capricho cultural dirigido a los grupos de altos ingresos, que como una verdadera expresión de la cultura que pudiera extenderse a la mayor parte de los ámbitos sociales. Por ello, desde hace 21 años, en 1987, un grupo de artistas independientes decidió impulsar su propia versión del festival, que éste no se quedara como algo exclusivo de la gente “acomodada”, que saliera de teatros y auditorios, cuyos prohibitivos precios quedaban fuera del alcance de los grupos sociales de bajos ingresos, pero interesados también en ser partícipes de lo que el festival se ufanaba en alardear, que era un acto en donde los mejores valores culturales-artísticos, tanto nacionales, como internacionales, se daban cita allí. Así nació el llamado “Cervantino alternativo callejero”, que desde entonces tuvo como sede a la Plaza de los Ángeles, lugar cercano al mercado municipal.

Ricardo y Miguel anunciando la prohibición que les hicieron para trabajar.

Uno de tales grupos de artistas es Factotum, conjunto de rock que recientemente se volvió a integrar, tanto para celebrar sus pasadas glorias, como para impulsar nuevamente al tipo de música inteligente y con mensaje que ha caracterizado a dicha agrupación. La formación actual está conformada por Ricardo Salgado, guitarra, Miguel Ruiz, batería, y René del Valle, bajo. “La idea de hacer el festival callejero, fue para recuperar los espacios populares, para que la gente del pueblo también pudiera apreciar la cultura, que desde siempre ha sido sólo dirigida a los ricos del lugar”, dice Ricardo, explicando por qué Factotum hace años inauguró el “otro cervantino”. “Es que pareciera que la gente pobre no tiene derecho a la cultura, por eso fue que promovimos este festival”, continúa. Factotum de nuevo brilla, tras varios años de haberse separado por ciertas diferencias entre los integrantes originales. Esta banda de rock alternativo, de gran trayectoria artística (fue uno de los primeros grupos mexicanos que hizo giras totalmente independientes por Europa en el año de 1990), cuyas inteligentes letras y música de vanguardia reflejan la preocupación social de sus integrantes, es muy recordada y extrañada en Guanajuato y por ello sus integrantes pensaron que no habría mejor espacio para el relanzamiento de Factotum que el Festival Cervantino callejero de este año, así que como siempre se ha hecho, desde hace 21 años, se notificó a las autoridades locales la realización de las actividades acostumbradas en la plaza de los Ángeles. Sin embargo, a Miguel le fue enviado un poco formal correo electrónico por parte del presidente municipal, Juan Manuel Olivera Ramírez, en el que le informaba que se negaba cualquier permiso para que el festival alternativo fuera realizado. “Sí, ese cuate dijo que no, que ni lo intentáramos, y que si lo hacíamos, nos atuviéramos a las consecuencias”, comenta Miguel, mejor conocido como el “gitano del rock”. Y así fue. Esa plaza, en la que normalmente los seguidores del cervantino callejero esperan entusiasmados cada año su inauguración, ahora estaba ocupada por policías locales y preventivos, quienes con su característica prepotencia y su torvo mirar, estaban muy dispuestos a repartir toletazos y macanazos a la primera señal de “insubordinación” de los rockeros y cuantos alternativos intentaran llevar la cultura a la calle. “Fíjate, ni siquiera les pedimos nada, porque no nos dan nada, así que lo menos que esperas es que esté disponible ese espacio, que es público, no es un auditorio privado o algo así, ¡es la calle!”, dice Ricardo, comentando que las ineptas autoridades locales les decían que tenían que solicitar la plaza a algo así como la Secretaría de Hacienda local y, ¡absurdo!, debían de pagar por sus presentaciones, esto conforme a los lineamientos que el partido panista que gobierna el estado (y lamentablemente es el actual partido en la presidencia), han establecido, en el sentido de mercantilizarlo todo, mercenarizar la cultura. 

La detención de Miguel Ruiz.

“No es posible, les dijimos, que se cobre al artista por hacer cultura, como si estuvieras vendiendo tortas o tamales”, exclama Ricardo. Sí, esto queda claro, ya que si no les dan ningún tipo de ayuda, pues tampoco tienen por qué esos prepotentes funcionarios prohibir una manifestación cultural que se da dentro de un entorno propicio para ello, como lo es el festival. “Sí, pues no estamos viniendo fuera del periodo en que se hace el festival, sino dentro, y para que la gente que no tiene recursos para ver una obra de teatro o un grupo musical, que les van a cobrar quinientos pesos la entrada, mínimo, pueda ver a artistas de calidad”, declara Miguel. Además, los artistas populares no son improvisados, sino que se trata de gente con larga trayectoria en lo que hacen. Pero en su cerrazón y su afán por aplicar la ley a como diera lugar, sin importar el apoyo de la gente que estaba en la plaza, los policías arrestaron a Miguel cuando éste informaba de la explícita prohibición que les habían hecho las autoridades de actuar. “Sí, me arrestaron con lujo de violencia, como si fuera un peligroso criminal”, dice Miguel, irónico. Para su fortuna, hubo un joven abogado, Baruk, egresado de la universidad de Guanajuato, quien, cámara en mano, se acercó en el momento de la detención argumentando a los policías que la detención era ilegal y que no había preceptos  constitucionales ni legales que prohibieran un acto cultural, considerado como una forma de la libre manifestación de las ideas a la que todo ser humano tiene derecho, más cuando se trata de situaciones pacíficas. Gracias a su intervención y asesoría fue que Miguel salió libre a las pocas horas, sin tener que pagar fianza (“¡Allí lo hubiéramos dejado, pues ni dinero tenemos!”, bromean Ricardo y René) y sin demasiados problemas. “Mandamos fotos del arresto y la represión de la que fuimos objeto a Derechos Humanos, pero ni caso nos hicieron”, aclara Ricardo, reprochante, lo que confirma que esas instituciones que alardean su independencia del gobierno, en general se emplean como pantallas para simular que en este país de ilegalidades, prepotencia y autoritarismo, se “respetan” los derechos humanos. Sí, qué se puede esperar de una entidad que el año pasado, con relación a la muerte por violación de la señora Ernestina Ascencio, una septuagenaria indígena, que fuera ultrajada por soldados en el estado de Veracruz, declaró, en voz de su director, el señor José Luis Soberanes, que había muerto debido a una “úlcera péptica mal atendida”.

Tras la detención, la protesta.

Así que las autoridades locales les pusieron como pretexto que, además de pedir permiso, debían de pagar. Sí, es entendible su mezquindad porque el festival oficial, el elitista, cada año, más que una manifestación cultural, es una manifestación del derroche, pues la mayor parte de los artistas “invitados” cobran bastante cara su actuación. Este año, por mencionar sólo algunos, se trajo a Juan Manuel Serrat, desde España, el espectáculo de danza y efectos especiales “The Aluminum Show”, desde Israel, Ana Belén, española, el conjunto instrumental la “Associació La Processó de Verges, también español, el conjunto instrumental “Barcelona 216”, otro español, la camerata “Camerata Romeo”, desde Cuba, el ensamble vocal “Cantus Cöllin”, desde Alemania, el trío de música contemporánea “Shades of time”, estadounidense… sí, pues todo eso sale muy caro, insuficiente para pagarlo con las entradas, a pesar de que son caras, así que una buena parte de los costos los debe de pagar el gobierno del estado… por eso tanta mercantilización de cobrarles a los artistas del festival callejero hasta por la banqueta que usarán como improvisado, pero más digno escenario. Ah, pero también para los jóvenes hay “propuestas musicales”, sí, claro, y para eso se contratan las mismas, comerciales agrupaciones de “rock” que monopolizan año con año el espacio oficial dedicado supuestamente a los jóvenes, tales como Café Tacaba o la Banda Elástica. “Mira, pues esos cuates, los tacubos, ni siquiera eran conocidos aquí cuando nosotros, como banda, ya andábamos brillando por España, Italia y Europa”, comenta Ricardo con orgullo. “Por eso te da coraje que si por la labor que desarrollamos desde hace 21 años, de dar a conocer el verdadero rock alternativo, ahora nos salgan con que les tenemos que pagar, como si fuéramos a poner un puesto de tacos o de fayuca… ¡son mamadas esas!”, agrega Miguel, quien refiere que quizá por su trabajo de años, no lo trataron tan mal en los separos policiacos durante su, por fortuna, corta detención.

Luego nos platican de los proyectos que individualmente Miguel y Ricardo también han desarrollado. “Yo tengo un grupo que se llama ‘Mi chavo el esqueleto’, que también es de rock, pero algo más comercial que Factotum”, platica Miguel. Ricardo, por su parte, tiene un proyecto solista llamado “Ozomatzin Boy”, cuyo título, de por sí, refleja ese biculturalismo que combina el náhuatl, lengua ancestral, con el inglés, producto quizá de nuestro inconsciente pasado colonialista. “Mira, pues no me gusta etiquetarme, para qué te voy a decir que soy hard core, metal, heavy… no, simplemente hago lo que me gusta hacer… tengo incluso canciones en náhuatl, porque me parece importante que también el  verdadero rock alternativo, como música de vanguardia, que considero que sigue siendo, se combine con la lengua de nuestros olvidados antepasados, que, ya ves, el panismo ya hasta quiere que se nos olvide que descendemos de los mexicas, y por eso ya hasta se ha ido suprimiendo esa importante parte de nuestra historia de los libros de texto de la secundaria, ¿no?”, agrega Ricardo, quien también presenta su propuesta solista en el Festival Cervantino Callejero. Para René, el integrarse a Factotum, ha sido una magnífica oportunidad de dar a conocer su talento musical tocando junto a la legendaria banda. “Me gusta su propuesta musical y el mensaje de sus letras”, comenta. Y hasta un nuevo disco que contiene una compilación de sus mejores éxitos y videos ya sacaron, titulado “Factotum: el regreso”.

Dicen que tras varios días de difíciles negociaciones con autoridades déspotas y cerradas, por fin hasta el miércoles 15  de octubre – ellos llegaron desde el jueves 9 –, aquéllas se dignaron a “permitirles” usar la plaza de los Ángeles, pero con limitaciones, tales como horarios y días restringidos (les dieron como plazo hasta el jueves 23, pero lograron, por suerte, extender el plazo hasta el 26 de octubre). Y han aprovechado esos días tocando y presentando a otros grupos, para alegría de sus seguidores, muy contentos de que Factotum, luego de varios años de ausencia, por fin haya regresado a las calles, con su rock alternativo y exigiendo, sobre todo, su derecho a la libre manifestación de la cultura no institucionalizada y de las ideas. Incluso lograron hacer transmisiones diferidas de sus actuaciones a través del Internet*. Esto lo han logrado aún teniendo en contra a todo el aparato represivo y burocrático guanajuatense y federal (también estuvo presente la PFP durante la prohibición de que actuaran y la detención de Miguel), que ha hecho de ese festival, un simple espectáculo elitista en donde, más que exponer la cultura, se expone la intolerancia, la represión y los caprichos elitistas de los mandamases de Guanajuato. “Mira cómo las calles están patrulladas ya por el ejército, eso le quita a esta ciudad lo cultural, que en lugar de que veas a artistas alternativos, callejeros, veas policías, soldados y carros militares”, dice Ricardo, resaltando que, efectivamente, hay una fuerte presencia militar y de las policías local, estatal y federal, las que justifican las autoridades que se encuentran allí por “motivos de seguridad”.

No saben si el año entrante será lo mismo, que no les permitan las cerradas, ignorantes, mercantilistas autoridades panistas actuar, pero los tres aseguran que sin duda allí estarán, peleando su derecho inalienable de llevar la verdadera cultura alternativa a las calles.

*El link es: http://www.blogtv.com/Shows/340847/date/ZuXHY2Xwae3wZeZHYX

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