Chile

Un día después de los nombramientos

Duras críticas a Piñera por el gabinete

Por Carlos Vergara
Corresponsal en Chile
La Nación, 11/02/10

La Concertación denunció que muchos de los elegidos son directivos de empresas y ocasionarán conflictos de intereses en sus ministerios

Santiago, Chile (De nuestro corresponsal).– Fue, si se quiere, la proyección de sus propios conflictos de intereses. Era también, y a todas luces, el principal flanco abierto que el presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, dejó tras nominar su gabinete anteayer. Y, como se veía venir, la Concertación usó esa siempre ambigua frontera existente entre la política y los negocios para descargar todos sus dardos.

Las críticas surgieron porque el presidente electo eligió anteayer como ministros a conocidos empresarios y gerentes, mientras él mismo completa su desvinculación de LAN Airlines, Chilevisión y la Clínica Las Condes, las empresas más "sensibles" de su propiedad, según el propio Congreso.

De este modo, Piñera puso a los designados en el centro de las miradas mientras se multiplican las dudas sobre la mitad de los elegidos, muchos de ellos directores y accionistas de empresas. Ahora deberán hacer frente a un escrutinio pocas veces visto.

Quien llevó la delantera en las críticas fue el presidente del Partido Socialista (PS), senador Fulvio Rossi, quien enfocó sus quejas en dos nombres: el canciller, Alfredo Moreno, y el ministro de Salud, Jaime Mañilach.

Mientras el primero aún tiene reconocidos vínculos con la tienda Falabella, empresa a la cual ha dirigido por más de una década y que mantiene intereses en la Argentina y en Perú, el segundo es el actual director médico y también accionista de la Clínica Las Condes, controlada por Piñera.

"Preocupa mucho que sea un gabinete claramente empresarial y que no represente la diversidad de la sociedad chilena. No hay hijos de la clase media", acusó Rossi.

"Hay un claro conflicto de intereses de muchos de los ministros ya que son operadores empresariales. El problema es que los intereses de los grupos corporativos nunca van de la mano de los intereses del pueblo de Chile", añadió el dirigente socialista.

Mientras tanto, el diputado democristiano Jorge Burgos consideró que con estos nuevos ministros se hace necesaria la pronta aprobación de la ley de fideicomiso ciego, que obliga a quienes asumen cargos públicos a entregar a terceros la administración de su patrimonio o fortuna cuando es mayor a los 20 millones de dólares.

La norma, que afectaría a varios futuros ministros, ha experimentado demoras para su aprobación parlamentaria. De hecho, el presidente electo debió acogerse a un fideicomiso voluntario para desvincularse de sus empresas.

"Por el perfil del gabinete, se hace urgente la ley de fideicomiso", afirmó el vocero subrogante del gobierno, Edgardo Riveros.

Las respuestas de los flamantes ministros no tardaron en llegar. El futuro titular de Interior, Rodrigo Hinzpeter, señaló: "Si el gobierno actual establece la urgencia del proyecto, contará con nuestro respaldo". Pero aclaró: "Nosotros no vamos a hacer un gobierno que esté cruzado por conflictos de intereses".

La vocera del gobierno de Piñera, Ena von Baer, dijo que hay desvinculaciones que serán fáciles y otras más complicadas, pero que igualmente se solucionarán para el 11 de marzo, el día que asumirá Piñera. "Todos se van a desvincular de manera que no haya conflictos", aclaró.

Ayer, Piñera realizó su primera "reunión de gabinete". Según dijo uno de los participantes a La Nacion, el tópico principal fue la exigencia de claridad respecto del patrimonio de los designados. Al respecto, el futuro ministro de Hacienda, Felipe Larraín, fue tajante: "Si tengo algún interés económico que puede tener algún conflicto con lo que estoy haciendo, me voy a deshacer de él".

Cuestionamientos

Hay otros integrantes del próximo gabinete que han sido cuestionados, principalmente por medios de Internet: la nueva responsable de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, que actúa como operadora de aprobación ambiental para proyectos energéticos; Cristián Larroulet, futuro ministro y secretario general de la Presidencia, vinculado con el mundo universitario e inmobiliario, Laurence Golborne (Minería), director de la tienda Ripley, y gerente durante años de Cencosud, y el propio ex democristiano Jaime Ravinet. Este último ya tuvo conflictos de interés inmobiliario cuando fue ministro de Ricardo Lagos.

Caso aparte es el del nuevo ministro de Educación, Joaquín Lavín, fundador y uno de los controladores de la Universidad del Desarrollo (UDD), uno de los símbolos de la educación privada en Chile. "No quiero tener ninguna relación con la UDD, a pesar de haber participado con orgullo de su fundación y haber trabajado allí", explicó.

Mientras la Bolsa chilena no reflejó la discusión política y cerró a la par con el Dow Jones, entre los sindicatos primó la desconfianza. "Vamos a luchar porque exista trabajo estable, con desarrollo y carrera funcionaria y donde se respeten los derechos laborales. Probablemente eso va a ser más dificultoso", amenazó el presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Raúl de la Puente, quien además le recomendó a la nueva ministra del Trabajo, Camila Merino, "capacitarse intensamente" antes de asumir.


El análisis

Una agenda presidencial atestada de conflictos

Por Carlos Vergara
Corresponsal en Chile
La Nación, 11/02/10

Santiago, Chile.– Sebastián Piñera siempre supo que el riesgo del gabinete que finalmente presentó radicaba en dos debilidades que saltan a simple vista: la conexión de sus ministros con los negocios y el poco o quizá nulo roce político de sus integrantes.

Ahora, sin embargo, deberá dejar claro que la elección de tales nombres dista mucho de ser un capricho. Las críticas abundan en torno de su excesiva homogeneidad. "Hay mucha diversidad. Gente de Las Condes y Vitacura. Opus Dei y Legionarios. Ojos verdes y azules", bromeaba ayer alguien en Twitter, que hizo alusión a dos barrios de Santiago donde el poder adquisitivo es elevado.

La analogía no es menor, pero la ciudadanía lo sabe, y también tiene en claro que el presidente que eligió es un empresario de éxito.

Con todo, Piñera deberá vestir su overol rápidamente y poner en marcha su reconocida capacidad de trabajo. Demostrar que es efectivamente el presidente 24/7 y todoterreno que ha prometido ser durante tantos años. Su pendrive con tareas, tal como el que les entregó a sus ministros, no puede tener ni un solo kilobyte libre.

Por lo pronto, ya se vislumbra el primer conflicto, que llegará sin lugar a dudas de la mano de la cartera de Educación y del inicio de clases –y de su gobierno– en marzo próximo.

Junto con la herencia del nefasto legado de la Concertación en este ámbito (conflictos por la calidad de la educación, deuda histórica con los profesores y una comunidad de estudiantes claramente izquierdizada), Piñera optó por poner como ministro al dirigente que más se identifica con la extrema derecha: Joaquín Lavín. Sin escalas intermedias, el nuevo ministro deberá hacerse cargo de un lío mayúsculo.

Dentro del mundo gremial, y eso Piñera lo verá muy pronto, encontrará una oposición durísima que gira principalmente en torno de la incertidumbre laboral que existe entre los miles de empleados públicos que hay en Chile, además de la lógica desconfianza sindical ante los nuevos ministros, los mismos que ayer eran sus patrones.

Relaciones exteriores

Las relaciones internacionales tampoco le darán respiro. El gobierno de Michelle Bachelet, con el visto bueno de Piñera, presentará el 9 de marzo ante la Corte Internacional de La Haya su contramemoria por las quejas marítimas de Perú en torno de las aguas jurisdiccionales chilenas.

El cambio de mando es sólo dos días después y ayer el canciller peruano, José Antonio García Belaunde, deslizó la posibilidad de que el presidente de Perú, Alan García, no viaje a Chile. La desconfianza en Lima apunta al desconocimiento que tiene del nuevo canciller, Alfredo Moreno, como del nombramiento del democristiano Jaime Ravinet en Defensa, que fue interpretado como un continuismo armamentista por parte de La Moneda.

Precisamente es Moreno quien deberá rendir examen de inmediato y establecer que sus cartas credenciales –tan escasas en roce político internacional– son suficientes para allanar el favor de los tres países limítrofes: Perú, la Argentina y Bolivia.

Su prueba comenzará durante la próxima Cumbre de Río, que se realizará en Cancún, México, durante la tercera semana de febrero, en la cual acompañará a Piñera, quien fue invitado expresamente por Bachelet.

Pero el empresario también tiene preparados golpes de efecto: el "bono marzo", de unos 70 dólares, para las familias más pobres y la necesaria creación de empleos antes de la próxima medición. De ello dependerá gran parte del crédito que tendrá durante el segundo semestre.

Lo último, y no menor, es cuánto soportará la presencia de Ravinet dentro del gabinete. Una encuesta online anticipó que él será el primer ministro en caer. ¿Qué quiere decir eso? ¿Centrará la Concertación su futura oposición sobre el ex democristiano, dando un respiro a los demás 21 ministros, incluido Lavín?

Las apuestas están abiertas.


Cuestionaron al futuro ministro de Educación

Pasado pinochetista y miembro del Opus Dei

La Nación, 11/02/09

Santiago, Chile.– En medio de fuertes críticas por su designación, Joaquín Lavín, el futuro ministro de Educación chileno, aseguró ayer que su colaboración con la dictadura de Augusto Pinochet es algo del pasado y prometió desvincularse de una universidad privada de la que es propietario.

El nombramiento de Lavín, un ultraconservador y miembro del Opus Dei, en Educación –uno de los sectores más combativos de la sociedad chilena– desconcertó a analistas, que incluso creen que ponerlo en un sector donde en los últimos años ocurrieron prolongadas huelgas de estudiantes y maestros puede ser una maniobra del presidente electo, Sebastián Piñera, para sepultar políticamente a quien fue su más duro rival dentro de la derecha.

"Yo creo que eso ya son cosas del pasado", dijo Lavín al referirse al tiempo en que fue funcionario de la dictadura, durante una entrevista con la televisión chilena.

"Eso ya es parte de la historia de Chile. Todo el mundo sabe en qué lugar estuvo cada uno 30 años atrás, pero ya en el Chile de hoy da lo mismo", añadió Lavín.

En broma, comentó que algunos de sus conocidos no lo han felicitado sino que le han dado el pésame por el nombramiento en un cargo que ha sido un foco de conflictos desde hace varios años, a causa de las protestas estudiantiles, que hasta derribaron a algunos de sus antecesores.

De hecho, algunos dirigentes universitarios ya auguraron una "corta vida" a Lavín al frente del Ministerio. "Veo muy difícil que dure los cuatro años de gobierno en ese cargo", vaticinó Julio Sarmiento, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh).

En tanto, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) de Chile manifestó ayer dudas acerca de que Piñera continúe con la actual política de derechos humanos. La AFDD calificó al gabinete de Piñera como "eminentemente empresarial y académico", lo que, a su juicio, genera incertidumbre acerca de su sensibilidad respecto de los derechos humanos.