Perú, asume
Ollanta Humala

Elige como titular de economía a un ortodoxo neoliberal

Ollanta da señales al mercado

Por Carlos Noriega
Desde Lima
Página 12, 22/07/11

El electo presidente, a poco de asumir, está armando su equipo de concertación nacional. Al parecer, las carteras sociales irán para el sector más de izquierda de la alianza. Y se mantendrá el rumbo económico.

Un guiño a los sectores más conservadores de su coalición: esa es la imagen que dejan los primeros nombres que se han conocido del gabinete ministerial de Ollanta Humala, que este 28 de julio juramenta como el primer presidente electo al frente de una alianza que incluye a la izquierda. Ayer Humala dio a conocer la conformación parcial de su equipo ministerial, nombrando a ocho de los 18 miembros de su gabinete, al que ha definido como de “concertación nacional”. Las primeras designaciones cubren los estratégicos despachos de la presidencia del Consejo de Ministros, en el que se nombró al empresario Salomón Lerner Ghitis, y de Economía, que recayó en el economista neoliberal Luis Miguel Castilla. Los otros ministros nombrados son los de Relaciones Exteriores, Producción, Defensa, Energía y Minas, Mujer y Desarrollo Social y Ambiente.

Salomón Lerner Ghitis, ingeniero industrial de 65 años, es señalado por los analistas como el hombre de mayor influencia en el círculo íntimo de Humala. Lerner fue jefe de campaña de Humala y es considerado como el nexo entre éste y el empresariado y como uno de los hombres clave en el financiamiento de la campaña del nuevo presidente. Entre sus negocios está la venta de helicópteros a las fuerzas armadas.

Sorprendió la designación como ministro de Relaciones Exteriores del sociólogo y periodista Rafael Roncagliolo, que a sus 67 años ha tenido una larga trayectoria en diversos medios de comunicación. Pero el nombramiento que más controversia ha causado es el del nuevo ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, un economista liberal ortodoxo de 42 años que hasta hace una semana ocupaba el cargo de viceministro de Hacienda del actual gobierno de Alan García.

Humala ganó las elecciones ofreciendo cambiar el modelo neoliberal y ha sido un duro crítico de la política económica del gobierno de García, pero ha terminado nombrando como su ministro de Economía a un hombre que viene del equipo económico de García y que representa la continuidad del modelo neoliberal. Ese continuismo queda reforzado con la ratificación como presidente del estratégico Banco Central de Reserva (BCR) de Julio Velarde, otro economista neoliberal ligado a los intereses empresariales.

Acercarse al establishment económico

Con estos nombramientos, Humala parece redoblar su apuesta por acercarse al establishment económico. Con eso se ha ganado los aplausos del empresariado y de la derecha, que habían hecho todo lo posible por impedir su triunfo electoral, pero ha disgustado a sus aliados de izquierda del frente progresista Gana Perú, que lo llevó al poder, donde se ha tomado con preocupación el desplazamiento del equipo que diseñó el programa de cambio del modelo económico e inclusión social que fue la bandera electoral del presidente electo, para darle paso a la derecha económica.

“Este gabinete da cuenta de un gobierno de concertación nacional en el que hay sectores de derecha y de izquierda. Los nombramientos de Castilla y de Velarde son, sin duda, una señal a los inversionistas y a los empresarios de continuidad del modelo económico, nosotros habríamos preferido un ministro de Economía comprometido con el programa económico de cambio de Gana Perú. Pero creo que si bien estos nombramientos dicen algo, hay que esperar la designación del resto del equipo económico y las acciones concretas del próximo gobierno, como si se aplica o no el impuesto a las sobreganancias mineras, si se detiene o no la exportación del gas del Lote 88 de Camisea, si se financian o no los programas sociales, para saber si hay o no un giro a la derecha”, le declaró a Página/12 Javier Diez Canseco, congresista electo por Gana Perú y líder del Partido Socialista.

Humala ha nombrado como ministra de la Mujer y Desarrollo Social a la dirigente del Partido Socialista Aída García Naranjo. La estrategia de Humala para formar el gobierno de concertación que ha anunciado parece ser entregarle la economía a la derecha empresarial y dejar para sus aliados de izquierda algunas carteras sociales. Pero esta es una combinación que puede resultar riesgosa. Experiencias anteriores muestran que cuando la derecha neoliberal tiene el control del manejo económico es poco lo que pueden hacer ministros progresistas ubicados en los llamados ministerios sociales. “No se pueden hacer programas de inclusión social con un programa económico de exclusión social”, advierte Oscar Ugarteche, economista peruano que trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Autónoma de México.

Los otros ministros anunciados ayer por Humala son el general en retiro Daniel Mora en Defensa, quien es congresista electo por el partido del ex presidente Alejandro Toledo (2001–2006); en Producción estará el economista Kurt Burneo, también cercano a Toledo; el ingeniero Carlos Herrera en Energía y Minas, quien ya ocupó ese cargo en el gobierno de transición democrática de Valentín Paniagua (2000–2001) y que es un crítico de los actuales contratos de exportación de gas; y Alberto Giesecke, un reconocido defensor del medioambiente, irá al Ministerio de Ambiente.


Humala asume sin luna de miel

Por Adriana M. Riva
Desde Lima
La Nación, 24/07/11

No habrá luna de miel entre Ollanta Humala y los peruanos. La crisis que sufrió el presidente electo de Perú dos semanas atrás a raíz de un viaje de su hermano a Rusia es una prueba de ello: aún sin un día al frente del gobierno –asume el jueves–, la telenovela moscovita le provocó al ex militar de izquierda una estrepitosa caída de su popularidad, que pasó del 70 al 41%.

En un país fuertemente polarizado, la credibilidad de Humala, que ganó la presidencia en segunda vuelta con una ventaja de menos del 3%, será sometida a prueba en forma continua.

Para ganarse esa confianza, el mandatario deberá sacar a relucir sus dotes de equilibrista, y demostrar que es capaz de satisfacer adecuadamente las impostergables demandas de inclusión social, sin afectar el crecimiento económico y la inversión extranjera, que han convertido a Perú en uno de los países más prósperos de la región.

"El mayor desafío de Humala en sus primeros 100 días de gobierno será conciliar los intereses de aquellos sectores marginados que votaron por él, con los de los inversores y empresarios, que desconfían de sus promesas electorales de corte populista", dijo a La Nacion la analista Giovanna Peñaflor.

Se trata de un reto similar al que enfrentaron Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil, en 2003, y luego Tabaré Vázquez en Uruguay, en 2005, tras haber sido fuertes referentes de izquierda.

El líder de Gana Perú gobernará a partir del jueves los destinos de un país que pese a haber registrado durante la última década índices "chinos" de crecimiento económico, niveles récord de inversión y una baja tasa inflacionaria, aún cuenta con un tercio de la población relegada y excluida, que no goza de los beneficios de esa prosperidad.

En un país repleto de conflictos sociales latentes, Humala deberá así atender a los millones de peruanos –en especial a los más pobres y alejados de la pujante Lima– que votaron por él, confiando en su mensaje de cambio e inclusión.

Cabe recordar también, sin embargo, que el triunfo del líder nacionalista fue posible gracias a la moderación de su discurso con respecto a 2006, cuando los peruanos rechazaron en las urnas el cambio radical que proponía. Humala, en otras palabras, ganó porque comprendió a tiempo que muchos peruanos se sienten excluidos del sistema, y no que el país está yendo en una dirección equivocada.

"Salvando las diferencias, Humala sabe que debe seguir los pasos que dio Lula en 2003. Tiene que responder a las demandas de quienes están fuera del sistema, pero de manera gradual", dijo a La Nacion el analista político Santiago Pedraglio.

"Ollanta no debe defraudar a quienes confían en él, pero paralelamente debe dar una clara señal de continuidad en el manejo macroeconómico del país", agregó.

En tal sentido, muchos apuestan a que el mandatario optará por una política conservadora y ortodoxa en lo económico, que en términos generales consistiría en mantener el modelo neoliberal actual, combinada con políticas más universales en el campo social.

La ratificación en el cargo del presidente del Banco Central, Julio Velarde, un hombre respetado por los mercados y alineado con las políticas de libre mercado que rigen en el país, así como el anuncio de un nuevo gabinete moderado, fueron las primeras señales de ello.

Sin embargo, si bien la posterior designación de más funcionarios ortodoxos en el nuevo equipo económico de gobierno despertaron elogios de inversores y empresarios, generaron malestar dentro de los sectores más radicales de la coalición gubernamental, que expresaron su temor a que esos nombramientos pongan en peligro la promesa electoral de un aumento en el gasto social que permita una mayor inclusión social.

"El gabinete no es de izquierda o de derecha, es de todo el Perú", se defendió Humala por Twitter.

Algunos analistas, no obstante, no pudieron evitar pronosticar un panorama de confrontación en el corto plazo. "[Humala] entregó el manejo económico a la derecha, con funcionarios alineados con la empresa privada, hostiles a cualquier intervención del Estado, y se limitó a colocar a alguna gente de izquierda en el ámbito político", dijo el historiador y analista Nelson Manrique. "La lógica es tranquilizar a los empresarios, pero veo difícil que esas dos posiciones convivan."

En sintonía con su colega, también el analista Mirko Lauer dejó entrever las dificultades que eso supone. "No es el primer gobierno que parte con un gabinete donde coexisten ministros de izquierda y de derecha. [El ex presidente] Alberto Fujimori lo ensayó, con un par de ministros, sólo por un par de meses. Alejandro Toledo también prolongó esta forma de coexistencia todo lo que pudo", recordó.

Ahora, el tiempo y la cintura política del nuevo mandatario dirán cuánto durará la armonía en un país de mayorías relegadas que están cansadas de esperar, y minorías de gran poder e influencia, que se resisten a abrir el juego.

El nuevo equipo

Primer ministro. El elegido es el empresario Salomón Lerner Ghitis, amigo y asesor personal de Humala desde 2006, que tiene estrechos vínculos con el empresariado local.

Canciller. El sociólogo y periodista Santiago Roncagliolo, de 67 años, manejará las relaciones exteriores. Proviene de las canteras de la izquierda peruana.

Economía. El ministro será Miguel Castilla, un economista ortodoxo graduado en Estados Unidos, que hasta la semana pasada se desempeñó como viceministro de esa cartera.

Banco Central. Se mantendrá como presidente Julio Velarde, un liberal. Su confirmación fue interpretada como una señal de continuidad económica.

Otros nombres. El general retirado Daniel Mora asumirá en Defensa, el tecnócrata Carlos Herrera en Energía y Minas, la izquierdista Aída García Naranjo en el Ministerio de la Mujer y el economista Kurt Burneo en Producción.


Humala arma un gabinete que disipa
los temores de la clase empresarial

Por Matt Moffett y Robert Kozak
Wall Street Journal, 22/07/11

Lima, Perú.– El presidente electo, Ollanta Humala, despejó la mayoría de las dudas que quedaban de que continuará con las políticas económicas pro mercado que rigen actualmente en el país, al nombrar figuras de la élite dirigente a puestos clave de su gabinete.

Los nombramientos, en especial el del economista Luis Miguel Castilla, que estudió en las universidades estadounidenses Johns Hopkins y Harvard, como ministro de Economía, fueron bien recibidos por la clase empresarial peruana. Castilla, de 42 años, es "alguien en el que se puede confiar para mantener la disciplina fiscal", incluso cuando Humala intenta aumentar el gasto social, indicó Guillermo Arbe, el economista jefe de Scotiabank en Perú.

Humala, un militar retirado de 49 años que asumirá la presidencia el 28 de este mes, también nombró como primer ministro a Salomón Lerner, un empresario que ha sido uno de sus asesores políticos más cercanos. Kurt Burneo, un tecnócrata que goza de muy buena reputación en los mercados, será ministro de Producción.

Los anuncios, que se suman a la decisión de Humala hace unos días de retener al respetado presidente del banco central, Julio Velarde, debería ayudar a disipar una nube de incertidumbre que pende sobre la economía peruana desde que Humala ganó la primera vuelta electoral en abril.

Aunque Perú reporta 12 años consecutivos de crecimiento, Humala a menudo ha hablado de forma vehemente sobre las deficiencias del actual modelo económico y la necesidad de gastar más en los peruanos que aún no han recibido una tajada de la prosperidad. Aunque Humala adoptó un tono más moderado en la segunda vuelta, su pasado populista y sus declaraciones sobre su orientación que cambiaban con frecuencia desalentaron a los mercados financieros y llevaron a muchas empresas a dejar en suspenso grandes proyectos de inversión.

"Yo creo que va a haber una reversión de esta parálisis y va a fluir una corriente de inversión", sostuvo Eduardo Morón, un economista de la Universidad del Pacífico. "Hasta ahora, parece que el presidente Ollanta está convencido de que se puede hacer lo que quiere (en cuanto a gasto social) sin romper el modelo (económico)".

Pero los analistas advierten que Humala enfrenta una serie de problemas complicados que pondrán a prueba su compromiso de mantener el rumbo económico actual. Perú es acosado por más de 200 conflictos sociales en pueblos en todo el país, muchos motivados por disturbios medioambientales y económicos causados por las mineras. Humala también tendrá el desafío de mantener el apoyo de su base izquierdista a la vez que busca tender puentes con los mercados y con aliados más moderados. Finalmente, el próximo presidente deberá intentar satisfacer las crecientes expectativas de los pobres, a quienes les prometió pensiones y salarios más altos.

Castilla se ha desempeñado como viceministro de Hacienda en el gobierno centrista saliente del presidente Alan García y también ha trabajado en el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento. Humberto Speziani, presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), indicó que los nombramientos de Castilla y Lerner eran una "muy buena noticia". Speziani señaló que Lerner es un "empresario exitoso", cuyas compañías incluyen una empresa de transporte en helicóptero.

Humala también nombró a Carlos Herrera, un ingeniero, como ministro de Energía y Minas, un puesto que ya había ocupado entre 2000 y 2001. Perú es el mayor productor mundial de plata, el segundo de cobre y uno de los más importantes de oro. Herrera asumirá el cargo en un momento delicado, cuando el gobierno de Humala busca elevar los impuestos mineros en medio de un auge de los precios de los minerales.

"Herrera es un ingeniero profesional y respetado en la profesión", afirmó Roque Benavides, gerente general de Compañía de Minas Buenaventura SA.

Bret Rosen, estratega de Standard Chartered PLC, ve paralelos entre la transición política en Perú y la de Brasil en el período 2002–2003, cuando llegó al poder Luiz Inácio Lula da Silva. Dijo que los inversionistas desconfiaron por mucho tiempo de Da Silva, como ahora de Humala, pero una vez que fue electo, el ex mandatario brasileño se los ganó con un gabinete orientado al mercado y políticas fiscales responsables. "Humala sabe que ciertas cosas que quiere lograr serán difíciles de alcanzar si la macro (economía) no juega a su favor".