Argentina

Casino de Buenos Aires - Un conflicto testigo con muchos interesados

El negocio de la “timba”

Por Víctor, trabajador del Casino de Buenos Aires
Socialismo o Barbarie, periódico, 13/12/07

Presentamos esta nota escrita por un actor importante del conflicto que conoce el Casino desde sus entrañas. Víctor es parte de la nueva vanguardia y uno de los activistas de esta durísima lucha que tiene como protagonistas a aguerridos jóvenes trabajadoras y trabajadores cuya determinación es un ejemplo de combatividad.

Como todos saben la semana pasada la huelga de los trabajadores del Casino flotante de Puerto Madero estuvo en el tapete de los medios después de que los trabajadores fuéramos brutalmente reprimidos por el grupo albatros y el grupo guardacostas de la Prefectura Naval Argentina.

Para poder entender a fondo este difícil conflicto es necesario unir las partes interesadas, que son muchas y que es lo que voy a tratar de describir en la segunda parte de este artículo, luego de contarles brevemente cómo surge nuestra organización.

El 9 de enero de 2006 los trabajadores cansados de los maltratos de la empresa, el incumplimiento del convenio, la complicidad de la burocracia síndico-empresarial de ALEARA (Sindicato de juegos) y los despidos injustificados; ante una junta de firmas para exigir que el Ministerio de Trabajo intime al sindicato y a la empresa para promover la elección de delegados, que en seis años no habíamos tenido, la empresa despide a los compañeros que realizaban la junta de firmas y los trabajadores naturalmente y totalmente autoconvocados realizan el primer paro de actividades para exigir la reincorporación de los compañeros despedidos.

A partir de ese día comenzó un proceso de organización y lucha, donde poco a poco fuimos obteniendo logros y triunfos que para ese momento eran impensados. Poniendo el cuerpo y con la lucha incansable logramos la reincorporación de esos compañeros, la elección de un cuerpo de delegados anti burocrático y combativo, luego lograríamos reincorporar a 170 compañeros despedidos, la obtención de la caja de empleados (fondo comunitario de propina, que representa el 70 % de los ingresos de los trabajadores) y la reapertura luego de 45 días de lock out patronal.

El comienzo de este conflicto

Desde hace meses el cuerpo de delegados y las comisiones internas estamos abocados a un proyecto de reducción de jornada, ya que el ambiente en el que nos desempeñamos es totalmente insalubre (20% de abortos espontáneos, 25% de partos prematuros, 89 % de problemas traumatológicos, entre otras cifras sobre 1.300 trabajadores encuestados de todos los sectores).

El 9 de noviembre estábamos en una asamblea discutiendo los resultados de las negociaciones, cuando la empresa nos mandó una patota que responde a la burocracia del SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos) con la complicidad de Prefectura. Vale aclarar que es la segunda vez que esto pasa y los trabajadores nos defendimos, defendimos sobre todo la integridad física de las compañeras que estaban con nosotros en ese momento y realmente fue una batalla campal. Interviene entonces la jueza Servini de Cubría, quien cierra el Casino una semana y la empresa en ese lapso envía 69 telegramas de despido aduciendo como causa los hechos de violencia, pero con la clara intención de descabezar a todas las comisiones internas y la primera línea del cuerpo de delegados.

El día 17 de noviembre los trabajadores, reunidos en asamblea, votamos por unanimidad una huelga con piquetes en los accesos del Casino, medida que fue acatada por más del 90% del personal.

Daniel Amoroso, legislador de la ciudad y secretario general de ALEARA, no reconoció la medida de fuerza, dándole la excusa al Ministerio de Trabajo para que no actúe dictando la conciliación obligatoria que retrotrae los despidos y a la empresa para que despida a otros de 30 compañeros más que apoyaban la huelga. Mientras tanto la empresa chicaneaba a los compañeros y sus familias con telegramas y llamados telefónicos, Prefectura chicaneaba buscando producir un enfrentamiento y tirando gas pimienta desde una camioneta por la noche, nos mandaron falsos clientes a intentar producir desmanes, pero ante el éxito de la medida y la tranquilidad de los trabajadores que nos sabemos acompañados por la razón, la empresa perdió su compostura.

La represión

El día martes 4 de diciembre a las 22 hs. luego de más de 24 días de conflicto, en un operativo digno de las más oscuras épocas de nuestro país, la Prefectura salió a reprimir a los trabajadores bajo las órdenes de los gerentes de la empresa, que usaban a esta fuerza pública como si fuera su seguridad privada. Desde el fondo del operativo impartían órdenes y con las fotos de los activistas y delegados exigían a los prefectos determinadas detenciones, usando las instalaciones del kasino como centro clandestino de detención.

A fuerza de palos, gas pimienta y gases lacrimógenos, nos hicieron retroceder por Puerto Madero, en el camino lograron detener a 11 compañeros, luego nos enteraríamos que los sometieron a torturas psicológicas y golpes.

Los trabajadores nos reagrupamos en la Facultad de Ingeniería donde decidimos marchar hasta el edificio de PNA dónde habían trasladado a la mayoría de los compañeros detenidos, para exigir su libertad.

El miércoles 5 y jueves 6 marcharíamos nuevamente al Ministerio de Trabajo, donde a pesar de que ni la empresa ni el sindicato se hicieran presentes, los trabajadores dimos un paso más en la lucha al arrancarle a la cartera laboral una disposición ministerial dictando la conciliación obligatoria y reconociendo el conflicto, a pesar de que horas antes la burocracia barrionuevista de ALEARA y moyanista del SOMU junto a otros cuatro gremios presentaron ante esta cartera un acta solicitándole a esa cartera que no se expida en cuanto a la conciliación.

El negocio del juego: millones de dólares y conflicto de intereses

Para un entendimiento cabal de este conflicto es importante saber que a diferencia de lo que normalmente ocurre, acá hay muchas más de dos partes (patronal-burocracia y trabajadores) en juego. Este es un conflicto donde el poder político está metido hasta el cuello y cada parte quiere morder aunque sea un bocado de la torta que son millones de dólares hoy y muchos más a futuro: veamos.

En mayo de este año la empresa Casino Club, propiedad de Cristóbal López, ingresó a la explotación de los buques casino, en una sucia maniobra que nos dejó a los trabajadores más de 40 días en la calle solicitando la reapertura de la empresa tras un lock out patronal.

Cristóbal López, empresario santacruceño, testaferro del matrimonio K, conocido en el sur por el maltrato hacia sus empleados, tenía una pyme cuando Néstor asumió como gobernador. Hoy tiene 18 casinos en todo el país, empresas petroleras, aceiteras, empresas de transporte y de recolección de residuos, entre otras.

Es así que se aclara un poco más el panorama en cuanto a la falta de interés para solucionar este conflicto del Ejecutivo y de la cartera laboral, que depende del mismo.

Por otra parte, el flamante jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, siente la presión de las grandes cadenas hoteleras para dictar una ley de juegos para la ciudad; ya que es requisito para que un hotel sea 5 estrellas que tenga un casino y en la ciudad esto no lo pueden hacer debido a la legislación vigente.

Debemos aclarar que los barcos casino al estar sobre el agua están en territorio nacional (a un metro de la ciudad) y que las retenciones impositivas van a parar a las arcas de Lotería Nacional y no a la institución de juegos de la ciudad.

Estamos hablando de millones de dólares y por lo tanto de millones de intereses capitalistas alrededor.

Entra en juego también la burocracia de ALEARA cuyo secretario general es Daniel Amoroso, legislador macrista por la ciudad, que afila sus colmillos ante la caja que se puede llevar con los nuevos afiliados de dictarse la ley de juegos.

Amoroso es cercano a Barrionuevo, quien también se frota las manos con la próxima caja de hoteleros y gastronómicos.

Los que no están muy contentos son Moyano y Omar “caballo” Suárez, secretario general del SOMU, afín al gobierno K (viajó con Kristina a la convención de la OIT) que aspira a quedarse con la caja de los barcos casino.

El jueves todas las burocracias cerraron filas contra los trabajadores para pedir al ministro Tomada la no reincorporación de los compañeros despedidos, en una aberración sindical, si tenemos en cuenta que el espíritu de los sindicatos debería ser defender los puestos y condiciones de trabajo de sus afiliados. Todos sabemos que los sindicatos venden, traicionan y desgastan a sus afiliados; pero nunca en la historia argentina salieron a pedir abiertamente despidos.

Obviamente ni el gobierno, ni las patronales, ni los sindicatos quieren trabajadores organizados y luchadores y es lo que salen a romper con esta maniobra todos juntos.

Pero los trabajadores de Kasino estamos más unidos, más organizados y mejor preparados que nunca para seguir dando las batallas que sean necesarias para defender a cada compañero. Estamos rodeados de la solidaridad de los trabajadores de otros centros y de muchas organizaciones. Todos sabemos que si gana Casino, ganamos todos. Por eso no vamos a retroceder ni un solo paso en nuestra lucha, sabemos de esta responsabilidad, sabemos que no es sólo por nosotros y nuestras familias que luchamos, luchamos por cada trabajador de nuestro país y no vamos a aflojar.