Argentina

Después del conflicto “campo”–gobierno K

Retorna la guerra entre las clases

Editorial de Socialismo o Barbarie, periódico, 01/08/08

A lo largo del dilatado conflicto entre el gobierno y las entidades del campo señalamos que dada la lógica patronal de esta disputa, los platos rotos los pagaríamos los trabajadores. Esto es lo que esta ocurriendo: un brutal ajuste se está descargando sobre los trabajadores.

Tanto el gobierno K como los gobernadores y el conjunto de la patronal están imponiendo escandalosas medidas antiobreras y antipopulares como suspensiones, despidos, negativa a la reapertura de paritarias, rebaja de jubilaciones, aumentos de tarifas, etc.

El caso más paradigmático de esta situación es el que se está viviendo en el gremio del neumático: una lisa y llana provocación empresaria. Una jugada que busca mantener las condiciones de esclavitud laboral y aplastar la experiencia independiente que se expande desde FATE al conjunto del gremio por el expediente de producir despidos en masa ¡en plena negociación paritaria!

Se trata de 200 trabajadores arrojados a la calle (la flor y nata del activismo), del rechazo a otorgar un aumento salarial que no sea una burla grotesca (13% para este año y el 15% recién en enero del 2009), de la cerrada negativa a reincorporar a los cesanteados incluso luego de dictada la conciliación obligatoria.

Se rearma la Santa Alianza reaccionaria

Sin embargo, a lo largo de los últimos meses también dijimos otra cosa: que la clase obrera argentina no se iba a dejar esquilmar tan fácilmente.  Porque la relativa recuperación del nivel de vida, empleo y organización de los últimos años –subproducto de la rebelión popular del 2001– no podrá ser borrada de un plumazo sin pasar por la prueba de durísimas peleas de resistencia.

Esto es lo que está comenzando a ocurrir: el importante incremento en la conflictividad social como producto del ajuste económico puesto en marcha bajo la batuta del gobierno K. Ajuste económico que cuenta con la abierta complicidad no sólo de las patronales de la industria sino de quien hasta ayer mismo era su supuesto “oponente”: las patronales del campo (“chacareros” de la FAA incluidos) y el conjunto de la oposición política capitalista. Cuando se trata de atacar a los trabajadores, no tienen empacho en rearmar su Santa Alianza reaccionaria antiobrera y antipopular.

Por ejemplo, ya es un secreto a voces que se viene el incremento de todas las tarifas: transporte, luz, gas, combustibles, etc. Aumentos que impactarán de lleno sobre la inflación, aun a pesar de que habría una “meseta” en el alza debido al enfriamiento (reducción del ritmo de crecimiento) de la economía, que ya comenzó y está dando lugar a las actuales suspensiones y despidos.

De la pelea entre los de arriba estamos pasando entonces a un momento marcado por el retorno de una durísima guerra de clases entre esta Santa Alianza (gobierno K, patronales, instituciones de la “democracia” y burocracias de todos los colores) y los distintos sectores de trabajadores que comienzan a dar pelea (neumático, docentes de la provincia de Buenos Aires, estatales de Córdoba, etc.).

Y lo que estamos viviendo en el neumático es la lucha de un importantísimo sector del proletariado industrial que ya pinta como para escribir una de las páginas más gloriosas de la historia de la clase obrera de los últimos años, y que hay que disputar con uñas y dientes para ganarla.

El salario del miedo

La decisión de Cristina K de quedarse (luego de los amagues de renuncia) significa su aceptación de que hará el “trabajo sucio” que le está pidiendo el conjunto de la patronal. Es decir, buscar las vías para que los trabajadores paguemos el altísimo precio de la crisis. Por esto mismo, ya está a la cabeza de un brutal ajuste económico. No hay que dejarse engañar: los K están implementando este escandaloso ajuste pero buscando mantener las formas típicas del matrimonio presidencial. Es decir, enmascarándolo detrás de palabras y gestos vacíos.

Es exactamente lo ocurrido con el show del Consejo del Salario Mínimo. El inicio de la semana estuvo marcado por el anuncio con bombos y platillos del acuerdo alrededor del mínimo. Ríos de tinta se escribieron acerca de una puesta en escena que tuvo más de maniobra que de cualquier otra cosa.

Porque el “universo” de trabajadores que abarca este “aumento” no va más allá de, a lo sumo, 300.000 trabajadores. Se trata de aquellos sectores que están en blanco pero fuera de los convenios que abarcan las paritarias. Para ellos, el mínimo aumento de 980 a 1200 pesos (más ¡40! a fin de año) no deja de ser una escandalosa miseria cuando la canasta básica bordea los 3000 pesos o más.

Se trata de una medida que implica dos maniobras simultáneas. Por un lado, el Consejo de Salario Mínimo se viene reuniendo al final de la ronda de paritarias. Por lo tanto, lo que se busca en el actual acuerdo entre gobierno–empresarios–CGT–CTA es certificar la no reapertura de las paritarias, que es un clamor en los lugares de trabajo ante la escalada inflacionaria.

Simultáneamente, existe una trampa más siniestra: en nuestro país permanece como un dato estructural impuesto por los patrones en la década del ’90 (y legitimado por el gobierno K) el hecho de que prácticamente el 45% de la fuerza de trabajo permanece en negro. No sólo ninguna medida efectiva ha sido tomada frente a esta realidad, sino que, ex profeso, el salario mínimo acordado en nada obliga a las patronales que emplean trabajadores en negro a tomar esta miserable cifra como el piso de los salarios que pagan, los que, créase o no, rondan en promedio la irrisoria cifra de 600 pesos mensuales. Para no hablar de los casi dos millones de trabajadores que siguen desocupados (o subocupados), y cuyos planes sociales –para la minoría que los recibe– siguen clavados en la vergonzosa cifra de 150 pesos.

La nota de color estuvo dada por las entidades del agro. Aunque tratando de disimular, estaban sentadas –como corresponde– del lado patronal en el Consejo. Y junto con los demás capitalistas, Tomada y los burócratas de la CGT, votaron el aumento miserable del mínimo a 1200 pesos.

Para colmo de colmos, y vergonzosamente, su voto fue puramente testimonial, porque en realidad el peón rural se rige por otro convenio –heredado de la dictadura militar– que fija un salario mínimo aun menor que el urbano. En este sentido, las declaraciones de Silvio Corti, de la FAA (no de la oligárquica Sociedad Rural o de la CRA), no tienen desperdicio: “El reclamo es justo, pero hay que consensuar bien las cifras. Los productores vinculados a la agricultura intensiva están en condiciones de afrontar las subas, pero la ganadería está en una crisis tal que un incremento complicaría los números. Ojalá pudiéramos dar el aumento, pero el problema es que la producción no vale, nos mantienen los precios por debajo de los costos”. Es decir, el típico lamento de todas las patronales que en este mundo capitalista hay.

Y para la antología del cinismo están las declaraciones de Gerónimo Venegas, secretario general de la UATRE. Después de haber apoyado incondicionalmente el lock out agrario patronal, viene a decir que: “los jornaleros fueron los grandes perjudicados en el conflicto”. ¡Chocolate por la noticia! Que tome nota de esto la capituladora “izquierda campestre”, que no ha tenido empacho en proclamar como un “triunfo popular” el triunfo archi–reaccionario de las patronales agrarias, que ahora se descarga bajo la forma de ajustazo sobre todos los trabajadores del país.

Estallido en Córdoba

Para completar la maniobra distractiva, el gobierno K acaba de anunciar un proyecto de “movilidad jubilatoria”: se trataría de dos aumentos por año (a partir del 2009) pero no comenzando por un sustancial incremento de los mínimos ni indexado por inflación, sino sobre la base del miserable piso de los increíbles 690 pesos que rigen hoy.

Es decir, bajo el gobierno de los K y del conjunto de la oposición patronal (en las provincias), los jubilados sólo pueden esperar seguir viviendo sus últimos años en la miseria.

Esto es lo que produjo el estallido cordobés de los últimos días. Su gobernador, el pro–campo Schiaretti (connotado miembro de una oposición patronal que abarca desde Macri hasta Vilma Ripoll), descargó una lisa y llana reducción de las jubilaciones (y no sólo para las mayores de 5.000 pesos, como miente el Grupo Clarín).

Que el universo de trabajadores abarcados en este saqueo es inmenso lo vino a reflejar la multitudinaria movilización de los estatales provinciales, escandalosamente reprimida como forma de facilitarle el trabajo sucio a la Legislatura provincial, que ni lerda ni perezosa votó a favor de este robo a los trabajadores. No trata sóo de Schiaretti: otros gobernadores –tanto K como pro campo–, están planificando medidas de ajuste presupuestario por el estilo. Para no hablar de que las patronales están remarcando los precios sin ningún tipo de control por parte del gobierno, mientras las paritarias permanecen cerradas bajo siete llaves.

Consigna oficial: que la experiencia de FATE no se extienda

Esta coyuntura post conflicto campo–gobierno K no esta sólo caracterizada por el enfriamiento económico y el ajuste: está despuntando una ola de luchas y reclamos obreros de importancia. Entre ellas hay una pelea en particular que tiene todas las características que la caracterizan como el caso testigo del momento: la pelea de los obreros del neumático por el salario, contra los despidos y en defensa del activismo y el Cuerpo de Delegados y Ejecutiva de FATE.

Aquí están en juego dos aspectos entrelazados. Por una parte, la patronal del neumático (Madanes y las patronales multinacionales japonesas e italianas) están jugadas a mantener a rajatabla las brutales condiciones de explotación y miseria salarial que conquistaron en los 90. Quincenas que en muchos casos no alcanzan los 700 pesos (horas extras y jornadas “normales” de 12 horas incluidas, como en Pirelli), turnos continuos de trabajo sin fines de semana (en todas las plantas) y otras condiciones de esclavitud laboral que despiertan la envidia de otros sectores patronales es una parte de lo que esta en juego. De ahí la vergonzosa situación de que mientras el SUTNA todavía no hay firmado su paritaria (y ya tiene encima 200 despidos), por abajo se está exigiendo la “reapertura” (mas allá de la cerrada negativa de la CGT y el CTA) de los convenios firmados meses atrás.

Pero hay otro componente de importancia estratégica: una parte creciente del gremio no soporta más la dirección traidora de Pedro Wasiejko, entregador del viejo convenio durante los 90 y organizador sistemático de derrotas y entregadas.

Por eso, contra viento y marea, está avanzando la Lista Marrón. Experiencia que desde FATE amenaza con extenderse a Pirelli y Firestone. Una experiencia marcada por la intransigente independencia de la patronal y la democracia de las bases, y que ya le está ya disputando en los hechos la dirección de todo el gremio, configurando un hecho casi sin precedentes cercanos y realmente revolucionario en el proletariado industrial argentino.

Esto es lo que explica que la respuesta de la patronal haya sido tan brutal, así como también la casi abierta complicidad de la dirección del SUTNA. Es que en plena negociación paritaria ha montado la provocación de producir despidos en masa, echando –hasta el momento y en varias tandas– casi 200 trabajadores de las tres plantas (los que ahora, conciliación obligatoria mediante, revisten la figura de “licenciados”).

Una provocación en toda la línea porque, formalmente, la medida fue tomada contra el paro legal de 48 horas que se cumplió a mediados de julio, paro que fue convocado por la propia dirección del SUTNA (bajo la presión de las bases del gremio), sindicato que lógicamente tiene personería gremial y está autorizado legalmente a convocar a medidas de fuerza.

Rebelión obrera en el neumático

Así, la patronal del neumático pretende imponer al activismo y todos los trabajadores del gremio una derrota categórica al estilo de la del Casino de Buenos Aires a comienzos de este año, preparándose para una lucha durísima, larga, de desgaste, desconociendo en los hechos una conciliación obligatoria que buscan –en lo que dependa de ellos– que no tenga ningún efecto práctico. Sólo han aceptado que los despedidos se transformen en “licenciados”, permaneciendo fuera de las plantas.

Los trabajadores del neumático se enfrentan entonces con una patronal que, rodeada de la misma Santa Alianza que enfrentamos en oportunidad de la lucha del Casino, busca imponerle una derrota histórica a la base obrera, y que cuenta con esto con un arco de complicidades que va desde el gobierno K hasta la propia dirección del SUTNA.

Un gobierno K que busca congraciarse nuevamente con las patronales industriales luego de las “arengas” de su esposo. Y una dirección del SUTNA que, con más “doble juego” que la de los gremios portuarios y ALEARA en oportunidad del conflicto del Casino, busca “calmar las aguas” del cuestionamiento que sufre desde las bases siendo cómplice de una eventual dura derrota del activismo y la Marrón.

Pero hay que señalar de manera absolutamente categórica: ¡el neumático no es el Casino! Se trata de un gremio que abarca tres de las fábricas más importantes del país. Un gremio industrial con una nueva generación obrera que está recuperando –de manera creciente aunque todavía desigual– los métodos de lucha de la mejor tradición de la clase obrera.

Esto lo hemos vivido en estos últimos días en jornadas realmente históricas: ocupación parcial de las plantas como en Pirelli, organización para hacer entrar a los despedidos “licenciados” a la cabeza de cada turno como en FATE, elementos de confraternización entre las bases de las tres fabricas, incipientes elementos de coordinación entre la Marrón y el activismo de Pirelli y una disputa más o menos abierta por la dirección del conjunto del gremio.

En síntesis: la Santa Alianza enfrenta una creciente rebelión obrera de la base del neumático que, a pesar de la brutalidad del ataque en curso, no le va a resultar tan fácil derrotar.

Por una campaña de masas de fondo de huelga

En lo inmediato la situación es la siguiente: se arrancó una conciliación pero las patronales no la están acatando y el gobierno K no hará nada para que esto cambie. En Firestone, la traidora dirección de Wasiejko ha aceptado como un hecho consumado que los despedidos permanezcan fuera de la planta en calidad de “licenciados”. En Pirelli se dio una heroica pelea, logrando que ingresaran y permanecieran dentro de planta a lo largo de casi media jornada. En el caso de FATE, y no casualmente, orgullosamente en cada turno se ha logrado el ingreso con los despedidos–licenciados a la cabeza, y la situación permanece así al cierre de esta edición.

Ahora mismo hay que aprovechar las semanas que vienen para organizar una campaña de masas de fondo de huelga, sostener la organización de los despedidos de Pirelli, mantener adentro de planta a los de FATE, imponerle a la burocracia la Asamblea General del gremio (como exigió toda la base en oportunidad del acto el miércoles pasado) y prepararse para volver a salir con todo a la lucha cuando termine la conciliación.

El comité de apoyo en el SUTNA San Fernando puede cumplir un papel de inmensa importancia también como ámbito de coordinación efectiva, proyectando la experiencia de FATE como bandera para todos los sectores en lucha, tanto en la disputa por la dirección del gremio como en su carácter de uno de los puntos de referencia más importantes en la recomposición de la vanguardia de la clase obrera argentina.

Pero para esto, la tarea ordenadora de todo es que la lucha del neumático se gane, que entren todos los despedidos, que se logre el aumento del 35% y que se consolide así la Marrón.

Para las corrientes que nos consideramos socialistas revolucionarias no puede haber hoy tarea más importante que ésta, y así lo entendemos desde el nuevo MAS. Nuestro partido está dejando toda otra cuestión de lado en la tarea por lograr que esta lucha –en la que tenemos una importante y muy exigente responsabilidad– se salde con un triunfo estratégico.

¡Adelante compañeros, a ganar!


Todos con los obreros del neumático

Llamado del nuevo mas, 31/07/08

Las empresas han descargado toda su furia explotadora contra los trabajadores. El viernes 25 en horas de la tarde – noche comenzaron a llegar centenares de despidos, realizados en forma masiva y coordinada, en las tres empresas. Hasta el momento son más de 200, cerca de un 5% del total de trabajadores de la actividad. Esta es la repuesta prepotente al justo rechazo obrero a la miseria que ofrecieron en las paritarias un: 13 % para este año y un 15% para el 2009, más la suma no remunerativa en cuotas.

La respuesta obrera estuvo a la altura e las circunstancias,  por abajo, primero en  Pirelli y luego FATE le imponen el a la burocracia el paro por tiempo indeterminado  en los hechos, finalmente a las 24 hs. Wasiejko para Firestone y mandan  a la los trabajadores a sus casas.

Hacer cumplir la conciliación obligatoria efectivamente

El miércoles el ministerio de trabajo decretó la conciliación obligatoria de oficio a partir del jueves 31/07 a las 6 de la mañana (ver paginas centrales). Los trabajadores de FATE vienen haciendo cumplir lo resuelto de manera efectiva, pero es una pelea de hora a hora.

Las empresas mandaron telegramas a todos los despedidos reincorporándolos pero licenciándolos en el mismo acto, burlándose de la conciliación.

Los trabajadores de FATE rechazaron esto entrando todos y exigen que se les de tareas a sus compañeros despedidos cosa que la empresa no les da, pero en algunas ocasiones los trabajadores logran imponerlo. La empresa presiona permanentemente, no dejar trabajar es una de ellas, para que los compañeros despedidos se vayan de la fábrica.

Cada cambio de turno es una lucha, por que la empresa pone dificultades crecientes para que no entren los despedidos. La noche del jueves 31 fue la más tensa hasta el momento por que había mucha presencia policial y unos 8 agentes de la guardia de infantería esperaban en la entrada habitual luego de la “puerta chica”. Finalmente los trabajadores, luego de unos forcejeos, pudieron entrar.

Cada entrada de turno es una lucha, en la medida que vencen las presiones de la empresa, los trabajadores van tomando mas confianza en sus propias fuerzas. Pero es una pelea permante y no se pueden descartar todo tipo de maniobras y provocaciones.

Traición Violeta en Pirelli

Mientras los trabajadores de FATE entraban a la empresa, el jueves a la madrugada, en Pirelli los delgados de la Violeta (que responden al burócrata de la CTA, Pedro Wasiejko) retenían a los despedidos en la puerta. Previendo esta situación una delegación de obreros de FATE llegó a la puerta de Pirelli, informando lo que pasaba en San Fernando y llamando a los trabajadores a entrar. Los despedidos de Pirelli se hicieron eco y luego de muchos forcejeos los entraron junto a sus compañeros, el nuevo MAS estuvo junto a los obreros en estos acontecimientos.

Luego de haber entrado al predio de la empresa, la vigilancia privada, la policía y los delgados de la Violeta impidieron que los trabajadores despedidos entren a sus lugares del trabajo, los retuvieron sin dejarlos entrar a los galpones de producción. Durante horas y ante la valiente resistencia de los trabajadores que los tuvieron aislado y cuando los demás trabajadores iban a buscarlos los delgados de la Violeta lo impedían y metían todo tipo de miedos con mentiras descaradas, los compañeros se retiraron. Los compañeros de Pirelli empiezan a conocer a fondo la verdadera cara de la Violeta.

Hay que ganar o ganar

Los trabajadores vienen dando una respuesta ejemplar con el paro en las tres fábricas, la movilización del lunes coordinada entre FATE y Pirelli, la marcha – Acto del miércoles, la derrota de la política de Wasiejko– las patronales y el gobierno, consiguiendo la conciliación. Todo esto  es una clara muestra de la fuerza que hay.

Esta pelea no se puede perder, es una lucha contra la esclavitud a la que han sometido los distintos gobiernos y las patronales desde Menem hasta ahora. Esta pelea va a ser dura y larga pero con la unidad de las bases del gremio y el apoyo de todos los trabajadores se puede ganar.

No se puede depositar un gramo de confianza en Pedro, el que se ha caracterizado por entregar una a una nuestras conquistas, ninguna fábrica se debe cortar sola, no tenemos que dejarnos dividir. Tenemos que profundizar la coordinación por abajo y al mismo tiempo imponerle a Pedro una asamblea general del gremio, para preparar la lucha, que va a ser larga y dura, luego que termine la conciliación. Ya hay que empezar con un fondo de huelga nacional y votar la exigencia del paro nacional efectivo de toda la CTA, cunado se retomen las medida en el SUTNA.

Todos con los obreros del neumático

El ataque a los trabajadores del neumático es un ataque a todos, porque todos los trabajadores del país estamos en situaciones similares tanto salariales como de condiciones de trabajo. Porque a todos nos aplican los topes miserables.

Pero además hay que apoyarlos porque se enfrentan a unas patronales durísimas, se trata de Madanes un burgués nacional e industrial amigo de los K dueño de ALUAR y Fate, al que el gobierno de Néstor le adjudicó exención de impuestos, reintegros  y otras ventajas por cientos de millones de pesos, pero también se enfrentan a las multinacionales japonesa e italiana (Firestone y Pirelli).  Por eso todos tenemos que apoyarlos en primer lugar poniendo en pie un fondo de huelga nacional.

• Viva la lucha de los trabajadores del neumático

• Por la reincorporación de todos los despedidos

• Que se cumpla la conciliación de forma efectiva. Todos los despedidos adentro y trabajando

• Aumento del 35%. Basta de esclavitud. Basta de contratados y agencias

• Asamblea general del gremio

• Que la CTA prepare un paro nacional cuando se reinician las medidas en el SUTNA

• Fondo de huelga nacional