Argentina

Después de las elecciones del 28 de junio: ni K, ni Macri, ni Mesa de Enlace, ni UIA

Prepararse para enfrentar un duro ajuste

Nuevo MAS, 10/07/09

Cristina llama al diálogo para “consensuar” el ajuste con los empresarios

Comunicado de prensa
del Nuevo MAS, 10/07/09

Héctor "Chino" Héberling —dirigente del Frente de Izquierda que obtuvo el quinto puesto en las recientes elecciones como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires—, dijo:

«Las declaraciones de la presidenta Cristina Fernández llamando al diálogo a la oposición indican que, luego de la derrota, el gobierno K se prepara a "consensuar" con la Mesa de Enlace, la UIA y los políticos patronales —como de Narváez, Macri, Carrió, Morales, Réuteman, etc.— el "sinceramiento de la economía" que venían reclamando estos sectores. Es que en el fondo todos están de acuerdo (gobierno y oposición) en la "necesidad de un ajuste". Lo que ocurre es que difieren en "el ritmo y profundidad del mismo".

«Lejos del falso discurso de favorecer a los sectores de menores recursos, el gobierno de Cristina acaba de poner en marcha el tarifazo en la boletas de electricidad y gas que se están recibiendo en estos días y el nuevo Secretario de Transportes ya dijo que el precio del pasaje en Latinoamérica es de un dólar, dando a entender que se viene otro ajuste en el boleto de colectivos, trenes y subtes.»

Héberling agregó: «Por eso, desde el Nuevo MAS, reafirmamos las consignas que levantamos en las elecciones: NI K, NI CAMPO. Para que la crisis la paguen los capitalistas, todo el apoyo a las luchas obreras, paritarias libres, aumento de salarios, prohibición de los despidos y expropiación de toda fábrica que cierre o despida masivamente".»

El gobierno sufrió una dura derrota electoral, terminó con un contundente rechazo: casi el 70% del electorado le dio la espalda. Kirchner renunció a la presidencia del PJ y luego siguieron los cambios en el gabinete.

De Narváez, Macri, Solá; Cobos y Carrió recogieron el voto castigo a los K y aunque sus votantes lo sepan o no… expresan programas igualmente capitalistas pero todavía más conservadores y antipopulares que los del propio oficialismo.

Por ejemplo ante el cambio de gabinete salieron a criticar que el gobierno “no escuchó el mensaje de la urnas”, “que el gobierno no se abre al dialogo”. Pero ¿cual es el mensaje de las urnas y el diálogo? Qué mejor intérprete que la Mesa de Enlace: “medidas extraordinarias para ayudar al campo” entre ellas “la baja de las retenciones”.

El grito a coro de la Mesa de Enlace y de todos los opositores de la renuncia de Moreno no es para que los aumentos de salario sean según la inflación verdadera; sino para terminar con los controles de precios que sólo dejan subir los productos todos los meses un 3% para que se “liberen y sinceren las variables económicas”; es decir, que los empresarios suban los precios como quieran y terminar con los números dibujados del INDEC para pagar los bonos de la deuda atados a la inflación, es decir un aumento en las ganancias de la patria financiera.

De todas maneras, todos (grandes patronales de la industria y el campo, gobierno y opositores) son parte de un acuerdo no escrito pero absolutamente real: aplicar un durísimo ajuste económico.

La discusión es cómo se aplica. Por si quedaban dudas las boletas de gas están llegando con aumentos de casi el 400%.

Y el 29 de junio llegó… con malas noticias

Pasaron las elecciones, la realidad virtual se desvaneció y se vuelve al terreno real. El 29 nos enteramos que la gripe “A” era una epidemia. Mientras tanto, la salud pública colapsó. Ir a un hospital e inclusive a un sanatorio es una odisea nada grata: horas de colas y espera no aseguran la atención médica… pero sí el contagio de alguna enfermedad. La cantidad de enfermos varía día a día pero nadie duda que sean cientos de miles los infectados.

Para colmo, los precios de los productos de la canasta básica no dejan de subir de a “centavitos”, pero centavo a centavo se hace un peso. La nafta y el gasoil siguen su escala ascendente.

Es de público conocimiento que cae la recaudación y que preparan un ajuste en materia fiscal. El nuevo Secretario de Transporte ya avisó que el promedio del transporte público en Latinoamérica ronda un dólar, es decir $ 3.80, dando por sentado que la rebaja de subsidios sería “compensada” con otro aumento del boleto. En fin, las medidas de ajuste comenzarán a ser aplicadas por el mismísimo gobierno K.

La CGT y la CTA atrás de un patrón

Ambas centrales fueron divididas a las elecciones en sus apoyos a las distintas candidaturas patronales. Moyano, de la CGT, se jugó todo a los K; al igual que un sector de la CTA (Tito Nena). Por su lado, el “Momo” Venegas de las 62 Organizaciones Peronistas y secretario general de la UATRE (peones rurales) apoyó a de Narváez. Yasky (secretario general de la CTA) y Wasiejko (adjunto CTA y SUTNA) a Sabatella que, a su vez, en la disputa con el campo, apoyó al gobierno. Fabio Basteiro apoyó a Pino Solanas, que a su vez, apoyó a la Mesa de Enlace.

Todos hablaron de la “distribución del ingreso” pero a nadie se le ocurrió plantear y menos luchar para que el salario básico no sean los miserables $ 900 actuales y que cubra la canasta familiar, que ronda en los $ 4500.

Es que a ambas centrales y todas sus fracciones, lo que los une, es que son burócratas y no luchan consecuentemente por los intereses de los trabajadores. Ellos intentan administrar la crisis capitalista sin que exploten conflictos de magnitud, pero al servicio de que la misma la paguemos los trabajadores. Pero esta misma “administración” de la crisis está en crisis, dado que el descalabro económico nacional y mundial cada vez crece más.

Las patronales quieren despedir masivamente e imponer el congelamiento salarial

Las negociaciones paritarias están retrasadas y muy duras. Las empresas no se quieren mover de las sumas fijas no remunerativas o de los miserables porcentajes que ofrecen (10 al 15% anual… y en cuotas). Inclusive hay empresas como Techint que plantean una rebaja del 15% de los salarios de los trabajadores.

Esto, cuando sabemos que la inflación real del año pasado fue más del 25% y eso sin contar lo que viene de arrastre de este año.

Además, se viene una oleada de despidos. La eventualidad de que esto ocurra en la mismísima Papelera Massuh, parcialmente estatizada meses atrás por la lucha de sus trabajadores, y ahora jaqueada por la ola antiestatista de Macri y de Narváez y de otros sectores patronales que piden su quiebra lisa y llana.

A pesar de lo que cada uno votó en las elecciones (lamentablemente, la mayoría de los trabajadores votaron a una u otra candidatura patronal), la eventualidad de un duro ajuste económico en un contexto de persistente división en las alturas, puede provocar un justo estallido de bronca popular y luchas obreras de enorme importancia. Para eso debemos prepararnos.

En ese sentido, las elecciones no han cerrado nada. Más bien han abierto un proceso donde estará en juego quién pagará los platos rotos de la crisis. Como hemos dicho en toda la campaña desde el Nuevo MAS y el Frente de Izquierda, para que la crisis la paguen los capitalistas hay que preparase para luchar.

• No a los tarifazos y al congelamiento salarial.

• Reapertura de las paritarias ya.

• Por un básico que cubra la canasta familiar.

• Por paritarios electos en asamblea.

• No a los despidos y suspensiones. Reparto de la hora de trabajo.

• Nacionalización de toda empresa que cierre o despida.