China

La unidad en torno a una reforma pro–mercado tomó significado
después de la destitución de Bo Xilai

Anuncian más reformas orientadas al mercado

Reuters, 18/03/2012

China no debe aplazar la aplicación de duras reformas económicas, dijo el domingo el viceprimer ministro Li Keqiang, destacando la postura de Pekín a favor de un cambio orientado al mercado tras la destitución esta semana de un ambicioso líder local que quería un papel mayor del Estado en la economía.

Li, que está considerado el sucesor de Wen Jiabao como primer ministro este año, prometió políticas flexibles para mantener activa la economía y los precios estables, centrándose en el estímulo de la demanda doméstica y buscando reformas estructurales para una expansión equilibrada.

"China ha alcanzado un período crucial respecto al cambio de su modelo económico y (ese cambio) no puede ser retrasado. Las reformas han entrado en una difícil etapa", afirmó, en comentarios similares a los realizados por Wen esta semana.

"Aplicaremos políticas más específicas, flexibles y orientadas al futuro para mantener un crecimiento económico relativamente acelerado y contar con niveles de precios básicamente estables", sostuvo en su discurso durante una conferencia de políticas económicas, a la que asistieron altos cargos chinos, la jefa del FMI y decenas de empresarios.

El viceprimer ministro afirmó además que China "profundizará las reformas a los impuestos, el sector financiero, los precios, la distribución de ingresos y buscará avances en áreas clave para dejar que las fuerzas del mercado tengan un mayor papel en la asignación de recursos".

El renovado énfasis de Li en reformas a favor del crecimiento se produce después de que Wen dijera que el país debe afrontar una valiente reforma política para evitar que la segunda mayor economía del mundo tropiece, y prometiera usar su último año en el poder para atacar un descontento social que según dijo podría generar caos.

En una rueda de prensa al final del Congreso Nacional del Pueblo (CNP), Wen afirmó que el crecimiento soportaría mejor los riesgos de las presiones externas, la propiedad local y la inflación y una deuda de 10.700 billones de yuanes (1,3 billones de euros) de los gobiernos locales.

El líder chino redujo el objetivo oficial de crecimiento de China en 2012 a un 7,5 por ciento, desde el 8 por ciento al que se apuntó en los últimos ocho años, y quiso dejar el camino preparado para la puesta en marcha de reformas en áreas como los subsidios, sin presionar la inflación.

La tasa anual de inflación de China se desaceleró a un 3,2 por ciento en febrero, por debajo del objetivo del Gobierno de un 4 por ciento, por primera vez en más de un año. Pero las autoridades siguen particularmente sensibles ante los elevados precios de las materias primas, dado el enorme nivel de importaciones chinas.

Políticas cruciales

Zhang Ping, jefe de la agencia de planificación, la Comisión de Reforma y Desarrollo Nacional (CRDM), dijo en la conferencia que las políticas económicas dirigidas a mantener una expansión relativamente veloz son clave para el futuro chino.

"En primer lugar, necesitamos mantener un crecimiento estable y rápido, el desarrollo es la clave para resolver los problemas de China", sostuvo.

El Gobierno mantendrá una política monetaria prudente y medidas fiscales proactivas, y estará preparado para hacer ajustes, una frase común entre las autoridades chinas que ha sido evocada desde el otoño de 2011.

La muestra de unidad en torno a una reforma pro–mercado tomó gran significado esta semana cuando el liderazgo central de Pekín actuó para controlar la política en la provincia suroccidental de Chongqing y destituyó a su polémico y popular jefe del Partido Comunista local, Bo Xilai.

Los llamamientos a la unidad de los líderes del Partido Comunista central aparecieron en las portadas de los diarios de Chongqing el sábado. No mencionaron a Bo, cesado tras un escándalo cuando su vicealcalde Wang Lijun se refugió en febrero en un consulado estadounidense.

Tras llegar a Chongqing en 2007, Bo, de 62 años y ex ministro de Comercio, lo convirtió en un bastión de cultura comunista revolucionaria "roja" y de crecimiento igualitario, logrando una enorme atención pública al aplicar duras medidas contra el crimen organizado.

Su retórica de alto perfil y propaganda inspirada en Mao Zedong molestó a funcionarios moderados. Pero su estilo populista y avances contra el crimen fueron acogidos por muchos residentes y varios esperaban que Bo lograra un papel más influyente en la política nacional.