Arde Bolivia

 

Desde las bases, extender la huelga general

Por Roberto Sáenz
Socialismo o Barbarie, periódico, 13/05/04

Nuestros jóvenes compañeros de Socialismo o Barbarie de Bolivia nos informan: “El sábado 1° de Mayo se realizó en La Paz una nueva marcha convocada por la COB. La misma fue muy grande, la mayor de todo el año, con una asistencia de unos 40.000 a 50.000 trabajadores. Nuevamente el componente de fabriles fue muy importante, con gran composición obrera y joven: alimenticios, gráficos, papeleros. Y sobre todo, trabajadores textiles como los de las empresa Amatex, una fábrica textil de El Alto que emplea a mas de 800 obreros, con una gran representación y absoluta mayoría de obreros menores de 30 años. Esta marcha, fue presentada como el prólogo al comienzo de la huelga general y los cortes de caminos”.

Sin embargo, al cierre de esta edición se ve que hasta ahora la COB no ha logrado articular bien la huelga. Están en huelga los docentes urbanos de La Paz (inicialmente sólo con una huelga de hambre de sus principales dirigentes), los médicos y los docentes rurales, que la semana pasada realizaron un paro de 72 horas. También han comenzado progresivamente los cortes de rutas de los campesinos de la CSUTCB del Altiplano paceño dirigidos por Felipe Quispe, y hay un sinnúmero de sectores en lucha, pero no centralizados, sino dispersos, por sus propios pliegos reivindicativos.

Es decir que hoy por hoy la huelga ha comenzado muy débil y parcialmente, incluso jaqueada por un confuso enfrentamiento entre mineros cooperativistas y asalariados en una serie de minas.

Sin embargo, por las tradiciones del país, no sería de sorprender que la huelga vaya tomando fuerza con el correr de los días y semanas si se suscitan hechos que polaricen la situación del país y de los trabajadores. Parte de esto puede ser la convocatoria que ha hecho Solares (para el jueves 13 de mayo) a una gran marcha de la COB sobre La Paz que arrancaría desde Patacamaya.

Una convocatoria dividida

Es evidente que la convocatoria de la huelga se da en el curso de una coyuntura totalmente distinta a la del verano, que no está claro exactamente donde terminara, pero que está abriendo una situación de crisis y deterioro de Mesa. En este marco se inscribe la convocatoria de la COB a la huelga “por tiempo indeterminado” y a “los cortes de rutas y caminos” en el altiplano. Según la COB y la CSUTCB, el proceso de crecimiento de la huelga será "gradual". Pero hay un gran problema: es un hecho que importantes sectores están jugados a quebrar la huelga: es el caso de los campesinos dirigidos por Loayza (del MAS), de Cori, de la FEJUVE (Federación de juntas vecinales) de El Alto, y de Melendres y De la Cruz, del COR (Central Obrera Regional) también de El Alto. Además, tampoco apoyan los transportistas y los gremiales (dirigidos por dirigentes sindicales de la "megacoalición" que sostenía a Goñi). Y, por supuesto, la clase media sigue a favor del presidente, y éste es un factor muy importante que juega en contra.

Apoyar y extender la huelga de la COB

La huelga arranca entonces muy dividida y, además, no está claro cuáles son los objetivos de Solares y Quispe. ¿Es la caída de Mesa? No parece ser para nada el caso. Más bien parecen estar jugados a meter presión por sus necesidades. Lo que pasa es que Carlos Mesa está apareciendo cada vez más como continuista de Sánchez de Lozada. Y el acuerdo del gas con la Argentina parece haber rebalsado el vaso. Porque vuelve la exportación del gas y no han dado ni un paso en su agenda para desarmar Octubre. Y, sin nada, la verdadera agenda de reivindicaciones de octubre no se puede desarmar,  ni la agenda de octubre tramposa (o sea, la desnaturalización de los reclamos) se puede imponer.

Este es el grave problema que tiene Carlos Mesa, que puede hacer que el corte de caminos y la huelga vayan creciendo, aunque arranquen con muy poco peso producto de la posición completamente conciliadora y traidora de las direcciones que están a la derecha de la COB. Sobre todo el MAS de Evo Morales, así como los citados Loayza, Cori, Melendres y De la Cruz.

El cada vez más evidente continuismo de Mesa le da legitimidad a la COB contra los que se oponen a la huelga. Porque el hecho es que Mesa no avanzó prácticamente nada, ni siquiera en su plan mentiroso. Esto puede terminar apareciendo frente amplios sectores de masas como una burla, porque se puede pedir "tiempo", decir que "no hay plata", pero por lo menos ya debería haber realizado el plebiscito (tramposo) por el gas (agendado recién para el 18 de julio), dado más pasos con la Constituyente (amañada) del régimen, o a lo menos no exportar gas hasta lograr imponer la reforma (mentirosa) de la ley de hidrocarburos. Pero hasta ahora, nada.

Entonces, arranca una huelga dividida pero con mucha más legitimidad que la fallida convocatoria de febrero, con objetivos sólo de presión sobre Mesa pero que podría ir más allá ante las dificultades del gobierno para imponer incluso su agenda tramposa. Porque si es un hecho que hasta hoy la clase media sigue volcada en favor de Mesa, da la impresión de que franjas de los sectores populares y de trabajadores se han ido desplazando hacia la oposición o la crítica al gobierno, aunque no es posible establecer a priori hasta qué grado. Evidentemente, el progreso de la huelga podría ser un índice en este sentido.

Por esta razón es que partimos de plantarnos claramente en la pelea a brazo partido por lograr el pleno e incondicional apoyo a la huelga de la COB y el llamado a los distintos sectores de trabajadores, jóvenes, originarios y campesinos a sumarse a la misma.

Basta de continuismo: Constituyente revolucionaria

Por un gobierno de la COB, la CSUTCBE y demás organizaciones en lucha

En este marco hay dos cuestiones de extrema importancia: ¿cómo ayudar a que la huelga se extienda y unifique a más sectores? ¿Qué objetivos independientes plantearle?

En opinión de Socialismo o barbarie Bolivia, se debe partir del apoyo al corte de rutas y la huelga general. Esta es la primera obligación elemental: estar del lado de la huelga, denunciando a la vez a todos los dirigentes que se entregan y capitulan al continuismo neoliberal del Mesa.

En este marco, hay que plantear que la COB debe hacer esfuerzos serios y sistemáticos de ganar para la lucha a los sectores que no se han sumado. No se trata de que  Solares agite la huelga como gran combativo pero en general, sin jugarse realmente a que se extienda. La huelga se puede legitimar ante el continuismo de Mesa, pero –insistimos– es fundamental hacer planteos en el sentido de que se extienda a los otros sectores, de que las bases de la COB comiencen a organizarse de manera democrática e independiente mediante asambleas de bases. Que se denuncie a Cori, Melendres y Loayza y se plantee que sus bases se reúnan y voten democráticamente sumarse a la lucha, desplazando a los dirigentes que están en la transa y el reparto de cargos con Mesa.

Hay que hacer todo esto denunciando que es una mentira total del MAS que haya “peligro de golpe de estado". Esto es sólo una cortina de humo para mejor defender a Mesa y su continuismo, para seguir con la línea traidora del MAS y Evo de llevar todo al terreno electoral, de las municipales, de la Constituyente del régimen y de las presidenciales en el 2007.

Respecto de los planteos de la propia huelga, la nacionalización del gas o la anulación del decreto 21.060, hay que ser claros: no se pueden imponer mediante la presión a Mesa como pretenden Solares y Quispe, sino sólo mediante una política independiente de lucha consecuente y de una perspectiva que explicite que fue un desastre darle tregua a Mesa y no haberse planteado realmente el problema del poder. Que se debe poner en pie algún ámbito democrático real que supere los simples ampliados de la COB, donde sólo asisten los ejecutivos de los sindicatos. Esta el planteo (formal) de Solares, que propone retomar la experiencia de la Asamblea Popular de 1971. Puede ser, pero habría que ver en el desarrollo de la experiencia real, que puntos de apoyo y planteos hacer para superar el mecanismo "sindicalista" de Vilma Plata y el POR (y también de otros grupos como el MST) que es todo pedidos, presiones y lamentos a Solares, pero que no plantean una estrategia de democracia de bases que apunte a superar a la burocracia. Como sabemos por la experiencia con Juan Lechín Oquendo, el histórico burócrata sindical de la COB, esta es una tragedia que vive en la clase trabajadora boliviana desde hace más de 50 años.

En caso de que la huelga se extendiera y profundizara, habría que plantear “Basta de Mesa” o incluso “Abajo Mesa”, pero para esto hay que ver cómo evoluciona toda la situación. Y frente a este escenario, lo que habría que plantear es el poder de las organizaciones de los trabajadores en lucha: la COB, el CSUTCBE, COR, COD y las Fejuve, como única garantía de lo que quiere hoy el pueblo trabajador: una Asamblea Constituyente, pero que sólo podría ser realmente soberana de la mano del poder de los trabajadores y no de los enjuagues de la “Megacoalición” en el Parlamento, en sus componendas con Mesa y Morales. Una verdadera Constituyente Soberana para discutir todo sólo puede venir del poder obrero, originario y campesino, esto es, sobre la base de la destrucción del antiguo régimen y el Estado racista. Una Constituyente Revolucionaria.

Evidentemente, en Bolivia, el planteo de “Constituyente Revolucionaria” es muy importante, por el peso que tiene la cuestión nacional originaria y la cuestión agraria (1). Pero, claro, el problema es cómo se levanta la Constituyente: no se trata de la Constituyente tramposa de Mesa y el régimen para su relegitimación, sino de una tarea democrática revolucionaria que, encarnada por la clase trabajadora y la COB, sea vehículo de la revolución y el poder obrero, originario y popular. Tampoco es la Constituyente "radicalizada" de Solares “a la Chávez”, con el planteo de cierre del actual Parlamento; una Constituyente que da por tierra con el actual sistema de partidos, pero igualmente dentro de las reglas de juego de una democracia de los ricos “refundada” y el Estado racista / capitalista.

Por el contrario, creemos que debemos seguir el planteo que hiciera León Trotsky en la revolución española en 1932: “... los obreros avanzados deberán [levantar] la consigna de Cortes Constituyentes Revolucionarias. Debemos desenmascarar implacablemente el carácter charlatán de la consigna de Cortes Constituyentes en boca de la burguesía de ‘izquierda’ que, en realidad, no quiere sino unas Cortes de conciliación (...) con vistas a un trato con las viejas camarillas dirigentes privilegiadas. Una verdadera Asamblea Constituyente no puede ser convocada mas que por un gobierno revolucionario, como resultado de un levantamiento victorioso de los obreros, soldados y campesinos” (2).

Esto es, nuestro planteo lo hacemos en el marco de la pelea real por la acción independiente y el poder de los trabajadores como precondición absoluta para una verdadera Constituyente democrática y soberana, no amañada y tramposa. O sea, una Constituyente Revolucionaria basada en el poder obrero, originario y popular, sobre la base de la destrucción del régimen democrático burgués y el Estado capitalista y racista

Notas:

1. Ver “Crítica del romanticismo «anticapitalista»”, en revista Socialismo o Barbarie Nº 16.

2. León Trotsky, “La revolución española y la tarea de los comunistas”, en España revolucionaria. Escritos 1930-1940, p. 35. Editorial Antídoto, Buenos Aires, 2004.

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