Arde Bolivia

 

Las jornadas de mayo / junio ( Parte II)

El carácter de comuna de El Alto

La Asamblea Popular Nacional Originaria

Por Roberto Sáenz
Socialismo o Barbarie, 19/06/05

“A no dudarlo, la batalla que libramos en las jornadas de mayo y junio que las denominamos ‘por la dignidad de los boliviano y la constitución del poder de los explotados’, ha ratificado una vez más que El Alto se ha convertido en el siglo XXI como el nuevo cuartel general de la revolución boliviana y sus organizaciones como la COR, la Fejuve y la Federación de gremiales de El Alto, como la vanguardia del movimiento social de los explotado y pobres del país”. [1]

El miércoles 8–06 por la mañana, en el local de la Fejuve de El Alto, ocurrió un hecho de gran importancia: se constituyo la “Asamblea Popular Originaria Nacional” como organismo de frente único alteño; con la COB, el COR, la Fejuve, la CSUTCB, la FSTMB y la Confederación de Gremiales al frente de la misma; esto es, eventualmente, como embrión de organismo de poder de la ciudad.

Se declaro a El Alto como “cuartel general de revolución boliviana del siglo XXI” y se votaron una serie de medidas como construir “comités de autoabastecimiento, de prensa, de política, de autodefensa; y otra serie de resoluciones, que a decir verdad, luego quedaron ... mas bien en la nada.

Sin embargo, mas allá de la acostumbrada demagogia de los dirigentes, del hecho de que no bastaba con “proclamar” la Asamblea Popular, sino que había (y hay) que dar pasos reales para construirla. Y que levantado el paro cívico –con el desvió electoral y la “tregua”– se dejo de hablar de la misma, creemos que alcanzó para sentar un precedente que puede ser de importancia para el futuro: ser la forma básica y / o el punto de referencia para la construcción de organismos de un poder obrero y popular alternativo.

Para esto, debería enraizarse hacia abajo, organizarse en base a mandatos y delegados electos en los lugares de trabajo y el territorio; y extenderse y centralizarse nacionalmente[2]. O sea, no ser una nueva expresión de “frente único por arriba” de los dirigentes, sino un verdadero organismo de frente único de las mas amplias masas con centro en los obreros y trabajadores urbanos. En gran medida, esta deberá ser una de las tareas centrales (sino la central) del próximo periodo, incluso si se trata de “tiempos de paz”.

El Alto como comuna de trabajadores

Pero la experiencia de las jornadas de mayo y junio y la declaración de la Asamblea Popular nos plantean otra reflexión. Varias veces hemos señalando en estas páginas nuestra posición acerca de la importancia y el carácter que tiene hoy la comuna revolucionaria alteña en la discusión estratégica con las corrientes “indigenistas”, hoy hegemónicas en Bolivia.

“Parte muy importante de esta discusión, es precisamente la caracterización de qué es El Alto. Para nosotros, se trata de una comuna de trabajadores, popular y originaria. Pero, ¿de qué se trata la ‘forma comuna’? A nuestro entender consiste en una forma social en la cual las clases sociales no se expresan directamente en sus relaciones de producción, sino indirectamente en el territorio en el cual viven como ‘vecinos’. Garcia Linera se refiere a la ‘forma vecino’ (...) para condensar conceptualmente esta cualidad territorializada de la acción colectiva en El Alto y La Paz, a la vez indígena como mestiza, obrera como gremial’.

“Sin embargo, a diferencia de lo que dicen Linera, este carácter de ‘vecinos’ y /o territorial del levantamiento no puede agotar la cuestión (...). El famoso levantamiento de la Comuna de Paris en 1871, revistio el mismo carácter a primer vista ‘territorial’. Sin embargo, Marx no dudo en caracterizarlo como la primer experiencia de levantamiento obrero triunfante de la historia (...). Esto fue así porque a pesar del carácter efectivamente ‘territorial’ del levantamiento de la Comuna parisina, la composición social mayoritaria de la ciudad era de trabajadores, que expresaban ‘indirectamente’, como vecinos, este carácter de clase del levantamiento.

En el mismo sentido general, creemos que la insurrección de El Alto fue un levantamiento no simplemente ‘obrero’, claro esta, pero si de trabajadores, popular y originario. Y, además, en confluencia con los mineros. No se trato de un mero levantamiento indígena, sino de una población trabajadora que efectivamente es culturalmente aymará e indígena pero que al vivir masivamente en las ciudad ha dejado de ser campesina o esta en transito de dejar de serlo.” [3].

Las ultimas jornadas revolucionarias deberían servir para despejar mucho más el debate estratégico: es que el carácter de trabajadores y el componente específicamente de clase trabajadora del levantamiento ha estado –a nuestro entender– más marcado, [4] sumándose al peso numérico que evidentemente seguirán teniendo las organizaciones vecinales de El Alto en general y la Fejuve en particular. [5] Las jornadas revolucionarias que hemos vivido en las ultimas semanas, han sido una confirmación del carácter de Comuna de trabajadores, popular y originaria de El Alto. Efectivamente, centro estratégico hoy de la revolución social de la revolución social en Bolivia.

La burguesía tiene un tremendo problema. Deberá encontrar la forma de “sacarse de encima” una comuna que encierra una unidad en la experiencia de lucha y organización que le dan una enorme potencialidad revolucionaria y estratégica en la Bolivia de hoy. [6]


Notas:

[1] Ídem, Correo boliviano.

[2] Anteriormente, desde estas paginas hemos hablando de “Congreso de Bases” de las organizaciones masas, precisamente como forma de plantear el problema de superar los frentes únicos por arriba y apuntar a la conformación de organismos de masas reales. Pero los nombres son lo de menos: la idea de la “Asamblea Popular” verdaderamente parece estar en la conciencia de amplios sectores (esta el antecedente histórico de la AP del ’71), y de lo que se trata siempre es de apoyarse en las formas y organismos que realmente se den las masas y no inventar doctrinariamente otros.

[3] Critica al romanticismo “anticapitalista”, Roberto Sáenz, Socialismo o Barbarie, Nº 16.

[4] Parte de esto es la notoria ausencia de protagonismo de Felipe Quispe y el que haya estado claro que los cortes de rutas en las comunidades del altiplano y el campo en general, siguieron al desarrollo en El Alto y La Paz en particular, y el resto de las ciudades en general.

[5] No se nos escapa que por su carácter “territorial”, la Fejuve tiene elementos de una organización que expresa un carácter híbrido desde el punto de vista de clase, porque en una misma manzana viven obreros, trabajadores desocupados, pequeño propietarios y comerciantes, jóvenes “marginales” que nunca trabajaron, etc, etc. Pero aun así con esta contradicción social, y por la combinación de la Fejuve con otras organizaciones mas propiamente “sindicales” (como la COB, la COR, los distintos sindicatos docentes y fabriles) la Asamblea Popular apunta a tener un carácter de organismo obrera y popular, esto, obviamente, en la medida que deje de ser un frente único por arriba y se enraíce hacia abajo, no sólo en el territorio, sino en los lugares de trabajo.

[6] El propio presidente “interino” Enrique Rodríguez ha anunciado en los últimos días el proyecto de tener construido para el año 2014, un nuevo aeropuerto internacional en el sur de La Paz.

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