Arde Bolivia

 

Nuevo gobierno y elecciones

Una nueva trampa

El pueblo debe decidir el futuro del país

Por Carla Punkoya – SoB Bolivia
Periódico Socialismo Revolucionario, La Paz, junio 2005

Los partidos tradicionales de la ex "megacoalición", desprestigiados y repudiados masivamente por haber sido arte y parte  en la aplicación de los planes neoliberales y en el remate de nuestros recursos naturales a las transnacionales, junto a Evo Morales y el MAS, han decidido por encima de toda voluntad popular, designar un nuevo presidente para el país: Eduardo Rodriguez. (1)

La decisión llegó luego de casi tres semanas de convulsión social y de un muerto. Días donde se ha venido  desencadenando una movilización de masas sin igual en el país desde octubre del 2003. El régimen se vio totalmente asediado por la enorme rebelión popular que puso nuevamente a Bolivia en los ojos del mundo tras derribar al segundo presidente constitucional en menos de dos años.

A mediados de mayo los conflictos sociales por  salarios, tierras, agua, autonomías regionales y, fundamentalmente, por la renta petrolera, se multiplicaban. Nuevamente Mesa se lavaba las manos, esta vez en lo que hace al gas, y el Congreso aprobaba una Ley de hidrocarburos  tan o más entreguista que la anterior. El MAS, desbordado por la movilización y la presión de sus bases, se vio obligado a abandonar demagógicamente su planteo de 50% de regalías. (2)

Las movilizaciones crecían y se radicalizaban, el país se polarizaba, el Parlamento se veía cada vez más arrinconado y temblaba el endeble gobierno neoliberal de Mesa. Evo Morales aclaraba ante las cámaras que su partido es respetuoso de la democracia y que por eso no planteaba el cierre del parlamento, (3) dejando otra vez más claro que el agua su rol de defensor de ésta democracia del Estado capitalista, q´ara boliviano.

Masivas marchas de trabajadores y campesinos, recorrían día a día La Paz arremetiendo contra la Plaza Murillo y se sumaban otras ciudades. Los bloqueos se extendían más y más hasta incomunicar el 80% del país. Se mantenía firme el paro cívico en El Alto y los efectos del cerco a La Paz se hacían sentir cada vez más en la hoyada con el consecuente aumento de precios y desabastecimiento de carburantes y productos de primera necesidad. Por todo el país aumentaba y se unificaba el grito en tres consignas; nacionalización sin indemnización, Fuera Mesa y Cierre del Parlamento.

Ante este cuadro de situación el ex presidente presenta su renuncia la noche del 6 de junio. Al día siguiente La Paz amanece nuevamente sitiada, Mesa se refugia en el Palacio Quemado esperando  algún desenlace a la crisis. Las miradas se dirigen entonces hacia Hormando Vaca Diez, el primero en la línea de la sucesión constitucional, luego de que el congreso aceptara la renuncia de Mesa. Ese martes 7 el centro  paceño se convertía en el epicentro de los más duros y fuertes enfrentamientos con la policía. Los mismos duraron varias horas, donde hubo más de 50 detenidos y varios heridos por gases y balines. Las calles contenían a miles y miles de manifestantes que bajaban de El Alto, confluyendo con las marchas de la ciudad,  rodeando las inmediaciones de la plaza al grito unánime de "Hormando, ni cagando", en claro rechazo a la posibilidad de que asumiera  Vaca Diez como presidente por considerarlo uno de los  principales causantes de la tremenda  crisis que vive el país.

En medio del caos, sabiendo y sintiendo el rechazo de los sectores movilizados y sin ocultar sus deseos de ser presidente, Vaca Diez en declaraciones a los medios, abría  la posibilidad de sesionar en Sucre, ya que en La Paz no estaban dadas las garantías.  El miércoles 8 Bolivia vivía una tensa espera. La incertidumbre y la resistencia aumentaban al calor de los rumores tanto de una posible  represión militar o "guerra civil" en el caso de que asumiera Vaca Diez  o de un  adelantamiento de elecciones, ambas salidas con el claro objetivo de frenar las movilizaciones que, desde semanas atrás, amenazaban cada vez más al poder.

Es así que el jueves 9 la tensión y la atención se centraron en Sucre, donde diputados y senadores se reunirían para sesionar y decidir la suerte del país. Las movilizaciones,  que ya habían advertido que se harían presentes donde sea que se sesionara el parlamento, cumplieron. Y allí se trasladaron miles de manifestantes a los cuales se sumó parte importante de la población sucrense. Maestros, vecinos, campesinos, estudiantes y mineros se dieron cita en los alrededores de la plaza para impedir la asunción de Vaca Diez y presionar por las demandas que toda Bolivia clamaba.

Pasaban las horas y mientras los políticos se empeñaban en hacerse del poder, los sectores sociales mantenían las movilizaciones y las vigilias. Gasificaciones y enfrentamientos se repartían por la ciudad, la sesión se hacía esperar y la presión aumentaba. 

Luego llegó la noticia...  A pocos kilómetros, caía muerto por una bala de guerra el compañero minero Carlos Coro Mayta. La noticia recorrió el país junto al dolor  la rabia.

En ese ambiente de descontrol, rodeados, aterro–rizados, desesperados y dispersos por los hoteles céntricos, diputados y senadores llegaban a la conclusión de que la cosa ya no daba para más, había que ponerle coto a la situación. La ex megacoalición y el MAS, se ponían de acuerdo en buscar una sa–lida dentro de los mecanismos y canales de esta democracia para frenar la movilización. Así lo ilustran claramente las declaraciones de Gustavo Torrico, comentando la charla que sostuvo con el diputado Paniagua: "Yo le dije al diputado Paniagua, hay un muerto ya. Y el me dijo si, es grave, entonces nosotros nos encargamos de convencer a Hormando para que renuncie pero ustedes se encargan de pacificar afuera". (4)

Ya por la noche y con un muerto sobre sus espaldas, treinta minutos le bastaron al Parlamento para hacer lo que no hizo en tres días. Finalmente Cossío y Vaca Diez, muy a pesar de sus deseos,  renunciaban a sus cargos. Asume la presidencia entonces Eduardo Rodriguez quien deberá llamar a elecciones anticipadas para fin de año. Inmediatamente un nuevo grito se hizo escuchar desde los sectores movilizados de todo el país; "El pueblo no ha peleado para cambiar un presidente por otro, el pueblo pelea y quiere la nacionalización de todos los recursos naturales".

No a la tregua.  Volver a las calles

No hay sabor a derrota. Más bien queda la sensación de que no se ha ganado nada. Queda la sensación de estafa. Se ha peleado por el gas y nos han dado nuevo presidente  y elecciones. Queda la sensación de una astilla en la garganta; "hemos puesto los muertos por el gas y se lo siguen quedando ellos". Queda la sensación de dolor y bronca. Otro  muerto, otro compañero, otro padre, otros hijos, otra esposa. Otra muerte impune. Pero también ha quedado la sensación de que todo continúa.

El argumento de que el nuevo gobierno, es solo un gobierno de transición que debe llamar a elecciones (que todavía  no se sabe si serán sólo serán a presidente y vice o si serán generales) es una nueva y  gran  trampa, que pretende no solo postergar todo hasta las mismas sino también usurpar y reencausar la movilización popular que echó a Mesa,  a Vaca, a Cossío y que quiere la nacionalización del gas. Es un golpe a los sectores  movilizados que han dejado bien en claro que; no han luchado por un mero recambio de fichas sobre el mismo tablero.

Los partidos del sistema buscan una salida, a través de nuevo gobierno, que en el fondo no es más que para defenderse  ellos y  la  clase que representan; la clase de  los capitalistas y el imperialismo. Por esto, es que hoy está planteado continuar el camino de las movilizaciones que ganaron las calles días atrás y no darle tregua a este nuevo gobierno.

Hay que imponer con la movilización en las calles, que es el pueblo el único que puede decidir sobre los destinos del país.

Poner en pié asambleas populares de trabajadores y vecinos como se empezó a hacer en El Alto (aunque de manera inconsecuente) con delegados por lugar de trabajo, villas, fábricas, manzanas, donde se discuta absolutamente todo; qué hacer con el país, qué hacer con su economía, qué hacer con las instituciones, con la relación con el resto del mundo, etc, etc. Confluir en una gran asamblea nacional o como se le quiera llamar, donde, con mandatos desde abajo, desde las bases, se definan los destinos del país; en primer lugar la nacionalización del gas y la convocatoria a una verdadera constituyente, sin trampas, verdaderamente libre y soberana. Cosas que nunca podrán venir del  Congreso de la megacoalición o de esta democracia de los ricos y racista.

Ninguna confianza en el nuevo gobierno

Seguramente algunos compañeros creen que el gobierno de Rodriguez puede resolver algo. Respetamos esta posición pero queremos decirles claramente; Ningún nuevo gobierno patronal va a responder a las agudas necesidades de los trabajadores, campesinos y originarios. Y mucho menos Rodriguez, que se plantea como un gobierno de transición hasta nuevas elecciones y que además no sabemos aún si la situación aguantará tanto sin estallar antes.

Por el contrario, para poder trabajar, comer,  curarnos, estudiar y para poner los recursos naturales a favor de las necesidades de las mayorías y no de la ganancia de pocos, no podemos confiar en que "alguno de ellos" resuelva algo. Las soluciones no van a venir nunca de arriba, sino de la lucha y organización unificada de todos los trabajadores y campesinos del país, imponiendo en las calles las medidas que necesitamos con urgencia.

Organizarse para seguir peleando

¿Cómo hacer entonces para imponer nuestros reclamos? ¿Cómo hacemos para que los políticos no decidan por nosotros y pode decidir por nosotros mismos.? Pués bien, ya nos hemos juntado en las calles en el 2003 para echar a Goni y nos hemos vuelto a juntar para nacionalizar nuestro gas. Pero ahora nos han impuesto a Rodriguez. Entonces, ¿Porqué no seguir todos juntos y organizados de manera permanente, en las fábricas, en las zonas, en todos los lugares de trabajo y estudio? Juntos, en las calles, hemos tendido la fuerza y el poder que derribó a dos gobiernos. ¿Porqué no nos organizamos para que ese poder sea permanente y no esporádico? ¿Porqué no crear desde abajo organizaciones con democracia directa?

Durante estas tres semanas de agitación social, en La Paz y El Alto, se pudo respirar  en el ambiente, ese aroma a doble poder.  Aroma que llegaba  mezclado con el humo de llantas y gases desde las vigilias, barricadas, reuniones, marchas, bloqueos... 

Lo que se ha vivido aquellos días en las calles, dividía, objetivamente, intereses y trincheras: De un lado de las vallas, el poder del Parlamento y sus podridos partidos, la democracia burguesa y sus leyes antiobreras y antipopulares hechas a medida, las FFAA y la Policía y su defensa a las instituciones y a la propiedad privada, las transnacionales y  sus servidores,  los empresarios, la derecha cruceña y  su juventud fascista, la Iglesia, Kirchner, Lula y el imperialismo. Del otro lado, el poder de una inmensa  mayoría de trabajadores y campesinos, los movimientos sociales y de trabajadores con sus organizaciones, miles de mujeres y hombres, jóvenes y viejos, originarios  y  mestizos,  que con su acción en las calles ha puesto en jaque al poder dominante.

La instalación de la Asamblea Nacional Popular y Originaria, auque embrionariamente aún y con todos los límites que ha tenido y tiene, es un paso muy importante  en lo que hace  la construcción de estos organismos de doble poder.  Pero también, de hecho, ante nuestros ojos y al calor de la lucha, se nos han planteado una serie de problemas que aún no se han resuelto y se debe continuar trabajando para resolver. Porque nos  hemos visto frente a los gases y balines de la policía sólo con whipalas, palos y piedras. Porque nos hemos visto sin gas y con problemas de abastecimiento en plena lucha...  Hemos visto que no es suficiente y hace falta ir por más.  La autodefensa y  el abastecimiento han sido cuestiones que se nos han planteado  con–creta y materialmente en la lucha. Y tanto estos problemas como tantos otros han quedado también sobre la mesa.  Y es lo que debemos continuar discutiendo y  profundizando. Hay que prepararse política y prácticamente para que el próximo período de ascenso, que parece  estar más cerca que lejos, nos encuentre mejor preparados.

Para todo esto necesitamos organizarnos; para discutir qué hacer y cómo seguir ante esta nueva coyuntura y estafa política, cuales son las medidas urgentes que hay que tomar y cómo imponerlas. Debemos autodeterminarnos: Tomar en nuestras propias manos la resolución de los problemas.

Necesitamos organizarnos con democracia directa, donde los dirigentes hagan lo que las bases mandan, con revocabilidad inmediata, por medio de asambleas, de todo dirigente que no cumpla con lo decidido y sin privilegio económico alguno. Hay múltiples experiencias en los 200 años de lucha del movimiento obrero y popular contra el capitalismo que muestran que es posible organizarse en forma independiente de los partidos del régimen, de los burócratas sindicales y del Estado. Asambleas, plenarios, congresos de bases y toda otra forma que libremente decidamos desde abajo, en la  perspectiva de un poder alternativo al poder de este Estado de los capitalistas.

Por una rebelión que vaya hasta el final

La rebelión popular que derribó a Goni en octubre del 2003 y las jornadas de mayo/junio que echaron a Mesa nos muestran el camino para empezar a hacer valer la voluntad popular. Desde Socialismo o Barbarie apostamos a continuar y profundizar estas experiencias, para lograr con la lucha conciente, sistemática y organizada, una salida propia de los trabajadores y el pueblo, de los de abajo, los explotados, oprimidos, excluidos y postergados de siempre.

Estas rebeliones  han sido grandiosas porque han hecho conciente la fuerza y el poder de los trabajadores y el pueblo movilizados, que pueden sacarse de encima un gobierno y hacer sentir sus reclamos.

El problema es que si no se plantea una alternativa propia, el resultado inmediato es el desvío de las demandas y el regreso de una nueva pandilla de ladrones. Si bien en las jornadas de mayo/junio no se ha peleado para cambiar un presidente por otro, se ha planteado en los hechos, el problema del  poder. Si no era  Vaca, ni Cossío, ni Rodriguez. ¿Quién debía gobernar entonces? Y al no tener una propuesta en este sentido es que vino un nuevo recambio  por arriba.

Es por ello que la próxima rebelión debe avanzar en organización y propuestas por la positiva. Sólo los trabajadores y el pueblo, con las organizaciones de lucha que ellos mismos construyan al calor de la experiencia, con su propia movilización y con los objetivos que ellos mismos resuelvan, pueden transformar la vida en algo que valga la pena vivir.

La Bolivia de hoy se encuentra en una encrucijada donde se abren solo dos caminos: el camino que ya venimos recorriendo desde hace décadas bajo la dominación capitalista de hambre, degradación, exclusión, saqueo y de continuos engaños y trampas de ésta "democracia" y sus instituciones. O el camino de la transformación social, de la verdadera resolución de la agenda de octubre, del gobierno obrero, campesino, originario y popular. El camino de la revolución que revierta esta situación donde una minoría insignificante de la sociedad vive y disfruta a costa del sufrimiento y el esfuerzo de millones.

Hay que preparar una rebelión que vaya hasta el final, hasta un gobierno de los trabajadores y el pueblo, que abra paso a una sociedad sin explotación y sin opresión, donde el conjunto de la población trabajadora se autodetermine, decida y resuelva democráticamente su destino. Ese nuevo poder es el socialismo.


Notas:

1 Eduardo Rodriguez es abogado con estudios superiores en Harvard. Fue subcontrolador  de Servicios Legales de la Contraloría General de la República, durante le gestión de Antonio Sánchez de Lozada, hermano de Goni.  "Legalizó" desde la Contraloría medidas como la Capitalización que eran aprobadas a contramarcha por los hermanos Sánchez de Lozada. El premio fue designarlo ministro de la Corte Suprema y luego presidente de ese organismo y cuarto hombre de Estado. Entonces Rodriguez fue llamado a ser el resguardo de los Sánchez de Lozada, quienes mantienen gran parte del poder político en Bolivia. Será el quien lleve adelante las elecciones en Bolivia... Nueva paradoja histórica... Bolpress 08–06–05.

2 El dirigente Román Loaiza, militante del MAS, confesó, que las bases han "rebasado" a su partido. "Nosotros queríamos marchar por más regalías (50%), pero el pueblo quiere naciona–lización y por ella vamos a luchar", dijo el Senador suplente y dirigente campesino que marcha hacia La Paz junto a dos centenares de universitarios, desempleados, cocaleros yungueños y militantes del MAS. Las consignas de la movilización dieron un giro brusco en la última semana. Las bases ya no se conforman con recuperar el 50 % de la renta petro–lera, como proponía el MAS, sino que ahora luchan por la nacionalización de las reservas, los sectores más radicales proponen, inclusive, el cierre del parlamento y la renuncia de Mesa. Bolpress 17–05–05.

3 Bolpress 17–05–05.

4 Declaraciones de Gustavo Torrico, diputado del  MAS, en el programa "En directo" Radio Erbol. Viernes 17 de junio.

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