Bolivia

La oligarquía da un paso atrás y tres adelante

Econoticiasbolivia, 15/05/08

El prefecto de Santa Cruz asume funciones de Presidente y crea su propio Parlamento en abierto desacato al gobierno de Evo, que sólo atina a protestar. La oligarquía y la izquierda indigenista ya trabajan para el referéndum revocatorio del 10 de agosto, mientras la COB convoca a una huelga general para junio contra la oligarquía y para que el "indio presidente" deje de conciliar con la derecha y cumpla con la agenda de octubre

La Paz.– El gobierno paralelo de Santa Cruz, controlado por la oligarquía y los 100 clanes dueños de la tierra y los negocios, dio un paso atrás en su disputa con el gobierno central de Evo Morales sobre las exportaciones, pero avanzó otros tres al conformar de facto un Parlamento regional, al crear un mini Ministerio de Comercio y Exportaciones y anunciar que retendrá el pago de impuestos y regalías regionales, además de duplicar el salario mínimo para los trabajadores.

En abierto desacato a las leyes de la República, el prefecto de Santa Cruz, el derechista Rubén Costas, se proclamó este jueves como gobernador, con atribuciones propias de un Presidente y convirtió a un grupo de consejeros en miembros de un Parlamento provisional regional con capacidad para dictar leyes por encima de las nacionales.

Con estas medidas, Costas, que gobierna de la mano del presidente del Comité Cívico, Branco Marinkovic, y que son el núcleo duro de la oligarquía y de la oposición política que conspira para derribar al "indio presidente", intenta profundizar la dualidad de poderes que existe en Bolivia y llevar a la práctica los estatutos autonómicos separatistas aprobados en el ilegal e inconstitucional referéndum del 4 de mayo.

El propósito declarado de Costas y Marinkovic, que operan con la cobertura de la Embajada de Estados Unidos, según la reiterada acusación gubernamental, es lograr avanzar con el proceso autonómico "lo más que se pueda" hasta el próximo 10 de agosto, fecha en la que se realizará el referéndum revocatorio a nivel nacional para definir si el presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera y los ocho prefectos se mantienen o no en sus cargos.

Como es altamente probable que tanto Evo como Costas sean ratificados en sus cargos, ambos quieren acumular fuerzas y mejorar sus posiciones con miras a una futura negociación entre la izquierda indigenista que gobierna en el altiplano y la oligarquía que tiene todo el poder en el oriente y los valles del país (ver: ¿Quién gana con el referéndum revocatorio?).

Rechazo desde La Paz

Desde La Paz, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, calificó de "inconstitucional" las decisiones y acciones del prefecto Costas.

"Las decisiones de naturaleza ilegal son volátiles, son castillos de arena que se pueden derrumbar fácilmente", advirtió Quintana, en tanto que el senador Félix Rojas, jefe de la bancada del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) calificó como una "locura" lo que hacía Costas.

"El Prefecto no tiene ninguna atribución para asumir esas medidas, es una locura lo que hace (...) sólo continúa con un "show" político que va en contra de la legalidad y la Constitución", dijo al lamentar las acciones de Costas y de los prefectos de Beni, Pando y Tarija que también se preparan para realizar referéndums autonómicos con los mismos propósitos y proyecciones que los de Santa Cruz.

Primero los negocios

Tras recibir oficialmente los resultados del referéndum del 4 de mayo, donde hubo una abstención cercana al 40 por ciento y un apoyo de casi medio millón de votantes a favor de la autonomía (85% de votos por el SI), la primera preocupación de Costas y los 100 clanes fue cuidar la salud de los negocios de los grandes exportadores de aceite y soya, que están prohibidos por el gobierno de Morales de vender en el mercado externo si es que antes no abastecen el mercado interno a precios razonables

Reconociendo sus limitaciones para reestablecer estas ventas al exterior, que significan un ingreso anual para los exportadores privados por encima de los 200 millones de dólares, el prefecto Costas pidió este miércoles al sector agroindustrial acatar "coyunturalmente" las normas emitidas por el Gobierno de Evo para que puedan exportar aceite de soya y girasol refinado y crudo.

"Por el bien de toda la cadena productiva, por el bien de nuestro transporte (les pido) que puedan sujetarse coyunturalmente a esas normativas impuestas por este Gobierno (de Morales)", indicó Costas.

Hasta ahora, sólo la empresa ADM–SAO, de propiedad de la transnacional estadounidense Archer Daniels Midland, se comprometió a abastecer al mercado interno y por ello fue autorizada por la administración de Evo a volver a exportar.

Mientras tanto, las otras dos grandes empresas productoras de aceites, Fino del Grupo Romero del Perú y Rico de la Industria de Oleaginosas Sociedad Anónima (IOL.SA) de propiedad de Branco Marinkovic, se resistían a cumplir esta exigencia y exigían que, en el marco de la "autonomía", Costas les autorice a exportar (ver: Guerra del aceite y la soya).

Miniministerio de exportaciones

Es en este marco, y para no volverse a doblegar ante Morales, que el prefecto Costas determinó la conformación del Concejo de Industria y Comercio Exterior, que funcionará como un pequeño Ministerio de la pujante economía regional.

La resolución emitida ayer le faculta a elegir al Delegado de Comercio Exterior y Exportación, tras presentar al Consejo Departamental en este rubro (conformado por dirigentes políticos y empresariales), que estará encargado de fomentar y promover las exportaciones que se realizarán por cuenta del departamento de Santa Cruz, sin autorización del Gobierno nacional.

La misión de esta delegación será revertir las medidas que asumió Morales en contra de las exportaciones de aceite comestible y otros productos.

"Tiene que quedarle claro al Gobierno (de Morales) que a partir del 4 de mayo no tiene más relación con los sectores (productivos), sino que de ahora en adelante todo será de Gobierno nacional a Gobierno departamental", sostuvo el presidente de la empresarial Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Mauricio Roca.

Parlamento regional y gobernador

Estas acciones se complementaron este jueves con dos medidas institucionales, ilegales y subversivas, como la transformación del Consejo Departamental en una Asamblea Legislativa Provisional y la coronación de Costas como gobernador.

El Parlamento cruceño está conformado por 23 consejeros que se convertirán en parlamentarios, a pesar de que no han sido elegidos por voto popular, y por otros 5 representantes indígenas, reclutados en las filas de los sectores opuestos a Morales. Este Parlamento tendrá atribuciones para dictar "leyes departamentales" con facultades similares a las del Congreso Nacional en 43 "materias exclusivas".

Está definido, en los Estatutos votados el 4 de mayo, que estas "leyes" prevalecerán por encima de cualquier otra norma nacional o municipal, lo que incluye impuestos y la firma de acuerdos con empresas extranjeras y otros países.

Del mismo modo, la transición de prefecto a gobernador, le dará potestad a Costas, por lo menos en lo formal, para que pueda promulgar leyes departamentales y firmar acuerdos internacionales.

"Es preciso que demos por inaugurado un período de transición para implementar a plenitud, con serenidad, responsabilidad y humildad el Gobierno del departamento autónomo de Santa Cruz que hoy se inicia", dijo durante la posesión el prefecto Costas.

Control de los recursos

Todas estas acciones apuntalan el interés de Costas y los 100 clanes para controlar los recursos de la región más próspera de Bolivia y que aporta con la cuarta parte del Producto Interno Bruto nacional. Según anunció el asesor de Hidrocarburos y Minería de la Prefectura de Santa Cruz, Juan Padilla, "ya no se permitirá que las regalías petroleras sean enviadas a la administración central ubicada en La Paz y que la región cobrará directamente a las empresas por la explotación del gas y petróleo en el territorio de Santa Cruz".

"Antes, el Gobierno central recibía las regalías petroleras y luego las distribuía a los departamentos. Ahora, vamos a hacer a la inversa, primero las recibirá el departamento que genera los recursos y luego se pasarán a la administración central (...) Las regalías, por derecho, son un tema netamente de los departamentos productores. Esa plata se queda en Santa Cruz", agregó el funcionario, según refleja el matutino La Prensa.

Más salario para los obreros

En otra acción orientada a lograr la adhesión de los trabajadores hacia el Gobierno paralelo de Costas y Marinkovic se anunció también el aumento del salario mínimo mensual hasta 1.000 bolivianos, según confirmaron por separado el vicepresidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, José Céspedes, y el dirigente de la fracción derechista de la Central Obrera Departamental de Santa Cruz, Edwin Fernández.

Este aumento hasta 1.000 bolivianos (136 dólares), que duplica el mínimo aprobado para todo el país por el gobierno de Morales que es de 577 bolivianos (78 dólares), sería oficializado el próximo 26 de mayo.

"Ahora que se alcanzó un acuerdo lo vamos a dejar establecido en un documento. Esto es producto de una mesa de trabajo entre empresarios desprendidos y conscientes de la situación, y de obreros y fabriles que se merecen un salario digno", dijo Costas.

De concretarse esta acción, Costas y los 100 clanes estarían tratando de mostrar que su política salarial es mucho más beneficiosa para los trabajadores que la ejecutada por el gobierno indígena–campesino de Morales, que en la elecciones del 2005 había prometido triplicar el salario mínimo mensual de 500 bolivianos a 1.500, lo que no cumplió para no herir los intereses empresariales. Según los cálculos de la Central Obrera Boliviana, un obrero necesita un ingreso de 7.000 bolivianos al mes para mantener en condiciones dignas a su familia.

Rumbo al revocatorio

Durante estos actos, Costas urgió a los cruceños a profundizar la autonomía y a revocar el mandato constitucional a Evo Morales en el referéndum del próximo 10 de agosto.

Pese a las diferencias que provocó la vigente Ley de Referéndum Revocatorio de Mandato Popular, la oposición política y regional derechista decidió cohesionarse en torno a esa consulta popular, con el objetivo de revocar el mandato al presidente Evo Morales. Para ello, anunciaron el inicio de la campaña por el "No" a la continuidad del Primer Mandatario.

"Hemos llegado a un acuerdo, y es que el país no necesita una oposición política dividida. Necesitamos cerrar filas para enfrentar este proceso que se viene y cerrar filas alrededor del referéndum revocatorio. Vamos a ganar este referéndum, porque eso lo que necesita este país", anunció en conferencia de prensa en La Paz el senador derechista Roberto Ruiz.

Desde la trinchera gubernamental también se alistan para que ratificar a Evo y revocar el mandato de los prefectos derechistas, aunque, en rigor, exceptuando a los más radicales, unos y otros, sólo quieren acumular más fuerzas para doblar el brazo al contrario en la mesa de negociaciones, tanto para moderar los alcances de las autonomías regionales como para atenuar la aplicación de reformas y cambios a favor de la población. Unos como otros apuntan, en lo esencial, a mantener esa dualidad de poderes, con Evo gobernando en el altiplano y la oligarquía en el oriente y los valles (ver: En Bolivia hay dos gobiernos).

No es casual, por ello, que el ampliado de la Central Obrera Boliviana (COB), celebrado este martes en La Paz, haya calificado el referéndum revocatorio como "distraccionista".

Huelga de la COB

"El Referéndum Revocatorio que se dará en el país, no es más que una distracción hacia el pueblo boliviano porque el gobierno (de Morales) no tiene ninguna intención de liquidar el poder de los ricachones, de esos oligarcas, y no tiene intención de superar la crisis en que se encuentra el país, donde hay hambre, miseria y desempleo (...) quieren hacer pelear entre los pobres", dijo tras la reunión el dirigente de la Central Obrera de Oruro, el minero Jaime Solares.

El ampliado de los trabajadores determinó iniciar el 5 de junio una huelga general indefinida para obligar a Evo Morales a cumplir con la agenda de octubre (nacionalización real de todos los recursos naturales, fin del neoliberalismo y aumento de salarios) y para detener la conjura de la oligarquía, expropiando a los latifundistas.

De este modo, la reunión de la COB instruyó a la Central de Oruro postergar la huelga general que debía iniciarse este 20 de mayo, que había sido convocada para lograr la expropiación de todos los latifundios del oriente, la nacionalización de las agroempresas que trafican con el hambre del pueblo, la verdadera nacionalización del gas, el petróleo y las minas y el aumento general de sueldos y salarios.

"Para el 20 de este mes –había dicho Solares hace una semana–el pueblo debe prepararse para una huelga general indefinida con el bloqueo general de caminos, para que estos cuatro individuos (los 100 clanes familiares de la burguesía agrofinanciera, NdR) que se vayan de Santa Cruz. De aquí a 15 días debemos proveernos de todo, charque, chuño, harina para aguantar la huelga y desde aquí, estoy seguro que Potosí, La Paz, Cochabamba, Sucre, los pobres estamos dispuestos a todo, para acabar esta situación de tanta inclemencia de los ricachones de este país" (ver: Central Obrera: Ni Evo ni la oligarquía).


¿Quién gana con el referéndum revocatorio?

Redacción de Econoticiasbolivia, 09/05/08

Evo Morales, su vicepresidente y los prefectos derechistas aceptan ir a un referéndum revocatorio. El primero tiene más que perder que los otros, aunque todo apunta a que las urnas ratificarán la existencia de dos gobiernos paralelos en Bolivia.

La Paz.– El presidente indígena Evo Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera y los prefectos (gobernadores) derechistas aceptaron ir en 90 días a un referéndum revocatorio de sus mandatos que apunta, en lo esencial, a mantener la dualidad de poderes que se da en Bolivia desde mediados del 2007.

Ayer, a mediodía, el Senado, controlado por representantes de la derecha oligárquica, desempolvó un proyecto de ley propiciado inicialmente por el propio gobierno de Morales y aprobó la convocatoria para poner a votación del pueblo si el Presidente, Vicepresidente y los nueve Prefectos mantienen o no sus cargos.

La decisión del Senado fue rechazada inicialmente por los parlamentarios oficialistas, pero después el propio Morales anunció su decisión de someterse al voto ciudadano.

Con fuerte apoyo electoral en el Altiplano y el área rural para el presidente Morales y un sólido respaldo en las regiones del oriente y los valles para los prefectos derechistas, es altamente probable que Evo y sus principales opositores en Santa Cruz, Tarija y Pando sean ratificados en sus cargos, con lo que se mantendría inalterable la existencia de dos gobiernos en Bolivia, el de la izquierda indígena–campesino y el de la derecha oligárquica y fascista.

El primero, el legal, del presidente indígena Evo Morales, con masivo apoyo campesino y el control del altiplano (La Paz, Oruro y Potosí), con mando sobre el Ejército y la Policía y el respaldo de los sindicatos y las clases medias. El segundo, en los valles y llanuras del oriente y sur del país, donde pesa más el poder de la oligarquía latifundista y la burguesía financiera–comercial, que gobierna de facto y cuenta con la adhesión militante de las clases medias y la sumisión de los sindicatos y organizaciones cívicas y populares.

Expectativas

Con el referéndum revocatorio, la expectativa mayor del gobierno de Morales es recibir a nivel nacional la ratificación del apoyo ciudadano y lograr, en el mejor de los casos, derribar a uno o dos prefectos opositores (La Paz y Cochabamba). Queda fuera de la agenda gubernamental la posibilidad de derrotar en las urnas a los prefectos de Santa Cruz y Tarija, donde se concentra el poder de la oligarquía autonomista y separatista.

Adicionalmente, Morales intenta lograr un masivo apoyo electoral que le permita alcanzar tres objetivos: i) recuperar la legitimitad popular menoscabada por dos años de gestión en la que prometió mucho y logró muy poco en beneficio de los más pobres, que hoy están peor que antes por el alza de los alimentos y la caída del ingreso real de los trabajadores, ii) unificar a los sindicatos y organizaciones populares y sociales en torno a su presidencia, aislando a quienes lo cuestionan desde la izquierda por desarrollar una política conciliadora con la burguesía, y iii) recuperarse de la derrota política sufrida con el referéndum del 4 de mayo y retomar la iniciativa política perdida frente a la arremetida de la derecha.

Con un buen caudal de votos, Evo cree que podrá negociar con la oligarquía una salida a la crisis política, atenuando los alcances de la autonomía regional y avanzando en la construcción de un gran pacto nacional que una a la izquierda indigenista con la derecha oligárquica, en el marco del "capitalismo andino", el respeto a la propiedad privada y el respoeto a los derechos de los pueblos indígenas.

La expectativa de los opositores derechistas es igual o mayor y aspira a reducir el apoyo ciudadano a favor de Morales y, en el mejor de los casos, a lograr su revocatoria. Ellos también aspiran a unificar a todas las clases medias del país en torno a la oligarquía, para poder organizar un fuerte movimiento opositor nacional, con lo que su fuerza radicada hasta ahora casi exclusivamente en el oriente y los valles podría subir hasta el altiplano.

En todo caso, por lo menos hasta que se realice el referéndum revocatorio, queda claro que el poder dual que se da en Bolivia se consolidará aún más, tanto por la previsible lucha electoral como por las realización de referéndums autonómicos revistos hasta fines de junio en Beni, Pando y Tarija, donde la oligarquía tiene todas las de ganar.

Otros que hacen previsiones son los dirigentes de los sindicatos y organizaciones sociales que han comenzado a separarse del gobierno y creen que "el revocatorio no resuelve nada". Este es el caso, por ejemplo, de la Central Obrera de Oruro que considera que sólo con la expropiación de las tierras de los latifundistas y de las empresas de la burguesía agrofinanciera del oriente se podrá liquidar con la rebelión oligárquica separatista.

"Que escuche el Presidente, queremos marchar a Santa Cruz para derrotar definitivamente a la oligarquía (...) Para aplastar a la oligarquía como en octubre (2003), tenemos que trazar una senda para que se cumpla la agenda de octubre y la recuperación total de todas las empresas para los bolivianos", dijo hace cuatro días el dirigente Jaime Solares de la Central de Oruro.

Confusión y temores

Anoche el presidente Morales aceptó someter su mandato a referéndum en el que tiene más que perder que ganar y pidió al Congreso le envíe "cuanto antes la ley para promulgarla de inmediato". "Quiero reiterar mi posición de someternos al pueblo, que nos diga quién sirve y quién no para gobernar", dijo el mandatario, que no pudo ocultar las serias discrepancias al interior de su organización, el Movimiento al Socialismo (MAS).

Morales presentó el 10 diciembre de 2007 el proyecto de ley sobre el referendo ante el Congreso Nacional, cuando el país vivía una tensa situación relacionada con el proceso constituyente; luego de su aprobación en la Cámara de Diputados (15 de diciembre) y remitida al Senado (17 de diciembre), permaneció durante cinco meses bloqueada, hasta que ayer, para sorpresa del oficialismo, fue tratada y aprobada sin ninguna modificación en detalle y sancionada.

"Están sitiando al presidente Evo Morales con una y otra maniobra. Sólo quieren boicotear este proceso de cambio y de solución de los problemas", manifestó ayer el vocero del gobierno, Iván Canelas, bastante contrariado por la acción de la oposición.

El senador del MAS Antonio Peredo cuestionó a sus colegas por haber "reflotado este asunto justo en este momento (...) Lo que quieren es darle una "papa caliente" al Presidente para que promulgue una ley que no tiene ahora razón de ser", agregó.

El rechazo al revocatorio también llegó a los dirigentes laborales vinculados al gobierno de Morales. "Es un poco delicado; nos estamos reuniendo en este momento (...) digo que es muy delicado si pierde el Presidente y dónde nos vamos, por eso digo que es delicado", dijo Pedro Montes, de la Central Obrera Boliviana (COB), cooptada parcialmente por el Gobierno.

Montes dijo "no estar de acuerdo" con la determinación del Senado y explicó que esta propuesta no puede ser "impuesta dictatorialmente y nos imponga al pueblo".

Otros dirigentes sindicales más independientes advirtieron que el referéndum era "distraccionista y que no resolvía nada".

Voto popular

Pese a ello, el presidente Morales aseguró que "el referéndum le devolverá al pueblo boliviano la facultad de pronunciarse por el proceso de cambio y justicia que lleva adelante su administración, o por el retorno al pasado", según difundió la agencia gubernamental ABI.

"Hemos recibido con enorme satisfacción la aprobación del Senado Nacional para el Referéndum Revocatorio del mandato del Presidente, Vicepresidente y prefectos de los nueve departamentos", dijo.

Según la norma aprobada por el Senado, en el caso de Morales y su vicepresidente, quedarían revocados si el "no" a su continuidad es superior al 53,7 por ciento de apoyo que consiguieron en 2005 y a los 1.544.374 votos que cosecharon.

Sin embargo, los prefectos tendrían que dejar su cargo de inmediato si su mandato no obtiene el apoyo suficiente y ser sustituidos por un gobernador interino designado por el Presidente de la República.

Si el Presidente y el Vicepresidente son revocados, el Presidente convocará a nuevas elecciones en un plazo de 90 a 180 días y para un nuevo periodo constitucional.