Bolivia

Detonada por la ley neoliberal de pensiones

Crece la rebelión obrera

Econoticiasbolivia, 31/07/08

Multitudinaria movilización de trabajadores conmina a Evo Morales para que elimine la ley neoliberal de pensiones e imponga un sistema solidario con aportes del Estado, las transnacionales y los empresarios

La Paz, julio 31, 2008.– La unitaria y combativa Central Obrera Boliviana (COB) ha iniciado una dura ofensiva contra el gobierno indígena campesino de Evo Morales y contra la oligarquía, en defensa de sus propias reivindicaciones.

Por dos años y medio, la dirigencia laboral, alineada al gobierno de Morales, ha esperado que se cumpla, por lo menos en alguna medida, la denominada agenda de octubre, que consiste en la nacionalización efectiva del gas y el petróleo, la nacionalización de las minas, la expropiación de los gigantescos latifundios, el acceso a una jubilación digna para todos y la mejora de las condiciones de vida y de trabajo.

Muy poco de ello se ha cumplido, y ahora, la negativa de Morales para liquidar la ley neoliberal de pensiones ha desatado una verdadera rebelión de los obreros y los trabajadores, que viene desde muy abajo y que ha rebasado el control de la dirigencia oficialista.

Este jueves, por segundo día consecutivo, miles de trabajadores, dirigidos por los mineros proletarios, marchaban por las calles de La Paz en demanda de la anulación de la ley neoliberal de pensiones y la aprobación de otro sistema presentado por los trabajadores y que es de carácter solidario y no individualista.

A esta movilización se han sumado hoy miles de trabajadores fabriles, que engrosaron las filas de la protesta, abandonando sus fuentes de trabajo y desoyendo a sus dirigentes ligados al gobierno.

Otras ciudades como Cochabamba, Potosí y Sucre están cercadas por los bloqueos carreteros, mientras en la mina estatal más grande de Bolivia, en Huanuni, los 4.500 mineros proletarios, que son la vanguardia revolucionaria del pueblo han decretado desde hoy la huelga general indefinida para imponer sus demandas. Ellos aún evalúan, en asamblea, si envían más contingentes para reforzar la protesta a La Paz o si se lanzan a las carreteras para cortar todo acceso a la sede de gobierno.

Rebelión obrera

La rebelión obrera contra el gobierno indígena–campesino y contra la oligarquía se da a 10 días del verificativo del referéndum revocatorio que definirá si Evo, su vicepresidente Alvaro García Linera y ocho de los prefectos (gobernadores), seis de ellos en virtual desacato contra el gobierno central, son ratificados por los siguientes dos años y medio o removidos de inmediato de sus cargos.

“Nosotros no estamos peleando para tumbar a Evo Morales, sino por una cuestión social, por la jubilación para todos los trabajadores a nivel nacional. Por lo tanto, que no se maneje que este movimiento de la COB como si estuviéramos en contubernio o en complicidad de la derecha. Jamás estaremos en esa situación con la derecha, porque la derecha es una representación neoliberal y no podemos estar confundiéndonos con un movimiento totalmente de los neoliberales que hicieron gemir a este pueblo de Bolivia durante más de 20 años”, dijo el dirigente de la COB, Próspero Quispe, que salió al frente de las sindicaciones gubernamentales.

El propio presidente Morales había acusado, días atrás, que los sectores más radicales de la COB eran un “instrumento del imperialismo” y que estaban “aliados a la derecha”. Con ello, Morales presionaba para que los trabajadores abandonen sus demandas y luchas.

“El principal aliado de la oligarquía es Evo Morales, porque defiende a los latifundistas, a los ricos que explotan a los trabajadores y pagan salarios de hambre (…) Que Evo se defina si va a seguir con los ricos o se va a venir con los pobres”, había retrucado el miércoles el principal dirigente de la Central Obrera de Oruro, Jaime Solares, que este jueves volvió a dirigir la masiva movilización en La Paz.

“Ni Evo, ni la oligarquía”

En el centro de La Paz, en horas de la tarde, grupos de militantes del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) intentaban frenar la movilización de los trabajadores, aunque con escaso éxito dada la magnitud de la protesta, lo que obligó al Gobierno a lanzar a las calles a miles de policías para proteger los edificios y oficinas públicas. Con ello intentan evitar que se repita lo que ocurrió en la víspera, cuando los mineros tomaron por varias horas el Palacio de Comunicaciones, cerrando el acceso a cinco Ministerios.

“Evo cabrón, queremos solución”, gritaban a voz en cuello los manifestantes que, este jueves han dejado en claro que la clase obrera boliviana ya se está cansando de la demagogia del Presidente Morales, que lanza discursos antiimperialistas pero que gobierna defendiendo los intereses de los más ricos y la vigencia del neoliberalismo.

Los sectores más radicales de la COB, como los mineros y maestros, le cuestionan a Morales su negativa para aumentar salarios en una proporción que cubra el alza del costo de vida, con lo que sólo protege los intereses de los empresarios y del Estado que han multiplicado en varias veces sus ganancias e ingresos. También le echan en cara su defección ante la oligarquía y los 100 clanes que son dueños de la tierra y la economía en el oriente y los valles y que ha permitido que estos sectores, apoyados por la Embajada de Estados Unidos, forjen gobiernos paralelos y en abierto desacato al indígena.

“Nuestra lucha debe ir dirigida a arrebatar la fuente del poder económico de esta minoría oligárquica y latifundista. Eso significa luchar por el cumplimiento de las Agendas de 2003 y 2005, nacionalizando las empresas trasnacionales y recuperando las empresas capitalizadas. Así herimos de muerte a los gamonales, frenamos el saqueo, generamos fuentes de trabajo y superamos, en los hechos, la pobreza ancestral a la que nos ha sometido el capitalismo y neoliberalismo”, había ya señalado en abril la asamblea de los casi 5 mil mineros de estaño de Huanuni, donde se trazó la línea revolucionaria que hoy siguen los trabajadores del país.

Allí, en la mayor mina estatal del país, los sindicalistas conminaron al gobierno de Morales a dejar de lado su política conciliadora con la burguesía, que lo único que logró fue que la derecha y el fascismo alcen cabeza, ganen a las clases medias y tomen el control de casi la mitad de Bolivia, levantando gobiernos paralelos y en desacato al de Morales.

“El Gobierno –dijo la asamblea minera–– ya  no puede eludir irresponsablemente este camino. Basta de concertar con los conspiradores y saboteadores del verdadero proceso de cambio. El cambio no debe ser frase hueca sino cambio estructural para recuperar nuestros recursos naturales y explotarlos a través del Estado bajo control social. Nacionalizar e industrializar nuestras riquezas debe ser el objetivo inmediato. La experiencia ha demostrado que sólo el pueblo a través del Estado puede hacerlo”.

Entrevista explicativa

Y ese cambio, prometido por Evo, tiene su cara visible en la lucha por la nueva ley de pensiones, tal como lo explica Felipe Machaca, secretario general de la COB en una entrevista por radio Fides.

–¿Por qué se están enfrentando al gobierno de Morales?

–Hemos estado en diálogos permanentes en muchas ocasiones, especialmente sobre el pliego de la Central Obrera Boliviana, pero no tuvimos ningún resultado. Lamentamos que los ministros del área política, económica y social, agrario y agropecuario, no tuvieron la capacidad de responder a las demandas de los trabajadores. Tampoco han respondido a la Ley de Pensiones de los trabajadores, que se ha vuelto central.

Aquí, quiero ser muy claro. Hubieron gobiernos dictadores, gobiernos neoliberales y ahora entra un compañero cocalero a la Presidencia, del movimiento popular y diciendo que quiere rescatar la agenda del 2003, pero que no lo hace, porque la agenda del 2003 decía la nacionalización de los hidrocarburos sin indemnización, el rescate de los recursos naturales, la Asamblea Constituyente popular y originaria y otros temas que son de lucha permanente de los trabajadores.

Nuestros compañeros cayeron en la masacre genocida del 2003 de Gonzalo Sánchez de Lozada, que hoy es prófugo de la justicia. Después vienen las elecciones y entra al gobierno Evo Morales, que tiene cara de originario, pero que en los hechos está haciendo una práctica neoliberal. En la Central Obrera Boliviana ya hemos denunciado que muchos ministros son neoliberales, vienen incluso de los gobiernos de Sánchez de Lozada, ahí tenemos, por ejemplo, al ministro de Hacienda, el viceministro de la Ley de Pensiones y así muchos ministros que están protegiendo el sistema neoliberal y han vuelto a Evo Morales un florero más.

–¿El presidente Evo Morales es un florero?

–Así se podría entender, porque él no manda ni ordena atender las demandas de los trabajadores y de la Central Obrera Boliviana. Él se olvida que en muchas situaciones, él se protegió en la COB y que la COB siempre ha protegido la demanda de los compañeros cocaleros. Alguna vez, incluso, el suscrito estuvo en huelga de hambre para que levanten el cerco militar sobre el Chapare. Pero ahora, él ya se ha olvidado de su Central Obrera Boliviana. Lamentamos esa situación y que esté actuando como en los gobiernos neoliberales. Lamentamos que tengamos que hacer nuestras marchas de protesta, huelgas indefinidas, bloqueos de caminos y huelgas de hambre como en los tiempos de los neoliberales.

El Gobierno está haciendo la práctica de los gobiernos neoliberales: detenernos, masacrarnos, hacernos comer tierra, pisotearnos. La policía nos hizo en Caracollo (en la represión del bloqueo del lunes 28 de julio de la COB sobre la carretera entre Oruro y La Paz, NdR), nos pisotearon, bailaron sobre nuestras espaldas, nos hicieron perder nuestros documentos, nuestros celulares y posteriormente nos llevaron a patadas a un bus y nos metieron a la maletera y allí nos metieron gas. Muchos compañeros casi se asfixian, golpeamos el portón y ahí nos hemos recordado de los gobiernos neoliberales.

Esas son las acciones neoliberales. Esas cosas las ordena el Ministro de Gobierno, porque la Policía está al mando del Ministerio y del Poder Ejecutivo.

–¿Por qué han bloqueado en Caracollo?

–En Caracollo realizamos un bloqueo de caminos por resolución del ampliado nacional de la Central Obrera Boliviana, donde pedimos la abrogación inmediata de la Ley de Pensiones 1732 y pedimos que se apruebe la ley de pensiones de los trabajadores. La ley 1732 es una ley neoliberal, muchos trabajadores tienen que trabajar hasta sus 65 años y 70 años y no tienen derecho a la jubilación. Por eso ejercimos nuestro derecho a la protesta y fuimos reprimidos con gases y balines.

–Pero, ¿se dan cuenta que con estas protestas están perjudicando a Evo Morales, en vísperas del revocatorio?

–Nosotros hemos dicho al gobierno desde hace mucho tiempo que responda al pliego de la Central Obrera Boliviana, que apruebe nuestra ley de pensiones, consensuada por todos los trabajadores en el segundo congreso de seguridad social y donde el gobierno fue parte. Lamentablemente el gobierno se ha olvidado de la situación de los trabajadores. Entramos al diálogo y nos dijeron que nuestro planteamiento debería tener una consistencia de cinco años en lo matemático actuarial y nosotros lo hicimos por 20 años. Lo presentamos nuevamente y ahora lo que hacen es dilatarnos y dilatarnos.

El compañero Evo Morales hizo bloqueos de caminos y resistió de esa manera la erradicación de la hoja de coca, pero ahora él se ha olvidado y ahora nos mete balines, gases, detenciones, golpes y presos en esas especies de cámaras de gas.

–¿Qué es lo que van hacer?

–Lo que nosotros estamos cumpliendo es la huelga general indefinida con bloqueos de caminos a nivel nacional. El gobierno debe solucionar de una vez esta situación. Exigimos el diálogo entre la COB y el gobierno. Estamos en vigilia y vamos a seguir, aunque nos sigan metiendo gases y balines, hasta que el gobierno atienda nuestras demandas. Caso contrario, si hay detenidos y heridos, el único culpable será don Evo Morales Ayma y García Linera que están actuando como en los gobiernos neoliberales, cuando reclamamos una cosa, lo único que hacían era meternos represión.

Queremos una ley de pensiones que realmente favorezca a los trabajadores. Tantos años que los trabajadores estamos pidiendo esa ley y no hay; después pueden atender el resto del pliego.

–Y si usted fuera Evo Morales, ¿qué haría?

–Lo que alguna vez le dijimos a Evo Morales de que tiene que ser sensible con sus compañeros (…) En todo caso si yo manejo y les doy a mis compañeros esa situación, porque realmente se puede, porque las AFPs han tomado los recursos económicos generados por los pulmones de los trabajadores, han tomado el salario de los trabajadores esas transnacionales. Lo que nosotros queremos es que esos aportes de los trabajadores sean administrados por los mismos bolivianos y por las transnacionales.

Los neoliberales han saqueado al país y a los trabajadores. En el país hay cualquier cantidad de pobres, de desempleados, no hay política agropecuaria, nuestros compañeros del campo viven del autoconsumo y peor en las ciudades donde están los desempleados, que no tienen derecho a la jubilación. La COB está luchando por todos ellos y quiere que el Presidente se sensibilice con los trabajadores.

Un sistema en crisis

La demanda laboral para abrogar la ley neoliberal de pensiones y sustituirla por un sistema solidario, donde los trabajadores activos, el Estado y los empresarios financien el pago de las jubilaciones, es parte vital de la lucha popular y ha sido, incluso, recogida por el propio presidente Morales que había prometido en su campaña electoral hacerla realidad.

Y es que el actual sistema privado de pensiones, administrado por las AFPs Zurich Financial Services y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, sólo brinda posibilidades reales de jubilación al 10 por ciento de la fuerza laboral boliviana, quedando el restante 90 por ciento sin derecho a recibir en el futuro rentas de jubilación, debiendo por tanto trabajar hasta la muerte.

Este sistema privatista se basa en la capitalización individual, donde cada trabajador realiza una contribución mensual del 12,5 por ciento de su salario con destino a su propia cuenta individual, de la cual se beneficiará con una pensión de vejez cuando se jubile. En este sistema, que permite que las AFPs obtengan millonarias utilidades al manejar 3.200 millones de dólares aportados por los trabajadores, no hay aportes de los empresarios ni del Estado.

Este sistema intenta ser preservado tal como está por la oligarquía, los partidos de derecha, las asociaciones y gremios empresariales y los grandes medios de comunicación.

La segunda propuesta, ya remitida al Congreso, es la del gobierno del presidente Morales  que plantea, en lo esencial, mantener el sistema de capitalización individual, con la principal salvedad de que los 3.200 millones de dólares ya no sean administrados por las AFPs, si no por el Estado.

La COB, en cambio plantea, en lo fundamental: i) reducir la edad de jubilación de 65 años a 55 para los trabajadores varones y de 60 a 50 años para las mujeres, ii) volver al sistema solidario para que los trabajadores activos aporten en una bolsa común para la jubilación de los viejos, iii) eliminar la administración privada de los fondos de jubilación, hoy en manos de las AFPs Zurich Financial Services y del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, para que estos recursos sean administrados bajo control directo de las organizaciones de los trabajadores, y iv) que el Estado, las transnacionales y las empresas privadas aporten obligatoriamente a los fondos de jubilación en una cuantía que garantice la sostenibilidad del sistema.