Bolivia

Ante el Referéndum Constitucional del domingo 25 de enero del 2009

Ni con el NO de la oligarquía racista y reaccionaria del Oriente
Ni con el SÍ del MAS, que buscar implementar un capitalismo “andino”

¡Llamamos a la abstención!

Declaración de Socialismo o Barbarie Bolivia
La Paz, 22/01/09

El próximo domingo 25 de enero se realizará el Referéndum Constitucional para definir la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE) y posibilitar la reelección de Evo Morales. Contra los festejos apresurados de publicistas vinculados al gobierno como Pablo Stefanoni, en el sentido de que se había impuesto la estrategia de Morales y Linera de “salida pactada”, el clima del país es de bastante polarización alrededor del texto constitucional. Cómo es habitual, la recalcitrante derecha reaccionaria y racista viene haciendo una durísima campaña en contra del nuevo texto de CPE con argumentos del estilo de que la misma afectaría a “todos los que profesan la religión católica”… argumentos que habrían impactado en algunos sectores de la población más allá del Oriente.

En puridad, es verdad que la realización misma del Referéndum es el subproducto de la derrota de los cívicos en su intentona sediciosa y golpista de septiembre pasado, que dio lugar al asesinato de decenas de campesinos en la localidad de El Progreso en Pando. El fracaso del levantamiento sedicioso fue lo que los dejó transitoriamente a la defensiva y sobre esto se pudo montar el gobierno para pactar el texto constitucional que será sometido a la votación con la representación parlamentaria de PODEMOS, el partido patronal más importante del país.

Se trata de un pacto que se hizo de espaldas a la multitudinaria movilización hacia La Paz, realizada por las masas campesinas en octubre pasado. Esas masas presionaron por la aprobación de la nueva Constitución, pero sin saber nada de nada de las últimas concesiones…

Sin embargo, luego de unos meses donde, repetimos, transitoriamente quedaron los cívicos en un cono de sombras, han retornado ahora a la liza con una campaña bien agresiva por el NO.

A diferencia del ya señalado triunfalismo de publicistas oficialistas como Stefanoni, esta recuperación, por así decirlo, es de total y absoluta responsabilidad de Morales y Linera, porque, en oportunidad del cerco campesino a Santa Cruz en septiembre pasado, le salvaron la vida a la oligarquía ante el justo odio de los explotados y oprimidos bolivianos por la masacre que acababan de perpetrar.

¿Por qué no se puede votar a favor del texto constitucional?

Pero el hecho que nos delimitemos claramente de la oligarquía reaccionaria y del NO, no quiere decir que, desde Socialismo o Barbarie Bolivia, llamemos a votar a favor del nuevo texto constitucional. Es que, sobre los límites del texto que salió de la Constituyente, la negociación con PODEMOS en octubre pasado dio una vuelta de tuerca más en el sentido de una Constitución que, en todos sus aspectos, no cuestiona nada esencial de la Bolivia capitalista y semicolonial de hoy.

No vamos a entrar aquí en cada punto del articulado lo que sería imposible dada la longitud del texto constitucional (más de 400 artículos). Tampoco en el hecho que, en varios aspectos, el texto constitucional es “auto contradictorio”: es decir, dice una cosa en un lado, y exactamente la contraria en otro…

Nos referiremos en todo caso en términos generales a algunos aspectos centrales:

a) El proyecto constitucional, expresamente, garantiza la continuidad de la propiedad privada capitalista en el país.

b) También, garantiza la continuidad de la intromisión de las empresas privadas y las multinacionales en las actividades de producción de los hidrocarburos, sin hablar del tema de los minerales, con la continuidad de la propiedad privada en la minería del oro, del estaño, la entrega del yacimiento de hierro del Mutún, etc., etc.

c) Ni siquiera en el sentido problema de la tierra se crean las condiciones para una verdadera reforma agraria: sea que se fije en 5.000 o 10.000 hectáreas la consideración de qué es latifundio… esto sólo regiría hacia el futuro. Hacia atrás,  los “derechos adquiridos” de propiedad no pueden ser tocados. Es decir que en realidad el texto constitucional legitima a todos los actuales latifundistas del país.

d) Escandalosamente no se deroga la nefasta ley neoliberal 21.060 que viene imperando en el país desde hace más de dos décadas y que garantiza la continuidad de las privatizaciones en el país.

e) Tampoco el texto constitucional incluye verdaderamente artículos que tengan que ver con un mejoramiento sustancial de las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera del país.

En definitiva, el texto ni siquiera introduce reformas dignas de tal nombre. Hay poco y nada que vaya más allá del reconocimiento de derechos de tipo culturales-políticos a la población originaria, lo que no está mal. Pero, incluso en este caso, lo hace manteniendo la estructura explotadora, injusta y dependiente del país. Por eso, difícilmente estos derechos podrán hacerse valer en condiciones de continuidad de la Bolivia capitalista.

Llamamos a la abstención, el voto en blanco o nulo

En las condiciones que estamos señalando, SOB Bolivia llama a la abstención, o al voto en blanco o nulo. Además, la realidad es que hay varios sectores representativos del movimiento de masas que, en esta oportunidad, se han expresado en este sentido, vistos los profundos límites del proyecto constitucional. 

Al mismo tiempo, nos parece que aquellos sectores que desde la izquierda están llamando al voto NO como la LIT-CI (o los militantes del PO (Partido Obrero) argentino en Bolivia), cometen un gravísimo y escandaloso error.

Nuevamente como en el caso venezolano, en su rechazo al gobierno nacionalista burgués o de frente popular, en vez de hacerlo desde una posición de independencia de clase, los militantes de la LIT-CI en Bolivia terminan mezclando escandalosamente sus banderas con la oposición reaccionaria. Y, en Bolivia, para el colmo de los colmos, una  oposición racista.

Insistimos: ¡esto es un escándalo! Porque el hecho es que el contenido real del NO obviamente se lo dan –como no podría ser de otra manera- los cívicos. No hay nada que se pueda hacer desde los pequeños grupos de la izquierda, que pueda modificar esto: se trata de un hecho objetivo del cual hay que partir.

En estas condiciones, mezclar las banderas con los “escuálidos” bolivianos es, repetimos, un escándalo que a la vez confunde y mancha las banderas del marxismo revolucionario, dejándole al oficialismo masista el argumento de que “el trotskismo se da la mano con los racistas”… argumento que se ha podido oír en diversos medios de comunicación.

En estas condiciones entonces, desde SOB Bolivia reafirmamos el llamado a la ABSTENCION y a la continuidad de la pelea por una perspectiva independiente del gobierno reformista del MAS, basada en la lucha de la clase obrera y demás sectores explotados y oprimidos, en el camino de una Asamblea Popular Nacional Obrera, Campesina y Originaria,  frente a los nuevos y dramáticos enfrentamientos que necesariamente vendrán.

Socialismo o Barbarie Bolivia
22/01/09