Brasil

El PSOL se fractura en la Conferencia Electoral

Designan a Plínio Arruda Sampaio como candidato a la Presidencia

La fracción de Heloísa Helena rechaza el resultado y quiere
un "Congreso Extraordinario"

Correspondencia de Prensa, 12/04/10

Las primeras informaciones confirman lo que se anunciaba: la 3º Conferencia Electoral del Partido Socialismo e Liberdade (PSOL) realizada en Río de Janeiro el sábado 10, sancionó la fractura política.

De los 162 delegados acreditados, apenas 89 estuvieron presentes.  Por unanimidad, Plinio Arruda Sampaio fue electo como candidato presidencial del partido en las próximas elecciones nacionales de octubre (ver más abajo el comunicado de la Secretaría de Comunicación del PSOL). El ganador también contó con los votos de los delegados que sostenían la candidatura del ex diputado Babá, quien a último momento desistió para darle apoyo a Plinio.

Por su lado, la fracción que proponía la candidatura de Martiniano Cavalcante – integrada por la ex senadora Heloísa Helena, el Movimento Esquerda Socialista (MES) y el Movimento Terra e Liberdade MTL) –, se reunió en otro lugar (con 92 delegados, según fuentes de esta fracción) y rechazó el resultado. Para Heloísa Helena, la realización de un "congreso extraordinario del partido" es la única forma de "garantizar la legitimidad nacional".

En declaraciones al diario Folha de Sao Paulo (10–4–10), el responsable por la Conferencia e integrante de las fracciones que apoyaron a Plínio Arruda Sampaio, el secretario general del partido, Afrânio Boppré, criticó a Heloisa Helena por estar "omisa" en la organización y en el fortalecimiento del PSOL. Para Boppré, la ex–senadora – candidata presidencial del Frente de Izquierda en las elecciones de 2006 – era "la mejor opción" del PSOL a la presidencia. No obstante, ella y sus aliados del MES y el MTL, impulsaron que el PSOL apoyara a Marina Silva (ex ministra de medioambiente del gobierno Lula), candidata del Partido Verde (PV). Las negociaciones con el PV fracasaron, entre otras razones, por los acuerdos de este partido con fuerzas de la derecha en varios estados.

Fundado en 2004, luego de la ruptura de miles de militantes y luchadores sociales con el Partido dos Trabalhadores (PT) y con el gobierno Lula, el PSOL nunca logró superar el estadio de un frente de tendencias, ni consolidarse como una referencia programática y organizativa de lucha anticapitalista. Ni tampoco consiguió romper con la "herencia maldita" del petismo. Por el contrario, sus orientaciones reprodujeron todas las practicas políticas que terminaron por degenerar al PT. Muy lejos de construirse como "partido estratégico" con definido perfil clasista y revolucionario, el PSOL fue privilegiando el campo institucional y la competencia electoral. En consecuencia, adaptándose cada vez más, a las "reglas de juego" del régimen de dominación, incluyendo su financiamiento a través de los recursos materiales que el Estado y las empresas privadas ofrecen a los partidos "legales".

Marcelo Badaró, en un artículo que publicamos en otro boletín, se pregunta como se revela esta herencia petista en el PSOL. Su respuesta es inapelable: "A mi juicio, la de la degeneración política de los dirigentes cuya desesperación por el control de la máquina partidaria se mostró mayor que el compromiso con los principios exigidos por la clase trabajadora y los militantes comprometidos con la transformación socialista".

Indudablemente, la crisis del PSOL significa un nuevo revés en la construcción de un proyecto revolucionario unitario de la izquierda socialista. Aunque en su discurso ante la Conferencia, Plinio dejó abierta la posibilidad de volver a recuperar el Frente de Izquierda con el Partido Socialista dos Trabalhadores Unificado (PSTU) y el Partido Comunista Brasilero (PCB).

Todo indica que luego de la Conferencia y la división, los dos bloques principales del PSOL continuarán, por un tiempo más, "conviviendo" bajo el mismo lema partidario. Lo que no augura una recomposición política, ni mucho menos el restablecimiento de la democracia interna. En todo caso, esa "convivencia" será parte de un espacio más de la disputa fraccional agudizada por la carrera electoral.


El PSOL proclama a Plínio Arruda Sampaio para disputar la Presidencia de
la República

Plinio defendió la necesidad del Frente de Izquierda,
con el PCB y el PSTU

Secretaria de Comunicación del PSOL, 10/04/10
Correspondencia de Prensa, 12/04/10
Traducción de Ernesto Herrera

El promotor público jubilado, Plínio Arruda Sampaio (79), fue electo en el final de la tarde de este sábado como pre–candidato del PSOL a la Presidencia de la República en las elecciones de este año. Sampaio recibió todos los votos de los 89 delegados presentes a la 3º Conferencia Electoral Nacional. La decisión unánime confirma las expectativas creadas después de la declaración de apoyo de la mayoría de los parlamentarios del partido a la pre–candidatura de Plinio y a las manifestaciones previas de por lo menos 78 de los 162 delegados electos en las conferencias estaduales.

El ex diputado Babá, que también competía por la nominación, decidió, a último momento, retirar su candidatura y llamó a sus adherentes a votar por Plinio. Martiniano Cavalcante y los delegados que votarían por él como representante del PSOL no se hicieron presentes en el evento y su candidatura, por tanto, fue considerada retirada.

Para Plínio, el debate socialista enfrenta uno de los momentos más difíciles de su historia en Brasil, delante de la sacralización de la figura de Lula en el conjunto de la población.  “El desafío es crear el consenso entre los excluidos y conciencia política para enfrentar al capitalismo", dijo.

Entre los puntos que el PSOL debe defender en la campaña, que pretende ser un contrapunto de falsa polarización entre el PT y el PSDB, están: el fin del pago de los intereses y la auditoría de la deuda pública; la implementación de un verdadero programa de reforma agraria, incorporando el establecimiento de un límite de 1.000 hectáreas para las propiedades rurales; un política de reforma urbana que tenga como base la desapropiación de los inmuebles desocupados para la especulación inmobiliaria en el país; el combate a la privatización las selvas, la transposición del Rio São Francisco, la construcción de la usina de Belo Monte, y a los transgénicos; entre otros.

“Esta es una hora histórica. Somos contra el sistema, queremos transformar la realidad. Este es nuestro desafío en esta campaña: decir la verdad y plantar la semilla del socialismo en nuestra sociedad", declaró Plinio.

En relación a las alianzas para el proceso electoral, Plinio defendió la necesidad del Frente de Izquierda, con el PCB y el PSTU, repitiendo la coalición de 2006.

50 años de vida pública

Con más de 50 años de vida pública, Plínio Arruda Sampaio es graduado en Derecho por la USP (Universidad de Sao Paulo) y maestro en desarrollo económico internacional por la Universidad de Cornell (Estados Unidos). Fue diputado federal por tres períodos, habiendo relatado el proyecto de reforma agraria del gobierno de João Goulart.

Con el golpe de Estado (1964)  engrosó la primera lista de proscriptos y se fue al exilio. En la época, el cargo de promotor público que ejercía desde 1954 também fue proscripto, sólo siendo reconocido nuevamente en 1984, cuando fue amnistiado y jubilado. Fue director de programas de desarrollo de la FAO, órgano de la ONU para la agricultura y la alimentación, trabajando en todos los países de América Latina y el Caribe. Fue uno de los fundadores del PT, deputado federal constituyente y candidato a gobernador en 1990 y en 2006, ya como PSOL. Actualmente es presidente de la Asociación Brasileira de la Reforma Agraria (ABRA).


Las (cada vez más graves) encrucijadas del PSOL

Por Marcelo Badaró Mattos (*)
Correspondencia de Prensa, 12/04/10
Traducción de Ernesto Herrera

Acompaño la construcción del Partido Socialismo e Liberdade (PSOL) como interesado directo desde su primer momento. Interesado directo porque, acompañé la trayectoria del PT, de una posición clasista y mal definidamente socialista en los años 1980, a un reformismo tímido en los años 1990 y, ya bien distante del partido, a un explícito social–liberalismo o neoliberalismo de tercera vía con Lula da Silva en la presidencia.

Desde 2003 fue evidente para mi, así como para muchos otros, que la incredulidad en la posibilidad de partidos estratégica y orgánicamente comprometidos con la clase era una de las mayores amenazas para los sectores más combativos de los movimientos vinculados a los trabajadores, que resistían a los llamados adhesivos de Lula da Silva. Una amenaza porque su consecuencia y la dispersión de fuerzas, la dificultad de la construcción común de análisis de lo real, programas de transformación y luchas colectivas, un conjunto que sólo agravará la ya grave situación de reflujo de las movilizaciones clasistas y del proyexto socialista.

Fue ese interés que me llevó al compromiso directo en la construcción del partido y a una constante crítica sobre los primeros pasos de su trayectoria. En todas las evaluaciones que intenté hasta aquí, señalé que la principal disputa el interior del PSOL no se daba entre las corrientes A y B, sino entre dos concepciones diferentes del partido y de su proyecto estratégico, provenientes de su origen, fundamentalmente como la ruptura petista. De una lado, se alinean los que entienden al PSOL como un rescate del "PT de los origenes", del "proyecto original" del PT, traicionado por Lula y la Articulación/Campo Mayoritario. Del otro lado, los que entienden que, aunque la trayectoria del PT no estaba determinada desde su origen, muchos de sus impasses como herramienta organizativa de la clase trabajadora, explicitados a partir de la década de 1990 y excerbados en el gobierno Lula da Silva, resultaron de los límites de sus formulaciones estratégicas y de su práctica política desde su construcción en el auge de las luchas en los años 1980. Por eso mismo, este segundo campo defendió que el PSOL necesitaba construirse como partido de nuevo tipo, aprendiendo de la trayectoria del PT, pero para superarla.

A través de tal análisis, pretendí explicar como se dio la polarización del debate programático en el PSOL. Así, teníamos en el interior del nuevo partido los que defendían la retomada del Programa Democrático–Popula petista – vinculado a su valorización del camino institucional (en la formulación original combinando las luchas sociales, pero en la práctica siempre lejos de eso), como estratégico. De allí se desprendía todo el énfasis en los procesos electorales y en los mandatos mayoritarios y parlamentarios como canales privilegiados de la actuación del partido. Por otro lado, había también quienes defendían en el interior del PSOL la necesidad de superar el Programa Democrático–Popular, evaluando sus límites reformistas, exacerbados por el cuadro actual en que el capital no se muestra dispuesto a conseciones y el ejemplo del PT que ya demostró lo que la vía institucional es capaz de hacer, en el sentido de domesticar e incorporar al orden a los antiguos representantes de los trabajadores. De allí la afirmación por ese sector, de la necesidad de construcción de un nuevo programa socialista para Brasil, en articulación con los sectores más combativos del movimiento social vinculado a la clase trabajadora, polo privilegiado de actuación del partido (sin menospreciar la necesidad de intervención en el plano institucional), para influenciar una alteración de fuerzas capaz de abrir espacio para un nuevo ciclo de luchas más masivas.

Ese análisis no dejó de tener en cuenta algunos otros aspectos de la "herencia maldita" del petismo en el PSOL. Hablo de aquellos aspectos que dicen respecto a la democracia interna y al funcionamiento del partido. Esto porque el PSOL fue fundado en base a la acumulación de críticas al PT, que destacaban justamente la quiebra de la democracia interna del partido, dirigido autocraticamente por los sectores mayoritarios, lo que culminó, inclusive, en la expulsión de parlamentarios que se colocaron por fuera de las deliberaciones parlamentarias para defender derechos de los trabajadores (los mismos que se unieron para fundar el PSOL). Por eso, en sus estatutos fundacionales, el partido recusó el modelo petista de partido dirigido por arriba, de afiliados que son llamados apenas para dar quórum en las instancias partidarias, movilizados en momentos de disputa interna a través de las máquinas clientelísticas de los dirigentes, tendencias, mandatos. En contraposición, nos proponíamos construir el PSOL como partido de militantes, nucleados, con instancias de funcionamiento regular, donde la base decide los rumbos partidarios. Pero, en la práctica de los primeros años del PSOL, esta propuesta todavía está lejos de concretarse.

Nada de eso es nuevo, y estoy lejos en ser el único que lo dice. Sin embargo, mucho más que eso viene ocurriendo en el PSOL desde su Segundo Congreso, realizado en el segundo semestre del año pasado. En aquella ocasión, se instaló una doble crisis en el interior del partido. Su primer núcleo fue la firme disposición de Heloísa Helena de recusar su nominación – en aquel momento no encontaría competidores – para la candidatura presidencial, en nombre de un proyecto personal de disputa de una banca al Senado por Alagoas. Para un partido con fuerte aspiración electoralista, como el PSOL ya había mostrado hasta el momento, el vacío dejado por esa posición de Heloísa Helena era enorme, dado que la expectativa era de que su candidatura garantizaba el coeficiente mínimo para mantener o tal vez ampliar mínimamente las bancadas federal y estaduales. Una expectativa que contagiaba a la mayoría de sus corrientes internas y tambien a los aliados, como el PSTU, que defendió fervientemente la candidatura de Heloísa, incluso si criticaba duramente la "flexibilidad" de su discurso y el programa presentado cuando la disputa presidencial de 2006.

La otra punta de la crisis fue la recomposición de las fuerzas internas que, ocurriendo independientemente del posicionamiento de  Heloísa Helena, llevó a una redefinición no sólo de los sectores y tendencias a conformar el sector mayoritario electo para la dirección del partido en aquel Congreso, sino también de su propia dinámica de funcionamiento. Esto porque el divisor de aguas para la composición de las listas en el Congreso no fue las elaboraciones programáticas contenidas en las tesis a discusión, sino la cuestión de método de hacer política y de la dinámica de funcionamiento del partido. Chantajes, retiro de bancadas, amenzas de las más variadas, llevaron al aislamiento de los grupos próximos a Heloísa Helena (MTL y MES), que hasta entonces habían compuesto con APS (corriente interna con mayor número de afiliados) el sector mayoritario en la dirección del partido.

Las oscilaciones que se sucedieron en el debate interno sobre la candidatura presidencial, como la desastrosa discusión sobre el apoyo a Marina Silva y las postergaciones de la conferencia electoral, afectaron pero no significaron una quiebra de ese realineamiento de fuerzas, que acabó por consustanciar en un apoyo de la mayoría del partido a la pre–candidatura de Plinio Arruda Sampaio. El debte interno entre los pre–candidatos demostró que la polarización interna del partido se mantenía bastante aguda, aunque proyectada hacia otras dimensiones. En grandes líneas, los tres pre–candidatos demostraron una visión común de cual es el cuadro actual y de una correlación de fuerzas bastante desfavorable a la clase trabajadora, y que las elecciones de 2010 serán marcadas por la falsa polarización entre Dilma y Serra, en un todo interesante para que la clase dominante no ponga en discusión las grandes cuestiones nacionales. En tanto, de esta visión común, se extraían conlusiones totalmente opuestas. A pre–candidatura de Martiniano Cavalcanti defendió un sus manifestaciones públicas la idea de que ante tal correlación de fuerzas desfavorable, el camino a seguir era la rebaja de los discursos y programas electorales a un nivel que "no chocara" a la población, o sea, evitar el "propagandismo" socialista. En el polo opuesto, las pre–candidaturas de Babá y Plinio Sampaio, defendieron la necesidad de una campaña centrada en la defensa de un alternativa socialista, presentando propuestas concretas, pero que politizaran el debate en otra dirección, como camino para instaurar un diálogo de nuevo tipo con sectores de la clase trabajadora para invertir la correlación de fuerzas, y no rindiéndose  a ella.

Finalizado el período de los debates, se realizaron las plenarias y conferencias estaduales y en esa etapa el grado de permanencia de la "herencia maldita" del PT se mostró tán crítica que sorprendió hasta aquellos que como yo, consideramos como decisivo el modo en que el pasado petista viene pesando en el PSOL. Vivimos recientemente una serie de episodios deplorables: comenzando por los fraudes en las plenarias, seguido de movimientos de boicot y chantaje a las instancias de dirección partidaria por parte de los sectores más próximos a Heloísa Helena, y culminando con el cierre arbitrario del sitio electrónico del partido en internet, sumado al intento de desplazamiento de los miembros de la Dirección Nacional para una reunión estatutariamente convocada. ¿Cuál es la cara de la herencia petista revelada por estos episodios? A mi juicio, la de la degeneración política de los dirigentes cuya desesperación por el control de la máquina partidaria se mostró mayor que el compromiso con los principios exigidos por la clase trabajadora y los militantes comprometidos con la transformación socialista. Algo que se puede explicar por deficiencias graves en la formación teórica, o por las presiones de un cuadro de reflujo, o por una combinación de esos con otros factores, pero sin jamás olvidar el elemento de desprecio a la ética política socialista, justamente por parte de aquellos que más criticaban moralmente a los petistas y que ahora reproducen por completo.

¿Cuales son las consecuencias de esta situación? Escribo en vísperas de la Conferencia Electoral que va a definir la candidatura del PSOL, la política de alianzas y las líneas generales del programa de campaña. No puede predecir el futuro. Pero, pienso que tenemos que estar preparados para por lo menos dos consecuencias de esta crisis del PSOL

La primera dice respecto al daño que esta situación trae no sólo para la imágen del partido ante sus militantes y los militantes de otros partidos y, especialmente, de los movimientos reales de la clases trabajadora donde actuamos. Ya será difícil convencer sobre la necesidad de los partidos y sobre lo nuevo del PSOL. Me parece que solamente hay una forma de lidiar con eso: demostrando madurez en la resolución de los problemas internos y discutiendo abierta y francamente con la militancia de los movimiento, de forma de demostrar que, si nuestros problemas repiten viejos fantasmas del petismo, no habremos sabido encontrar nuevas soluciones que no diferencien de tales herencias.

La segunda dice a la necesaria profundización del rearme interno, que sólo podrá tener buen término con una recuperación del proyecto original de un partido construido por militantes, nucleados y representados en instancias partidarias de funcionamiento regular, compremetidas con las deliberaciones de base. El cuadro abieto por la crisis actual impondrá a las fuerzas que hoy actúan en el PSOL un claro posicionamiento en relación a ese moddelo de funcionamiento democrático del partido. De allí vendrá la posible superación de la polarización en el debate programático por una nueva síntesis, politicamente más consistente y mejor anclada en el debate con las fuerzas vivas de la clase trabajadora.

Enfrentar esos dos desafíos puede, por otro lado, llevarnos a ejercitar un potencial en que el partido poco apostó en estos sus primeros años de funcionamiento. Comenzando por el momento de la campaña electoral, lo que nos es más próximo, transformando la candidatura de Plínio en un instrumento efectivo de construcción común de un programa socialista para Brasil, con los sectores más combativos de los movimientos sociales – los que se empeñan en la creación de una nueva central sindical, los que son criminalizados, en el campo y la ciudad, y que no se incorporan al orden y resisten luchando. Un instrumento también de recuperación del Frente de Izquierda, ya tan dificultado por las crisis internas del PSOL, ahora más necesario que nunca, para evitar pasar a la clase la imágen de una izquierda socialista tan fragmentada que se torna compeltamente incapaz de influenciar el juego político. Y, principalmente, en instrumento para abrir el diálogo con amplio sectores de la clase en torno de alternativas radicales, socialistas, al orden del capital, porque radical es el grado degenerativo actual de la barbarie capitalista, con la destrucción de los empleos, de los derechos, de la vida humana, de la naturaleza y, principalmente, su incesante tentativa de destruir las figuraciones de otro mundo, posible, socialista, a ser construido por la clase trabajadora en su lucha de liberación.


(*) Militante del PSOL. Profesor del Departamento de Historia de la Universidad Federal Fluminense (UFF). Es miembro del Consejo Editorial de la revista marxista Outubro: www.revistaoutubro.com.br


Declaración de la fracción de Heloisa Helena

Declaración de la mayoría de los delegados
electos a la III Conferencia, 11/04/10 de abril de 2010
Correspondencia de Prensa, 12/04/10
Traducción de Ernesto Herrera

La presidente nacional del Partido Socialismo e Liberdade–PSOL, Heloísa Helena, reunida con 90 delegados nacionales electos a la III Conferencia Nacional Electoral y 12 (doce) presidentes de Direcciones Estaduales en el auditorio del SINDSPREV–RJ (Rua Joaquin Silva, Nº 98), en la ciudad de Rio De Janeiro, informa a todos los militantes del partido:

Nos reunimos en un momento trágico para Río de Janeiro y Brasil. Las muertes por inundaciones y desmoronamientos de la última lluvia y la falta de compromiso con políticas públicas, provocó más de 200 muertes confirmadas hasta hoy. Hoy fue Río de Janeiro, ayer Sao Paulo. ¿Hasta cuando seguirán las tragedias? No se trata de problemas locales, sino de la expresión de un grave problema nacional que vive nuestro país. Frente a los gobernantes y políticos que producen la idea de que el país está en pleno progreso, allí están los progresos: las tragedias de vidas humanas que no pueden ser explicadas solamente por razones climáticas. Como siempre, los más pobres, los habitantes de las favelas, que componen el 30% de la población, pagan la cuenta son sus propias vidas. !Así es el Brasil de hoy!, aquí el progreso y la desigualdad, con el enriquecimiento desproporcionado de un puñado de banqueros, una minoría de latifundistas y grandes burgueses que representan menos del 10% de la población y detentan el 75% de la riqueza nacional. El gobierno federal del PT, el gobierno del PMDB en Río, el gobierno de Serra en Sao Paulo, son co–responsables por esta situación. La aterradora noticia que el dinero público en Río fue desviado de la inversión urbana en las favelas, donde se concentra el mayor número de muertos, muestra una vez más que ellos gobiernan para los intereses económicos y para ampliar sus fortunas personales.

Del lado de los desposeidos está el PSOL, que viene luchando contra la falacia de la corrupción, contra el proyecto nacional del PT y el PSDB, responsables por el gobierno de los ricos. Por eso, el PSOL se reafirma y se postula hoy como una alternativa para otro Brasil, e irá a estas elecciones a demostrar que un futuro justo para el país depende de una nueva política, que ponga fin a los esquemas de corrupción y al sistema de desigualdades sociales esttructurales. El PSOL cree que el pueblo brasilero, a través de sus experiencias, algunas trágicas como esta, y con su movilización irá comprendiendo que Brasil necesita de otro modelo de gobierno y sociedad. !El PSOL tiene lado, el lado del pueblo!.

Dos proyecto políticos se confrontan

El PSOL realizó un intenso debate interno para elegir a su candidato a presidente. Por detrás de los nombres que polatizaban la disputa, Martiniano Cavalcante y Plínio de Arruda Sampaio, se expresaban importantes diferencias políticas.

El PSOL fue fundado por medio de un consenso común: que un partido socialista democrático no se hace sin confrontaciones politíacas e ideológicas, o sin respeto a los bloques y corrientes internas que representan esas diferencias. Estuvieron y estan en confrontados dos proyectos de partido. Nuestro bloque defendió en todos estos meses de debate en la base partidaria las ideas centrales sobre las cuales fue fundado el PSOL en 2004. Un partido socialista y democrático, abierto, que dialogue con amplios sectores de las masas, y busque movilizarlas. Un partido que dispute las conciencias a través de consignas que respondan a las necesidades más sentidas del pueblo, para ser un polo alternativo delante de la falsa polarización entre PT y PSDB. Un partido para la acción, que tiene como principal expresión pública a la compañera Heloísa Helena, con quien el PSOL alcanzó 7 milllones de votos en 2006, que fue la consejal más votada en la historia del país, y que ahora disputa una banca en el senado de Alagoas contra la mafia de Renan Calheiros y Collor de Melo. El otro bloque, defendió que el eje central que debe adoptar el PSOL es el eje de la auto–proclamación del socialismo. De esta manera, se creó otra concepción para el partido, que apunta a un partido restringido a pequeños círculos de vanguardia dueños de la verdad, distante de las reales preocupaciones cotidianas de las masas, y esencialmente propagandista. Nuestro bloque salió victorioso de esa confrontación, en la cual participaron cerca de 10.500 afiliados, de los cuáles cerca de 5.500 apoyaron nuestras propuestas. No fue por casualidad. No sólo porque concurrimos a todas las Plenarias Municipales, explicando nuestra política para el PSOL, sino también porque la mayoría de nuestros militantes quieren un partido que se construya con influencia de masas, como una alternativa concreta de poder, un partido que va más allá de los selectos grupos de "esclarecidos".

Dos métodos frente al PSOL

Mientras nosotros recorrimos el país y fuimos a todas las Plenarias, el otro bloque no apareció para acompañar y disputar las reuniones de los militantes en los estados de Acre y Roraima, optanto por impugnar directamente estas delegaciones, anulando el voto democrático de centenas de militantes, impugnaciones sin amparo en las normas legales de la conferencia. Uno de esos estados, al lado de la Venezuela bolivariana, el otro junto a Bolivia, país donde la mayoría indígena llegó al poder. Además, pusieron interdicciones a otras Plenarias que fueron realizadas de acuerdo a las normas reglamentarias. Crearon un aditivo al reglamento, Término Aditivo, y pretendieron aplicarlo de manera retroactiva en plenarias que ya se habían realizado bajo las reglas anteriores. La mayoría burocrática de la Dirección Nacional, representando al bloque que se negó a aceptar los resultados de la base partidaria, prefirió resolver la disputa impuganando delegados de 2 (dos) estados, a través del instrumento de la Dirección Naciona en una reunión extraordinaria de la cual nos negamos a participar por estar convocada fuera de las normas estatutarias. Así, una supesya dirección reunió 36 de sus 61 miembros y decidió la conferencia electoral a su favor. No satisfechos con imponer burocráticamente al candidato del PSOL a la presidencia, en esa supuesta reunión de la Dirección Nacional, rasgaron el estatuto partidario y retiraron las atribuciones de nuestra presidente nacional, Heloísa Helena.

Para la unidad del Partido, un Congreso extraordinario donde los militantes decidan

Se creó una crisis de legitimidad en la Dirección Nacional del PSOL. Estamos lejos de creer que esta crisis inviabiliza nuestro proyecto. Representamos militantes que quienes el PSOL está por encima de todo. Esa unidad partidaria pasa precisamente por el respeto a las decisiones de la base. Es de esta forma que un partido socialista y democrático debe resolver sus crisis. Frente a los atropellos cometidos por la mayoría de la Dirección Nacional, que ya no refleja una verdadera correlación de fuerzas del partido, apelamos a las Direcciones Estaduales y a los afiliados que lleven adelante, en los términos estatutarios, la convocatoria de un Congreso Extraordinario del PSOL, en el cual se recompongan los organismo partidarios, en base a la correlación de fuerzas que hoy existe. Hasta que ese Congreso se realice, para resolver de manera positiva la crisis del PSOL, nuestro compromiso con los militantes y los afiliados y no apelar a la justicia para dirimir cuestiones de la candidatura presindencial. Hacemos esa opción para que el partido continúe funcionando y para poder realizar campaña electoral. Además, porque confiamos plenamente en los militantes del partido. Sabemos que la militancia no aceptará de manera alguna que estos métodos continúen; que rechazará la caza de brujas, los epítetos utilizados contra las figuras públicas y dirigentes de nuestro bloque; que rechazará frontalmente las declaraciones de Plínio de Arruda Sampaio, que en muchas oportunidades dijo que el partido tenía que romper con los “sectores de derecha” que están dentro de el. No le haremos el juego a declaraciones como esas.

Ganar las calles con nuestros candidatos

Nuestro bloque, está seguro de que el PSOL irá a estas elecciones con armas poderosas ya acumuladas desde su fundación, para invertirlas en la disputa política, para fortalecerse junto al pueblo y ganar mayor representatividad. Las experiencias en Río Grande do Sul, Alagoas, Río de Janeiro, Goiás y muchos otros estados, deben ser retomadas. Estamos ante un escenario electoral difícil, pero convencidos en el proyecto político alternativo que presentamos al pueblo. La elección de Heloísa Helena nuevamente como senadora y es la principal disputa de la coyuntura. El pueblo está apostando no sólo en Alagoas, sino tambien en todo el país para que eso ocurra. Para que en este partido con relaciones degeneradas recuperemos la voz de quien no se dobla delante del poder y está dispuesto a hacer del PSOL un alternativa concreta de poder. Está en juego la reelección de nuestros parlamentarios: creemos que ellos serán reconquistados, y que todavía podremos conquistar otros.

Llamamos a nuestros militantes a salir con fuerza y a ganar las ruas desde ahora. Afiliar nuevos compañeros, colocar nuestros pre–candidatos en acción para preparar una campaña de masas, para hablas con claridad y simpleza al pueblo, para mostrar como nuestro partido puede ser fuerte, y como se puede armar un partido abierto, socialista y democrático.


Posición del PSTU

Infelizmente, no habrá un frente electoral
clasista y socialista

Por Eduardo Almeida Neto (*)
Portal PSTU, 14/04/10
Correspondencia de Prensa, 15/04/10
Traducción de Ernesto Herrera

Todos saben que el PSTU impulsó un frente electoral clasista y socialista con el PSOL y el PCB. La crisis actual del PSOL torna imposible ese frente. No va a existir un PSOL, sino dos partidos en la campaña electoral. Uno de ellos apoyando a Plinio, otro haciendo campaña sin candidato a presidente. Si el PSOL no consigue siquiera unificarse a sí mismo ¿cómo pretender el apoyo de otros partidos para su candidato a la presidencia?

Tenemos un gran respeto por la figura de Plínio de Arruda Sampaio, pero no somos árbitros entre las distintas alas del PSOL, y menos todavía una corriente interna de ese partido. No nos alineamos con ninguno de los pre–candidatos y no vamos a legitimar a una de ellas, ampliamente cuestionada por la otra parte.

Ya teníamos grandes diferencias con el programa democrático–popular defendido por la APS, corriente mayoritaria en el apoyo a Plinio (así como tenemos diferencias con el programa del MES–MTL, corriente que apoya a Martiniano). La APS defiende un programa democrático–popular, semejante al apoyado por el PT en todo el periodo de derechización de ese partido, antes del gobierno Lula. Nosotros defendemos un programa socialista.

Defendemos, también, una clara independencia política y financiera en relación a la burguesía, condenando explícitamente el financiamiento de campaña por las empresas privadas. No vimos una clara delimitación en ese sentido por parte del PSOL.

Pero ahora, además de las grandes diferencias de programa y en relación a la independencia de la burguesía, surgió otro obstáculo objetivo e insalvable: nuestra propuesta de frente era con el partido PSOL, y no con una de sus alas.

Así, no existirá un frente de izquierda en estas elecciones como el que hubo en 2006. El PCB ya ha manifestado que lanzará una candidatura propia. El PSOL no consiguió unificarse, ni tampoco ayudó a la unidad de la izquierda.

Por ese motivo, la pre–candidatura de Zé María se sonvertirá en la campaña "Zé presidente". Será la expresión del programa socialista y clasista que defendemos. No habrá un frente de izquierda, pero queremos que esa candidatura trascienda las fronteras del PSTU, Llamamos a todos los que quieran ayudar a construirla sumarse a nosotros.

El PSTU va a organizar seminarios abiertos para debatir el programa de la campaña. Todos y todas que siguen empuñando la bandera del socialismo, todos y todas que, en este país, están comprometidos en la lucha de nuestra clase contra la explotación capitalista, están invitados a ser parte en esta campaña.


(*) Miembro de la dirección nacional del PSTU y editor de Opinión Socialista.