Calamidades
del capitalismo

Cancún cede al Banco Mundial la gestión del
cambio climático

Gara, 12/12/10

La Cumbre de Cancún concluyó ayer con un acuerdo in extremis que prevé la creación de un fondo para luchar contra el calentamiento climático y que inicialmente será gestionado por el Banco Mundial. Aunque el acuerdo impidió que se repitiese el fiasco de Copenhague, Bolivia no se sumó a la aprobación del texto y anunció que recurrirá ante el Tribunal de La Haya. La Paz se mostró crítica con la participación otorgada al Banco Mundial.

Cancún, México.– Cerca de 200 países reunidos en Cancún (México) adoptaron ayer una serie de mecanismos –todavía embrionarios– para luchar contra el cambio climático, un acuerdo que fue acogido con una ovación y que pasa página de la inmensa decepción de Copenhague, hace un año.

El texto prevé la creación de un fondo verde para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente al calentamiento y pone en marcha un mecanismo para luchar contra la deforestación.

Sin embargo, este fondo estará controlado inicialmente por el Banco Mundial, un organismo que no se ha distinguido por su sensibilidad medioambiental. Al contrario, las exigencias neoliberales del Banco Mundial han impedido que numerosos países hayan tenido que suspender sus programas sociales, lo que ha generado también problemas medioambientales.

El objetivo de la cita mexicana –con ambiciones modestas– era resucitar el proceso de negociación impulsado por la ONU, fuertemente desprestigiado por la inmensa decepción que supuso la cumbre de Copenhague. Misión cumplida, según las delegaciones reunidas en pleno para adoptar el texto.

Con este acuerdo, «se ha salvado el fracaso del sistema multilateral de negociaciones sobre el cambio climático», declaró a France Presse la ministra francesa de Ecología, Nathalie Kosciusko–Morizet.

El texto adoptado tras doce jornadas de negociaciones intensas y en ocasiones tensas, «abre una nueva era para la cooperación internacional sobre el clima», aseguró la ministra mexicana de Exteriores, Patricia Espinosa, quien presidió los debates.

Algunas horas antes, el texto de compromiso puesto sobre la mesa por México recibió el apoyo de la mayoría de los 194 estados presentes en la Convención de la ONU sobre el Clima.

Este texto «evidentemente no resolverá la cuestión del cambio climático, pero pienso que es un verdadero paso adelante», señaló el principal negociador estadounidense, Todd Stern.

La principal virtud del texto, aprobado pese a la oposición de Bolivia, es oficializar numerosos puntos del acuerdo político de Copenhague, que no fue jamás adoptado por la Convención de la ONU.

De este modo, se fija el objetivo de limitar el alza de la temperatura media del planeta a dos grados por encima de los niveles preindustriales. «Las partes deben actuar de manera urgente para lograr este objetivo a largo plazo», indicó el acuerdo adoptado.

El texto permite asimismo salvar, al menos temporalmente, el futuro del Protocolo de Kioto, único tratado jurídicamente obligatorio sobre el clima que existe actualmente, pese a que no ha sido suscrito ni por EEUU ni por China, principales agentes contaminantes del mundo.

Esta cuestión deberá ser resuelta irremediablemente en la próxima cita sobre el clima, a finales de 2011 en Durban (Sudáfrica).

Los países desarrollados prometieron en Copenhague movilizar 100.000 millones de dólares [75.500 millones de euros]. El nuevo fondo verde, que gestionará una parte importante de esta cantidad, tendrá un consejo de administración con representación igualitaria entre estados desarrollados y en vías de desarrollo. El texto de Cancún prevé que el Banco Mundial actuará como administrador temporal durante tres años.

Las numerosas preguntas que surgen sobre la manera en la que se creará este fondo siguen sin respuesta. Un panel impulsado por la ONU sugirió la puesta en marcha de financiación alternativa, como tasas sobre el transporte y las transacciones financieras.

El texto aprobado en la Cumbre de Cancún establece, asimismo, las bases de un mecanismo para reducir la deforestación, que está en el origen del 15% al 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Bolivia recurrirá ante el Tribunal de La Haya

Bolivia anunció ayer que acudirá al Tribunal Internacional de La Haya para impugnar el resultado de la Cumbre de Cancún al considerar que violó el reglamento de la ONU en la aprobación de sus documentos finales.

El jefe de la delegación boliviana, Pablo Solón, señaló que la presidenta de la cumbre, Patricia Espinosa, violó el reglamento de la Convención, que establece que los acuerdos se adoptan con el consentimiento de los 194 países miembros.

Entre otras cosas, Bolivia rechazó el acuerdo de Cancún por considerar que abre las puertas a que se sustituya en un futuro el Protocolo de Kioto (1997), el único instrumento vinculante que hasta la fecha obliga a los países desarrollados a reducir sus emisiones.

También rechaza que se amplíe la posibilidad de aumentar el uso de nuevos mecanismos de mercado como si fueran «una varita mágica», así como que se otorgue un papel temporal al Banco Mundial para gestionar el nuevo fondo verde de ayudas a los países en desarrollo.

A juicio de Solón, la cumbre de Cancún «ha terminado muy mal» porque la Presidencia mexicana no respetó las reglas, «algo que ni siquiera ocurrió en Copenhague».

Países latinoamericanos aliados de Bolivia, como Venezuela, no apoyaron en esta ocasión la postura de La Paz. La delegada venezolana, Claudia Salerno, se congratuló por la creación del fondo y de los compromisos para frenar la deforestación.

El negociador cubano, Orlando Rey, señaló a Efe que el acuerdo «permite recobrar la confianza, el valor del multilateralismo y el basamento para empeños superiores».


El “acuerdo” se logró sobre la base de
postergar “decisiones difíciles”

Por Stephen Leahy
Inter Press Service (IPS), 11/12/10

Cancún, México.– Si el éxito se logra dejando para después las decisiones difíciles, entonces la reunión climática en México fue exitosa porque pospuso la adopción de metas cruciales sobre reducción de gases invernadero, financiación y bosques para la próxima conferencia, dentro de un año en Sudáfrica.

Las negociaciones internacionales para afrontar el cambio climático se desarrollaron a ritmo glacial en el palaciego y excesivamente refrigerado Moon Palace Resort, un recinto de varios hoteles en las afueras de la ciudad turística mexicana de Cancún.

Dos semanas de discusiones se prolongaron en la mañana de este sábado, ante la negativa de la delegación de Bolivia a aceptar un acuerdo débil que "podría llevar la temperatura media mundial a un aumento de más de cuatro grados", dijo el negociador jefe, Pablo Solón.

Al final, las continuas objeciones bolivianas fueron sofocadas por los aplausos y vítores de más de 190 delegaciones nacionales cuando la presidenta de la conferencia, la canciller mexicana Patricia Espinosa, dio por concluida la asamblea declarando el "consenso sin Bolivia".

"El texto de Cancún es una victoria falsa y vacía, impuesta sin consenso", sostuvo Bolivia en un comunicado final.

El gobierno boliviano dijo sustentar su postura en la ciencia. La Organización Meteorológica Mundial sostuvo la semana pasada que la actual será la década más caliente de la historia desde 1853, año en que comenzaron los registros.

Las más de 100 páginas de documentos que conforman los "Acuerdos de Cancún" no harán nada para abatir las emisiones de gases que están calentando el planeta. Pero revivieron las negociaciones en la Organización de las Naciones Unidas, casi extintas en la reunión anterior, celebrada en Copenhague en 2009.

Muchos creen que lo acordado aquí sienta las bases para un tratado real a adoptarse en la 17 Conferencia de las Partes (COP 17) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que comenzará en Durban, Sudáfrica, el 28 de noviembre de 2011.

"No puedo discrepar con Bolivia, basado en la ciencia, este acuerdo así como está significa cuatro grados más de calentamiento", sostuvo el director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo.

"El texto no es lo suficientemente bueno, pero rescata las negociaciones y quizás nos traiga un tratado realmente justo, ambicioso y equilibrado en Durban", dijo Naidoo a TerraViva.

"Los gobiernos dieron una clara señal de dirigirse juntos hacia un futuro de bajas emisiones", señaló la secretaria ejecutiva de la Convención, Christiana Figueres. Los Acuerdos de Cancún representan "los fundamentos esenciales sobre los cuales se construirá una ambición mayor y colectiva", añadió en una declaración.

"Es patético que la comunidad internacional luche tanto para saltar un obstáculo tan bajo", apuntó Naidoo.

"Nuestra única esperanza es movilizar un amplio movimiento, con todos los sectores de la opinión pública y la sociedad civil, antes de Durban", añadió.

El viernes por la noche, en los corredores del Moon Palace el optimismo sorprendía. No sólo las negociaciones no habían colapsado, sino que había acuerdos formales en varios asuntos.

Por ejemplo, el reconocimiento de que las reducciones de gases de efecto invernadero deben dar respuesta a la recomendación científica –entre 25 y 40 por ciento menos de emisiones para 2020 respecto de los volúmenes de 1990—y que el aumento aceptable de la temperatura mundial debe mantenerse debajo de los dos grados, en lugar de llegar a los dos grados, como sostenía el Acuerdo de Copenhague.

Pero Canadá, Estados Unidos, Japón y Rusia consiguieron evitar un tratado vinculante sobre cómo lograr esas metas, presionando a favor del abandono del Protocolo de Kyoto –único tratado obligatorio sobre el cambio climático—para ser reemplazado por una mera promesa y un sistema de revisión, tal como proponía el Acuerdo de Copenhague, según la red Amigos de la Tierra Internacional.

Las promesas que se han efectuado hasta ahora en el marco del Acuerdo implican aumentos de la temperatura de entre tres y cinco grados, según la mayoría de los análisis.

"El pacto logrado es totalmente inadecuado y podría conducir a un cambio climático catastrófico", dijo el presidente de Amigos de la Tierra, Nnimmo Bassey.

Los países en desarrollo deben reducir sus emisiones en 40 por ciento en el marco de un nuevo período de compromisos obligatorios del Protocolo de Kyoto, que debería regir desde 2013.

La actual meta de Kyoto, abatir las emisiones en 5,2 por ciento respecto de los volúmenes de 1990, debería alcanzarse en 2012. La mayoría de los países desarrollados que son parte del Protocolo cumplieron con sus obligaciones, excepto Canadá, que elevó su contaminación climática en 30 por ciento.

Ese país, Japón y Rusia advirtieron que no aceptarán un segundo compromiso en el marco de Kyoto. Y Estados Unidos se niega a ratificarlo. Esas posiciones casi hacen fracasar la reunión de Cancún, pues las naciones en desarrollo llevan mucho tiempo insistiendo en que los países ricos deben asumir nuevos compromisos en el Protocolo. Pero la batalla final sobre Kyoto se librará en Durban.

También se adoptó un Fondo Climático Mundial con un compromiso de abastecerlo de 100.000 millones de dólares hasta 2020 y de 35.000 millones en 2012 para asistir a los países pobres en la reducción de sus emisiones y en la tarea de afrontar los impactos del calentamiento.

El Banco Mundial distribuirá los recursos en los tres primeros años, pero la administración y supervisión del Fondo estarán en manos de una junta directiva con participación igual de países desarrollados y en desarrollo, en el marco de la Convención.

La protección de los bosques tropicales es el gran avance que emerge de Cancún. Los gobiernos decidieron establecer un proceso de tres etapas para que los países con selvas frenen la deforestación y sean compensados por las naciones ricas. El acuerdo prevé proteger a las comunidades forestales y la biodiversidad.

Se estima que la deforestación aporta entre 15 y 20 por ciento de las emisiones de gases invernadero.

"Esto es mucho mejor que lo que conseguimos en Copenhague", dijo Peg Putt, del grupo conservacionista estadounidense Wilderness Society.

"Hubo reconocimiento formal de los múltiples beneficios de la integridad de los bosques y ecosistemas", dijo Putt a TerraViva.

Pero se necesita aún mucho trabajo para fortalecer las salvaguardas ambientales y sociales y definir los detalles del nuevo instrumento financiero para la Reducción de las Emisiones Causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD).

La REDD sigue siendo polémica, Se objeta sobre todo que no se trate más que de un camino para movilizar entre 10.000 y 30.000 millones de dólares por año para proteger selvas mediante la venta de créditos de carbono a las industrias, en lugar de que éstas reduzcan sus emisiones. "Siento que es un buen pronóstico para los bosques", sostuvo Putt.

Muchos grupos indígenas y ecologistas rechazan de plano la REDD si ésta permite a las naciones ricas eludir las verdades reducciones de su contaminación mediante este sistema de compensaciones.

"Nos negamos a las falsas soluciones, como los mecanismos de mercado de carbono de la REDD", dijo Tom Goldtooth, director ejecutivo de la Red Indígena Ambientalista.

La REDD entraña un nuevo conjunto de derechos de propiedad comercializables, basados en los árboles y otros servicios ambientales, dijo Goldtooth a TerraViva.

"Si vamos a salvar el clima, debemos centrarnos en soluciones reales que aseguren que los bosques no se talen y que los derechos de los pueblos se respeten", agregó.

Si bien la postura de Bolivia será muy comentada, más de 500 organizaciones no gubernamentales reunidas en la Red de Acción Climática eligieron nuevamente a Canadá como el país más obstruccionista del mundo.

El gobierno derechista de Stephen Harper obtuvo el "Premio del Fósil Colosal" del año, por sus persistentes intentos de bloquear un acuerdo, en defensa de su sector petrolero, dedicado a la explotación de las arenas empetroladas.

"El sector de las arenas empetroladas de Canadá forma parte de la elite mundial, las cinco estrellas de la contaminación de gases invernadero", indicó la Red. "Pese a su generalizada futilidad climática, los canadienses pueden tener la seguridad de que al menos hay una cosa en la que su país es muy, muy bueno".


Cambio Climático

La cumbre concluye con acuerdo objetado por Bolivia

BBC World, 11/12/10

Después de semanas de negociaciones, la cumbre mundial contra el cambio climático de Cancún concluyó este sábado con un acuerdo marco que está supuesto a abrir el camino para una acción coordinada contra el calentamiento global.

Luego de una maratónica sesión de trabajo, y a pesar de las objeciones de Bolivia –quien considera que los compromisos adquiridos por los países desarrollados son insuficientes– la canciller mexicana Patricia Espinosa dio por aprobados los dos textos que ya habían recibido el beneplácito del resto de delegaciones.

"Esta es una nueva era de cooperación internacional sobre el cambio climático", dijo Espinosa, quien más temprano había insistido en que los textos eventualmente aprobados eran "lo mejor que podíamos lograr".

"He escuchado a cada una de las partes incluyendo, claro está, a nuestros hermanos bolivianos. Pero no puedo, como usted entenderá, ignorar en este momento la visión, la posición y las solicitudes de los otros 193 estados parte. Como resultado, la decisión de la conferencia ha sido tomada", dijo también la canciller mexicana ante las protestas del delegado boliviano.

Bolivia, por su parte, anunció que va a presentar una reclamación ante la Corte Internacional de Justicia por la forma en que se adoptaron los acuerdos.

Fondo Verde

Según el enviado especial de la BBC a Cancún, Richard Black, los documentos reconocen que mayores reducciones en emisiones de gases de efecto invernadero serán necesarias en el futuro, pero no establecen mecanismos para conseguirlo.

El acuerdo también contempla la creación de un "Fondo Verde", que pretende recoger y distribuir US$100.000 millones al año hasta el 2020 para apoyar los esfuerzos de adaptación al cambio climático en los países más pobres y facilitar el uso de tecnologías no contaminantes.

Y en Cancún también se acordó la creación de un Comité de Adaptación para apoyar a los países que diseñen planes de protección frente al cambio climático y se establecieron parámetros para financiar esfuerzos para reducir la deforestación.

"Suficiente para avanzar"

Para muchos, aunque el acuerdo no es perfecto, el consenso alcanzado en Cancún da razones para el optimismo, especialmente si se le compara con el estrepitoso fracaso de la cumbre de Copnehague del año pasado.

Además, durante las últimas semanas de negociaciones, la resistencia de algunos países al protocolo de Kioto había planteado varios problemas.

Eventualmente, sin embargo, los diplomáticos pudieron llegar a un compromiso y los delegados presentes en Cancún no dudaron en celebrar con vítores los discursos de los países que más fricción habían causado durante las pláticas –como Japón, China y EE.UU.– cuando uno por uno le fueron dando su apoyo al acuerdo.

Este, sin embargo, no es ni por cerca el acuerdo integral que muchos países esperaban alcanzar el año pasado en Copenhague y que muchos todavía insisten en buscar.

Y no responde a la pregunta de si las medidas acordadas, incluyendo la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, serán legalmente vinculantes o no.

"En términos generales, hemos avanzado desde Copenhague; ya podemos dejar ese fantasma atrás", le dijo a la BBC Tara Rao, del grupo ambientalista WWF.

"Hay suficiente para trabajar de cara a la cumbre del próximo año en Sudáfrica para conseguir un acuerdo legalmente vinculante ahí", afirmó.

Las objeciones de Bolivia

Boliva, sin embargo, expresó su descontento tanto con el contenido del acuerdo como con la forma en la que se redactaron los textos eventualmente aprobados, en reuniones privadas entre un reducido número de países.

Y el jefe de la delegación boliviana, Pablo Solón, dijo que lo que más le preocupaba era que los compromisos para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, no se iban a hacer bajo el protocolo de Kioto.

"Estamos hablando de una reducción (combinada) de entre el 13 y el 16%, y eso significa un aumento (de la temperatura) de más de 4 grados Celsius", declaró.

"No podemos apoyar esto responsablemente, pues significaría que estamos de acuerdo con una situación que mi presidente ha descrito como un ecocidio y un genocidio", dijo Solón.

Ambiguedad

Países como Rusia y Japón se aseguraron que los tratados eran formulados de una forma que les permitiría escapar de la extensión en la reducción de emisiones de los acuerdos vinculantes del Protocolo de Kioto e implicaban a la vez que éste tiene un futuro real, una de las demandas fundamentales de los países en vías de desarrollo.

El "Fondo Verde" utilizará en principio al Banco Mundial como miembro del consejo de administración, como habían solicitado Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, mientras se trata de lograr un mayor equilibrio entre países desarrollados y en vías de desarrollo a través de la creación de un nuevo organismo.

Además, los países en vías de desarrollo sólo someterán sus emisiones a verificación internacional cuando hayan sido financiadas por dinero procedente de Occidente, una fórmula que parece satisfacer tanto a China, que cuestiona estos procesos, como a Estados Unidos, que los solicitó.


Cambio Climático

Bolivia sola contra 193 países

Por Julián Miglierini
Enviado especial a Cancún
BBC World, 11/12/10

La delegación boliviana en la cumbre de cambio climático que finalizó este sábado en Cancún fue la única en rechazar los acuerdos alcanzados por el pleno del foro y anunció que interpondrá un reclamo formal contra la manera en que se llegó al pacto global.

Al rechazarse al acuerdo, que pacta una futura renegociación del Protocolo de Kioto – a través del cual los países ricos limitan sus emisiones – y establece mecanismos de ayuda a países en desarrollo, entre otros temas, Bolivia quería evitar que el pleno apruebe un pacto que, según ese país, no es lo suficientemente enérgico en algunos temas que no se habían terminado de negociar.

Tradicionalmente las decisiones de la convención se toman por consenso unánime, por lo que la presencia de un sólo opositor puede hacer caer cualquier acuerdo alcanzado por los demás países.

Pero esa estrategia no pareció dar los resultados que la delegación boliviana esperaba – los acuerdos fueron aprobados con el acuerdo de los demás 193 países y sólo se "tomó nota" de las reservas de Bolivia.

Tras el fin de la última sesión plenaria, el embajador de Bolivia antes Naciones Unidas y jefe de la delegación, Pablo Solón, dijo que su país se va de esta cumbre "con la frente en alto; somos la delegación de un país que no se vende, no se arrodilla, tiene mucha dignidad y principios".

Solón agregó que el país hará una reclamación ante la Corte Internacional de Justicia por la manera en la que se adoptaron los acuerdos.

Tensión

Bolivia objetaba, por ejemplo, que en el primer texto no hay un firme compromiso de renovación del Protocolo de Kioto –que vence en 2012– y que los recortes contemplados en el acuerdo no son suficientemente profundos para evitar un marcado aumento de la temperatura global.

La posición de Bolivia dio lugar a una tensa ida y vuelta entre su embajador en Naciones Unidas y jefe de su delegación aquí, Pablo Solón, y la canciller mexicana y presidenta de la sesión, Patricia Espinosa, en la última sesión de la cumbre.

Los cientos de asistentes a la sesión plenaria aplaudían cada intervención de Espinosa y callaban ante los reclamos de Bolivia.

"Somos representantes de un país pequeño que tiene principios, pequeño pero con soberanía", dijo Solón en el plenario de la cumbre.

Al ver que la reunión plenaria procedía a aprobar los dos acuerdos sin contar con el respaldo de Bolivia, Solón advirtió sobre las implicaciones de semejante decisión.

"El precedente es funesto", dijo Solón. "Hoy será Bolivia y mañana será cualquier país; no podemos de ninguna manera acabar con lo que significa la regla de consenso".

Consenso, no unanimidad

Pero Espinosa les respondió con contundencia. "La regla del consenso no significa la unanimidad" dijo Espinosa.

"Ni muchos menos que una delegación pretenda imponer el derecho de veto para romper la voluntad que con tanto trabajo han venido alcanzando los demás participantes", e hizo caer el martillo que marcaba la toma de una decisión.

Lo que muchos se preguntan en Cancún es cómo Bolivia pudo quedarse sola, sin el apoyo total en su posición de parte de ninguno de sus aliados del ALBA o del resto del mundo.

En entrevista con BBC Mundo al final de la reunión, la jefa de la delegación de Venezuela – un férreo aliado de La Paz –, Claudia Salerno, dijo que su país se solidarizaba con Bolivia.

"No es un buen precedente el que acaba de ocurrir", dijo sobre la aprobación del acuerdo sin apoyo boliviano, "no me voy con un sabor agradable en la boca, porque se violaron las reglas de procedimiento".

Postura extremista

Sin embargo, Salerno aseguró que en estos casos de negociaciones multilaterales, hay que mostrar flexibilidad.

"Nosotros éramos inflexibles con algunas cosas y esas las peleamos hasta el último minuto, pero este era el momento de la convergencia y la flexibilidad."

Desde otros países de la región hubo también comentarios respecto a Bolivia. "Las reservas (de Bolivia) son obviamente válidas", dijo a BBC Mundo Sandra Bessudo, jefa de la delegación de Colombia, tras el fin de la reunión.

"Sin embargo esa posición tan extremista en un contexto como lo que se está intentando construir desde aquí hace que el proceso vaya hacia atrás", agregó.

La delegación de Bolivia, por su parte, aseguró que la historia les dará la razón. "Lo que aquí (en Cancún) se ha acordado va a llevar a víctimas humanas y de la naturaleza", sentenció.