Golpe de estado
en Honduras

Pronunciamiento de Socialismo o Barbarie ante la negociación
de Mel Zelaya y Roberto Micheletti en Costa Rica

¡Ninguna negociación con los golpistas!

¡Huelga general hasta que caiga el gobierno de Micheletti!

El próximo jueves 9 de julio iniciarán en Costa Rica las negociaciones entre el gobierno golpista de Roberto Micheletti y el derrocado Mel Zelaya, la cual tendrá como mediador al presidente Oscar Arias de Costa Rica.

Esta negociación es fruto de la intervención del imperialismo yanqui (y la OEA) en el conflicto, que frente a las cada vez más fuertes movilizaciones populares contra el golpe militar y ante una eventual profundización de este proceso de resistencia, está urgido por una salida “pactada” a la crisis política en ese país.

Esto no debe resultarnos extraño, puesto que en el marco de la crisis económica mundial toda Centroamérica se encuentra inmersa en una difícil situación económica que está tensionando al máximo las pugnas interburguesas y la frágil estabilidad política de la región.  Y aunque todavía no se han desatado grandes respuestas de la clase trabajadora centroamericana contra las repercusiones de la crisis, lo cierto del caso es que las miserables condiciones de vida de la gran mayoría de los pueblos centroamericanos es un terreno fértil para que en cualquier instante estalle una revuelta popular, como la que de alguna manera ha estallado en respuesta al golpe en la mismísima Honduras.

Por este motivo, el gobierno de Barack Obama ha presentado un timorato repudio al golpe de estado en Honduras, puesto que tiene claridad en que esta aventura de la burguesía hondureña puede desencadenar una profunda convulsión política en la región (con repercusiones en el resto de Latinoamérica), que a la postre termine por amenazar la continuidad del capitalismo centroamericano.

Pero esto no debe interpretarse como que el imperialismo yanqui pretende la reinstalación incondicional de Zelaya y que avale que éste continué con sus intenciones de convocar a una Asamblea Constituyente. Por el contrario, toda la política del gobierno de Obama consiste en una restitución meramente formal de Mel Zelaya, atándolo de pies y manos para que no prosiga con su proyecto del ALBA en Honduras. Por ello, la designación de Oscar Arias como mediador no es algo casual, sino que se debe a que éste es la figura política de mayor confianza para el imperialismo estadounidense en Centroamérica, que sin duda alguna maniobrará a favor de los intereses yanquis en la región. 

Otro aspecto que no podemos dejar de señalar, es la inconsecuente posición del presidente depuesto Mel Zelaya y sus aliados del ALBA, quienes durante todo esta crisis han privilegiado las negociaciones con los golpistas (vía la OEA y EEUU) antes que la lucha en las calles contra el golpe. Mel Zelaya no ha parado de insistir en llamar al pueblo hondureño a una resistencia “pacífica”, mientras los golpistas continúan reprimiendo y masacrando a las y los manifestantes. Prueba de esto son los 800 presos políticos (según cifras oficiales) y los dos jóvenes asesinados por el ejército hondureño en el aeropuerto de Toncontín.

Junto con esto, resultan repudiables los continuos llamados de Zelaya, Ortega y Chávez a los militares golpistas para que “reflexionen a tiempo”, lo que debe interpretarse como un claro ofrecimiento de amnistía a los golpistas ante un eventual retorno de Zelaya al poder, así como a bajarle el pulgar a la eventualidad de la realización de una Asamblea Constituyente realmente libre y soberana que debata la reorganización integral del país sobre nuevas bases sociales.   

Esto evidencia el carácter burgués del gobierno de Zelaya, que antes que apuntar a una derrota del golpe militar en las calles, ha optado por una salida negociada para garantizar la continuidad del status quo del capitalismo semicolonial hondureño.

Desde la Corriente Socialismo o Barbarie Internacional repudiamos cualquier negociación que se establezca con el gobierno golpista, ya sea un adelanto de las elecciones o una reinstalación “formal” de Mel Zelaya. Le exigimos al presidente Zelaya que rompa cualquier negociación o mesa de diálogo con los golpistas y que se sume al llamado de huelga general del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, integrado por la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular y las centrales obreras, campesinas y magisteriales en Honduras. Sólo con la lucha en las calles será posible derrotar a Micheletti y los golpistas.

• ¡Huelga general contra el gobierno golpista!

• ¡Cárcel y expropiación de todos los golpistas y sus colaboradores, incluidos el cardenal Maradiaga y todo el clero golpista!

• ¡Asamblea Nacional Constituyente de las organizaciones anti-golpistas que debata la reorganización de país sobre nuevas bases sociales!

Corriente Socialismo o Barbarie Internacional
Centroamérica, 8 de julio de 2009