Honduras

Critican a Zelaya pero dicen que lo apoyan. Y no hablan de "golpe de Estado"

¿Qué hay detrás del doble discurso de Washington?

Por Ana Baron
Corresponsal en Washington
Clarín, 07/08/09

En una carta dirigida al líder de los republicanos en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Richard Lugar, el Departamento de Estado tomó distancia del depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya a la vez que dejó en claro que no están estudiando la instrumentación de "nuevas sanciones económicas" en contra del golpista Roberto Micheletti. Firmada por el subsecretario de Estado para asuntos legislativos, Richard Verma, la carta dice que Zelaya realizó una serie de acciones provocativas antes de su derrocamiento y explica que la diplomacia estadounidense todavía no ha calificado oficialmente lo ocurrido en Tegucigalpa como "golpe de estado".

Un vocero del Departamento de Estado, Robert Wood dijo por la tarde, sin embargo que EE.UU. no está "suavizando su posición con respecto a Zelaya". "Hemos sido muy firmes en criticar lo que sucedió en Honduras. Fue claramente un golpe. Lo condenamos", agregó, e insistió con que Washington sigue viendo como la mejor salida a la crisis el acuerdo diseñado por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, que propone el regreso de Zelaya a la presidencia.

La carta dice otra cosa. "Nuestra política y estrategia de involucramiento no está basada en el apoyo a ningún político o individuo en particular. Está basada en la búsqueda de una resolución que resulte lo mejor para el pueblo hondureño y sus aspiraciones democráticas", escribe Verma.

¿A qué se debe este doble discurso? Fuentes diplomáticas confirmaron a Clarín que el principal objetivo de la carta fue desbloquear la confirmación de Arturo Valenzuela, que fue designado por Hillary Clinton para presidir la Subsecretaría de Asuntos Hemisféricos. Su nominación fue bloqueada primero por el Senador Jim DeMint y esta semana por el senador Jon Kyle, porque durante la audiencia organizada para estudiar su confirmación en el Senado, Valenzuela, de origen chileno, dijo, entre otras cosas, que lo de Honduras había sido un "golpe de estado clásico".

Ayer, las fuentes consultadas por Clarín se mostraron confiadas en que, tras las aclaraciones de la carta, Valenzuela será confirmado hoy, antes de que el Congreso entre en receso, pero no hay nada asegurado. Un diplomático latinoamericano explicó a Clarín, sin embargo, que mas allá de lo que dice la carta, el doble discurso del gobierno de Obama tiene lugar también en el seno de la OEA. "Por un lado hablan de la importancia de la Constitución y de la democracia, pero por el otro están haciendo todo lo posible para que (el venezolano) Chávez no aumente su poder en la región", dijo.

De hecho, Clarín pudo confirmar que dentro del Departamento de Estado hay dos posiciones. Por un lado, están los que creen que la mejor manera de frenar a Chávez es defendiendo la democracia y el regreso de Zelaya a Honduras. De esta manera, Chávez queda descolocado, ya que no puede acusar a EE.UU. de estar detrás de los golpistas. Por el otro, están los que piensan que Zelaya es un aliado de Chávez y que es peligroso que regrese a Honduras. Frente a este debate, la reacción ha sido más bien tímida. Legalmente se niegan a hablar de golpe de estado porque eso significa la suspensión automática de la ayuda a Honduras, que está condicionada al respeto a la democracia. Argentina está presionando para que la OEA adopte una resolución que diga que ningún gobierno electo en elecciones organizadas por los golpistas será reconocido. Pero hasta el momento no hay consenso.