Cuba

El presidente Raúl Castro puso sobre la mesa un plan de reformas “pro mercado”
inéditas en medio siglo

Cuba decide su destino económico en
el Congreso del PCC

Por Gerardo Arreola
Corresponsal en Cuba
La Jornada, 13/04/11

La Habana, 12 de abril. El sexto congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) sesionará este fin de semana (del 16 al 19) para responder a la interrogante de si es posible hacer eficiente la economía y al mismo tiempo preservar el sistema político y social de la isla.

Venta de pizzas en La Habana: el “trabajo por cuenta propia” difícilmente
pueda absorber el despido previsto de 500.000 a un millón de trabajadores.

Como anticipo de la respuesta, el presidente Raúl Castro puso sobre la mesa un plan de reforma, que intenta ampliar el espacio del mercado y por primera vez en el medio siglo del sistema cubano eliminará el pleno empleo y reducirá el gasto social a su mínima expresión.

Puntos clave

Según el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social y otros anuncios oficiales, el congreso tendrá que confirmar o descartar por lo menos estos puntos clave:

Cumplir el plan de ajuste laboral, para despedir al menos a medio millón de empleados en una primera etapa y otro medio millón después. Esto representa aproximadamente el 20% del total de la fuerza de trabajo de la isla.

Otorgar autonomía a las empresas, limitar la autoridad del gobierno a la administración pública y retirar al PCC de la operación en esos dos espacios.

Ampliar el régimen de cooperativas y permitir que tengan relaciones horizontales con el gobierno y los empresarios privados.

Ejecutar una amplia reforma jurídica, con la revisión de más de 30 leyes.

Fijar una nueva política agraria, que incluya el destino del actual monopolio estatal de distribución de alimentos, la conversión del Ministerio del Azúcar en empresa y la extinción de la canasta básica subsidiada (libreta).

Reforzar la capacidad de gestión y el presupuesto de los municipios.

Definir una nueva política de precios.

Promulgar una nueva ley de impuestos y revisar las tasas actuales.

Abrir el mercado de propiedad inmobiliaria y de autos particulares.

Ruta y ritmo

En marzo pasado, Castro anunció una reducción del ritmo de la reforma, al afirmar que su ejecución tomará al menos cinco años y el despido masivo, que debía concluir ese mes, se realizará sin fecha fija. “No puede enmarcarse en plazos inflexibles”, apuntó.

El mandatario había descrito la reforma en julio de 2007 y en el segundo semestre de ese año convocó a una discusión nacional, que en parte es antecedente del actual debate.

El plan empezó a ejecutarse en 2008, con la vinculación de los salarios al rendimiento en el sector empresarial y la entrega de tierras en usufructo. En 2009 se revisó la política fiscal y al año siguiente se redactaron los Lineamientos –documento de base del congreso–, se anunciaron los despidos y apareció la nueva legislación del trabajo por cuenta propia (autoempleo).

También en 2010 se inició el recorte del gasto en el sector de la salud, se eliminaron algunos productos (papa, chícharo, cigarrillos, jabones, detergente) de la canasta básica subsidiada, se redujo la matrícula universitaria, se ampliaron las plazas en la enseñanza técnica y se aprobó el plan para la creación de campos de golf y desarrollo inmobiliario para el turismo de gran lujo.

En los lineamientos se definió como Zonas Especiales de Desarrollo a los polos de inversión extranjera con alta tecnología, algunos de los cuales ya estaban en vías de construcción o mejoramiento, como el puerto de Mariel, el complejo petroquímico de Cienfuegos y la zona petrolera de Matanzas.

Este año se aprobó el otorgamiento de créditos a los microempresarios, aunque aún se desconocen los detalles sobre el origen de los fondos, el monto disponible y las regulaciones bancarias.

Paso a paso

Una pieza crucial de la reforma se aplicó desde 2008, el saneamiento de las finanzas públicas, con una fuerte contracción de las importaciones y el gasto, para llegar a un déficit fiscal de 3.8 por ciento del producto interno bruto en 2010, con igual meta para este año.

Ahora las ciudades empiezan a poblarse de nuevos emprendedores. A principios de este mes 295 mil trabajadores ejercían sus labores por cuenta propia, más del doble de los que había a finales de 2009, según informes oficiales. Sin embargo, la mayor parte de las nuevas licencias se han otorgado en el giro de restaurantes familiares (paladares) o pequeños puestos de comida, operación de vehículos de transporte y venta de discos con grabaciones pirata.

Son apenas tres de los 178 oficios autorizados, que en su mayor parte no requieren una alta calificación y no ofrecen alternativa para profesionales.

Hasta enero pasado se habían entregado a usufructuarios un millón 180 mil hectáreas de tierra ociosa, pero más de 70 por ciento de esa superficie estaba en faenas de preparación y el resto todavía sin utilidad. Mientras tanto, 40 por ciento del total de campos agrícolas en el país aún está disponible, de acuerdo con el último reporte del diario oficial Granma.


Castro propone limitar la duración de
los cargos "fundamentales"

Por Fernando Ravsberg
Corresponsal en La Habana
BBC World, 16/04/11

El presidente Raúl Castro inauguró el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) el sábado con un discurso central que tocó varios de los puntos más sensibles de la actualidad nacional, tanto en el área económica como política y social.

En su carácter de segundo secretario del PCC, ratificó que el sistema continuará siendo socialista con un modelo de economía planificada pero descentralizado, con participación de los trabajadores y teniendo en cuenta las tendencias del mercado.

Entre las propuestas políticas más importantes está la de limitar el tiempo que pueden ejercer el cargo los cuadros dirigentes, la separación de funciones entre del gobierno y del Partido y la promoción de mujeres, negros y jóvenes.

Respecto a los temas sociales ratificó la eliminación de la libreta de racionamiento pero trató de tranquilizar a la población afirmando que será un proceso gradual y anunciando la creación de un sistema de subvenciones para los desamparados.

Les pidió a los periodistas cubanos "dejar atrás, definitivamente, el hábito del triunfalismo, la estridencia y el formalismo al abordar la actualidad nacional" y criticó "la difusión, en no pocas ocasiones, de materiales aburridos, improvisados y superficiales".

La economía

Propuso el presidente que se descentralice la economía en general y que las decisiones se tomen en los territorios y en las empresas, para superar una mentalidad de inercia que espera que todo se decida desde "arriba".

Sin embargo, aclaró que en ese camino no se puede avanzar con apresuramiento, "para descentralizar y cambiar la mentalidad, es requisito obligado elaborar el marco regulatorio que defina con claridad las facultades y funciones de cada eslabón".

Informó Castro que más de 200.000 cubanos trabajan por cuenta propia y calificó la modalidad como una contribución al desarrollo del país ordenando que los cuentapropistas reciban "el apoyo, respaldo y protección de las autoridades a todos los niveles".

El sector no estatal "está llamado a convertirse en un factor facilitador para la construcción del socialismo", expresó Castro agregando que así el Estado podrá dedicarse por entero a la salud pública, la educación, la defensa, la seguridad y la cultura.

Cambios en el Partido Comunista

Castro propuso limitar la estancia en los cargos de gobierno o del PCC a dos periodos de 5 años y convocó a los militantes a rejuvenecer la conducción, "sin excluir al actual presidente ni al primer secretario del comité central", en referencia a él mismo y al comandante Fidel Castro.

Propuso "despojar para siempre al partido" de las funciones administrativas y de gobierno para dedicar sus cuadros a las tareas político–ideológicas. Agregó incluso que la militancia no debe ser una condición para que un cubano ejerza un cargo estatal.

La libreta de racionamiento

Castro explicó que durante las discusiones públicas de los lineamientos para el congreso, más del 50% de las opiniones de los cubanos se concentraron en el capítulo de las políticas sociales y en el que tiene que ver con la macroeconomía.

"La libreta de abastecimientos fue el asunto que provocó más intervenciones de los participantes en el debate", agregando que era lógico porque dos generaciones de cubanos vivieron toda la vida bajo su "nocivo carácter igualitarista".

Explicó que erradicar las subvenciones a los alimentos de todos los cubanos es imprescindible para eliminar distorsiones económicas pero aclaró que "a nadie en su sano juicio (…) se le puede ocurrir decretar de golpe la eliminación de este sistema".

Según Castro se hará junto a "otras trasformaciones del modelo económico" –salarios, dualidad monetaria y pirámide invertida– que garanticen una productividad y generen "precios no subsidiados y a la vez accesibles a todos los ciudadanos".

"El sistema de atención social se está reorganizando para asegurar el sostenimiento diferenciado y racional de los que realmente lo requieran. En lugar de subsidiar masivamente productos (…) se pasará al apoyo de personas sin otro sostén".

El diferendo con EE.UU.

Respecto a EE.UU., afirmó que la actual administración ha tomado algunas medidas positivas pero "sumamente limitadas" y agregó que se intensificó el bloqueo económico en terrenos como las transacciones bancarias.

El Congreso se inició con un desfile militar en recuerdo de la victoria contra la invasión de Bahía de Cochinos organizada por EE.UU. en 1961. Castro ratificó que estos peligros los obligaban a mantener "de manera permanente la prioridad de la defensa".

Acusó a Washington y a la UE de alentar, orientar y ayudar a "los mercenarios" y aclaró que nunca se le negará "al pueblo el derecho a defender a su revolución, puesto que la defensa de la independencia, de las conquistas del socialismo y de nuestras plazas y calles, seguirá siendo el primer deber de todos los patriotas cubanos".


Cuba: ¿burócratas contra la burocracia?

Por Fernando Ravsberg
Corresponsal en La Habana
BBC World, 15/04/11

Las reformas económicas impulsadas por el presidente Raúl Castro centrarán la atención de los delegados al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, que empieza el próximo sábado.

Y una de las mayores contradicciones que enfrentan esas reformas es que la burocracia será la encargada del proceso de la "desburocratización", un paso imprescindible para aumentar la productividad de cualquier sector económico.

El modelo creó una enorme capa de funcionarios intermedios que tienen casi todos los hilos de la economía nacional en sus manos y obstaculizan aquellos cambios que puedan restringir los privilegios que han disfrutado hasta hoy.

Es evidente que el sistema los ha tolerado porque bastaría una inspección muy superficial para confirmar que viven por encima de sus salarios, los cuales no serían suficientes para pagar el nivel de vida que ostentan ellos y sus familiares.

Sin embargo, no sólo se trata de un sector social con intereses económicos propios, además se mueven siempre al borde de la legalidad, el 90% de sus ingresos proviene del mercado negro, de las comisiones y de los sobornos.

Los hilos y el dinero

La burocracia es la que dirige operativamente todos los sectores económicos de Cuba, son directores de empresas, gerentes y administradores. Son los que realmente deciden cuáles contratos se firman, qué se produce y cuánto se "desvía".

Por mucho que el gobierno pretenda centralizar las decisiones económicas y financieras, son estos hombres y mujeres los que recogen, sintetizan y entregan la información que hará que un ministro firme o no un contrato.

El caso del níquel es un excelente ejemplo. Las máximas autoridades del Ministerio de la Industria Básica, guiándose por información "contaminada", aceptaron un acuerdo en el que Cuba perdió millones de dólares.

Las comisiones que cobran a los empresarios son grandes y se entregan en el extranjero. "Me dio una cuenta bancaria en un país de África para que depositara los US$ 94.000 que me cobró por aprobarme el contrato", nos explicó un importador.

Un auditor estatal dijo a BBC Mundo que parte de ese dinero se usa para corromper a otros. "Es común que los directores de las empresas auditadas nos inviten a comer a un buen restaurante o intenten hacernos regalos caros", explicó.

La resistencia al cambio

El modelo soviético le permite a estos sectores de burócratas mantener sus privilegios y muchos tienen la esperanza de que si éste se derrumba terminarán siendo los dueños de las empresas, granjas, fabricas, hoteles y negocios que hoy administran.

El caos económico es el "río revuelto" en el que pescan. Los principales problemas que viven los cubanos de a pie –doble moneda, mercado negro, escasez, etc.– son los que permiten a la burocracia obtener sus mejores ingresos.

Las contradicciones de intereses se perciben a cada paso. Un economista cubano explicó a BBC Mundo que la dirección de una empresa saboteó la compra de vehículos diesel porque todos vivían de la venta de gasolina en el mercado negro.

La doble moneda y las diferentes tasas de cambio dan espacio a un rejuego contable que deja excelentes ganancias. Por eso se resisten al cambio, aun cuando esto implica afectar los intereses de la población y generar malestar.

Para nadie es un secreto que el mercado negro se abastece del Estado. El periódico oficial acaba de denunciar que gran parte de los materiales de construcción que el gobierno oferta libremente son desviados y revendidos a sobreprecio.

Nadie renuncia de buena gana a un nivel de vida que le permite viajar, tener una buena casa, un automóvil sin límite de gasolina, oficina con aire acondicionado y una cuenta con miles de dólares en el extranjero.

El bolsillo de sectores de la burocracia puede sufrir con los cambios, desde la entrega de tierras hasta el libre acceso a los hoteles, y sus sueños de convertirse en el empresariado del nuevo capitalismo cubano.

Poco antes de enfermar Fidel Castro afirmó que "a la Revolución sólo la podemos destruir nosotros mismos", con lo que dejaba claro que el peor enemigo no está en el Imperio ni en la disidencia sino dentro de sus propias filas. Como en la Unión Soviética, el modelo soviético creó también en Cuba a su propio sepulturero.