Colombia

 

La abstención deslegitima a Uribe Vélez

Por Horacio Duque
Argenpress, 13/03/06

Poca afluencia en las urnas. Apatía en las elecciones. Desgano político. Altibajos en las votaciones. Votos blancos a manos llenas. Votos anulados. Abstención por doquier. Son los primeros datos y las primeras percepciones que registran varios medios de comunicación al término de las votaciones legislativas del 12 de marzo, en las que se escogieron senadores, representantes y se decidieron, mediante consultas, los candidatos presidenciales liberal y del polo democrático alternativo.

La baja participación electoral es un mal crónico en Colombia. Viene de tiempo atrás. Sin embargo, después de todo el 'paraíso democrático' que nos quiso hacer ver el aparato mediático al servicio del régimen narcoparamilitar y de su majestuoso caudillo iluminado y salvador, lo que acaba de ocurrir es bastante revelador de la repulsa ciudadana y popular hacia la mala gestión del Estado comunitario y a los resultados nefastos de la mal llamada seguridad democrática.

Para decirlo en plata blanca, el desgano y la abstención electoral son reflejo de una bronca profunda contra un sistema político y un gobierno convertidos en una pesadilla para millones de personas. Pesadilla por la manera como, en los últimos años, se profundizaron los factores de violencia al agravar el conflicto armado con disparatadas teorías palaciegas, por la manera como se agudizó la pobreza, la marginalidad, la injusticia, la impunidad, el privilegio de los potentados, por la corrupción, por la ineficiencia administrativa, por la arbitrariedad, por el sabotaje al intercambio humanitario, en fin, por toda la suma de males que deterioraron aun más esta martirizada nación en los últimos 44 meses de desgobierno y desmadre paramilitar.

Al término de los comicios, la abstención es abrumadora. Fue la nota predominante en el comportamiento político ciudadano.

Todo lo cual, por supuesto, deslegitima y debilita aún más al gobierno imperante, a su política de guerra y privilegios para los potentados.

El repudio mayoritario de los colombianos se expresará, en el futuro inmediato, en la generalización de la resistencia y la rebelión contra el régimen fascista de AUV.

La batalla contra la reelección y la continuidad del proyecto ultra conservador de Uribe, propiciará, inmediatamente, un reagrupamiento de todas las fuerzas opositoras que muy probablemente acudirán a diversas formas de movilización para denunciar y derrotar este regresivo proyecto que pretende perpetuarse con procedimientos dictatoriales.

La baja y manipulada participación electoral que presenciamos hoy día de elecciones legislativas, esta indicando que las mayorías nacionales no reducen su acción política al viciado y corrupto sistema electoral para propiciar las transformaciones necesarias en la organización política de la nación y para derrotar los planes de los clanes dominantes de la oligarquía nacional y extranjera. Dicha acción incorpora otras maneras de la movilización política, tal como lo hemos visto en otras naciones latinoamericanas que se volcaron a las calles en manifestaciones para derogar gobiernos antipopulares. Asi fue en Argentina, en Bolivia y en Ecuador. En algún momento nos tocara acá. Ojala no sea muy tarde. Todo depende de nosotros. De las grandes mayorías populares.