Colombia

 

“Paramilitarismo de estado”: el Poder Ejecutivo y un tropel de legisladores, gobernadores, alcades, generales, curas y grandes empresas comprometidos en la trama paramilitar. Las declaraciones del jefe paramilitar Salvatore Mancuso no dejan títere con cabeza.

Las revelaciones de Mancuso a la Fiscalía y la prensa han producido un salto en la crisis del gobierno de Uribe y más en general del régimen político colombiano. Va quedando a la vista que las bandas paramilitares –que en los últimos años han asesinado a decenas de miles de campesinos e indígenas, activistas sindicales, luchadores políticos y de derechos humanos– no son un fenómeno marginal, sino que llegaron a constituirse como parte esencial del sistema de dominación política de la burguesía colombiana y las corporaciones extranjeras. Por eso, el mismo Mancuso definió bien a esta realidad como “paramilitarismo de estado”. A continuación editamos la crónica de estas revelaciones publicada en cuatro partes por la revista Semana de Bogotá. (SoB)


El año de la verdad – 1

Mancuso dice que los generales Rito Alejo del Río, Martín Carreño e Iván Ramírez ayudaron a expandir el paramilitarismo

Revista Semana, 15/05/07

Por primera vez, uno de los hombres sindicados de crímenes de lesa humanidad da nombres de oficiales vivos que, según él, contribuyeron en su causa. El desmovilizado líder de las AUC aseguró ante la Fiscalía que los tres altos oficiales del Ejército –ya retirados– fueron vitales para el crecimiento delictivo de su organización en todo el país.

El desmovilizado líder paramilitar Salvatore Mancuso hizo dos revelaciones trascendentales durante este martes en el marco de la segunda parte de la versión libre ante la Fiscalía en Medellín. En primer término hizo un diagnóstico conceptual de la razón de ser de estas organizaciones criminales de extrema derecha. Estas surgieron, según él, porque en Colombia hay un "paramilitarismo de Estado". Entonces tomó ejemplos de los manuales de instrucción del Ejército Nacional para concluir que no sólo él, sino este fenómeno armado, provenían de ahí.

Luego saltó al terreno de los hechos y contó con quiénes trabó una unión para conseguir sus objetivos. Entre estos, soltó tres nombres de generales de la República que han ocupado puestos claves en la cúpula de la institución. Son ellos los generales Rito Alejo del Río, Iván Ramírez y Martín Orlando Carreño.

Sus revelaciones fueron bien recibidas por un auditorio integrado por víctimas del conflicto y que minutos antes –cuando llegó a la sede donde iba a rendir su declaración, fuertemente escoltado y con un chaleco antibalas– le habían gritado: "Asesino, asesino, asesino". Según las familias de las víctimas del paramilitarismo presentes en la versión libre, éste ahora sí comenzó a revelar lo que había prometido durante la semana pasada.

En esta ocasión, Mancuso suministró detalles inéditos. Después de entregar una documentación ante el Fiscal delegado de Justicia y Paz –incluyendo su carné que lo acreditaba como boy scout cuando era niño–, comenzó con una frase contundente y que tal vez podría resumir lo dicho durante la mañana: "Yo soy la prueba fehaciente del paramilitarismo de Estado en Colombia".

A partir de esa frase comenzó a explicar cómo desde la década de los 60 y hasta los 90 todos los manuales de contraguerrilla del Ejército Nacional justificaban e invocaban el pensamiento de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Así relató, cronológicamente, los nombres de algunos comandantes del Ejército que en todo este tiempo propugnaron las AUC. Por ejemplo, mencionó nombres como el de Harold Bedoya cuando era comandante general de la segunda división del Ejército en 1993, con sede en Bucaramanga, o el del comandante del Ejército en 1973, Luis Carlos Camacho Leyva, o del comandante Orlando Zafra en 1985 y el de Fernando Landazábal Reyes en 1988, y también el del comandante Luis Arcesio Bohórquez en 1989. De todos ellos, aseguró ante la Fiscalía, hicieron doctrina paramilitar y los cita textualmente.

"La defensa nacional no es sólo responsabilidad del Ejército", sentenció en una cita textual del comandante del Ejército en 1973, Luis Carlos Camacho Leyva. En otras palabras, Mancuso dijo que se empezó a enrolar en los paramilitares como "cooperante".

Luego dijo que en la medida que el proceso fue adquiriendo una dinámica mayor tuvo que pasar a las acciones. Entonces habló de tres reuniones con los generales del Ejército Iván Ramírez Quintero y con Rito Alejo del Río, en las que se planeó la expansión paramilitar por el norte de Colombia.

Aseguró que el general Rito Alejo les indicaba a los escuadrones paramilitares qué terrenos podían tomar y cuáles zonas estaban libres de peligro para concentrar a los hombres reclutados.

Su versión coincide con varias organizaciones de derechos humanos que han señalado al general del Río como uno de los oficiales que ha violado los derechos humanos desde la institución. El Cinep dice que el general (hoy retirado) Rito Alejo del Río Rojas ocupó el cargo de comandante de la brigada 17 del Ejército con sede en Carepa, Antioquia, desde diciembre de 1995 hasta diciembre de 1997.

"En tal período fueron perpetrados centenares de crímenes de lesa humanidad contra las comunidades más vulnerables de la zona cuya responsabilidad, al menos por omisión, se atribuyó a sus tropas, las cuales fueron vistas habitualmente actuando en unidad de acción con las más reconocidas estructuras paramilitares. Muchos miles de campesinos, negros e indígenas fueron desplazados violentamente de sus aldeas y el paramilitarismo tomó el dominio completo de la región. Pero el general del Río no llegó a Urabá sin antecedentes inquietantes que fueron configurando una trayectoria y un perfil fuertemente contrarios a lo que la ética y el derecho demandan de la milicia. Una serie de acusaciones han quedado registradas en numerosos expedientes judiciales y disciplinarios, que si bien la justicia colombiana con sus arraigados métodos de impunidad que la caracterizan ha dejado sin investigar ni sancionar, llegando incluso el Fiscal General de la Nación a precluir el proceso contra él (9 de marzo de 2004), sus sustentos probatorios ineludibles llevan a definir el perfil de este general como uno de los más tozudos impulsores y gestores del paramilitarismo en Colombia y lo hacen responsable de numerosos crímenes de derecho internacional".

Precisamente, el senador Gustavo Petro ha insistido en que el presidente Álvaro Uribe Vélez le debe una explicación al país de por qué le ofreció un homenaje de desagravio al general del Río cuando precisamente la embajada de Estados Unidos había anunciado el retiro de su visa y las organizaciones de derechos humanos de ese país publicaban detallados informes de su accionar. Incluso Mancuso contó que entre 1996 y 1997 se reunió con el general Rito Alejo en la finca 'La 21', en San Pedro de Urabá.

Aseguró que allí estuvieron Carlos Castaño (jefe de las AUC ya muerto), y Freddy Rendón, alias 'El Alemán', y que el tema que trataron fue la expansión paramilitar en Urabá. Según Mancuso, este oficial iba en un helicóptero civil, pero él llevaba su uniforme militar. Esta es la primera vez que un ex jefe 'para' se refiere al general Del Río.

Luego Salvatore Mancuso señaló al general Martín Orlando Carreño y explicó que cuando estaba en la Brigada 17 enviaba a sus soldados a patrullar en compañía de los comandos paramilitares. "Yo era uno más dentro de esa Brigada". En otras palabras, Mancuso, dijo que él era un soldado raso al servicio de las decisiones de Carreño, quien con el paso del tiempo fue ascendiendo en su carrera hasta ocupar la comandancia del Ejército.

Mancuso reveló que sus hombres patrullaron con el general Martín Orlando Carreño y que a través de un general de la Brigada 11, al que identificó como Iván Ramírez, conoció al también general Alfonso Manosalva (fallecido) con quien se reunió al menos 10 veces. El general Ramírez comandante de la XI Brigada en Montería y luego llegó a ser jefe de inteligencia del Ejército. De él también las organizaciones de derechos humanos han hecho varios reportes donde lo sindican de varios delitos.

Como se recordará, a Manosalva el ex líder paramilitar ya lo había señalado en anteriores versiones como uno de sus colaboradores en la matanza de El Aro (Antioquia).

Pero las revelaciones de Mancuso no pararon ahí. Contó el episodio con el magistrado Rodrigo Escobar de quien dice acudió a Mancuso por el caso de su novia (no dio el nombre). Quería saber qué había pasado con ella, si aún la tenían retenida o la habían matado. Cuenta que el magistrado "buscó a uno de nuestros congresistas", a Miguel de la Espriella, para preguntarle eso. Entonces Mancuso llamó a 'Jorge 40' y éste le dijo que estaba muerta porque según una información ella manejaba parte de las finanzas de la guerrilla.

Al filo del mediodía, Mancuso terminó diciendo: "El paramilitarismo ha sido orquestado por los gremios económicos, que son los que ponen la plata, plata que favorece a los políticos y el Ejército dispara a quien se oponga a esto, sea guerrilla o no sea". Dando así pistas de lo que puede venir en las próximas horas.


El año de la verdad – 2

Ex jefe de las AUC también acusa a dos de los funcionarios más importantes del círculo del Presidente Uribe

Revista Semana, Bogotá, 15/05/07

Salvatore Mancuso aseguró que el Vicepresidente de la República, Francisco Santos, le pidió crear un grupo de paramilitares en Bogotá; y que el Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, le propuso a Carlos Castaño un acuerdo para derrocar de la presidencia a Ernesto Samper Pizano.

Eran más de las tres de la tarde y los asistentes a la diligencia de versión libre del ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso seguían esperando las prometidas revelaciones sobre los nexos de la clase política colombiana con las autodefensas. El edificio del Palacio de Justicia, en el complejo urbanístico del sector de La Alpujarra, en Medellín, acogía a decenas de víctimas y periodistas nacionales y extranjeros.

Ya durante la mañana sus revelaciones habían sido escandalosas. Mancuso confesó que fue entrenado por militares y que se asoció con varios ex comandantes de las Fuerzas Militares para cometer sus delitos (Ver artículo: 'Mancuso dice que los generales Rito Alejo del Río, Martín Carreño e Iván Ramírez ayudaron a expandir el paramilitarismo'). En la tarde, su testimonio prometía ser sobre la clase dirigente. Lo que muchos creían es que volverían a hacer un repaso de su fuerte influencia en las regiones. Sin embargo, cambió de tercio y entró de lleno al círculo de poder del presidente Álvaro Uribe Vélez.

Dijo que en 1997 el hoy ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, fue a buscar a Carlos Castaño para pedirle respaldo para un acuerdo que pretendía derrocar de la Presidencia al entonces Jefe de Estado Ernesto Samper Pizano. Según Mancuso, el hecho ocurrió el primer día en que él tuvo contacto directo con Santos. "Llegó hasta donde estábamos con Castaño usando unas coordenadas que le habíamos dado para que se desplazara hasta el sitio Guadual, en el municipio de Valencia, Córdoba. Castaño me dijo que Santos había pedido la cita. Preguntó qué tan comprometido estaba Samper con los narcos y Castaño le respondió que tenía pruebas. Santos le dijo a Castaño que estaba haciendo una jugada política arriesgada y que venía en nombre de otros a hacerle una propuesta. Que la idea era un acuerdo en el que estuvieran las FARC y las autodefensas, que ese acuerdo terminara en una Constituyente y que luego le pedirían a Samper que se retirara del gobierno".

Un golpe de Estado

Según el relato de Mancuso, Castaño le respondió a Santos que lo pensaría. "Se dio la vuelta y me dijo: Imagínate lo que me está proponiendo, un golpe de Estado". Al decir del ex jefe paramilitar, Castaño creía que ese tipo de acuerdo sería una forma interesante de hacerse al estatus político que por esa época comenzaban a reclamar las autodefensas.

Mancuso le dijo al fiscal delegado de la Unidad de Justicia y Paz que esa no fue la única cita en la que estuvo con Santos. La segunda, según el testimonio del ex jefe paramilitar, ocurrió por la misma época en el sitio conocido como "El 21", en el municipio de San Pedro de Urabá. A ella habrían asistido, además, el ex ministro Álvaro Leyva, el dirigente Hernán Gómez, el periodista Germán Santamaría, el esmeraldero Víctor Carranza, Carlos castaño y Mancuso. En esa cita, "Santos se volvió a referir al golpe de Estado contra Samper y dijo que se acordaría un comunicado conjunto con las FARC declarando el cese de hostilidades. El gobierno de Samper se enteró y ahí fue cuando salió la denominación de los "conspiretos".

La versión de Mancuso coincide con el relato que el extinto jefe de las autodefensas Carlos Castaño hizo en el libro 'Mi confesión'. Tiene, eso sí, la intención de descalificar a Santos para demostrar que la penetración de las autodefensas llegó hasta todos los sectores políticos y para neutralizar cualquier acción del ministro en contra de las Autodefensas. Pero no es una versión nueva.

En junio de 1997, tras la liberación de los soldados secuestrados por las FARC en Las Delicias, Caquetá, el grupo guerrillero le pidió a Samper la desmilitarización de cuatro municipios para crear una zona de distensión con el fin de iniciar un proceso de paz. Días después Santos se reunió con los capos de las autodefensas para proponerles el acuerdo político que derivaría en una Asamblea Constituyente, pero la idea se filtró y fue ventilada públicamente por el ex comisionado de paz de Samper, José Noé Ríos, quien acusó a Santos de conspirador.

Esa misma versión fue revivida por los medios de comunicación nacionales hace algunas semanas, tras la divulgación del acuerdo de Ralito y luego de que el presidente Álvaro Uribe señalara que a diferencia del pasado, este gobierno no ha hecho acuerdos con ilegales.

Los dardos contra el Vice

Al Vicepresidente de la República., Francisco Santos también le cayó otro baldado de agua sucia de los que Mancuso lanzó en su versión Libre. El ex jefe paramilitar aseguró que Santos, primo del ministro de Defensa, también se reunió varis veces con los jefes de autodefensas y que "me sorprendí porque lo noté identificado con la causa" y porque "le dijo a Castaño que le gustaba el modelo (de autodefensas) de Córdoba y que le gustaría que se repitiera en Bogotá". En una de esas reuniones, continuó Mancuso, "Castaño le propuso a Santos que comandara el Bloque Capital, pero este se negó diciendo que no sabía de esas vainas". El desmovilizado jefe de autodefensas asegura que una semana después se reunió en Bogotá con algunos periodistas de El Tiempo y que luego Santos escribió una columna titulada "Proyecto contrainsurgente" en donde hacía alusión a la estrategia de las AUC.

Hace algunos días, y ante el anuncio de que Mancuso salpicaría a los políticos que se reunieron con él, el Vicepresidente se anticipó al desmovilizado y aseguró que sostuvo varias reuniones no solo con grupos de autodefensas sino con guerrilleros, en cumplimiento de su trabajo al frente de la Fundación País Libre, que trabaja en defensa de los secuestrados. Además, agregó que no tiene rabo de paja y que el país conoce de su trayectoria de denuncia constante contra todo tipo de actores armados.

Políticos salpicados

Mancuso revivió la discusión sobre algunos de los políticos vinculados con la 'parapolítica', pero también involucró a otros que no han sido investigados por la Corte Suprema de Justicia. El caso más relevante en este segundo grupo es el del senador Mario Uribe, primo del presidente Álvaro Uribe, con quien dijo haberse reunido "una o dos veces". En la primera de esas citas estuvo presente la ex congresista Eleonora Pineda, hoy presa y acusada por la Fiscalía de concierto para delinquir tras su vinculación al escándalo por la firma del "Acuerdo de Ralito" con Mancuso, Don Berna, Jorge 40 y Diego Vecino.

En la cita, al decir de Mancuso, hablaron sobre "un pacto político para apoyarla a ella y para apoyarlo a él en algunos municipios del Alto San Jorge y Ayapel". Uribe es el presidente del Partido Colombia Democrática, uno de los más golpeados por el escándalo, dado que parte de sus congresistas y líderes políticos están presos, entre ellos los senadores Álvaro García y Miguel de la Espriella y la ex representante Pineda.

En el caso de la política de Córdoba dijo que las AUC se reunieron con casi todos los dirigentes políticos y mencionó en concreto a Miguel de la Espriella (a quien se refirió como "uno de nuestros congresistas"), Reginaldo Montes, Salomón Náder y hasta Juan Manuel López, a quien reconoció que por épocas no recibió apoyo paramilitar porque pretendía "usar a las autodefensas". Fue por esta razón que en las elecciones de gobernador de 2003 Mancuso le dio el aval al candidato del llamado "sindicato" (Julio Manssur, Zulema Jattin, Miguel de la Espriella, Reginaldo Montes y Eleonora Pineda), en vez de dárselo al de López.

La diligencia continuará este miércoles y se espera que Mancuso revele, tal como lo anunció en días pasados, nombres de más políticos comprometidos con su accionar y también de quiénes eran los empresarios que financiaban a las autodefensas.


El año de la verdad – 3

Salvatore Mancuso vincula a más políticos y empresas con las autodefensas

Revista Semana, Bogotá, 15/05/07

El ex jefe paramilitar reveló una lista de 25 alcaldes de la Costa Atlántica que según él fueron elegidos con apoyo de las autodefensas, se ratificó en su versión contra el senador Mario Uribe y otros congresistas y dijo que empresas como Postobón y Bavaria apoyaron a su grupo ilegal.

El segundo día de versión libre del ex jefe paramilitar Salvatorte Mancuso ante la Fiscalía resultó tan explosivo como el primero. El ex líder de las autodefensas no solo se ratificó en sus declaraciones del martes, sino que aseguró tener pruebas para refutar a los políticos salpicados que salieron a rectificarlo e involucró a un nuevo grupo de dirigentes de la Costa Atlántica.

Este miércoles Mancuso estuvo más seguro de sus palabras ante el Fiscal. Habló rápido y en ocasiones farfullando los nombres de todos los políticos con los cuales habría tenido pactos. Una de las personas a las que más mencionó fue, sin duda, a la ex representante Eleonora Pineda de quien dijo era su enlace político con Bogotá. "Esa mujer sí sabe mucha letra menuda... esa era su función" le dijo Mancuso al Fiscal cuando olvidó uno de los tantos nombres de políticos que mencionaba en las reuniones de jefes de las autodefensas con dirigentes de la Costa Atlántica. Incluso contó una anécdota del día que el presidente Álvaro Uribe hizo uno de sus primeros concejos comunales en Montería. Dijo que Eleonora sacó del concejo a Armando Benedetti y a otro congresista al que identificó como "Campos" para llevarlos a una reunión en Ralito con Mancuso. En ella se comprometieron, según él, a liderar el proceso de paz con las AUC. Para esos días Ralito no era aún "zona de distensión".

Se refirió al actual Alcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez, sin mencionar su nombre, y dijo que él les dio dos secretarías a cambio de votos para su elección. De la ex congresista Rocío Arias, reconocida por su cercanía con las autodefensas, dijo que salió elegida Representante gracias a un acuerdo con los paras en Antioquia.

Al final de la tarde volvió a mencionar al Senador Mario Uribe para insistir en que se han visto en dos reuniones, pese a que el senador aseguró no haber hecho pactos con las autodefensas. La primera de ellas habría sido en Tierralta, Córdoba, en 2002 y en ella Eleonora Pineda los llevó hasta una finca donde pactaron para darle apoyo en votos para el Senado. Aclaró que el senador, primo del presidente Álvaro Uribe, ya sabía que él tenía orden de Captura. La segunda reunión fue "porque Carlos Castaño no lo pudo atender y me lo mandó a mí. Lo hizo a través del periodista Antonio Sánchez. Ahí se coordinó direccionar a los líderes de Córdoba para votar por Mario".

También dijo que más adelante dará detalles sobre la forma en que, según él, multinacionales empresas "como Bavaria y Postobón apoyaban a los paramilitares.

Entre tanto el presidente Álvaro Uribe ratificó su confianza en el Vicepresidente Francisco santos y el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, a quienes el ex jefe paramilitar acusó un día antes de solicitarle a Carlos Castaño la creación del Bloque Capital y de proponerle al extinto jefe de autodefensas un pacto para sacar del poder al ex presidente Ernesto Samper, en 1997, respectivamente. Incluso el Vicepresidente les pidió a las autoridades investigar las denuncias que en su contra hizo Mancuso.

La mayoría de los congresistas mencionados por Mancuso durante su versión libre del martes prefirieron guardar silencio. Entre los pocos que hablaron figura el senador Mario Uribe, quien lo hizo para decir que nunca ha pactado con grupos ilegales y que no es cierto que haya hecho alianzas para respaldar candidato alguno a la Cámara de Representantes en Córdoba.

Otros salpicados

En horas de la mañana afirmó que tuvo reuniones con políticos de Córdoba como Julio Manzur, Zulema Jattin, Reginaldo Montes, Salomón Náder, Libardo López, José Maria López y Musa Besaile. Luego Pasó al departamento de Bolívar donde, dijo, se reunió en casa de la ex congresista Eleonora Pineda (hoy presa en la cárcel del Buen Pastor), con Libardo Simancas, Alfonso López Cossio, Alfonso Ilsaca, "Juancho" Duque, Juan José García y algunos emisarios del senador Javier Cáceres. En esta última reunión se habló y se pactó la forma cómo iba salir elegido Alfonso López Cossio en las votaciones para Congreso.

Dijo que el "Comandante Mauro" y Jorge 40 eran quines dominaban los municipios del Cesar, Magdalena y La Guajira y se ratificó en que hasta hace unos cuatro años las AUC tenían el control del 35% del Congreso. "Ese mismo cálculo lo debe hacer la guerrilla" dijo. A continuación dijo con complacencia que "todas las alcaldías actuales de María la Baja, El Guamo y Arjona son nuestras" y que "manejé 25 de los 28 municipios de Córdoba... los otros tres eran de 'Don Berna' y 'El Alemán'".

Según Mancuso, en Tierralta impuso dos Alcaldes: Sigifredo Señor y Humberto Santos Negrete. En Buenavista, a Fernel Bertel; en Lorica, a Rodolfo Montes; en La Apartada, tras una contienda apoyada por ganaderos afectos a las AUC, a Catalina Durango de Paz; en Puerto Libertador, a Julio Sánchez Moreno, en Montelíbano, a Moisés Ander; en Ayapel, a Pedro Julio Márquez; en San Pelayo, a Wilson Arroyo; en San Antero, a Martín Álvarez Morales y Wilmer Pérez; en San Bernardo del Viento, a Wilson Negrete Flores; en Chinú, a Julio Álvarez Turiso; en Chimá, a Carlos Rodríguez; Sahún, a Pedro Otero; en Ciénaga de Oro, a René Burgos; en San Andrés de Sotavento, a Juan Carlos Casado; y en Puerto Escondido, a Carlos Vergara. Mancuso iba leyendo nombre por nombre y municipio por municipio como si se tratara de una lista de mercado. En varias oportunidades se repetía o, incluso, los pronunciaba tan rápido que el Fiscal le pedía repetir nombres..

A la hora de referirse al departamento de Sucre, aclaró que los datos que tiene se los había proporcionado Diego Vecino e hizo referencia a ayudas par ala candidaturas de Muriel Benito Rebollo a la Cámara y Jairo Merlano al Senado. También se refirió a los alcaldes Pedro Luna, de Coveñas; Jorge Blanco, de San Onofre; y a la Diputada Nelly Blanco. "Nosotros sacamos el 80 por ciento de los concejales en los 5 municipios que comprenden al Golfo de Morrosquillo porque el 20 por ciento restante ya eran adeptos nuestros" dijo el Jefe paramilitar.

En la sesión de la tarde, Salvatore comenzó a hablar de importantes ganaderos del norte del país como Jaime Isaac, Joaquín García, Olegario Otero y Mauricio Aristizábal. Dijo que había sostenido una reunión con ellos para precisar las finanzas de las AUC. Dentro de los personajes también nombró al empresario Elías Vélez.

También se refirió a dos reuniones más: una primera en un prestigioso Club de Medellín pero no hizo referencia a los nombres de las personas que allí participaron salvo el de Diego Vecino. Y otra en el César con la familia de Jorge Gnecco, en la que se trató el tema de la expansión de las AUC.


El año de la verdad – 4

Mancuso dice que las empresas Postobón y Bavaria y las multinacionales Chiquita, Dole y Del Monte hacían pagos a los paramilitares

Por Darcy Crowe, AP
Revista Semana, 15/05/07

En su tercer día de versión libre, el desmovilizado jefe paramilitar aseguró que decenas de empresas financiaron a paramilitares colombianos. Entre ellas, también las multinacionales Chiquita, Dole y Del Monte. "Cada una de ellas pagó un centavo de dólar por cada caja de banano que exportaron", dijo en esta jornada dedicada a revelar, según él, las empresas que lo financiaron.

El ex paramilitar Salvatore Mancuso incriminó este jueves a un puñado de multinacionales bananeras, a dos de las mayores empresas del país y a una decena de compañías carboníferas por financiar a esas milicias de extrema derecha culpables de narcotráfico y masacrar civiles.

Mancuso señaló en una corte de Medellín, en desarrollo de la audiencia libre, a las multinacionales Chiquita, Dole y Del Monte y manifestó que "cada una de ellas pagó un centavo de dólar por cada caja de banano que exportaron", relató Jesús Vargas quien presenció el testimonio del ex comandante restringido a la prensa.

También inculpó a las empresas de bebidas Postobón y Bavaria por pagar "impuestos" para operar en la costa Atlántica del país, de lo cual tenían conocimiento de los directivos de ambas compañías, dijo Vargas que es abogado de una asociación de víctimas de los paramilitares.

Postobón pagaba unos 7.000 dólares mensuales al cambio de entonces por cada departamento en el que distribuía sus productos, mientras que Bavaria desembolsaba unos 70 centavos de dólar por cada 30 cervezas que vendía en la costa Atlántica.

Postobón es parte del grupo Ardila Lule, uno de los mayores conglomerados económicos del país. Bavaria, hasta el 2005 perteneció al empresario Julio Mario Santodomingo, listado por la revista Forbes como uno de los 500 hombres más ricos del mundo.

"Mancuso dijo que los directivos de Bavaria sabían sobre esos pagos ya que los distribuidores locales exigieron que les ayudaran" a absorber su costo, dijo Vargas. La cervecera sudafricana SABMiller adquirió a Bavaria hace dos años por unos 9.000 millones de dólares.

Bavaria y Postobón no estuvieron disponibles inmediatamente para comentar las imputaciones. El abogado del ex jefe paramilitar, Hernando Benavides, confirmó a la AP que su cliente nombró a las multinacionales bananeras y a esas dos empresas.

Mancuso también relató que las empresas carboneras que operan en el departamento del Cesar, donde se encuentra uno de los yacimientos carboníferos con mayores reservas del mundo, también pagaban "impuestos" a las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Agregó que los transportistas de carbón abonaban más de 70.000 dólares mensuales.

La mayor parte de esos "impuestos" se comenzaron a cobrar a mediados de la década de los 90 cuando los grupos paramilitares establecieron control de varias zonas de la costa Atlántico después de sacar a las guerrillas izquierdistas, pero Mancuso no precisó cuándo dejaron de pagarles.

En el 2001, Estados Unidos clasificó a los paramilitares como una organización terrorista. La Fiscalía atribuye a paramilitares por lo menos 10.000 cadáveres que están en fosas comunes y el fiscal general Mario Iguarán ha dicho que las empresas que financiaron a los paramilitares "no pagaron por seguridad, pagaron por sangre".

Chiquita admitió en un acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense que financió paramilitares y pagó una multa de unos 25 millones de dólares. La bananera ya no opera en el país.

La empresa carbonífera estadounidense Drummond, que explota sus yacimientos en el departamento del Cesar, enfrenta un proceso judicial en su país por supuestamente pagar a un comandante paramilitar para que matara a tres líderes sindicalistas asesinados.

El testimonio de Mancuso ante las autoridades forma parte de un acuerdo de paz con el gobierno del presidente Álvaro Uribe que les concede penas máximas de ocho años de cárcel por los crímenes que cometieron, reparen económicamente a sus víctimas y dejen de delinquir. Unos 31.000 combatientes se han desmovilizado como parte de ese acuerdo.