Colombia - Venezuela

El lanzamiento de una nueva relación

Revista Semana, Bogotá, 11/08/10

¿En qué consisten las cinco comisiones creadas por Santos y Chávez? ¿Cuáles son su importancia y urgencia?

No pasó una semana del gobierno de Juan Manuel Santos para que las relaciones entre Colombia y Venezuela tomaran un nuevo rumbo: la diplomacia. A pesar de que los compromisos adquiridos por Santos y Hugo Chávez se van a demorar en dar resultados, la mayoría de analistas y ex diplomáticos ve con buenos ojos el acercamiento que se dio este martes en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta.

Santos y Chávez reconocieron que hay que cuidar el nuevo comienzo. ¿La razón? En el fondo, todavía hay un dejo de desconfianza, derivado de la fragilidad inherente a un acuerdo relámpago y de las diferencias ideológicas de los mandatarios.

Por esta razón, Santos reiteró en su intervención que una necesidad básica es “anteponer el bienestar de nuestros pueblos sobre cualquier diferencia personal”. “Y por eso vamos a construir una relación que sea perdurable en el tiempo”.

Para cumplir ese propósito, según lo han advertido desde la academia, la sociedad civil y los gremios, se requieren mecanismos de confianza y una mayor actividad de la institucionalidad diplomática.

En ese interés, los cancilleres María Ángela Holguín, de Colombia, y Nicolás Maduro, de Venezuela, trazaron la hoja de ruta que incluye la creación de cinco comisiones.

Cuatro de esas comisiones tendrán funciones relacionadas con la economía y el desarrollo, sólo una, con la seguridad. Este hecho supone lo que ya los analistas habían señalado: que con Santos habría un cambio de dirección en la política exterior del país en aras de la diversificación de los temas de las relaciones.

“Hay una recuperación de la política exterior como tarea exclusiva del Presidente y de la Cancillería”, indicó a Semana.com la internacionalista Laura Gil.

“Y lo más importante fue que se logró despersonalizar las relaciones internacionales. Según lo plantearon los cancilleres, hay un compromiso explícito de basar la relación en la diplomacia y no en las declaraciones en caliente”, agregó.

Para Carlos Ronderos, profesor investigador de comercio internacional en la Universidad Sergio Arboleda, “el acuerdo al que llegaron los Presidentes este martes va a estimular un comercio pequeño de la frontera”, lo cual es positivo para los pobladores de esa región, que al fin de cuentas han sido los más damnificados con la crisis.

Sin embargo, el especialista señaló que “la balanza comercial no va a ser como antes”. En su criterio, varios factores hicieron que en el pasado cercano Colombia lograra aumentar sus exportaciones a Venezuela hasta casi el 90 por ciento, pero hoy las condiciones han cambiado.

Los dos analistas, sin embargo, consideraron que los temas enunciados en la declaración de principios para el restablecimiento de las relaciones son suficientes. Las delegaciones diplomáticas de Colombia y Venezuela formularon la creación de las comisiones sin detallar sus funciones, lo cual les permitirá abordar muchos temas y crear mecanismos específicos para cada una de las necesidades de las relaciones comercial y diplomática.

“Ahora viene un trabajo de bajo perfil, sin mucho ruido, cuyos resultados veremos en el mediano plazo”, dijo Gil.

¿En qué consisten esas comisiones? ¿Cuál es su importancia?, son algunas de las preguntas que surgen tras el encuentro de mandatarios.

El pago de la deuda y el reimpulso del comercio

El deterioro de las relaciones entre los dos países impactó fuertemente la economía, sobre todo la colombiana, que según el DANE, en el 2007 exportó al país vecino 5.000 millones de dólares y en el 2008 la cifra estuvo por encima de los 6.000.

Sin embargo, poco a poco el gobierno venezolano tomó decisiones que afectaron la balanza comercial al punto de que, según lo estiman los gremios, este año las exportaciones comerciales probablemente no lleguen a los 1.500 millones de dólares.

Una de las razones del descenso de la balanza comercial fue el incumplimiento de los pagos a los empresarios, que necesariamente pasan por la intervención del gobierno venezolano que es el que controla el intercambio de divisas. Esa deuda de Venezuela asciende a 780 millones de dólares.

Por esta razón, “la creación de una comisión para agilizar los pagos es importantísima, pues para las empresas fue un golpe muy duro la falta de pagos”, explicó Ronderos.

El investigador adujo que esa comisión debería servir no sólo para garantizar los pagos, sino para crear mecanismos que rijan las relaciones comerciales a futuro. “Que fije los plazos de los pagos, por ejemplo”, dijo.

Los Presidentes se comprometieron a revisar la facturación de esa deuda, pues, según lo han indicado los expertos, hay exportaciones ficticias de personas que buscaron sacar ventaja del diferencial cambiario para traer dólares de Venezuela y venderlos en el mercado informal.

Acuerdo de complementación económica

Venezuela anunció su retiro de la CAN hace varios años. No obstante, apenas en abril del año entrante se vence el marco jurídico que reglamenta la relación comercial entre Colombia y Venezuela, basado en los acuerdos pactados en el mecanismo de los países andinos.

Eso quiere decir que varios productos que Colombia vendía a Venezuela no estarán exentos de aranceles. Así, por ejemplo, los autos tendrán que pagar el 35 por ciento (que es el mismo arancel tanto en Colombia como en Venezuela) y los electrodomésticos deberán pagar el 20.

Pero los productos de los países que integran Mercosur, mecanismo al que pertenece Venezuela, entrarán a ese país sin aranceles.

“No habría posibilidad de competir porque nuestros productos entrarían al país vecino con sobrecostos muy altos”, explicó Ronderos.

Por esta razón, tanto Colombia como Venezuela deberán pactar un nuevo marco legal para las relaciones comerciales. No hay que olvidar que ese país es el segundo más importante para el comercio exterior.

Inversión social en la zona de frontera

La población que vive en la frontera ha sido la que más ha sufrido la crisis diplomática. Mucha de esta población ve afectada su economía cada vez que cierran la frontera o se restringe el intercambio comercial.

Además, en algunos puntos de la zona limítrofe esta población carece de atención en salud, de educación y de servicios públicos.

Santos, en su intervención luego de la reunión, destacó que se podría ejecutar proyectos “que beneficien tanto al pueblo venezolano como al pueblo colombiano, sobre todo a los más necesitados, que requieren de nuestra ayuda”.

La atención a esa población ha sido un llamado de sectores de la sociedad civil y de líderes de las regiones. Sin embargo, lo más probable es que los resultados en ese aspecto se demoren.

Desarrollo de obras de infraestructura

Tanto Santos como Chávez mencionaron la importancia de desarrollar transportes fluvial y terrestre que permitan la salida de recursos venezolanos hacia el Pacífico.

Según explicó Ronderos, desde hace tiempo hay un proyecto de navegación para el transporte de recursos minerales desde Ciudad Bolívar, en Venezuela, hacia Panamá. Sin embargo, ese proyecto no se ha desarrollado.

El objetivo es facilitar el transporte de acero, hierro, níquel, entre otros, hasta el Pacífico.

Además, según ha explicado en varias ocasiones el ex viceministro de relaciones exteriores Diego Cardona, para Venezuela es muy importante la creación de un oleoducto que le permita sacar su petróleo con destino a los países asiáticos. En ese propósito Colombia juega un papel importante.

Seguridad

El último punto de los compromisos fue la creación de una comisión de seguridad, pero no por ello es el menos importante.

Los mandatarios se comprometieron a darle “estricto cumplimiento al Derecho Internacional” y a aplicar “los principios de no injerencia en los asuntos internos y de respeto a la soberanía e integridad territorial de los estados”, según reza en la declaración de principios.

“No se resolvieron temas de fondo, pero es mucho más que un primer paso, porque Santos logró separar el problema de la seguridad, propio de la política interna, de las relaciones entre los países”, agregó la analista Gil.

La internacionalista se refirió a que no se habló sobre temas puntuales como la supuesta presencia de las Farc en Venezuela, pero “quedó demostrado que los dos países, con diplomacia, se pueden poner de acuerdo para resolver problemas comunes”, dijo.

Además, el gobierno colombiano logró hacer que Chávez se comprometiera a rechazar la lucha armada y a retirar cualquier apoyo a las Farc (así solo sea moral) ante países de la región como Brasil y Argentina.

En sólo cuatro horas de reunión los dos gobiernos lograron avanzar de un punto muerto a compromisos importantes, y en sólo 48 horas de Santos como Presidente, cambió el panorama inmediato de las relaciones con Venezuela. Ahora cuando la relación parte de cero, los dos gobiernos deberán actuar con prudencia y rodearse del apoyo de sus respectivos pueblos para cumplir con el objetivo de “garantizar la permanencia y estabilidad de la relación bilateral”, como se propusieron.


Chávez–Santos

Comienza luna de miel

Análisis de Humberto Márquez
Inter Press Service (IPS), 11/08/10

La sonrisa de satisfacción lo delataba: el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, logró una clara victoria apenas tres días después de asumir al recibir a su par venezolano Hugo Chávez y restablecer en tiempo récord las relaciones diplomáticas, políticas y comerciales entre ambos países.

Como tantas veces a lo largo de su historia de alianzas y desencuentros, Colombia y Venezuela inician una nueva luna de miel, esta vez para superar la tormentosa relación guiada por el izquierdista Chávez, en el gobierno desde 1999, y el derechista Álvaro Uribe, sucedido en el cargo por su correligionario Santos tras dos mandatos consecutivo iniciados el 7 de agosto de 2002.

Las relaciones Uribe–Chávez se interrumpieron cinco veces desde 2005, afectando el diálogo y el comercio.

La última fue la ruptura total de los vínculos bilaterales el 22 de julio, después de que Bogotá acusó a Caracas ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) de cobijar a guerrilleros izquierdistas colombianos.

Ocurrió un año después de que Chávez colocase el conjunto de las relaciones con Colombia "en el congelador", como respuesta al pacto militar entre el gobierno de Uribe y el del estadounidense Barack Obama.

Ese acuerdo abrió siete bases colombianas a fuerzas militares de Estados Unidos, desde las cuales Venezuela temía y teme que se orquesten agresiones para desestabilizar o derrocar su gobierno.

"Hemos decidido pasar la página", coincidieron en declarar Chávez y Santos, reunidos en San Pedro Alejandrino, la antigua hacienda de la caribeña Santa Marta donde falleció en 1830 el libertador Simón Bolívar.

"Colombia llevó objetivos más claros a la reunión y alcanzó beneficios mayores y más inmediatos del acuerdo que restablece las relaciones. Es un logro de Santos ante su opinión pública", dijo a IPS Fernando Gerbasi, ex vicecanciller de Venezuela que fue durante años embajador en Bogotá.

Los motivos de la ruptura, bases para estadounidenses versus amparo para guerrillas, aparecieron como temas recubiertos de lenguaje diplomático en la declaración que restableció las relaciones, tales como "dar estricto cumplimiento al derecho internacional" o "aplicar los principios de no injerencia en los asuntos internos".

En cambio, los nudos de cuestiones de economía que interesan sobre todo a Colombia deberán ser desatados rápidamente por comisiones pactadas en Santa Marta.

En primer lugar, el pago de 800 millones de dólares a exportadores colombianos que Venezuela retiene bajo el severo control de cambios que impera desde 2003.

La misma comisión binacional deberá revivir los lazos comerciales, un intercambio que en 2008 llegó a 7.290 millones de dólares, según las cámaras de comercio, 6.092 millones de los cuales fueron exportaciones colombianas, entre las que destacan alimentos, textiles y calzado.

En 2009, después del frenazo tras la ira desatada por las bases militares, las exportaciones colombianas al vecino país por el oriente cayeron a 4.000 millones de dólares y para este año se calcula que apenas llegarán a 1.500 millones, en tanto Venezuela sólo le vende unos 500 millones de dólares.

José Rozo, presidente del gremio patronal en la frontera sudoeste de Venezuela, recordó a IPS que la merma del comercio "afecta a los cinco millones de personas que viven a uno y otro lado de la frontera".

"En Colombia se han perdido unos 35.000 empleos, y en el lado venezolano otros 25.000", detalló.

Una segunda comisión trabajará un acuerdo de complementación económica entre los dos países, para reemplazar las normas de la Comunidad Andina, que Colombia sigue compartiendo con Bolivia, Ecuador y Perú, pero de la que Venezuela se separó hace cuatro años.

Las normas del bloque andino regirán el comercio bilateral hasta el 26 de abril de 2011, por lo que a los exportadores les interesa tener definido un nuevo esquema de regulación. "Eso beneficia principalmente a los colombianos, cuyo sector exportador está mucho más preparado que el venezolano para avanzar sobre el mercado vecino", según Gerbasi.

Las comisiones tercera y cuarta, para planes sociales y obras de infraestructura en la frontera, benefician a los dos países, en tanto la quinta comisión, de seguridad, calza con las demandas para que no se acoja a grupos armados irregulares.

Santos resaltó que "el presidente Chávez dijo de todas las formas que no va a permitir la presencia de grupos al margen de la ley en su territorio".

Según la acusación que Bogotá presentó a la OEA en julio, en Venezuela habría hasta 1.500 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y campamentos donde se ocultarían jefes de esa guerrilla y de la otra organización armada izquierdista, el Ejército de Liberación Nacional.

"El gobierno venezolano no apoya a la guerrilla colombiana", dijo y repitió Chávez. "Si yo apoyara a la guerrilla colombiana, con recursos y armas, créanme, el esfuerzo que hubiera hecho en estos 11 años habría dado resultados".

Chávez "logró que el Estado colombiano congele la denuncia ante la OEA, algo que le hacía daño internacionalmente, y con ese distanciamiento de Santos del tutelaje de Uribe (de quien fue ministro de Defensa) toma oxígeno y se le descongestiona el cuadro interno", dijo el analista político venezolano Manuel Felipe Sierra.

Venezuela afrontará cruciales elecciones parlamentarias el 26 de septiembre, para las cuales las encuestas registran algún desencanto entre los tradicionales votantes del chavismo debido a problemas en la economía, incluida la escasez puntual de alimentos, así como el afianzamiento de la oposición política en los estados fronterizos.

Por su parte, Santos "supo aprovechar tanto la disposición de Chávez como la opinión del entramado político, militar, empresarial y de la población en Colombia para presentar una diplomacia más activa como un pilar de su gobierno", opinó Gerbasi.

En la región, y también en capitales como Washington y París, se formularon votos por el entendimiento entre Bogotá y Caracas y porque se restableciesen relaciones.

El secretario general de Unión de Naciones Suramericanas, el ex presidente argentino Néstor Kirchner, tuvo una activa participación en las pláticas de Santa Marta y, en ese marco, se decidió que acompañe las gestiones que emprenderán desde el 20 de este mes en Caracas las cancillerías de Colombia y Venezuela para reencaminar la relación.

La luna de miel debería ser larga a juzgar por las expresiones de los mandatarios a favor de una "relación franca y duradera", pues para la integración sudamericana "¿qué importa que un gobierno sea de izquierda o de derecha?", se interrogó Chávez.

"Cualquier situación que pueda presentarse no la vamos a utilizar para destruir la relación con el otro país. Decidimos doblar la página y mirar hacia el futuro", recalcó Santos.

La prueba sobrevendrá si en la frontera incursiona, como tantas veces en el pasado, la guerrilla que Santos se propone liquidar en sus cuatro años de gobierno y a quienes Chávez pidió abandonar la lucha armada como ya se hizo en otros países de la región.