Economía mundial

La escasez de crédito obliga a empresas a acogerse a
la bancarrota

Por Jeffrey McCracken
Wall Street Journal, 22/02/08

El enfriamiento de la economía estadounidense y la renuencia de los bancos a otorgar préstamos comienzan a apretar la soga alrededor del cuello de una serie de compañías en aprietos.

Durante muchos años, las empresas han tenido fácil acceso al dinero para todo, desde expansiones a adquisiciones a compras apalancadas. Para muchos, este auge global del crédito postergó dolorosos cierres de plantas, recortes de empleos y ventas de activos.

Pero al parecer el cuento de hadas se acabó y llegó la hora de rendir cuentas, a medida que la renuencia de los prestamistas a otorgar financiamiento deja a algunas empresas al borde de la bancarrota y más allá.

El miércoles, la crisis crediticia golpeó a dos cadenas minoristas estadounidenses. Sharper Image, que vende aparatos de alta tecnología, como purificadores de aire y sillas de masaje, y Lillian Vernon Corp., que vende regalos baratos. Ambas se acogieron a las leyes de protección de bancarrota.

Los crecientes problemas de los bancos que proveen capital a empresas contribuyen a la crisis. "Los bancos no sabrán a ciencia cierta qué tanto espacio de maniobra tienen para agregar nuevos préstamos para compañías hasta que [los bancos] tapen el hueco de su cartera incobrable", incluyendo hipotecas, deuda de tarjetas de crédito y préstamos automotrices que están entrando en cesación de pagos, dice Henry Miller, presidente de Miller Buckfire, una firma de reestructuración financiera. "Las fichas de dominó comenzaron a caer."

Nadie está a salvo

Las cesaciones de pago y las quiebras de empresas han aumentado abruptamente este año. El valor total de las cesaciones de bonos corporativos se está acercando al total de 2007. Moody’s Investors Service tiene una lista de 41 compañías que considera en riesgo de violar los términos de sus acuerdos de préstamo, frente a 25 a finales de junio pasado.

Muchas empresas que dependen de los consumidores están en esa lista, incluyendo la de alquiler de películas Blockbuster Inc.

Incluso algunas compañías que ya operan bajo la protección contra la bancarrota están sintiendo los estragos. El fabricante de autopartes Delphi Corp. y el conglomerado de químicos Solutia Corp. no han podido conseguir el financiamiento para salir de la protección contra la quiebra.

"El último par de años han aplazado el dolor", dice Scott Brubaker, director gerente de la firma de recuperaciones de empresas Alvarez & Marsal. "Las compañías en problemas refinanciaron en 2005 y 2006 y tal vez no debieron hacerlo. Ahora, el péndulo de los mercados de crédito ha girado hacia el lado contrario y algunas compañías que deberían refinanciar no pueden o pasan apuros para hacerlo."

Entre las empresas en riesgo figuran las que se desempeñan en sectores debilitados, como el de la construcción y el de hipotecas. Una contracción de la economía nublaría el panorama de las firmas de camiones, las cadenas de restaurantes y los minoristas.

Edward Altman, un experto en bancarrotas y cesaciones de pago corporativas de la escuela de negocios de la Universidad de Nueva York, dice que si sus predicciones son certeras, las compañías podrían entrar en cesación de pagos por más de US$ 220.000 millones de bonos corporativos de alto rendimiento, préstamos apalancados y otras deudas no bancarias durante este año y el próximo. El aumento en las cesaciones y bancarrotas, esgrime, es uno de los principales indicadores de problemas económicos.

El "efecto contagio"

"Los mercados de crédito tienen un efecto de contagio en la economía real", observa. "La visión tradicional ha sido que la economía golpea a las cesaciones, así que las cesaciones llegan a su punto más alto al final de una recesión. Pero en las últimas dos, la tasa de cesaciones se disparó incluso antes de la recesión."

UBS AG y Credit Suisse Group están entre los bancos que recientemente han anunciado rebajas contables sobre el valor de préstamos corporativos en sus balances. La semana pasada anunciaron un declive combinado de US$ 400 millones en el valor de sus préstamos apalancados.

Las pérdidas de los bancos en sus carteras de préstamos a empresas, que se cree crecerán, se suman a los más de US$ 100.000 millones en rebajas contables que las firmas financieras han asumido por los valores ligados a las hipotecas de alto riesgo.

Una preocupación es que los bancos que sufren tales pérdidas sean cada vez más reacios a prestar a compañías con buena capacidad de pago.

"Hay empresas grandes, sólidas y razonables que serán dejadas al margen", dice John Chigounis, presidente de Global Investment Advisors, un fondo de inversión de US$ 1800 millones que pertenece a Reich & Tang Asset Management LLC. "Ellos no obtuvieron su refinanciamiento cuando debieron hacerlo y ahora la ventana se cerró y los mercados de crédito se han secado."

Los asesores que se especializan en ayudar a las compañías a navegar por esta clase de problemas se están preparando para una bonanza de reestructuraciones.

Miller Buckfire, por ejemplo, cuenta con cerca de 60 empleados, el doble del nivel de hace casi tres años.

"Las señales de alerta estaban presentes cuando nos percatamos de que compañías cuyo apalancamiento era 17 veces su capital decidían que la respuesta a sus problemas era acumular más deuda", dice Miller. "Ellos estaban haciendo eso cuando la economía comenzaba a debilitarse. Es cuestión de sacar cuentas."