Economía mundial

Lo que China aprendió con Doha

Por Andrew Batson
The Wall Street Journal, 31/07/08

La voluntad de China de dejar que se viniera abajo la última ronda de negociaciones sobre el comercio global es un reflejo de cómo los lazos del gigante emergente con otras naciones en desarrollo están cobrando mayor importancia, al tiempo que ve menores beneficios futuros en negociar con países ricos como Estados Unidos.

Las conversaciones en la Organización Mundial del Comercio en Ginebra se atascaron cuando los países miembros no consiguieron llegar a un acuerdo sobre una propuesta para permitir que las naciones en desarrollo usen aranceles especiales "de protección" para resguardar a los agricultores de saturaciones en el mercado por importaciones baratas. Las naciones ricas, lideradas por Estados Unidos, culparon a India y China de bloquear un acuerdo global por un pequeño detalle. Los países más pobres, sobre todo India, criticaron a su vez a los países ricos por consentir a sus agricultores con subsidios en un contexto de precios récord para los alimentos.

Algunos analistas dijeron que un calendario político desfavorable –con el presidente estadounidense al término de su mandato y la coalición gobernante de India enfrentando elecciones en mayo– fue el culpable real del fracaso. Esos dos gobiernos eran de la opinión que los imperativos políticos en el frente doméstico no les permitían ceder en un asunto que afecta a sus poderosos grupos de presión agrícolas, dijeron observadores.

En una entrevista, el ministro de comercio e industria indio, Kamal Nath, dijo que pronostica sólo una "pausa" de unos meses en las negociaciones de comercio globales, no un total colapso. Nath dijo que se había ceñido a una postura consistente de que India estaba dispuesta a negociar en materia comercial pero no a comprometer "la seguridad del sustento".

Pero la emergencia en último minuto de China como un factor determinante fue un cambio en la dinámica de la llamada Ronda de Doha de las negociaciones comerciales – y no sólo porque representó un abandono del usual estilo poco agresivo de negociar de Beijing. Su apoyo vociferante a la postura de India, a pesar de que el tema de las medidas de protección agrícola es menos relevante para China, acabó por negarle a los exportadores chinos la posibilidad de expandir sus mercados en favor de construir lazos políticos con otros países de menores ingresos.

"El liderazgo chino ha tratado de adoptar una estrategia de sacrificar sus intereses económicos para ganarse la buena voluntad de países en desarrollo", dice Henry Gao, un ex funcionario de la OMC que ahora enseña derecho comercial en la Universidad de Gerencia de Singapur. "China siempre ha mantenido que ya que ella misma es un país en desarrollo, sus intereses siempre estarán ligados a los de sus países hermanos en desarrollo".

Como el mayor exportador del mundo después de Alemania, y el mayor productor de bienes desde zapatillas de deporte hasta autopartes, China tiene poco en común con los países en desarrollo más pequeños para quienes es muy difícil conseguir acceso a los mercados de los países ricos. Con un arancel no–agrícola promedio del 9%, el mercado chino es también relativamente abierto: el de India, en cambio, es de más del 16%. En ese respecto, los intereses de China están más cerca de los países ricos que estaban tratando de rebajar las barreras arancelarias en países en desarrollo.

Públicamente, sin embargo, China se ha alineado con los países en desarrollo. La agencia de noticias estatal, Xinhua News, culpó a las "acciones egoístas y miopes" de los países ricos del colapso y advirtió que el proteccionismo comercial aumentará. "Las negociaciones no deben de producir un acuerdo sólo para proteger y promover la prosperidad de las naciones ricas", leía un editorial del diario estatal China Daily el miércoles.

El negociador chino dijo que el país está listo para estrechar sus lazos comerciales con socios dispuestos a ello fuera del proceso de la OMC. "En base a la igualdad y la reciprocidad, China está lista para intensificar su comercio bilateral y cooperación económica con los miembros aquí presentes", dijo en Ginebra el ministro de Comercio Chen Deming, expresando un interés particular en establecer nexos con los llamados países menos desarrollados y las economías pequeñas y vulnerables.

El comercio de China con otros mercados emergentes – desde sus vecinos asiáticos como Indonesia y Malasia al Golfo Pérsico y África – ha experimentado un boom, al tiempo que sus exportaciones a Estados Unidos han caído considerablemente este año. China ha sido particularmente activa en desarrollar lazos económicos con África, donde sus compañías están construyendo proyectos de infraestructura y consiguiendo grandes contratos mineros.

Algunas de esas relaciones han sido blanco de críticas por parte de Occidente, sobre todo en lo que respecta al caso de los lazos de China con una Sudán llena de conflictos y con el régimen represivo de Myanmar. Pero reflejan la búsqueda de crecimiento futuro por parte de China fuera de sus mercados tradicionales en Estados Unidos y Europa. Y eso le da a China menos incentivos para participar en unas negociaciones en la OMC que todavía están dominadas por esos grandes poderes.

"No tiene tanto que ganar" porque los mercados de Estados Unidos y la Unión Europea ya están en gran medida abiertos, dice Matthew McConkey, director de comercio asiático para la firma de abogados Mayer Brown JSM en Beijing. "No sé cuál es el incentivo para ellos en esta situación".

El mayor asunto comercial para China en estos momentos es el creciente número de "medidas protectoras" y antidumping usadas por los países ricos para bloquear importaciones de algunos productos de China. Pero las negociaciones globales de comercio nunca consideraron seriamente eliminar esas medidas, que son políticamente importantes para muchos gobiernos. Así que podría ser difícil para los negociadores volver a casa con un acuerdo que significaría una diferencia palpable para un país que exportó US$1,22 billones (millones de millones) de bienes el año pasado.

A pesar de todo, algunos académicos chinos dicen que una gran potencia comercial como China sería uno de los más beneficiados por un acuerdo de la OMC que condujera a una mayor liberalización del comercio global.

"A largo plazo, todavía tenemos la esperanza de que pueda haber un marco global unificado de comercio", dice Mei Xinyu, una académica en la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica, un centro de investigaciones gubernamental en Beijing. "China es un país grande que exporta a casi todo los países del mundo y también importa de todas partes. Ningún acuerdo bilateral o regional puede sustituir a un verdadero acuerdo comercial global".