Crisis mundial

Mientras millones de trabajadores comienzan a pagar las consecuencias perdiendo
sus empleos, viviendas y pensiones de retiro... los burgueses de fiesta.
Tras recibir el dinero del rescate del gobierno

Los ejecutivos de la aseguradora AIG se gastaron
440.000 dólares en una semana de vacaciones

Agencia EFE, 09/10/08

El presidente del Comité de Supervisión y de Reformas del Gobierno de la Cámara de Representantes, el demócrata Henry Waxman, lo denunció en el segundo día de audiencias sobre la crisis financiera internacional.

El legislador mostró una fotografía de un hotel de Monarch Beach (California), en el que las habitaciones cuestan hasta 1.000 dólares por noche, y explicó que las facturas evidencian que los ejecutivos de AIG se gastaron más de 440.000 dólares.

Los ejecutivos de la aseguradora, que fue rescatada por el pasado 16 de septiembre con un plan valorado en 85.000 millones de dólares, desembolsaron durante su estancia de una semana en el hotel casi 200.000 dólares en las habitaciones, más de 150.000 en comidas y 23.000 en tratamientos del balneario del hotel, según Waxman.

El legislador no ocultó su malestar por el hecho de que apenas una semana después de que los contribuyentes rescataran a AIG, ejecutivos de la compañía estuvieran "bebiendo y cenando en uno de los hoteles más exclusivo del país".

El legislador demócrata Elijah Cummings se mostró indignado por el comportamiento de los ejecutivos de AIG.

"Se han hecho la manicura, recibido tratamientos faciales, pedicuras y masajes mientras los estadounidenses estaban corriendo con los gastos", afirmó en la audiencia.

AIG se defendió de las acusaciones con el argumento de que el viaje había sido organizado un año antes como recompensa a los ejecutivos de venta del negocio de seguros de vida de la compañía.

"Es tan básico como el salario, ya que supone recompensar el trabajo", explicó el portavoz de AIG Nicholas Ashoo a la agencia de noticias Bloomberg.

Como paso previo a la audiencia de hoy en el Congreso, el Comité de Supervisión ha revisado "decenas de miles" de documentos de AIG, que, de acuerdo con Waxman, hacen pensar si las generosas bonificaciones para los ejecutivos están justificadas a la vista de las pérdidas que registraba la aseguradora a partir de 2007.

AIG perdió más de 5.000 millones de dólares en el último trimestre de 2007, pérdida atribuible a la división de productos financieros, pero el consejero delegado de entonces, Martin Sullivan, recibió una bonificación en efectivo de más de 5 millones de dólares.

El Consejo de Administración de la aseguradora también aprobó un nuevo contrato de compensación para Sullivan que le proporcionó un "paracaídas de oro" para una posible salida de la compañía de 15 millones de dólares, explicó Waxman.

Por su parte, Joseph Cassano, el responsable de la división de Productos Financieros, recibió más de 280 millones de dólares durante los últimos ocho años. Incluso después de haber caído en desgracia en la compañía por la falta de resultados, el ejecutivo siguió contando con un salario de un millón de dólares al mes.

Waxman también recalcó que mientras los ex ejecutivos de AIG niegan toda responsabilidad en el colapso de la aseguradora, una carta confidencial de la Oficina de Supervisión de Ahorros "presenta otro escenario".

En esta carta, con fecha de 10 de marzo de 2008, el organismo regulador afirmó que estaba "preocupado por el hecho de que en la supervisión corporativa de AIG Financial Products fallan elementos esenciales de independencia, transparencia y consistencia".

Documentos internos de la auditora PricewaterhouseCooper evidenciaban problemas similares, indicó Waxman.

Cuando un auditor de AIG, Joseph St. Denis, expresó su preocupación por cómo la división de Productos Financieros hizo sus cuentas, Cassano le excluyó "deliberadamente" de la evaluación con el argumento de que "contaminaba el proceso".


La gran comilona: los burgueses europeos no son menos que sus pares yanquis

Cincuenta ejecutivos de la aseguradora en bancarrota Fortis de
Bruselas se gastan 150.000 euros en una comida en Montecarlo

Agencia EFE, 11/10/08

A lo grande. La división aseguradora del desaparecido Fortis, cuyos restos han sido comprados a precio de saldo por BNP Paribas, ha invitado este viernes a 50 personas a un "evento culinario" de 150.000 euros en el prestigioso restaurante Louis XV del hotel monegasco de Paris Monte–Carlo, el más caro de todo el Principado.

Según publica el diario belga 'De Morgen', el almuerzo, que reunirá a muchos agentes independientes del banco, está organizado en este exquisito restaurante valorado con tres estrellas por la 'Guía Michelin'.

Este salón posee la bodega más grande de vinos de todo el mundo. Unas 250.000 botellas, "la mayoría imposibles de pagar", según la guía de viajes 'Lonely Planet'.

Disfrutar de un almuerzo en este restaurante vale más de 300 euros, mientras que el precio de pasar una noche en el hotel está entre los 500 y 1.000 euros siempre que sea en temporada baja.

"Algunos miembros de la dirección estarán presentes, pero el grupo lo formarán esencialmente en corredores e intermediarios externos", indicó un portavoz de la rama aseguradora del extinto banco del Benelux. No obstante, el acontecimiento, inscrito en el marco de las relaciones comerciales de la entidad, estaba previsto desde hace meses.

Días de vino y rosas

Esta polémica cita se produce pocos días después de conocerse que los ejecutivos de la aseguradora estadounidense AIG, intervenida por la Reserva Federal para evitar su quiebra, disfrutaron de una semana de vacaciones en un lujoso hotel donde gastaron cientos de miles de dólares poco después de su hundimiento.

El presidente del Comité de Supervisión y de Reformas del Gobierno de la Cámara de Representantes, el demócrata Henry Waxman, mostró una fotografía en la que aparecían ellos en un hotel de Monarch Beach, California, donde las habitaciones valen 1.000 dólares la noche. Allí gastaron más de 440.000 dólares, según las facturas que también mostró Waxman.

El plan de rescate de AIG le costó a Estados Unidos 85.000 millones de dólares. Los ejecutivos gastaron durante su estancia de una semana en el hotel casi 200.000 dólares en habitaciones, más de 150.000 en comidas y 23.000 en tratamientos del balneario del hotel, según los datos Waxman.