Reunión del G-20

China quiere tomar distancia de EEUU

Las "preocupaciones" de Beijing

IAR Noticias, 14/03/09

Con un PBI de US$ 7.8 billones, US$ 2 billones de reservas, US$ 1 billón invertido en bonos del Tesoro de EEUU, China, el principal acreedor de EEUU, resolvió replantear su relación con Washington y se niega a compartir el costo financiero de la crisis global con las potencias centrales.

El primer ministro chino Wen Jiabao señaló el viernes en una conferencia de prensa que China se concentrará primero en estabilizar su economía antes de considerar siquiera ser el "salvavidas" de la economía mundial, que se hunde por la crisis recesiva financiera exportada de EEUU y Europa.

La prioridad de Beijing será velar por los intereses nacionales, señaló el primer ministro, ante los pedidos de contribución para "auxiliar" al sistema financiero internacional lanzado por EEUU y la Unión Europea.

En la gestión de las enormes reservas de divisas de China, "nuestra primera consideración son los intereses nacionales", afirmó el gobernante en el Gran Salón del Pueblo de Beijing al cierre de la sesión anual de ese órgano legislativo.

Frente al derrumbe bursátil, las quiebras bancarias y  la falta de crédito que desaceleran la economía global, los US$ 2 billones de reservas de China son vistos como un "salvavidas" por las potencias centrales.

Ante la consulta de si China consideraría aumentar su contribución al fondo de rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI), Wen respondió que ese compromiso debe ser voluntario y en función de las condiciones individuales de cada país.

"Creo que el aumento de contribución al FMI no debe corresponder a un solo país", remarcó, "sino a todos en función de su cuota", aportada a ese organismo multilateral de crédito.

China es la tercera economía mundial detrás de EEUU y la Unión Europea,  cuyos desarrollos productivos–altamente entrelazados al comercio chino–  también afrontan desigual y combinadamente un proceso recesivo, que se proyecta en la baja de las exportaciones e importaciones a escala global.

Con una caída de sus exportaciones e importaciones superior al 25% anual, China profundiza su desaceleración económica y arrastra consigo no solamente a las economías de las potencias centrales, sino que además, proyecta su crisis recesiva sobre Japón y las primeras economías asiáticas altamente dependientes de su comercio exterior.

Las ventas en el extranjero de la tercera potencial mundial, motor de su economía, se desplomaron un 27% en febrero.

Durante la conferencia de prensa anual realizada el viernes, Wen expresó confianza en la capacidad del Gobierno chino para mantener el crecimiento de su economía, y señaló que tiene los recursos para tomar medidas adicionales de estímulo si es necesario.

"Reservamos las municiones necesarias. Podemos introducir en cualquier momento nuevas políticas de estímulo", afirmó.

Por otra parte, el primer ministro chino expresó "preocupación" sobre las perspectivas de la deuda del gobierno estadounidense que posee China, e instó a Washington a adoptar políticas efectivas que restauren la salud de la economía de Estados Unidos.

"Le prestamos una enorme cantidad de dinero a Estados Unidos", alegó Wen, "y para ser honesto, estoy un poco preocupado". En tanto que mayor acreedor de ese país, China tratará de "evitar los riesgos" y salvaguardar sus propios intereses, aseguró.

China invirtió 696.000 millones de dólares en bonos del tesoro de Estados Unidos al 31 de diciembre.

"Hemos prestado una enorme cantidad de dinero a EEUU, por lo que, ciertamente, estamos preocupados sobre la seguridad de nuestros activos. Efectivamente tengo algunas aprehensiones", dijo Wen en respuesta a una pregunta. Exhortó a Estados Unidos a "mantener su credibilidad, cumplir con sus compromisos y garantizar la seguridad de los activos chinos".

No obstante,  Wen Jiabao destacó que EEUU sigue siendo la mayor economía del mundo y que China está "observando de cerca" los efectos de las políticas adoptadas por el presidente estadounidense, Barack Obama.

El banco central de China señaló que un aumento en el déficit fiscal de Estados Unidos y bajas tasas de interés en el país podrían afectar el atractivo del dólar aún cuando el paquete de estímulo estadounidense y la demanda de dólares como activo de refugio puedan dar soporte al dólar.

La preocupación en Pekín surge a la luz del aumento de la carga de la deuda en EEUU –cuyo monto total es de casi US$11 billones– y ante datos de la Reserva Federal que revelan que las inversiones extranjeras en la deuda estadounidense cayeron en más de US$15.000 millones.

Además, a Pekín le inquieta que el masivo déficit fiscal estadounidense y las tasas de interés cercanas a cero puedan erosionar el valor de la gran cantidad de bonos que posee.

"Deseo aprovechar esta oportunidad para implorar a EEUU (...) que cumpla con su palabra, que continúe siendo una nación con credibilidad y que proteja la seguridad de los activos chinos", fueron las palabras del premier chino frente a los legisladores de su país.

Este sábado, EEUU aseguró a China que sus inversiones billonarias en su economía están seguras a pesar de la recesión económica.

Las mayor parte de las inversiones chinas en EEUU es en bonos del Tesoro.

El principal consejero económico del presidente Barack Obama, Lawrence Summers, manifestó que los activos chinos en EE.UU. no están en problemas y que Washington será un "buen guardián" de este dinero.

Pocas horas después, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, declaró que "no hay un lugar más seguro en el mundo para invertir que EEUU".

Además de garantizar la seguridad de las inversiones chinas, el asesor de Obama, Larry Summers consideró que entre los estadounidenses existe un "exceso de temor" sobre el estado de la economía.

Agregó que ya se perciben algunas señales que son modestamente alentadoras, como un ligero aumento del gasto del consumidor.

Según los datos publicados este miércoles por la agencia oficial de noticias Xinhua, China ha reducido en febrero su superávit comercial a menos de una séptima parte en comparación con el dato registrado un mes antes.

Las cifras muestran que las exportaciones cayeron en este periodo un 25,7% interanual, hasta los 64.900 millones de dólares (millones de euros), mientras que las importaciones lo hicieron en un 24,1%, hasta los 60.540 millones de dólares (millones de euros).

En un contexto internacional golpeado por el colapso financiero recesivo que se extiende desde EEUU y las potencias centrales capitalistas, la profundización de la crisis china reviste una importancia estratégica central por el alto nivel de dependencia y entrelazamiento que mantienen las primeras economías mundiales con su comercio exterior.

En este escenario, a la economía china, por su alto nivel de dependencia comercial con EEUU, la Unión Europea y Japón (que conforman juntos las cuatro primeras economías del mundo), y a pesar del discurso "independiente" del primer ministro chino, se le va a hacer muy difícil desprenderse de la locomotora de la crisis.

Diga lo que diga el gobierno chino, la estabilidad de su economía, sus posibilidades de recaudación fiscal, dependen del comercio de exportación con países (como EEUU, la UE y Japón) que están atravesando por un proceso de recesión económica sin precedentes.

Y si esos países reducen sus compras (como lo están haciendo) la locomotora china se queda sin gasolina y comienza detenerse.

Así de simple es la ecuación, y diga lo que diga Beijing, China se encuentra navegando en el Titanic junto con EEUU, la Unión Europea y el resto de las economías que integran el "mundo globalizado" del sistema capitalista.