Crisis mundial

Quiebras de Chrysler y General Motors

Chrysler está más cerca de declararse en bancarrota

Por Jeffrey McCracken y John Stoll,
en Detroit, Stacy Meichtry, en París,
y Dana Cimilluca, en Londres
Wall Street Journal, 24/04/09

General Motors Corp. (GM) y Fiat SpA han iniciado conversaciones acerca de la posibilidad de unir fuerzas en Europa y Latinoamérica, dijeron fuentes cercanas. La sorpresiva medida podría tener un gran impacto en la reestructuración de GM y Chrysler LLC, el otro socio potencial de Fiat.

Fiat estaría negociando la compra de una participación mayoritaria en Opel, el corazón de la división europea de GM, agregan las fuentes. Fiat y GM también analizan una alianza en América Latina, donde ambas cuentan con una presencia importante.

Cualquier pacto, sin embargo, está supeditado a que las prolongadas negociaciones para que el fabricante italiano asuma una participación de 20% en Chrysler LLC lleguen a buen puerto. Ello le permitiría a Fiat poner un pie en el mercado de Estados Unidos por primera vez desde principios de los años 80. Fiat también ha estado negociando con el gobierno estadounidense acerca de la reestructuración de Chrysler.

El gobierno, que ha inyectado miles de millones de dólares en GM y Chrysler, está supervisando sus planes de reorganización y está dispuesto a que Chrysler se acoja a la bancarrota la próxima semana incluso si llega a un acuerdo con sus acreedores y la propia Fiat, informaron dos fuentes cercanas.

En caso de que Fiat y Chrysler forjen una alianza, la automotriz estadounidense se declararía en bancarrota para desprenderse de algunos pasivos. Fiat, en tanto, podría elegir las partes de Chrysler que más le interesan, añadieron las fuentes. El gobierno proveería el financiamiento necesario para que Chrysler siga operando durante el proceso de bancarrota. El sindicato estaría de acuerdo con el plan y es probable que acabe con una participación significativa en la empresa reestructurada, añadieron las fuentes.

En caso de que Chrysler no alcance un acuerdo con Fiat y los bancos acreedores, se iniciaría un proceso de liquidación, añadieron las fuentes.

Las alianzas entre Fiat y GM y entre Fiat y Chrysler allanan el camino para una reestructuración mucho más global que la prevista inicialmente por el gobierno del presidente Barack Obama y las automotrices estadounidenses.

La reorganización de tres automotrices en dos continentes representaría un paso gigantesco para que el sector automovilístico se consolide a nivel mundial, algo que según algunos debería haber pasado hace mucho tiempo. Las automotrices han luchado durante años contra un exceso de capacidad que ha incentivado feroces guerras de precios y mermado los márgenes de ganancia.

El problema ha persistido debido a que las automotrices más fuertes han añadido paulatinamente nuevas plantas a medida que las más débiles las cerraban y los gobiernos han intervenido para apuntalar a los fabricantes en apuros y preservar empleos. Francia, por ejemplo, ofreció hace poco asistencia a Renault SA y PSA Peugeot Citroën SA con la condición de que no cerraran fábricas en el país.

Cualquier plan para reestructurar a Fiat, GM y Chrysler sería complejo y acarrearía grandes riesgos para las empresas involucradas y para el gobierno estadounidense. Chrysler, por ejemplo, está en una condición tan precaria debido a que su fusión con Daimler AG no brindó los frutos esperados y acabó después de apenas ocho años.

La apuesta de Fiat

Al negociar con las dos compañías de Detroit al mismo tiempo, el presidente ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, está haciendo una apuesta doble.

Marchionne dejó claro el año pasado que pretendía aumentar la capacidad de Fiat de su actual 2,2 millones de autos anuales a entre 5,5 y 6 millones. El ejecutivo considera que las subsidiarias de Chrysler y GM en Latinoamérica y Europa son un componente esencial para alcanzar tal objetivo.

Mientras más se prolonguen las negociaciones con Chrysler, sin embargo, más difícil resultaría sellar un trato con GM, dicen personas cercanas a GM. Fiat y GM han estado en conversaciones durante meses y Marchionne viajó a Berlín la semana pasada para hablar con el gobierno alemán, que está buscando inversionistas para Opel, dijo una fuente cercana.

Cualquier acuerdo entre Fiat y GM probablemente incluiría a Vauxhall, el brazo británico de GM, una marca centenaria que vende autos parecidos a los Opel, dijo otra fuente cercana.

Fiat considera los activos de GM son complementarios a sus esfuerzos por hacerse con una participación en Chrysler, porque la automotriz italiana sólo podrá convertirse en un fabricante de primer orden si tiene una fuerte presencia en EE.UU., según personas con conocimiento de la situación. Durante una teleconferencia después de que Fiat divulgara sus resultados del primer trimestre, Marchionne dijo que su prioridad era cerrar el trato con Chrysler. "Hemos dedicado tiempo a negociar con gente de Chrysler y del gobierno para cerrar esta transacción", aseveró. "Lo seguiremos haciendo hasta que se cumpla el plazo del 30 de abril".


¿Prólogo a la bancarrota?

General Motors cerrará por dos meses
sus plantas en EEUU

AP, 23/04/09

Debido a la caída en las ventas y el crecimiento de los inventarios, General Motors suspenderá por nueve semanas la producción en sus fábricas de los Estados Unidos, por lo que más de 1000 trabajadores se verán afectados por la medida.

Así, la empresa prevé reducir en 190.000 unidades la producción durante el segundo y tercer trimestre del año. En algunas de las fábricas, la medida entrará en vigencia a partir de la próxima semana, informó la empresa, que reacciona de esta manera a la fuerte caída de ventas en el mercado estadounidense.

"Estamos dando pasos agresivos para acelerar aquellas iniciativas de inventario que han dado buenos resultados desde el comienzo de año", destacó en un comunicado el presidente de GM en América del Norte, Troy Clarke.

Esta suspensión en la producción se suma a las dos semanas de receso previstas durante el verano local.

La decisión no afectará el lanzamiento de nuevos modelos, subrayó la empresa, para la cual esta estrategia no es nueva: GM ya había cerrado en 2008 fábricas durante algunos períodos, con lo que redujo drásticamente su producción.

El gobierno de los Estados Unidos le otorgó a la empresa, la segunda automotriz del mundo, un plazo que vence el 1 de junio para reestructurar su producción.

Recientemente, GM anunció que eliminará 1600 empleos más de sus plantas para reducir sus costos, y que elevaría hasta 10.000 los despidos.


General Motors rumbo al desarmadero

Por Cristian Carrillo
Página 12, 24/04/09

Catorce plantas de la segunda automotriz más grande del mundo quedarán inactivas por el hundimiento de las ventas. La empresa podría declararse en default, lo mismo que su competidora Chrysler, que lo haría la próxima semana.

La segunda automotriz más grande del planeta cerrará las puertas de catorce plantas en Estados Unidos y una en México. Se trata de General Motors, que ante el descontrolado incremento de sus inventarios y la crítica situación de las ventas del sector decidió suspender durante lo que resta del segundo trimestre y parte del tercero la producción de vehículos. El objetivo es reducir en 190.000 unidades su programa de todo este año. La compañía fundada en 1908 en Detroit continuará con el ensamblaje de sus modelos más lujosos: Camaro, LaCrosse, Equinox y SRX. Fuentes de la empresa señalaron a este diario que no prevén ningún tipo de contagio en las terminales radicadas en América latina, incluida la Argentina, y Asia, donde la situación es mucho más sólida (ver aparte). Por su parte, la también estadounidense Chrysler podría declararse en cesación de pagos. Mientras, el gobierno de Canadá negocia con el de Barack Obama crear un fondo de 40.000 millones de dólares para que ambas automotrices superen las primeras fases del default.

Es la primera vez que un gigante de la envergadura de General Motors –e inédita también para la actividad– cierra sus puertas en Estados Unidos, lo que demuestra el alcance de la crisis en la esfera real de la economía. Durante el año pasado recibió 13.400 millones de dólares en rescates por parte del Tesoro de ese país y solicitó otros 5000 millones para sobrevivir hasta junio. La semana pasada, en tanto, anunció la eliminación de 1600 empleos, cifra que pretende elevar a 10.000, mientras que el mes pasado su presidente, Rick Wagoner, fue obligado a dejar el cargo ante su negativa de declarar la bancarrota. Ahora la compañía decidió que suspenderá las actividades de catorce plantas en los Estados Unidos hasta el 13 de julio próximo.

En un comunicado rubricado por el presidente de GM North America (Canadá y Estados Unidos), Troy Clarke, la automotriz detalla su programa para reducir inventarios “en las próximas semanas en 14 plantas en Estados Unidos”. “Bajo el plan, aproximadamente 190.000 vehículos serán removidos del programa de producción estadounidense entre el segundo y tercer trimestre de este año”, señala el texto. Luego detalla las “tres primeras razones” de su decisión:

1. Los inventarios de los concesionarios están en niveles altos, dada la actual depresión del mercado.

2. El parate le dará a GM la oportunidad de ajustar la línea de producción a la demanda.

3. Considera además el impacto productivo de la complicada y dificultosa negociación con (la quebrada autopartista) Delphi y sus acreedores.

La firma con sede en Detroit emplea a 243.000 personas y vende vehículos en 140 países y produce en 34. “Estamos dando pasos agresivos para rotar nuestros inventarios iniciales, que se han producido desde la primera parte del año. Las ventas se acercan a nuestros planes estimados y los inventarios de los vendedores se reducen de acuerdo con lo que queríamos y en sintonía con los presupuestos aún más conservadores”, dijo Clarke. Sin embargo, el directivo afirmó que reducir esos inventarios “más agresivamente” quitará presión sobre GM y sus concesionarias, en tanto se clarifican los modelos para 2010. Continuarán con la producción de vehículos de reciente lanzamiento y alta gama como el Camaro, LaCrosse, Equinox y SRX.

La decisión se tomó luego de que la firma acusara un retroceso de 34 por ciento en sus ventas, según informaron a este diario fuentes de la automotriz. En medio de este hundimiento, el Departamento del Tesoro admitió que se está preparando para que Chrysler se declare en suspensión de pagos la próxima semana. La operación contaría con el consentimiento del sindicato del sector, porque las pensiones y prestaciones sanitarias de sus jubilados estarán protegidas. Asimismo, las autoridades canadienses podrían ofrecer hasta 6000 millones de dólares a General Motors y a Chrysler dentro de un paquete financiero que fue pactado con Washington en caso de que las dos se declaren en suspensión de pagos.