Economía mundial

Otro banco clave pide un rescate al gobierno de EEUU

Temen colapso del CIT Group

Por Damian Paletta y Serena Ng
Wall Street Journal, 14/07/09

Funcionarios del gobierno de EE.UU. mantienen negociaciones avanzadas sobre un posible paquete de ayuda para CIT Group Inc., uno de los principales prestamistas de ese país para pequeñas y medianas empresas, dijeron personas familiarizadas con el asunto. Las negociaciones son fluidas, pero aún no es seguro si se podrá llegar a un acuerdo final y, en caso de que se alcance, qué tan amplio sería.

CIT ha sufrido grandes pérdidas, pero hasta ahora los reguladores estadounidenses no han considerado que sus problemas sean lo suficientemente grandes para suponer una amenaza al sistema financiero.

El apoyo al rescate en el Congreso parece por el momento tibio. Pero funcionarios del gobierno temen por las consecuencias no calculadas que un colapso de CIT podría provocar. El gobierno del presidente Barack Obama ha tratado de lanzar un programa para fomentar el préstamo a las pequeñas empresas en un contexto de debilidad en el panorama laboral. Y CIT es prestamista de casi un millón de pequeñas y medianas empresas.

Una posible fuente de ayuda podría provenir de un programa de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos que garantiza deuda nueva. CIT lleva meses buscando participar en este programa, pero la FDIC, por sus siglas en inglés, se ha mostrado reticente a extender el programa a la entidad debido a su debilidad financiera. Sin embargo, el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal se han mostrado más receptivos a esa posibilidad, dijeron varias personas familiarizadas con el proceso.

Funcionarios del gobierno están considerando un paquete que podría incluir una exención regulatoria que facilitaría que CIT pudiera transferir activos de su compañía matriz a su división de banca, así como una manera adicional de tomar prestado de otros programas gubernamentales.

No está claro si la FDIC suavizará su posición y permitirá a CIT emitir deuda garantizada por el gobierno estadounidense.

CIT fue convertida en un holding bancario en diciembre y recibió US$ 2330 millones del Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés). La compañía no busca más fondos TARP, dijo una persona familiarizada con la situación.

El Secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner, dijo el lunes a reporteros que estaba "bastante seguro" de que su departamento "tenía la autoridad y la capacidad para realizar elecciones sensatas". Geithner añadió en Londres: "Estamos siguiendo de cerca la evolución en esos mercados..." y "tenemos un interés significativo en asegurarnos en general que el sistema financiero supere este contexto, se ajuste donde deba hacerlo, y emerja más fuerte".

Mensajes contradictorios de Washington y la compañía provocaron confusión en los mercados financieros y llevaron a algunos inversionistas a creer que el gobierno se preparaba para dejar que el banco colapsara. El lunes, el costo de asegurar los bonos de CIT contra la cesación de pagos se dispararon y sus acciones cayeron 12% a US$ 1,35, su cierre más bajo desde su salida a bolsa en 2002. En transacciones después del cierre del mercado, luego de que se conocieron reportes sobre una posible ayuda del gobierno, las acciones de CIT subieron 29 centavos a US$ 1,64.

"Parece que Washington empieza a asimilar lo que ocurriría si el mayor prestamista para pequeños negocios colapsara", indicó Jaret Seiberg, un analista de políticas del Grupo de Investigación de Washington de la firma de corretaje Concept Capital. "Esto destruiría las esperanzas demócratas de mantener el desempleo bajo control antes de las elecciones de mitad de período".

CIT depende principalmente de los mercados de capital para obtener financiamiento, como préstamos en los mercados de deuda de corto plazo, y muchos de ellos permanecen congelados. Aunque CIT ha intentado acumular depósitos en su banco principal en Utah, incluyendo US$ 700 millones en el primer trimestre, los analistas dicen que ese cambio de estrategia probablemente no ocurrirá lo suficientemente rápido para permitirle reducir su dependencia de los mercados de capital.


Temores sobre el futuro de CIT provocan trastornos
en varias ramas de la economía

Por Serena Ng, Jodi Xu y Tim Aeppel
Wall Street Journal, 17/07/09

La preocupación sobre el destino de CIT Group Inc., banco estadounidense clave para la financiación de pequeñas y medianas empresas, se propagó rápidamente en la rama minorista y de manufactura el jueves, a medida que compañías cancelaban sus envíos y los negocios se mostraban preocupados sobre la posibilidad de que la acreedora deje de prestar en caso de que se acoja a la protección por bancarrota.

Los súbitos trastornos de los negocios son un indicador de los potencialmente amplios efectos que podría tener el hundimiento de CIT, que esta semana fue incapaz de convencer al gobierno para que le concediera un rescate en efectivo. Ejecutivos de CIT ayer por la noche luchaban por encontrar financiación del sector privado de entre US$2.000 millones y US$3.000 millones, según personas cercanas. Pero las posibilidades de que el histórico acreedor consiga el suficiente respaldo a tiempo para evitar una bancarrota sigue siendo incierta.

CIT es prestamista de 950.000 pequeñas y medianas empresas y la acreedora principal del negocio de venta y fabricación de ropa. Es uno de los principales proveedores de un tipo específico de financiación para tiendas y fabricantes que les proporciona efectivo a cambio de hacerse con la colección de cuentas pendientes. Esto presenta un problema singular en una corte de bancarrota, ya que esas cuentas pendientes pueden ser potencialmente congeladas como activos de la compañía, cerrando el flujo de dinero a las pequeñas empresas.

Los problemas financieros de CIT llegan justo cuando las compañías impulsan su ritmo de fabricación para la temporada navideña y los negocios necesitan financiación para ampliar sus inventarios. Si las compañías se niegan a enviar productos por temor a que CIT no les pague, los compradores podrían ver menos productos en las tiendas durante las fiestas, según algunos expertos.

"Si nuestros clientes no obtienen mercancía, eso va a perjudicarles", dice John Idol, presidente ejecutivo de la marca de moda de lujo Michael Kors. "Nada de esto beneficia a nadie", insiste Idol.

Haresh Tharani, presidente de Tharanco Group, cuyo brazo de confección fabrica para marcas como Greg Norman Collection y Doo.Ri, afirma que el jueves les dijo a los directores de sus divisiones que detuvieran los envíos de productos a clientes hasta que la situación de CIT estuviera más clara. Tharanco les ha vendido sus títulos por cobrar a CIT a cambio de efectivo. "Nos preocupa que no recibamos nuestro pago si nuestras cuentas se convierten en activos de CIT en un proceso de bancarrota", señaló.

Tiendas por departamento de prestigio y pequeños minoristas recibieron llamadas de proveedores que habían vendido sus títulos por cobrar a CIT y temían no cobrar por sus mercaderías, según personas al tanto. Algunos proveedores les preguntaron a los minoristas importantes si les pagarían de forma directa en lugar de pagarle a CIT.

CIT brinda sus servicios a alrededor de 300.000 minoristas y unos 1.900 fabricantes e importadores que están diseminados en todo el mundo. Un documento de la empresa afirmó que CIT financia hasta US$40.000 millones en cuentas por cobrar en EE.UU., donde tiene una participación de mercado de 60%.

La suerte de esos clientes no había sido definida un día después de que el gobierno se negara a rescatar a CIT. La empresa entonces acudió a sus tenedores de bonos y les pidió que cambiaran sus deudas por acciones de la empresa. Eso aliviaría la presión sobre CIT para conseguir efectivo para pagar deuda por vender y darle más tiempo para solucionar sus problemas de financiamiento. CIT tiene US$1.000 millones de deuda que vence en agosto.


Gobierno niega ayuda a CIT Group pese
al derrumbe de sus acciones

EFE, 16/07/09

Washington.– El Gobierno de Estados Unidos indicó hoy que no dará ayudas a CIT Group, una de las mayores entidades de crédito para empresas, pese a que está al borde de la quiebra y sus acciones se han derrumbado.

Bill Burton, portavoz de la Casa Blanca, señaló que el presidente Barack Obama "ha dejado claro que mantendría un estándar muy alto respecto a qué empresas recibirían asistencia del Gobierno federal".

El funcionario explicó que la decisión de ayudar a una compañía depende en gran medida "de si puede demostrar o no que es sostenible a largo plazo".

Aparentemente CIT Group, que ha perdido 3.400 millones de dólares en los últimos ocho meses, no ha cumplido ese requisito.

El Gobierno ha dado más de 2.300 millones de dólares a la compañía, por lo que si entra en bancarrota el erario público sufrirá las primeras pérdidas de su programa de socorro al sistema financiero.

Pero aún así, los responsables del Departamento del Tesoro ya apuntaron ayer su negativa a aportar más fondos. "Incluso durante períodos de estrés financiero, creemos que existe un umbral muy alto para la ayuda gubernamental excepcional a empresas particulares", manifestaron. CIT indicó que las conversaciones con el Gobierno habían terminado y que era improbable que recibiera apoyo público a corto plazo.

Esas declaraciones hicieron que las acciones del grupo perdieran hoy un 75 por ciento de su valor. Al mismo tiempo, la agencia Fitch bajó la calificación de la deuda de CIT a "C" y dijo que es muy probable que la compañía entre en quiebra "en muy corto plazo".

Se trataría de la mayor bancarrota desde el hundimiento del banco de inversión Lehman Brothers en septiembre de 2008, que sacudió el sistema financiero mundial.

Pero con más de 60.000 millones de dólares en activos, CIT Group es bastante menor que Lehman Brothers, lo que parece ser el motivo por el cual Washington ha decidido negarle ayuda adicional, pese al riesgo de su colapso. Burton reveló que fue el Departamento del Tesoro y no Obama quien tomó esa decisión.

La ansiedad en torno a la compañía provocó la subida hoy de los bonos del Tesoro, pues los inversores buscaron la seguridad de los títulos públicos.

El 14 de junio pasado, la Reserva Federal concluyó su "prueba de resistencia" de bancos y entidades financieras, y señaló que CIT necesitaría unos 4.000 millones de dólares para sobrellevar un empeoramiento de las condiciones económicas.

CIT, una entidad fundada hace 101 años, ha sido una de las fuentes principales de crédito para empresas medianas y pequeñas de Estados Unidos, y su bancarrota golpearía especialmente a negocios con ventas de entre 5 y 250 millones de dólares anuales.

Pero la crisis ha emponzoñado su cartera de préstamos y los analistas calculan que en el segundo trimestre las pérdidas de CIT sumarán 346 millones de dólares.

En la industria de confección, CIT es la mayor "firma de factura", el tipo de entidad que adquiere pagarés de las empresas y les provee dinero en efectivo.

Esto permite que las compañías que necesitan capital de trabajo no tengan que esperar el promedio de 60 días hasta que les paguen sus clientes minoristas.

Tracy Mullin, ejecutivo principal de la Federación Nacional de Minoristas, envió una carta al secretario del Tesoro, Timothy Geithner, urgiéndole a que el Gobierno intervenga en ayuda de CIT, cuya clientela la conforman más de un millón de negocios, entre ellos 300.000 minoristas.

"No se puede permitir que ocurra un colapso de CIT cuando los minoristas están luchando por su supervivencia en medio de la recesión", sostuvo Mullin.


CIT en negociaciones para evitar la quiebra

Por Paritosh Bansal y Juan Lagorio (*)
Reuters, 17/07/09

Nueva York– CIT Group Inc negocia con JPMorgan y Goldman Sachs Group Inc líneas de financiamiento de corto plazo para evitar la quiebra, dijo el viernes una fuente cercana a la compañía, elevando las acciones y bonos del prestamista.

CIT, un prestamista de 101 años de vida que sirve a cerca de un millón de pequeñas y medianas empresas, busca un financiamiento por entre 2.000 y 3.000 millones de dólares, según la fuente, que declinó a ser identificada debido a que las tratativas son privadas.

La compañía también está en conversaciones con acreedores sobre un intercambio de deuda por acciones, dijo la fuente. No obstante, otra fuente familiar a las negociaciones que también se negó a ser identificada dijo a Reuters que muchos bonistas están buscando un intercambio de "deuda por nueva deuda", y que no se considera realmente un intercambio de deuda por capital.

Otro posible escenario es la venta de algunos activos para reforzar su capital, dijo la primera fuente, que de todos modos no descartó la posibilidad de que la importante prestamista debe presentarse en bancarrota en los próximos días y que CIT mantiene un diálogo en curso con reguladores acerca de la situación.

"No han tirado la toalla, y todavía están tratando de trabajar muy duro para conseguir algún tipo de financiación, pero al final del día todavía pienso que hay un riesgo muy alto a una bancarrota", dijo Sameer Gokhale, analista de KBW.

Las acciones subían 48 centavos de dólar, o un 117 por ciento, a 89 centavos, luego de perder el jueves un 75 por ciento de su valor de mercado dado que fracasaron las negociaciones y los inversionistas temían que la compañía tendría que presentar su quiebra.

¿Venta de activos?

El New York Post reportó el viernes que JPMorgan Chase & Co podría adquirir la unidad de factoraje de CIT, que financia más de 50.000 millones de dólares del inventario mayorista, en un momento del año cuando el colapso de la entidad podría interrumpir los planes de los minoristas para las vacaciones. CIT declinó a comentar y JPMorgan no estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios.

La compañía busca nueva ayuda aún tras obtener en diciembre el estatus de holding bancario para poder recibir 2.330 millones de dólares en dinero de contribuyentes provenientes del Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP por su sigla en inglés).

Pero el Gobierno de Obama se negó a ayudar, indicando que fijó altos estándares para garantizar ayuda a las compañías, dejando a los inversionistas privados como la única alternativa para evitar la quiebra.

El impacto de la desaparición de CIT sería menor al que produjo la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers Inc en septiembre pasado, opinan analistas.

Aún así, las tensiones ante una bancarrota serían generales y empeoraría los efectos de la crisis económica en algunas firmas.

CIT tiene alrededor de 40.000 millones de dólares en deuda a largo plazo, según la firma independiente de investigación CreditSights. Cerca de 1.100 millones de dólares de deuda vencerán en agosto, seguido de unos 2.500 millones de dólares hacia fin de año.


(*) Reporte adicional de Chuck Mikolajczak, Burton Frierson, John Parry y Jennifer Ablan; editado en español por Mario Naranjo.