Crisis mundial

Inquietud por nuevas cifras sobre hambre y trabajo

Alarmantes pronósticos sobre el desempleo

Por Luisa Corradini
Corresponsal en Francia
La Nación, 17/09/09

Pese a las señales alentadoras, la OCDE dijo que el desempleo alcanzará en 2010 un récord del 10%. Temor por una "generación perdida".

París.– La crisis económica provocará 57 millones de desocupados en la zona más rica del planeta en 2010 –25 millones más que en 2007–, lo que amenaza con crear una nueva "generación perdida" como ocurrió en la gran depresión de los años 30, advirtió ayer la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

"La desocupación juvenil ha aumentando en forma desproporcionada y amenaza con crear una generación perdida", se inquietó el mexicano Angel Gurría, secretario general de la OCDE.

La recesión mundial, que comenzó hace un año en Estados Unidos y se extendió luego al resto del mundo, también dejó más de 1000 millones de hambrientos, según otro informe divulgado en Londres por el Programa Alimentario Mundial (PMA).

"Este año habrá más personas hambrientas que nunca", afirmó Jossette Sheeran, directora del PAM, durante una conferencia de prensa en la capital británica. La cantidad de gente subalimentada en el planeta "llegará en 2009 a 1020 millones de personas", indicó.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), América latina retrocedió en la lucha contra el hambre al aumentar de 45 a 53 millones las personas que padecen el flagelo.

"La vulnerabilidad de esas poblaciones se agravó como consecuencia de dos impactos sucesivos: la crisis financiera mundial y el aumento de precios de los alimentos", precisó al lanzar un dramático llamamiento a los líderes mundiales en vísperas de la cumbre del G–20, convocada para el 24 y 25 de este mes en Pittsburgh, Estados Unidos.

También apeló en particular al G–8 para que encuentre "soluciones de largo plazo".

Pese a las recientes señales alentadoras sobre una reactivación económica, el desempleo seguirá aumentando el año que viene y llegará a casi al 10% de la mano de obra activa en los 30 miembros de la zona OCDE, que reúne a los países más desarrollados del planeta. En total, la desocupación afectará a 57 millones de personas, según el informe anual sobre desempleo divulgado por la organización con sede en París.

"La crisis económica y financiera se ha convertido rápidamente en una crisis del desempleo y hemos pasado de una tasa del 5,6% en julio de 2007 a un récord del 8,5% en 2009", precisó Gurría.

Los sectores más afectados por ese flagelo "serán los jóvenes, los inmigrantes, los trabajadores temporarios y las mujeres".

El caso de los jóvenes es particularmente inquietante porque, con una tasa de desempleo de 17%, es el doble de la tasa promedio actual de la OCDE.

En un estudio divulgado a comienzos de mes, la OCDE ya había advertido sobre el crecimiento de la "generación Neet" ( Not in Employment, Education or Training , Sin empleo, sin educación, sin oficio) o, como se tradujo al español, la "generación Ni–ni", la de aquellos que ni estudian ni trabajan.

Según el estudio de la OCDE, Italia, España y Gran Bretaña superan la media de la OCDE (7,9%) en el porcentaje de jóvenes sin educación, empleo ni formación profesional.

Falta lo peor

Otro aspecto alarmante del informe es que, según las previsiones de los expertos, "lo peor de la crisis está por venir".

"La recuperación del empleo será mucho más lenta que el ritmo de reactivación económica", explicó John Martin, responsable de la dirección de empleo de la OCDE.

El impacto será particularmente fuerte en ese sentido en Francia, Italia y Alemania. En esos países aún no se alcanzó el pico de la desocupación. En cambio, Estados Unidos, Japón e Irlanda ya sufrieron el impacto más fuerte de la ola de desempleo.

En el caso de España, sin embargo, donde la tasa de desempleo llega al 18% de la mano de obra activa, la desocupación seguirá aumentando. Los responsables de la OCDE consideran necesario que ese país cambie su modelo productivo, basado –hasta ahora– en la construcción, las infraestructuras y el turismo.

Gurría apeló a adoptar "medidas vigorosas" para combatir el desempleo y, sobre todo, la desocupación prolongada. Entre otras posibilidades, sugirió reducir los despidos, reafectar los trabajadores a otros empleos, acelerar la formación profesional, tener en cuenta la capacitación en tecnologías verdes y reforzar las redes de formación social.

Luego de reafirmar que la recuperación de la economía será moderada, Gurría señaló que "lo que ocurra en los próximos meses en el mercado laboral será clave para verificar la eficacia de las medidas adoptadas".

"Mantener el empleo es una política sabia. Si no lo hacen los empresas, deben hacerlo los Estados", concluyó.