Crisis mundial

Derrumbe de las bolsas por la crisis en Europa

La situación en España, Portugal y Grecia
genera incertidumbre

Por Luisa Corradini
Corresponsal en Francia
La Nación, 05/02/10

París.– La incertidumbre sobre el estado de las finanzas públicas de la eurozona, alimentada por el fantasma de default que planea sobre Grecia, se desplazó ayer hacia España y Portugal y causó una ola de pánico que derrumbó todas las bolsas del Viejo Continente e hizo trastabillar a Wall Street.

Además de haber acusado el impacto de las nuevas cifras del desempleo en Estados Unidos –mucho más altas de lo que se esperaba–, los mercados reaccionaron con inquietud frente a los déficit públicos abismales y los volúmenes que tiene la deuda soberana de los países europeos e incluso de Estados Unidos.

El índice Ibex–35 (Madrid) retrocedió 5,94% y el PSI–20 (Lisboa), 4,98%, al cierre de una jornada electrizante. Frente a la gravedad de la situación, el primer ministro de Luxemburgo, Jean–Claude Juncker, que preside el grupo de ministros de Finanzas de la Unión Europea, intentó apaciguar el temor de los mercados sobre la situación de los dos países de la península ibérica. "España y Portugal no presentan riesgos", manifestó.

Las otras plazas financieras de Europa resistieron mejor, pero igual sufrieron el impacto. París cayó 2,75%; Fráncfort, 2,45%; Londres, 2,17%, y Milán, 3,34%. En tanto, en Wall Street el índice Dow Jones retrocedió 2,60% –su baja más pronunciada en siete meses–, y durante la jornada llegó a caer por debajo de la línea psicológica de los 10.000 puntos por primera vez en tres meses. La tormenta puso en evidencia la preocupación que se percibía desde hace días entre economistas, funcionarios europeos y analistas por el acelerado deterioro de la situación financiera de España y Portugal. Ese contexto de desconfianza generalizada fue desencadenado por la crítica situación de Grecia, cuyo déficit presupuestario real (12,7% del PBI) y su deuda soberana (120,8%) son tan elevados que la Comisión Europea decidió anteayer colocar al país bajo un régimen casi tutelar.

Grecia se encuentra sumida en una ola de protestas por el plan de austeridad, con agricultores movilizados y funcionarios de la aduana y el fisco en huelga. A eso se sumó ayer un llamado a un paro general el día 24.

La crisis es muy fuerte en España, que debe hacer un esfuerzo considerable para reducir el déficit público, según afirmó ayer el director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss–Kahn, quien comparó la situación con "lo que pasó en Estados Unidos".

"Los españoles deben hacer un esfuerzo considerable? No se puede salir de la crisis sin pagar un precio", sentenció Strauss–Kahn.

"Si Grecia es un problema para la eurozona, España podría ser un desastre porque se trata de la cuarta economía de la región", señaló, por su parte, el gurú Nouriel Roubini en una nota de análisis.

Las finanzas públicas de España se degradaron a una velocidad vertiginosa después de que el país entró en recesión en 2008. Sus déficits públicos pasaron de un excedente del 2,23% del PBI en 2007 a un déficit del 11,4% en 2009. La deuda pública española progresó del 36,2% en 2007 al 55,2% en 2009 y debería llegar al 74% en 2012, según previsiones oficiales de Madrid. No obstante, el gobierno español anunció el viernes pasado su intención de reducir progresivamente la deuda hasta volver en 2013 al límite del 3% del PBI fijado por la Unión Europea (UE).

Exhortación de Zapatero

De visita en Washington, el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero instó a las empresas norteamericanas a confiar e invertir en España, y se comprometió a garantizar su "buena calificación como país solvente", que ostenta desde hace años.

Zapatero destacó en la capital norteamericana su compromiso en favor de los desempleados y la integración de los inmigrantes. Tras leer un pasaje de la Biblia que dice "no explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas, o un extranjero", instó a "velar por la buena integración de quienes han venido a trabajar y a convivir en nuestros países".

En Portugal, el gobierno socialista de José Sócrates se comprometió a reducir el déficit público al 8,3% en 2010, tras haber alcanzado el 9,3% en 2009, cifra récord desde la restauración de la democracia en 1974. La deuda soberana portuguesa, que se elevaba al 76,6% del PBI en 2009, debería llegar al 85,4% en 2010.

Las agencias de notación ubicaron a Portugal en "vigilancia negativa" en el último trimestre de 2009 y amenazaron con degradar la nota de su deuda si no se ponía en marcha un plan de "creíble" de recuperación.

Después de Grecia, Portugal se ha convertido "en la nueva presa de los mercados", acusó ayer el ministro portugués de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, que denunció el "comportamiento irracional" de los inversores. "Los activos financieros están siendo penalizados por el efecto Grecia", estimó Carlos Almeida Andrade, economista del banco portugués BES.

La inquietud creada por los países considerados como el "eslabón débil" de la eurozona afectaron las obligaciones portuguesas. Una emisión obligatoria lanzada anteayer fue menos suscrita de lo previsto y a una tasa mayor de lo que se esperaba.

En un esfuerzo por desalentar la especulación, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean–Claude Trichet, desechó un eventual apoyo de esa institución a Grecia, España o Portugal, y repitió que "no habrá ninguna excepción a las reglas presupuestarias existentes". El BCE había anunciado poco antes su decisión de mantener sus tasas directoras al nivel actual, históricamente bajo, del 1%. El Banco de Inglaterra también decidió mantenerlas congeladas en el 0,5% para no asfixiar la recuperación.

Caída del euro

Las dificultades presupuestarias de los países de la eurozona acentuaron las pérdidas de la moneda europea frente al dólar. El retroceso del euro provocó la caída de las materias primas, los valores mineros y energéticos, comercializados en dólares.

Los especialistas estiman que las reciente convulsiones traducen el temor de los inversores, pero también reflejan un movimiento especulativo destinado a poner a prueba la resistencia de la moneda europea.

La otra mala noticia para la reactivación económica mundial llegó de Estados Unidos, donde las cifras del desempleo fueron mucho más importantes de lo esperado. El ministerio de Trabajo norteamericano anunció ayer haber registrado 480.000 nuevas solicitudes de seguro de desempleo entre el 24 y el 30 de enero.