Crisis mundial

El mayor gasto desde la Segunda Guerra Mundial

EEUU enfrenta otro déficit récord:
llegará al 10,6% del PBI

Agencia Associated Press, 02/02/10

Washington.– En un intento de reactivar la economía y la creación de empleo, el presidente Barack Obama anunció que este año Estados Unidos enfrentará un déficit récord de 1,56 billones de dólares, el 10,6% del PBI, el más alto desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, y envió ayer al Congreso un gigantesco presupuesto de 3,8 billones de dólares para 2011.

En su campaña y en el discurso sobre el Estado de la Unión, Obama había prometido que combatiría el creciente déficit, un problema que inquieta a los norteamericanos y que hace temblar al Partido Demócrata en un año electoral. Ayer, el presidente insistió en que la lucha contra los desfases fiscales será firme.

"Simplemente, no podemos gastar como si los déficits no tuvieran consecuencias, como si el despilfarro no importara, como si los dólares que tanto les cuesta ganar a los norteamericanos pudiesen ser tratados como dinero del Monopoly", dijo.

El plan de la Casa Blanca es que el déficit toque techo este año (en el ejercicio anterior alcanzó al 9,9% del PBI) y comience una curva descendente a partir de 2011, para situarse, en ese año fiscal, en 1,3 billones de dólares, el 8,3% del PBI.

Para los expertos, para que el nivel de déficit público sea tolerable para una economía no debería sobrepasar el 3% del PBI. Por eso, el gobierno demócrata apunta a que el agujero en las cuentas públicas vaya reduciéndose a partir de 2011 hasta llegar al 3,9% del PBI en 2014, aunque luego volvería a crecer.

"No seremos capaces de reducir el déficit de la noche a la mañana, dado que la recuperación está todavía en marcha", reconoció ayer Obama.

Pero el presupuesto para 2011 marca un cambio de tono de la Casa Blanca, que hasta ahora había enfatizado la necesidad de superar la crisis con medidas de estímulo económico y había dejado los déficits como un problema secundario. "Es hora de que se exija a Washington lo mismo que las familias y las empresas se exigen. Es hora de vivir dentro de nuestras posibilidades", dijo Obama.

El aumento del gasto se debe, en parte, al paquete de medidas de emergencia de 787.000 millones de dólares, aprobado el año pasado por Obama y destinado a estimular la economía tras la grave crisis financiera que sufrió el país. El gobierno prevé que el PBI crecerá un 2,7% este año; un 3,8%, en 2011, y más del 4% en los dos años siguientes.

Además, el presupuesto fija un gasto de unos 100.000 millones de dólares para la creación de empleo.

La crisis llevó al país a una tasa de desempleo del 10%, la mayor en los últimos 26 años, y Obama ya adelantó la semana pasada en su discurso del Estado de la Unión que el empleo sería su máxima prioridad.

En concreto, el Estado otorgará créditos tributarios a pequeñas empresas y realizará inversiones en energías limpias e infraestructuras para fomentar el empleo. En cualquier caso, el presupuesto tiene en cuenta que el desempleo seguirá siendo alto en los próximos años, para llegar a 2012 con una tasa del 8,2%.

Para contrarrestar el aumento del gasto en algunas partidas, como la de educación (con un aumento del 6%), investigación e infraestructuras, Obama planea ahorrar limitando 120 proyectos federales, entre ellos, la misión para regresar a la Luna (ver aparte). Exentos de los cortes presupuestarios están los gastos en defensa y en los programas de salud pública para los pobres y los ancianos. El presupuesto militar aumenta un 2% e incluye más de 159.000 millones de dólares para financiar las guerras, y una petición extra de 33.000 millones para el despliegue de efectivos en Afganistán ordenado por Obama.

Además, el proyecto de presupuesto, que ahora tendrá que refrendar el Congreso, no renueva las reducciones impositivas para los contribuyentes de mayores ingresos (250.000 dólares en adelante) aprobadas durante el gobierno de George W. Bush. La Casa Blanca espera que esa medida genere ingresos por unos 678.000 millones en los próximos diez años.

Obama también propone imponer un impuesto a los bancos que se beneficiaron de las ayudas estatales para evitar la bancarrota durante la crisis. Con esa tasa, la Casa Blanca espera recuperar unos 90.000 millones de dólares en diez años.

En su declaración de ayer, Obama achacó a la administración de Bush el lastre que supone el grave déficit que arrastra Estados Unidos.

Los republicanos aprovecharon el sombrío pronóstico fiscal presentado por Obama para criticar su gestión. Judd Gregg, líder republicano en la Comisión de Presupuestos del Senado, advirtió que la deuda está ahogando al país. "Estas circunstancias exigen un presupuesto audaz, que restrinja el gasto. En vez de eso, el presidente nos ha enviado más de lo mismo", dijo Gregg.

Los expertos recibieron las proyecciones de reducción progresiva de déficit con una buena dosis de escepticismo. Para David Wyss, economista jefe de Standard & Poor´s, el proyecto presupuestario "es un paso en la dirección correcta, pero para reducir de verdad el déficit hay que tomarse más en serio lo de reducir el gasto y aumentar los impuestos".

Las cifras

• 10,6%: déficit fiscal respecto del PBI. EEUU tendrá este año el mayor déficit fiscal desde el fin de la Segunda Guerra Mundial: 1,56 billones de dólares.

• 3,8 billones: presupuesto de EEUU

Las propuestas

Empleo. Al presupuestar una partida de 100.000 millones de dólares para la creación de empleo, Obama pretende bajar la tasa de desocupación del 10% actual hasta el 8,2% en 2012.

Déficit. El plan de Barack Obama considera que el déficit fiscal se vaya reduciendo progresivamente a partir de 2011 para situarse en el 3,9% del PBI en 2014, al final de su mandato.

Impuestos. El plan no renueva las reducciones impositivas para los contribuyentes de mayores ingresos, aprobadas por Bush.

Defensa. Con un aumento del 2% en los gastos de Defensa, el presupuesto para 2011 incluye más de 190.000 millones de dólares para financiar las guerras de Irak y Afganistán.

Proyectos eliminados. Con el fin de ahorrar en algunas partidas, el presupuesto que deberá refrendar el Congreso elimina 120 proyectos federales, entre ellos, los previstos por la NASA para regresar a la Luna.


Obama predijo un déficit de 1,56 billones y llamó a “ahorrar lo que podamos,
gastar sólo lo necesario y vivir  dentro de nuestros medios”

La era de los presupuesto de “dinero fácil” se acabó,
dice Obama

Por David Usborne
Corresponsal en EEUU
The Independent, 02/02/10

Cercado por los reducidos impuestos a los ingresos y una necesidad de cambiar una todavía frágil economía en una recuperada, un sombrío presidente Barack Obama presentó ayer un nuevo presupuesto que prevé un déficit record de 1,56 billón de dólares este año y ofreció un pequeño plan en el corto plazo para rescatar a Estados Unidos de su marea roja. La propuesta presupuestaria, que anticipa un gasto de 3,8 billones de dólares –que puede ser corregida por el Congreso–, fue como un frío recordatorio del peso del desequilibrio del presupuesto de Estados Unidos. El presidente y sus asesores económicos se están esforzando por encontrar un equilibrio entre parecer serios para abordar la deuda nacional y hacer lo que sea necesario para alimentar al crecimiento económico. Los beneficiarios del mayor gasto serán las pequeñas empresas, los desempleados y, como pelea dos guerras, el Pentágono.

Mientras el año pasado era sobre la reforma de salud y los tambaleantes esfuerzos para que se apruebe, éste puede ser el año en que Estados Unidos ponga el acento en la disciplina fiscal, en parte porque el gasto excesivo en Washington y los efectos corrosivos del déficit han trepado a primer plano de la preocupación de los votantes en una elección de mitad de término. Es en parte la percepción de un gobierno que creció demasiado y es demasiado despilfarrador y que está preocupando a los votantes independientes, a la vez que alimenta al movimiento antiimpositivo Tea Party.

Obama dijo que agradecería todas las sugerencias para recortar el gasto. Pero con tono firme también dijo: “Es hora de que se exija a Washington lo mismo que las familias y las empresas se exigen. Es hora de ahorrar lo que podamos, gastar lo que tengamos que gastar y volver a vivir dentro de nuestras posibilidades”, subrayó. Y añadió: “Sencillamente no podemos seguir gastando como si los déficit no tuvieran consecuencias, como si el despilfarro no importara, como si el dinero duramente ganado por los estadounidenses pudiera ser tratado como dinero del juego Monopoly, como si pudiéramos seguir ignorando este desafío durante otra generación”.

La Casa Blanca arrastró el anuncio del presupuesto durante días con la promesa de congelar el gasto durante tres años para ciertas áreas domésticas. Entre las medidas para reducir el déficit, el presidente Obama decidió abandonar un programa de alto valor simbólico para Estados Unidos, que permitiría enviar nuevamente al hombre a la Luna. Asimismo, terminará con las reducciones de impuestos para los hogares de mayor poder económico en 2011, fijadas por su predecesor George W. Bush.

El gobierno dejará por fuera de ese congelamiento del gasto a los programas sociales y a los asuntos de seguridad. También propone establecer una nueva cuota a los grandes bancos para ayudar a pagar las pérdidas bajo el impopular programa de rescate del gobierno.

Según las proyecciones de la Casa Blanca, éstas y otras medidas deberían ser suficientes para bajar el déficit anual hasta los 700 mil millones de dólares (cerca del 4,2 por ciento del PBI nacional), para fines de 2013. Pero las prioridades de gastos a largo plazo que se mencionaron ayer añadirían 8,5 billones de dólares a la deuda nacional para 2020, aumentando la deuda como una proporción del PBI a 77 por ciento comparado con el 53 por ciento de ahora.

Pero en el corto plazo, la administración Obama no retrocede del todo ante nuevos gastos. El presupuesto incluye un pedido al Congreso para que apruebe inmediatamente un programa de 100 mil millones de dólares para impulsar el crecimiento de los empleos. Esto, sostienen los funcionarios, será redituable en el largo plazo porque parte del problema hoy puede atribuirse a la pérdida de 7 millones de empleos desde que comenzó la recesión. La falta de empleos significa ingresos menores y gastos más altos en programas sociales. “No podremos bajar este déficit de la noche a la mañana, dado que todavía nos estamos recuperando –dijo Obama–. Seguiremos haciendo lo imposible para crear empleos. Es esencial.”

Los lobbyistas, las corporaciones y los políticos estaban todos por igual examinando el presupuesto de 3,83 billones de dólares buscando ítem que los afecte directamente. En sus páginas se podía encontrar grandes recortes en financiación de vehículos oruga para el ejército de Estados Unidos y un pedido de poner fin a los subsidios de las cosechas para los campesinos ricos. Las empresas petroleras puede perder 39 mil millones de dólares en amnistía tributaria.

El presupuesto será analizado durante varios meses por los legisladores estadounidenses, y regirá desde el 1º de octubre hasta el 30 de septiembre del próximo año.