Bruselas.– La Unión Europea acordó un audaz plan de rescate de 750 mil millones de euros (US$955.000 millones) en un esfuerzo por frenar una creciente crisis de deuda que comenzó en Grecia, pero que ahora amenaza la estabilidad de los mercados de todo el mundo.

El dinero estará disponible para rescatar a economías de la euro zona que se metan en problemas financieros. El plan consistirá en 440.000 millones de euros en préstamos de los gobiernos de la euro zona, 60.000 millones de euros de un fondo de emergencia de la UE y 250.000 millones de euros del Fondo Monetario Internacional.

Inmediatamente después del anuncio, el Banco Central Europeo dijo que está listo para comprar bonos privados y de gobierno de los países de la euro zona "para asegurar la profundidad y liquidez" en los mercados, y la Reserva Federal de EE.UU. anunció que reabrirá las líneas de canje con otros bancos centrales para asegurar que tengan amplio acceso a dólares.

En la madrugada del lunes, los ministros de Finanzas de la eurozona crearon un plan de ayuda de 500.000 millones de euros para los países que sufran problemas financieros, con un compromiso de fondos de 250.000 millones de euros por parte del fondo Monetario Internacional.

Los representantes de la eurozona dijeron que no será necesario usar toda la cantidad del fondo. Los diplomáticos de la UE dijeron el domingo que el fondo acordado se necesitaba en gran medida para dar seguridad a los mercados financieros.

"Es una suma gigantesca. Esperamos no tener que usar un programa tan masivo", dijo Thomas de Maiziere, ministro de Interior alemán, tras la reunión.

Los gobiernos europeos y la Fed también dieron pasos decisivos para contener la crisis, dado que la Fed se dio cuenta de que la crisis europea se convertiría en un problema en Estados Unidos.

Las decisiones son una respuesta a lo que los gobiernos europeos ven como un ataque injusto de los mercados financieros. El ministro de Finanzas sueco, Aners Borg, llegó a hablar de "una manada de lobos" en los mercados, cebándose en los países más débiles por la crisis de los diferenciales de deuda.

"Este es el mayor intento de apoyar a Europa y podría marcar un punto de inflexión en la crisis de confianza que golpeó la periferia de Europa en las últimas semanas", dijo Jacques Cailloux, de Royal Bank of Scotland.

En las últimas semanas, la especulación del mercado sobre un posible impago de deuda de Grecia se ha extendido a Portugal, España y otros países europeos, y muchos líderes europeos piensan que la integridad de todo el sistema financiero europeo estaba en peligro.

El euro subió en Asia, un indicio positivo, aunque modesto, de que los anuncios están teniendo efecto.

Las medidas llegan después de un fin de semana frenético en Bruselas, donde se multiplicaron las llamadas telefónicas internacionales, incluidas teleconferencias del G7 y el G20 y llamadas del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a los líderes europeos.

El anuncio del BCE llega apenas unos días después de que el presidente del banco, Jean–Claude Trichet, sugiriera que la compra de deuda de países europeos no se estaba considerando.

Además de todo esto, la Reserva Federal de Estados Unidos dijo el domingo que impulsaría un programa de préstamos de emergencia utilizado durante la crisis financiera. La Fed enviará miles de millones de dólares al extranjero a través de los bancos centrales, incluido al Banco Central Europeo, así que pueden, a su vez, prestar dinero a los bancos nacionales que necesiten financiación en dólares.

Esto también representa un giro de 180 grados. Durante meses, altos cargos de Estados Unidos argumentaron en privado que los problemas financieros de Grecia eran un problema europeo que tenían que resolver los líderes europeos. Pero las drásticas caídas en la bolsa de Estados Unidos la semana pasada convencieron a la Fed de que Grecia podría convertirse también en un problema para Estados Unidos.

La Fed ha acordado también reabrir líneas de liquidez similares en dólares con el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco Nacional de Suiza y el Banco de Canadá.

Durante la crisis de 2008, la Fed puso a disposición de los bancos centrales extranjeros más de US$500.000 millones, suministrando dólares para aliviar una crisis mundial con raíces en Estados Unidos.

"Parece que hemos evitado el peor escenario... un impago de Grecia que habría paralizado el sistema financiero mundial", dice Hideyuki Okoshi, directivo de Chuo Securities.

Los bancos centrales de la euro zona comienzan
a comprar deuda soberana

Londres.– Los bancos centrales de la eurozona han empezado el lunes a comprar bonos soberanos de algunos estados miembros como parte del plan del Banco Central Europeo para restaurar la estabilidad de mercado anunciado a primera hora del lunes, dijeron bancos centrales y el propio BCE, así como los operadores de bonos.

Los bancos centrales están comprando bonos públicos emitidos por Grecia, España, Portugal, Irlanda e Italia, dijo a Dow Jones Newswires un portavoz de la Asociación de los Mercados Financieros en Europa, o AFME por sus siglas en inglés.

Dijo que AFME había sido informada de esta actividad de compra por sus miembros bancarios que compran y venden estos títulos en los mercados para sus clientes.

El Bundesbank de Alemanua y el Banco de Francia también confirmaron que están comprando bonos estatales.

"Estamos muy contentos de que el BCE intervenga de esta manera", dijo Sander Schol, director de la Asociación de los Operadores PrimariosEuropeos, que representa los intereses de los mayores 20 operadores primarios y que es parte de la AFME.

Una portavoz del BCE no pudo dar detalles el lunes de forma inmediata sobre la cuantía que los banco centrales están comprando, ni tampoco del país de emisión de esos bonos ni de su vencimiento.

Como resultado, la rentabilidad de los bonos públicos que están siendo comprados por los bancos centrales cayó fuertemente.

La rentabilidad de los bonos griegos a 10 años cayó 263 puntos básicos a 10,533% a primera hora y la de la deuda griega a dos años cayó 1.000 puntos básicos, dijeron los operadores. La rentabilidad de los bonos españoles a 10 años descendió 27 puntos básicos a 4,16% y la de los italianos a 10 años cayó 20 puntos básicos a 4,05%.

Los analistas e inversionistas son cada vez más pesimistas respecto a las perspectivas del euro, temerosos de que los bancos centrales puedan empezar a abandonar la inestable moneda.

Varios bancos han advertido a sus clientes que la moneda única podría caer mucho más rápido de lo previsto hasta ahora. El banco francés BNP Paribas cree que el euro alcanzará la paridad con el dólar a principios del año próximo.

La opinión de este banco es extrema, pero no es el único en pensar así. Barclays Capital y Standard Chartered ––ambos muy respetados en el sector de las divisas–– también han reducido sus perspectivas para el euro. Ambos prevén que el euro retrocederá hasta US$1,20 durante el próximo mes, frente a la previsión anterior de US$1,35.

Un factor clave para este cambio de perspectiva es el temor a que los bancos centrales, que han estado impulsando al euro durante los últimos años, podrían ahora estar preocupados por los fundamentos del euro y los procesos de toma de decisiones de la región ante la crisis de deuda de Grecia.

Las manifestaciones en Atenas para protestar por las medidas de austeridad y la falta de voluntad del Banco Central Europeo para apoyar los mercados de bonos de la región llevan a los analistas a pensar que han subestimado lo mala que puede llegar a ser esta situación.

Y no solo están preocupados los analistas de banca. Los inversionistas también están inquietos. Si apoyan esta opinión con dinero en metálico, el euro cae seguro.

Los flujos de los bancos centrales son vitales para determinar el valor de una divisa. Con alrededor de US$9 billones en activos combinados, estos fondos son enormes, aunque todavía relativamente pequeños si los comparamos con el valor de los fondos de pensiones mundiales. Los lentos pero paulatinos movimientos saliendo de unas divisas para meterse en otras de algunos bancos centrales son un factor clave para determinar las tasas de cambio. Se consideran un importante motivo por el que el dólar cayó entre 2001 y 2008.

Pero para que el euro descienda, no es necesario que los bancos centrales vendan sus euros acumulados, que suponen un tercio de sus reservas totales. Tampoco tienen que dejar de comprar la moneda única. Con reducir sus compras de euros ––que es lo que la gente teme ahora–– ya se dañaría a la moneda única.

"No creo que vayan a vender. Pero sí creo que van a dejar de comprar por ahora, y eso no es positivo para la moneda", afirma Thanos Papasavvas, inversor en divisas para Investec en Londres.

Papasavvas es relativamente positivo, al prever que si el euro cae por debajo de US$1,25, entrarían en el juego los cazadores de gangas.

El pesimismo es generalizado. Stephen Jen, inversor en divisas para BlueGold Capital Management y ex analista de Morgan Stanley, cree que en lo que va de año, los gestores de las reservas ya han perdido el equivalente a US$300.000 millones por los euros en su cartera, por la devaluación de la divisa frente al billete verde.

Las pérdidas de China, que tiene US$2,4 billones en activos, podrían ascender a US$80.000 millones, dice Jen. Jen espera que el euro descienda hasta US$1,20.

Wall Street pierde el 5,7% en la semana

Nueva York (Dow Jones)––Los principales índices bursátiles de Estados Unidos concluyeron con bajas la volátil sesión del viernes y el Promedio Industrial Dow Jones finalizó con su tercera pérdida de tres dígitos de la semana.

Si bien el Dow, logró ubicarse en territorio positivo temprano en la sesión, permaneció una gran parte de la jornada en baja, con descensos de hasta 273 puntos luego de la volatilidad del jueves, en la que a media tarde descendió brevemente casi 1.000 puntos antes de cerrar con un descenso del 3,2%.

Los inversionistas continúan preocupados por los problemas crediticios de Grecia, los cuales sacan a relucir interrogantes sobre la recuperación global. Estos factores relegaron a un segundo plano un informe laboral en Estados Unidos que mostró el mayor ritmo de crecimiento en los empleos en cuatro años.

"Nadie quiere tener posiciones activas en anticipo al fin de semana, con la situación de Grecia sin resolver", afirmó Alan Valdes, director de operaciones de piso de la bolsa de Nueva York en Kabrik Trading. "Todo se basa en esa preocupación en estos momentos".

El Promedio Industrial Dow Jones cayó 140 puntos, o el 1,3%, a 10380; el Standard & Poor's 500 retrocedió 17, o el 1,5%, a 1111 y el Índice Compuesto Nasdaq bajó 54 puntos, o el 2,3%, a 2266.

En la semana, el Dow cayó el 5,7% y el S&P 500 retrocedió el 6,4%.

El índice de volatilidad de la Chicago Board Options Exchange, VIX, un indicador del temor en el mercado de acciones de Estados Unidos, ascendió un 26,28% a 41,42.

Dentro del Dow, American Express encabezó los descensos al caer el 4,5%. Hewlett–Packard perdió el 3,3%, General Electric cedió el 2,5% y Cisco bajó el 3,1%. Kraft encabezó las alzas al ganar el 2,9%.

Todos los sectores del S&P registraron pérdidas, encabezados por el de tecnología de la información, energía y de productos discrecionales para el consumidor.

En el frente económico, el Departamento de Trabajo informó durante la mañana que las nóminas aumentaron en 290.000 en abril, su mayor aumento desde marzo del 2006. Sin embargo, la tasa de desempleo se ubicó en el 9,9% durante abril, un incremento frente al 9,7% del mes anterior. los economistas habían proyectado, en promedio, que las nóminas se incrementarían en 180.000 en abril y que la tasa de desempleo se mantendría en el 9,7%.