Crisis mundial

Las bolsas sufren en mayo un derrumbe histórico

Burbuja en declive

IAR Noticias, 30/05/10

Los expertos lo definen así: "Fiebre vendedora". Presionados por el pánico al "euro colapso" los especuladores internacionales se desprenden de sus acciones y se "refugian" en valores más "seguros" como el dólar, el oro y las materias primas. En consecuencia, se derrumba el euro y colapsa la fiesta bursátil  internacional.

Los mercados internacionales están a punto de despedir un mes catastrófico, el de mayo, que ha revivido y potenciado viejos temores y ha vuelto a encender la luz de "alarma" de los inversores con Europa y el euro.

El  temor a las huelgas y estallidos sociales que ya se perfilan como respuestas a los ajustes salvajes en Grecia y en España, genera cada vez más desconfianza y temores en los mercados internacionales que comienzan a dudar de la efectividad del ajuste fiscal  exigido por el capitalismo usurario para "refinanciar" la deuda griega.

El desplome del euro frente al dólar se profundiza, y las amenazas de huelgas y estallidos sociales se convierten en señal emblemática de un proceso de crisis económica que pone en peligro la solidez de la alianza política y económica de la eurozona.

El colapso es generalizado y se expande por el conjunto de los de indicadores mundiales.

El Nikkei, el más castigado, ha perdido un 10%. l Ibex 35 acumula una caída mensual del 7%, que se ha visto mitigada en las últimas sesiones.  En EEUU, las principales plazas tampoco se han librado del castigo: Nasdaq, Dow Jones y S&P 500 se han dejado entre el 7% y el 8%.

Los principales índices bursátiles de EEUU concluyeron con pérdidas el viernes, en la última sesión de un pésimo mes, luego que una rebaja de la calificación crediticia de España reavivara los temores de los especuladores  hacia la crisis crediticia en Europa.

El Promedio Industrial Dow Jones bajó 122 puntos, o el 1,2%, a 10137. Con el descenso del viernes, el Dow cayó un 7,9% en mayo, su peor mes en más de un año.

El Índice Compuesto Nasdaq cayó 21 puntos, o el 0,9%, a 2257, y el Standard & Poor's 500 retrocedió 14, o el 1,2%, a 1089.

"Lo que comenzó como una retirada de posiciones en la renta variable europea se ha convertido en una fuga de capitales a nivel mundial", señalaba en un informe esta semana Citigroup.

Los principales indicadores perdieron más de un 10% desde los máximos de abril y los inversores no discriminan lo que venden. "No se molestan en distinguir entre diferentes sectores o regiones. Sólo quieren vender", añade.

Los bruscos altibajos experimentados por los principales indicadores mundiales y el euro colapso de las últimas semanas revivieron un viejo fantasma: ¿Se repite la historia tras la quiebra de Lehman Brothers?

El miedo paralizó  el mercado del crédito. "Cuando Lehman quebró nadie quería prestar a nadie dentro del sistema financiero. Es cierto que desde entonces los mercados de crédito no está funcionando tan bien como antes y aunque se han tensado los mercados, no hemos llegado a esos extremos", puntualiza Fernández-Figares. BCE, Reserva Federal, Banco de Inglaterra tomaron medidas para evitar el credit crunch.

Para Citigroup, "el moderado aumento de los spreads en el interbancario en Europa y EEUU ha servido para recordar a los inversores la última vez que se cerró el grifo del crédito.

 La crisis de deuda en Europa puso en duda la supervivencia del euro, que actualmente se mueve cerca de mínimos de hace cuatro años frente al dólar.

Hace menos de un año se llegó a hablar incluso de que la divisa comunitaria tomara el testigo del dólar como moneda de referencia. El debate lo abrió la OPEP, que propuso fijar los precios del crudo en euros ante la depreciación sufrida por la divisa estadounidense en aquellos momento. Rusia, por su parte, quería cobrar el gas en la moneda comunitaria.

Ahora las cosas cambiaron, y la pregunta que se plantean los especialistas es si el euro-dólar van camino de la paridad.

Desde enero, la moneda europea  pierde más del 10%. Cayó de 1,45 a 1,23 dólares y se asoma a mínimos de hace cuatro años. En la segunda mitad de 2008, la moneda europea llegó a fijar un máximos histórico en 1,6038 dólares.

Sobre el comportamiento futuro de los mercados, se estima que los planes de ajuste puestos en marcha en Europa provocarán el freno en la recuperación económica y no descarta que incluso algunas economías vuelvan a recaer en la recesión.

Además, según los especialistas,  estos planes también tendrán un impacto en los resultados empresariales, en las valoraciones y por ende, en el rendimiento y cotización las bolsas.

Para el diario The Wall Street Journal, los operadores y analistas habían mostrado recientemente cada vez menos preocupación ante las probabilidades de que reacción en cadena de incumplimientos en los países más endeudados de la zona del euro pueda sacudir al sistema financiero global.

Pero ahora -precisa el Journal- está aumentando la  preocupación por la posibilidad de que el continente tenga que atravesar un largo y complejo recorrido antes de recuperar totalmente la salud económica.

"Nos está pareciendo que los problemas de Europa no se expandirán necesariamente, pero son algo que el resto del mundo va a sentir" en los próximos meses, afirmó Jack Ablin, estratega jefe de inversiones en Harris Private Bank en Chicago.

En relación a la rebaja de la calificación España, añadió: "Realmente pensé que los pasos tomados (por el gobierno) mantendrían alejadas a las agencias de calificación. Esto fue una gran decepción".

Las cuentas empresariales de numerosas empresas estadounidenses entraron en pérdidas o se frenaron en seco en el cuarto trimestre de 2008.

Ahora, el momento de los resultados corporativos permanece fuerte, al tiempo que se han revisado al alza numerosas previsiones de resultados, según apunta Citigroup. No obstante, otros expertos señalan que los planes de ajuste fiscal adoptados en Europa sí pueden afectar a las cuentas corporativas.

Con el sistema capitalista en estado de crisis y de debilidad que supera todos los estadios anteriores, Europa, acorralada por la quiebra de los Estados y por los "ajustes salvajes" que empiezan a multiplicarse, parece estar ante el desenlace de un colapso económico y político generalizado.

Las señales son apabullantes. Por efecto de la "globalización" la eurocrisis incide sobre todo el sistema financiero internacional y sobre las principales economías mundiales, y  los efectos encadenados y el contagio pueden ser mucho más devastadores que en la crisis del 2008.