Crisis mundial
reunión G-20

Se inicia reunión del G20 en Toronto

Marcadas diferencias entre Europa y EEUU

BBC World, 26/06/10

Orden del día

Algunas de las cuestiones que se tratarán este fin de semana en la cumbre:

Reforma financiera e impuesto a los bancos.

Cuándo y cómo poner fin a la estimulación económica.

Seguridad nuclear: incidentes con Irán y Corea del Norte.

Conflicto entre las dos Coreas.

Ayudas al desarrollo.

Profundas divergencias entre los puntos de vista marcaron el inicio de la cumbre del G20 este sábado en Toronto, Canadá.

El cruce declaraciones y contradeclaraciones dejó evidente que que no hay un acuerdo común ante la disyuntiva de potenciar el crecimiento económico, –postura defendida por Estados Unidos– o priorizar el ajuste fiscal, de lo que se muestran partidarios varios gobiernos europeos y países como Japón.

Estados Unidos ha expresado su preocupación de que los recortes al otro lado del Atlántico perjudiquen la recuperación económica y produzcan una recesión todavía mayor.

Es decir, como afirma el analista económico de BBC Mundo, Marcelo Justo, se teme que si se corta el gasto público se ponga en peligro la frágil recuperación económica.

Pero según dice la corresponsal de economía de la BBC Stephanie Flanders, la dura realidad es que puede que no exista una política perfecta que garantice una fuerte salida de la durísima crisis financiera, ni en la acumulación de préstamos de este alcance.

O dicho de otro modo: las economías pueden resultar condenadas si los gobiernos cortan los préstamos rápidamente, con la economía todavía en cuidados intensivos, pero también si no lo hacen.

Cumbres solapadas

La cumbre del G20 tomó el testigo a la cumbre del G–8, celebrada el día anterior. En ella la canciller de Alemania, Angela Merkel, señaló que se logró un considerable "entendimiento mutuo" entre los participantes.

En declaraciones a los periodistas, Merkel afirmó que los mandatarios de Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia coincidieron en que el crecimiento sostenible que necesita la economía global no debe ser incompatible con las medidas de austeridad.

Las discusiones estuvieron dominadas por la situación económica global y las reformas del sector financiero, un tema en el que tampoco ha habido de momento acuerdo común.

Según informa el corresponsal de economía de la BBC desde Toronto, Andrew Walker hay dos tipos de recuperación en marcha en las economías del G20.

Los países en vías de desarrollo, con China a la cabeza, están creciendo fuertemente.

Pero los "efectos rebote" que sufren muchas de las economías desarrolladas las hacen mucho menos convincentes.

Muchos de esos países tienen un grave problema con la creciente deuda de sus gobiernos, como consecuencia del gran agujero que la recesión supuso para sus ganancias fiscales.

Dilema

Esto genera una difícil interrogante política: ¿deberían apostar por la austeridad y solucionar la deuda ahora o dañará esto la recuperación económica?

El ministro de finanzas canadiense, Jim Flaherty, está preocupado por este riesgo. Al igual que los Estados Unidos.

Los gobiernos europeos son los que están tomando duras medidas de austeridad en los países con los problemas de deuda más severos.

En parte empujados por las presiones de los mercados, la cumbre del G20 alcanzará probablemente un frente común, como afirmó la canciller alemana.

Pero no cabe duda de que existe un verdadero dilema en las economías desarrolladas acerca del mejor momento para atacar a la deuda.

Esta reunión tuvo lugar pocas horas después de que los legisladores del Congreso de EE.UU. llegaran a un acuerdo sobre la que, de aprobarse, sería la mayor reforma del sistema financiero estadounidense desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo XX.

Acuerdos y cuestiones por debatir

Los países más importantes del mundo se pusieron de acuerdo en cambio para, a iniciativa canadiense, incrementar en los próximos cinco años en US$5.000 millones de dólares las ayudas para mejorar la atención sanitaria a las mujeres que dan a luz en países en desarrollo y que mueren por causas evitables.

Pero los grupos de presión ya han declarado que este dinero, US$20.000 millones menos de lo prometido hace cinco años, no será suficiente para alcanzar ni siquiera la mitad de los objetivos del milenio que pretendían reducir en tres cuartos la muerte de madres y niños. Y se han mostrado muy decepcionados.

Sin embargo, habrá otras cuestiones –más allá de las económicas– encima de la mesa, como son las recientes disputas nucleares con Irán y Corea del Norte o el reciente conflicto entre las dos Coreas.

Se cree que se tratará de alcanzar una postura más dura en relación a Irán, después de que fuera sancionado recientemente por Naciones Unidas debido a sus actividades destinadas al enriquecimiento de uranio que se teme pueda utilizarse con fines atómicos.

La cumbre del G20 se produce entre excepcionales medidas de seguridad y en lujosas instalaciones especialmente construidas para la ocasión.


En vísperas de la Cumbre los países desarrollados están más divididos que nunca

G20: ¿adiós al keynesianismo?

Por Marcelo Justo
BBC World, 25/06/10

Estados Unidos considera que la prioridad sigue siendo el crecimiento económico mientras que la Unión Europea (UE) y Japón han lanzado una ola de ajustes para restablecer el equilibrio fiscal.

En declaraciones a la BBC, el secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner, indicó que comprendía que la situación de su país y la de Europa son diferentes, pero instó a los lideres europeos a que se mantengan "unidos en torno al mismo objetivo de crecer y generar confianza".

Con estas palabras Geithner invocó el consenso "Keynesiano" de las cumbres del G20, luego del estallido de la crisis financiera con la caída del Lehman Brothers en septiembre de 2008.

Ese consenso es hoy un fantasma del pasado, como le dijo a BBC Mundo el catedrático de la Universidad de Cambridge Peter Clarke, autor de "Keynes: el economista más influyente del siglo XX".

"Hace dos años hasta un famoso economista de la escuela de Chicago como Robert Lucas decía que todos éramos Keynesianos. Los gobiernos no dudaron en tener fuertes déficits fiscales para estimular la economía. Hoy el péndulo se ha movido en la dirección contraria", dijo Clarke

La sombra de Keynes

En medio de la crisis de los años '30 del siglo XX John Maynard Keynes desafió el sentido común imperante con un mensaje simple. En épocas de recesión, cuando el sector privado no puede impulsar la economía, el Estado debe intervenir.

El temor estadounidense hoy es precisamente ese: si se corta el gasto público, se pone en peligro la frágil recuperación económica.

Es un temor anclado en la historia. En los años '30, el demócrata Franklin Delano Roosvelt lanzó el "New Deal", un programa "keynesiano" de recuperación económica basado en la inversión del Estado.

El programa fue exitoso, pero en 1937, el gobierno –preocupado por el déficit fiscal– decidió restringir el gasto y el país cayó en una nueva recesión económica.

Con esta experiencia a cuestas, el gobierno estadounidense ha decidido que su actual proyección de crecimiento del 2,8% para 2010 y del 2,5 % para 2011 es demasiado débil para recuperar el terreno perdido con la recesión en momentos en que la economía padece el más alto nivel de desempleo en 25 años.

El gobierno de Barack Obama ha dicho que solo se plantea lidiar con el déficit a partir de 2013, cuando el crecimiento esté consolidado.

No es la política de la UE, a pesar de que sus previsiones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) son la mitad que el estadounidense: 1% para este año y 1,7% para el próximo.

Historia de Zorba el griego

La debacle griega, el fantasma de una cesación de pagos y el temor a un contagio a otros países de la eurozona –que manejan el euro como moneda– desató esta ola de austeridad fiscal en la UE bajo la batuta alemana.

Si esta política es debatible en países amenazados directamente por un "contagio" –España, Portugal, Italia– en otros, que deben funcionar como locomotoras del crecimiento europeo, es mucho más difícil de justificar.

A principios de junio, Alemania anunció una reducción del gasto de 80.000 millones de euros.

En una columna en el diario español El país, Xavier Vidal Folch señaló que Alemania está respondiendo a sus propios fantasmas.

"El exceso expansivo la arruinó en el pasado: la hiperinflación en la República de Weimar llegó al 32.400% en 1922, sembrando las tensiones sociales que facilitaron el absceso hitleriano", precisa Vidal Folch.

Pero la ola de austeridad se ha propagado más allá de la eurozona.

Esta semana el Reino Unido y Japón se sumaron con el mismo argumento de fondo: el fantasma de una debacle como la de Grecia y el temor a los mercados financieros.

Impacto global

El problema es que la economía mundial no ha terminado de emerger del marasmo económico.

La apuesta europea es que la inversión privada sustituirá a la pública y generará el crecimiento que necesita la economía. "No hay ninguna señal de que esto vaya a pasar", le señaló a BBC Mundo Peter Clarke.

La deflación de Japón en la década de los '90 y su estancamiento son los fantasmas que acosan a la UE.

Este peligro preocupa a los países en desarrollo de la cumbre del G20. Los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), Argentina y Turquía tienen serios reparos respecto a una política de ajuste que ahogue el crecimiento.

Por más que las diferencias entre los países se cubran con un piadoso manto retórico en el comunicado final de la cumbre, la realidad es que el consenso keynesiano ha terminado.

En los próximos 12 meses la realidad demostrará si era necesario lidiar ahora con el déficit fiscal o, como dice EE.UU., esa es una tarea para más tarde.

El costo de este experimento puede ser una nueva recesión mundial.


El mayor desempleo de la historia

Por Marcelo Justo
BBC World, 25/06/10

La crisis económica mundial que estalló en septiembre de 2008 ha creado el máximo número de desempleados de la historia.

En vísperas de dos grandes cumbres económicas (G8 este viernes y G20 el sábado), el informe de Naciones Unidas (ONU) sobre los objetivos del milenio afirma que 211 millones de personas no tienen trabajo hoy en día, una cifra récord en la historia de la humanidad.

Las metas del milenio, formuladas en 2000, son ocho parámentros de desarrollo social que deben mejorar para 2015 hasta superar los indicadores de 1990, punto de partida de la comparación.

Según la ONU, la situación específica del desempleo se puede agravar a mediano plazo, ya que en los próximos diez años habrá que crear 470 millones de nuevos empleos simplemente para no empeorar el panorama actual.

Con la seguidilla de programas de ajuste anunciados en la Unión Europea (EU) y Japón, parecería que a corto plazo la tendencia, al menos en los países desarrollados, será a la inversa: un aumento considerable de la desocupación.

China e India

El documento de la ONU reconoce que se han alcanzado avances en la lucha contra la pobreza, pero aclara que estos se deben sobre todo a los progresos en China e India.

Con 1.300 millones y 1.100 millones de habitantes, respectivamente, estas dos naciones conforman una tercera parte de la humanidad y cualquier progreso que registren tendrá un fuerte impacto en las cifras globales.

China ha sacado a unas 400 millones de personas de la pobreza en los últimos 20 años, mientras que en India la ONU calcula que la pobreza se reducirá en 2015 a un 24%, comparado con el 51% de 1990.

Según este informe, la zona del sudeste asiático es la que más ha hecho en el mundo en este terreno.

En América Latina, dos indicadores clave de la pobreza que venían mostrando mejoras –empleo y empleo vulnerable– registraron retrocesos debido a la crisis.

Según la ONU, la relación empleo–población que había aumentado del 58% al 61% en el lapso 1998–2008 cayó a un 60% el año pasado, mientras que los trabajadores pobres (con ingresos menores a US$1,25 diarios) se incrementaron del 7% al 8% entre 2008 y 2009.

Futuro incierto

La eliminación de la pobreza va de la mano del crecimiento económico y la creación de empleo. En este sentido, los últimos anuncios del mundo desarrollado no son alentadores.

Esta semana el Reino Unido y Japón se agregaron a la larga lista de países desarrollados que eligen la vía de un mega–ajuste fiscal para hacer frente a la crisis. Grecia, España, Portugal, Italia, Francia y Alemania han tomado ese camino.

El billonario financista George Soros criticó el miércoles esta política de austeridad liderada por Alemania, afirmando que ponía en peligro a la UE y al euro como moneda.

Estos planes contemplan pérdidas de miles de puestos de trabajo y una inevitable caída del consumo que a su vez puede impactar negativamente en el crecimiento de la eurozona y la economía mundial.

Estados Unidos es el único país desarrollado que, por el momento, sigue impulsando una política de estímulo fiscal y ha declarado que postergará hasta 2015 el objetivo de recortar el desequilibrio fiscal a un 3%.

A cinco años de que se cumpla el plazo de los objetivos fijados para el milenio, estos parecen cada vez más lejos.