Crisis mundial
reunión G-20

Europa defiende sus planes de ajuste mientras EEUU advierte que amenazan
la recuperación

Desacuerdos en el G–20

Associated Press (AP), 25/06/10

Francfort.– Europa defendió ayer sus planes de austeridad presupuestaria horas antes del comienzo de la cumbre del G–20, a pesar de las fuertes advertencias de Estados Unidos, que sostiene que los fuertes recortes de gastos amenazan la recuperación económica tras la crisis financiera que sacudió al mundo en septiembre de 2008.

El borrador del documento que firmarán los mandatarios del grupo que integran 20 economías desarrolladas y emergentes reflejará esta preocupación, al señalar que "las dificultades fiscales" de muchos países están creando "volatilidad en el mercado" y "podrían amenazar seriamente la recuperación".

El presidente del Banco Central Europeo, Jean–Claude Trichet, dijo ayer que "la idea de que las medidas de austeridad puedan generar estancamiento es incorrecta", mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, ratificó que su país seguirá adelante en lo que será su mayor plan de ajuste fiscal desde la Segunda Guerra Mundial.

En respuesta a los cuestionamientos de su política fiscal, Merkel dijo que su país "ha hecho mucho más para reactivar la economía global que la mayoría del resto de las naciones". Esa opinión fue respaldada por su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeble, que en una nota publicada en el diario Financial Times además dijo que "los gobiernos no deberían hacerse adictos al endeudamiento como solución fácil para estimular la demanda".

En el G–20 han surgido discrepancias respecto de las prioridades económicas que se deben adoptar de ahora en más: apoyar el aún débil crecimiento o reducir los déficits fiscales. Los mercados siguen con temor el riesgo de una desaceleración económica en la antesala de la cumbre de líderes que tendrá lugar en Toronto, Canadá, este fin de semana. Un borrador de la declaración final de la cumbre dice que la recuperación es "irregular y frágil" y sugiere tomar más medidas al respecto.

Por su parte, en un fuerte contraste con los ajustes puestos en marcha en Europa, Estados Unidos pide evitar que se retiren los apoyos estatales demasiado pronto, y recuerda que la Gran Depresión se prolongó por los frenos al gasto público.

"Debemos demostrar un compromiso de reducir los déficits de largo plazo, pero no pagando el precio del crecimiento de corto plazo", escribieron ayer en un artículo de opinión en The Wall Street Journal Tim Geithner, secretario del Tesoro norteamericano, y Larry Summers, director del Consejo Económico Nacional del presidente Barack Obama. "Sin el crecimiento de ahora, los déficits subirán aún más y socavarán el futuro crecimiento", agregaron.

Pese a advertir sobre el riesgo de un "estancamiento prolongado", Summers trató luego de minimizar las diferencias entre EE.UU. y Europa.

"Un aspecto importante es la sustentabilidad fiscal. Respecto de cómo hacerlo y a qué ritmo es algo que invariablemente variará de país a país", señaló.

En un informe dirigido a los líderes del G–20, también el Banco Mundial abogó por una política de apoyo al crecimiento económico, para evitar que millones de personas caigan en la pobreza.

Pero Europa lleva un ritmo diferente. Una violenta presión del mercado contra los países débiles de la zona euro en favor de que reduzcan su deuda y sus déficits ha generado una ola de recortes presupuestarios y frenos en los gastos en todo el Viejo Continente. Dos millones de franceses protestaron ayer contra los planes gubernamentales de reforma al sistema de pensiones (ver aparte).

La cumbre será, además, una nueva oportunidad para el presidente Obama de hacer sentir la influencia de la mayor economía del mundo.

El mandatario llega a Toronto con lo que parece ser una gran victoria: la decisión china de permitir una mayor flexibilización del yuan.

Obama tiene previsto mantener seis reuniones bilaterales con mandatarios de otros países, ninguno de ellos de América latina.