Crisis mundial

EEUU tuvo en julio una pérdida neta de 131.000 puestos de trabajo

Empeora la situación laboral

I–Eco / EFE, 06/08/10

La secretaria de Trabajo, Hilda Solís, encontró un aspecto positivo del informe en el incremento de 71.000 puestos de trabajo en el sector privado, incluidos 36.000 nuevos empleos en las fábricas que mantienen su crecimiento en lo que va del año. "Tenemos una economía volátil, pero desde comienzos del año hemos tenido un incremento de 630.000 empleos en el sector privado", apuntó Solís quien enfatizó que "debe mantenerse el curso de la política económica ante una recuperación que resulta lenta".

La mayoría de los analistas esperaba un aumento de 70.000 puestos de trabajo en el sector privado, y un incremento del índice de desempleo al 9,6 por ciento. Los datos causaron una caída de cotizaciones en los mercados financieros donde los inversionistas habían calculado que la pérdida neta de empleos en julio sería de 125.000 o menos, y que la ganancia de puestos de trabajo en el sector privado rondaría los 100.000.

Después de haberse contraído durante cinco de los seis trimestres hasta mediados de 2009 la economía de Estados Unidos ha estado creciendo en los últimos cuatro trimestres. Pero el ritmo de crecimiento se ha aminorado de un 5,6 por ciento a fines de 2009 a un 3,7 por ciento en el primer trimestre de 2010, y un estimado del 2,4 por ciento entre abril y junio, según el Departamento de Comercio. Esto ha alimentado la preocupación de que el país pueda caer en una segunda recesión a medida que expiran los enormes programas de estímulo activados por el gobierno desde fines de 2008.

Después de la recesión más profunda y prolongada en siete décadas "la recuperación es tan débil que no alcanza para generar empleos para quienes ingresan en la fuerza laboral, y mucho menos para encontrar empleo para los 15 millones de personas que lo buscan", comentó el economista y Premio Nobel, Joseph Stiglitz, en una entrevista con Bloomberg TV. Si se tienen en cuenta los ajustes de cifras publicados hoy por el Departamento de Trabajo, la economía de EE.UU. ha agregado un promedio de menos de 100.000 empleos por mes en los primeros siete meses de este año, un nivel insuficiente para disminuir el desempleo.

El representante republicano Eric Cantor, de Virginia, sostuvo que "el informe decepcionante sobre el empleo muestra que estamos muy lejos de donde deberíamos estar". "Las políticas que se originan en la Casa Blanca crean incertidumbre y temor entre los empresarios y los empleados, lo cual impide la inversión y la contratación", según Cantor.

La jefa del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Christina Romer, explicó que buena parte de la pérdida neta de empleos en julio fue resultado de la terminación de los contratos temporales de trabajadores del Censo. Las cifras del Departamento de Trabajo muestran que en julio hubo una disminución de unas 181.000 personas en la fuerza laboral, lo cual indica que muchos trabajadores en Estados Unidos siguen abandonando la búsqueda de empleo.

Asimismo, el desempleo sigue afectando de manera desigual a distintos grupos: el índice de desempleo entre los hombres adultos es del 9,7 por ciento y entre las mujeres adultas es del 7,9 por ciento.

Entre los adolescentes, esto es los que ingresan por primera vez al mercado laboral, el índice de desempleo en julio fue del 26,1 por ciento. Entre los trabajadores negros, el índice de desempleo el mes pasado fue del 15,6 por ciento, y entre los hispanos del 12,1 por ciento.

El informe de hoy mostró, por otra parte, que el sector fabril mantuvo su tendencia de incremento y después de un agregado de 13.000 puestos de trabajo en junio, sumó 36.000 en julio. La construcción, en cambio, perdió 11.000 empleos el mes pasado.El empleo gubernamental perdió 202.000 puestos el mes pasado, de los cuales 143.000 correspondieron a la terminación de los empleos temporales en la realización del censo del país.

La Bolsa de Nueva York iniciaba hoy la última sesión de la semana con una tendencia bajista y el Dow Jones de Industriales perdía el 0,26%, después de divulgarse datos de empleo en Estados Unidos más desfavorables de lo que se preveía. Al cumplirse la primera media hora de negociaciones ese indicador bursátil descendía 27,62 puntos y se situaba en 10.647,36 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 perdía 0,31% (–3,49 puntos) y se ubicaba en 1.122,32 unidades.

El índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedía el 0,13% (–2,88 puntos), a 2.290,18 enteros. Los datos de empleo en julio que difundió el Departamento de Trabajo causaron decepción entre los inversores, pues reflejaron una pérdida de puestos de trabajo mayor de la que se preveía y un débil aumento de la contratación en el sector privado.


Los malos números del desempleo en EE.UU. hacen caer a la Bolsa

14,6 millones de personas sin ocupación

I–Eco, 08/08/10

El sector privado produjo en Estados Unidos apenas 71.000 empleos nuevos en julio y el índice de desocupación quedó en un preocupante 9,5% , un panorama nada alentador para el presidente Barack Obama, quien prometió “crear o recuperar” millones de puestos de trabajo, mientras se acercan las elecciones de “medio término” de noviembre.

El mal dato (los analistas esperaban al menos 90.000 nuevos puestos) empujó hacia abajo los valores bursátiles, termómetro de la economía norteamericana.

Con el Dow Jones en cierre final 0,2% abajo, el analista Jeffrey Kleintop, de LPL Financial Corp, en Boston, dijo que “estos resultados laborales son muy modestos , marcan que caerán las ventas y las ganancias, ya que a largo plazo no puede darse un proceso de recuperación sustentable sin contrataciones nuevas en el mundo del trabajo”.

Las noticias malas se completaron con una renuncia importante , la de la jefa de asesores económicos de la Casa Blanca, Christina Romer, experta justamente en temas laborales.

Si bien julio fue el séptimo mes de creación de empleo en el sector privado, los progresos son muy débiles. En los meses anteriores, el grueso del empleo generado fue por el Estado , sobre todo por contratar personas para hacer un nuevo censo nacional.

Para los millones de estadounidenses que buscan un trabajo, el modesto aumento en las planillas del sector privado apenas si compensó la finalización de 143.000 puestos de trabajo que había creado la realización de esa consulta.

Según el ministerio de Trabajo, en total, en julio se evaporaron 131.000 empleos en los sectores no agrícolas. Al igual que el mes anterior, en julio había en EE. UU.

14,6 millones de personas sin ocupación

Un año y medio después de aprobado el estímulo por el Congreso, el crecimiento de la economía del país está dando señales de desaceleración y el desempleo no cede. Obama ganó las presidenciales del 2008 con la promesa de “crear o recuperar” entre 3 y 4 millones de puestos de trabajo.

La pérdida de puestos laborales es mucho menos dramática que en los últimos años del gobierno de su predecesor , el republicano George W. Bush, duramente golpeado por la crisis financiera y la recesión, pero los números siguen siendo desalentadores .

Los opositores republicanos convirtieron la cuestión del trabajo, junto con la de la inmigración ilegal , en el centro de su campaña para las elecciones de noviembre, cuando se renovará la cámara baja y un tercio del Senado, además de varias gobernaciones. “Bienvenidos al mundo de las promesas rotas, el gasto fuera de control y los ‘estímulos’ fracasados de Obama”, dijo con sorna el líder de los representantes republicanos, John Boehner.


Débil informe laboral motiva un intenso
debate en la Fed

Por Jon Hilsenrath
Wall Street Journal, 06/08/10

El decepcionante informe laboral del viernes sienta las bases para un intenso debate en la reunión del martes de los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre si toma o no más medidas para estimular la economía.

Un elemento clave en la agenda probablemente será si la Fed debería modificar su estrategia para administrar su portafolio de US$1,1 billones (millones de millones) de valores respaldados por hipotecas para que sus posiciones no disminuyan en los meses entrantes.

Las débiles cifras del mercado laboral, una evidencia de que la economía estadounidense aún no ha logrado tomar impulso, hacen que la Fed considere seriamente alterar su estrategia de portafolio.

Un interrogante mayor, que probablemente no será resuelto la semana que viene, es si la Fed debería reiniciar compras a gran escala de hipotecas o bonos del Tesoro para hacer bajar las tasas de interés a largo plazo.

Los funcionarios de la Fed tienen grandes dudas sobre si reanudar el programa debido a que no están seguros de si será muy efectivo y porque poseer una mayor cantidad de valores podría causar problemas en el futuro. Sin embargo, una desaceleración económica podría hacerles cambiar de opinión.

La Fed compró cerca de US$1, 7 billones en deuda hipotecaria y del Tesoro en 2009 y a principios de este año en respuesta a la crisis. Algunas estimaciones sugieren que el programa redujo las tasas de interés en alrededor de medio punto porcentual, aunque al interior de la Fed se debate si el efecto fue tan grande.

La cartera de hipotecas de la Fed ha empezado a contraerse a medida que los bonos maduran y los préstamos son saldados por los deudores. A medida que redime sus bonos, la Fed está, en efecto, retirando dinero del sistema financiero. La contracción es pequeña, pero algunos funcionarios de la Fed sostienen que sus posiciones no deberían achicarse en un momento en que el panorama económico es tan incierto. Una posible solución sería reinvertir el dinero de bonos hipotecarios que maduran en nuevos valores, probablemente bonos del Tesoro, para mantener el portafolio estable mientras las autoridades evalúan el panorama.

La pregunta que divide a la Fed es qué mensaje estaría enviando si alterara su estrategia de reinversión. Los funcionarios de la Fed son conscientes de que si empezaran a reinvertir el dinero de bonos hipotecarios que se vencen —como lo hacen ahora con deuda del Tesoro que madura—, muchos inversionistas pensarán que está allanando el camino para una medida más drástica como una compra a gran escala de nuevos bonos, una decisión que muchos funcionarios no estaban dispuestos a tomar antes del informe laboral del viernes.

Debido a la preocupación sobre el mensaje, también habrá un intenso debate el martes sobre cómo la Fed deberá ajustar su muy anticipado comunicado post–reunión, que el banco central utiliza para dar a conocer su perspectiva sobre la economía y manifestar sus expectativas sobre la política monetaria a futuro. La declaración probablemente hará hincapié en un mensaje que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, expresó en julio: la Fed está siguiendo la situación de cerca y está preparada para tomar medidas si la recuperación se debilita.