Estados Unidos

“Enviadme a los desamparados...”(*) yo los convertiré en ilegales... o

La guerra a los inmigrantes

Por Victoria Taus
Desde Nueva York
Para Socialismo o Barbarie, 01/12/08

Hace 15 años resido en los EEUU y todavía me cuesta asimilar el concepto de "seres humanos ilegales". Es decir, que exista un grupo de individuos, algunos tan jóvenes como para ir a la guardería, que son considerados no legales, por el sólo hecho de no haber sido formalmente invitados a venir al país.

La costumbre de periodistas y políticos de omitir cualquier tipo de detalle y apodarles simplemente "ilegales" me agregó confusión por mucho tiempo.

¿Quienes eran estas personas? Sin duda han de haber cometido algún crimen. ¿Droga, quizás? ¿Será que así se refieren los estadounidenses a los narcos?

En fin, dada la exasperación que el tema despierta a nivel nacional, vale asumir que este grupo ha cometido algún acto criminal imperdonable.

Mi incredulidad aumento cuando descubrí la verdad. Esto es, a quienes se refería este término. Nada más ni nada menos que a los trabajadores.

Sí; A aquellas personas provenientes de países pobres cuyas opciones (escasas), muchas veces se resumen a dos posibilidades: cruzar la frontera en busca de trabajo, o enfrentar la malnutrición (o la muerte) en sus países natales.

La mayoría de estas personas aquí son de nacionalidad mexicana. Pero trabajadores de todo el mundo y en particular de Centroamérica y el Caribe llegan a Estados Unidos con la esperanza de un futuro mejor. O, al menos, tener la posibilidad de cubrir sus necesidades más básicas y las de sus familias.

Lo triste y paradógico es pensar que muchos de los que hoy se oponen fervientemente a la inmigración, son aquellos cuyos padres u abuelos dejaron Europa buscando lo mismo que ahora es tan criticable. Una oportunidad.

Así con la gran hambruna irlandesa, provocada por la escasez de cultivos a mediados del 1800. O la pobreza generada por la primera y segunda guerra mundial.

Ninguno de los descendientes de estas familias podrían hoy llamarse "americanos" si no fuera por esos trabajadores, aquellos inmigrantes con hambre, iguales a los actuales, a los que hoy les dan la espalda. ¡Algunos prefieren no recordar!

Uno de estos es el afamado extremista antiinmigrante, Tom Tancredo, quien se postuló para presidente por el Partido Republicano (GOP) sin éxito. Este personaje extravagante, cuyo único aparente aporte al panorama político es la obsesión perturbadora con la "inmigración ilegal". Tancredo ha sido adecuadamente apodado "el candidato de un solo tema".

Pero Tom no es el único que se dedica a propagar sentimientos extremistas entre las masas de Norteamérica. Canales como la CNN y Fox son poco más que centros para la difusión de ideología de derecha, dentro de la cual se ve venir un renacimiento del nacionalismo fascista.

Periodistas extremistas son infaltables durante las horas centrales televisivas. Uno de ellos es el pseudo periodista de la CNN, Lou Dobbs.

Se ha hecho famoso por sus acusaciones falsas en contra de los "ilegales" de nacionalidad mexicana. En uno de sus más memorables ataques, Lou afirmó que, por culpa de los ilegales, mas de 7.000 casos de lepra se habían confirmado en los últimos 3 años.

Un periodista de la cadena CBS le llamo la atención, demostrando que en todo el país, 7.000 casos de lepra sólo se habían dado al cabo de 30 años (3 décadas). Sin embargo, el señor Lou Dobbs se rehusó a admitir su "error".

En un incidente similar reportó con ligereza que un tercio (33%) de los presos en este país son inmigrantes “ilegales”. Lo cierto es que la cifra no supera el 4 % de los residentes ilegales (algo así como 12 millones). No paso mucho tiempo antes de que esto también fuera probado falso. ¡Pero no importa cuanta mentira se diga, algo quedará!

Y ese es el caso de esta gran crisis económica. Fue provocada por un puñado de especuladores que jugaron creyendo en un recreo eterno. Hoy, son los pobres, los perseguidos en factorías, con temor a enfermarse aceptando (por ahora) pagar el precio de una crisis que no generaron.

Resignados a que la famosa Estatua de la Libertad mira sólo hacia Europa, no hay amparo para los del sur del Río Bravo.

¡Todo es culpa de los “ilegales”!. Nadie los invitó. Es cierto, sólo que la invitación (por lo menos en el caso de los mexicanos) no es necesaria. Esta es su tierra.


(*) Nota de SoB: En 1903, en la base de la Estatua de la Libertad (inaugurada en 1886), se colocó una placa con parte de un poema de Emma Lazarus –poetisa estadounidense– titulado “The New Colossus” (El nuevo coloso). Sus versos finales dicen: “¡Guardaos, tierras antiguas, vuestra pompa legendaria!... / ¡Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres / Vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad / Al desamparado desecho de vuestras rebosantes playas / Enviadme a estos, los desamparados, sacudidos por las tempestades a mí / ¡Yo elevo mi faro detrás de la puerta dorada!"