Estados Unidos

Obama propone una reforma para proteger a
la economía de los vaivenes de las finanzas

Por Jon Hilsenrath
Wall Street Journal, 18/06/09

Washington— El presidente estadounidense, Barack Obama, reveló ayer una amplia reforma que abarca prácticamente todos los rincones del sistema financiero, desde la forma en que los consumidores utilizan sus tarjetas de crédito a cómo los grandes bancos compiten en el exterior.

La propuesta de Obama contempla importantes cambios en la forma en que el gobierno supervisa los mercados financieros y exhorta al Congreso a que otorgue nuevos poderes a la Reserva Federal para controlar grandes instituciones. Se trata, en resumidas cuentas, de hacer algo que la historia sugiere es muy difícil: atenuar la tendencia del sistema financiero a desbarrancarse.

El objetivo de lograr la "estabilidad" está imbuido en los planes de Obama. La palabra aparece 53 veces en su borrador de 88 páginas. Su propuesta, de ser aprobada por el Congreso, obliga a los bancos a mantener mayores reservas de capital para afrontar cualquier contratiempo, reduciendo los fondos disponibles para realizar apuestas riesgosas. También le exige a las entidades que otorgan hipotecas que se queden con una parte de los préstamos que venden y desvincula la remuneración de los ejecutivos de la industria financiera de las prácticas arriesgadas.

La meta final es controlar las alzas del mercado y suavizar las inevitables caídas. Los períodos de auge y caída financieros han abundado en los últimos 25 años. Pero hasta que comenzó la crisis de crédito, en 2007, parecían haberse vuelto más benignos, al menos para EE.UU. El crash bursátil de 1987, la debacle de las instituciones de ahorros y préstamos a fines de los 80, las crisis de los mercados emergentes de los 90 y el bajón tecnológico de esta década aparecieron y desaparecieron dejando como huella sólo dos recesiones moderadas en EE.UU.

La recesión actual, sin embargo, ha puesto de relieve ante Obama y su equipo económico la amenaza que representa la inestabilidad de los mercados financieros para la economía. Lawrence Summers, el principal asesor económico de Obama, suele hablar de crear nuevos cimientos para una economía menos propensa a las burbujas. "Durante las dos últimas décadas, hemos visto, una y otra vez, ciclos de auges y caídas precipitadas", afirmó Obama el miércoles. "En cada caso, las vidas de millones de personas han sido profundamente afectadas por los sucesos del sistema financiero, de forma más severa en nuestra crisis reciente".

La Reserva Federal (Fed) quedaría en el centro de la iniciativa, con nuevas facultades para regular las instituciones financieras que amenacen la estabilidad de la economía. Los mercados de derivados que se autorregulaban, bajo la premisa de que ayudan a que el sistema financiero tenga una mayor resistencia, ya no estarán en esa situación. La Fed también analiza si puede hacer algo más para desinflar las burbujas financieras antes de que crezcan demasiado.

"El corazón de esta propuesta de reforma es proteger el sistema cuando... se produce una nueva burbuja y luego revienta", afirmó Robert Litan, un experto de Brookings Institution. "La esperanza es que la próxima vez haya algunas advertencias".

El desafío es hacerlo sin sofocar la innovación de Wall Street ni el crecimiento de la economía. Algunos funcionarios del gobierno de Obama lo denominan la "frontera escurridiza".

"Debemos tener en cuenta que la búsqueda singular de la estabilidad, por bien intencionada que sea, puede tener como resultado que nuestra economía sea menos productiva, con menos capacidad de adaptación y de corregirse a sí misma, y, de esta forma, menos capaz de concretar sus atractivas promesas", señaló Kevin Warsh, un gobernador de la Reserva Federal y ex funcionario del gobierno de Bush, durante un discurso esta semana.

Otro problema inevitable son las consecuencias no buscadas. Por ejemplo, restricciones más severas sobre bancos o aseguradoras podrían desviar el dinero hacia mercados menos regulados, como las inversiones de capital privado, los fondos de cobertura o instituciones domiciliadas offshore.

También existe el riesgo de que el gobierno, en su empeño por responder a la última crisis, no advierta la próxima. "El próximo problema no serán los valores respaldados por hipotecas", asegura Raghuram Rajan, profesor de finanzas de la Escuela de Negocios Booth, de la Universidad de Chicago. "Será otra cosa".

"Se puede ajustar el control en un área, aumentar la regulación, pero si el incentivo subyacente de tomar riesgos excesivos no se mitiga de alguna forma, se trasladará a otra cosa", dice Rajan.

Por ese motivo, la Casa Blanca quiere que la Fed pueda supervisar las políticas de compensación de los altos ejecutivos de las grandes instituciones financieras, para asegurarse de que no crean incentivos perversos.

Pero por cada acción en Washington hay una reacción en Wall Street. Controlar los sueldos podría tener como efecto que los mejores y más brillantes profesionales de Wall Street abandonen sus puestos para irse a una nueva área de las finanzas que aún nadie ha imaginado.


Geithner defiende las reformas financieras ante
el Congreso

Por Maya Jackson Randall
Wall Street Journal, 18/06/09

Washington (Dow Jones)––El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, dijo a legisladores que si bien el plan de reforma al sistema de regulación financiera del presidente Barack Obama no aborda todos los problemas, evitará futuras crisis al hacer los sistemas financieros menos vulnerables.

Dicho esto, el Congreso debería continuar adelante con sus planes de hacer más seguro el sistema financiero.

"No podemos darnos el lujo de pasividad", dijo Geithner en una declaración preparada de antemano en su testimonio ante el Comité de Banca del Senado, y añadió que el plan de cambios radicales aborda los problemas más esenciales que enfrenta el sistema financiero.

Geither tiene programado pasar gran parte del jueves respondiendo difíciles preguntas de los legisladores sobre el extenso plan de la Casa Blanca para cambiar las reglas que rigen el sistema financiero de la nación.

"Debemos construir una nueva base para la regulación y supervisión financiera que sea más simple y efectivamente implementada, que proteja a los consumidores e inversionistas, que recompense la innovación, y que sea capaz de adaptarse y evolucionar con los cambios en el mercado financiero", dijo en su declaración.

Geithner testificará durante la mañana ante el panel del Senado antes de dirigirse al Comité de Servicios Financieros de la Cámara baja durante la tarde.

El Gobierno del presidente Obama divulgó ayer un amplio plan para actualizar las regulaciones que rigen el sector financiero de Estados Unidos con el fin de evitar crisis futuras en el sistema.

Como parte del plan, la Reserva Federal obtendrá nuevos poderes para supervisar importantes firmas financieras interrelacionadas que podrían presentar una amenaza a los mercados. Un consejo de varias agencias, encabezado por el Departamento del Tesoro, ayudaría en la observación de las firmas influyentes.

Por otra parte, el Gobierno está proponiendo establecer un nuevo Supervisor Nacional de Bancos, así como una nueva agencia de protección al consumidor.

También bajo el plan, los asesores de fondos de cobertura deberían estar registrados en la Comisión de Bolsa y Valores y la oficina federal de entidades de préstamos y ahorros sería eliminada junto a otros resquicios que se estima permiten a los bancos ser regulados por la Fed.


EEUU alista la mayor reforma a la regulación
financiera desde la Gran Depresión

Por Damian Paletta
Wall Street Journal, 15/06/09

Washington – El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propondría el miércoles la reorganización más amplia de la supervisión de los mercados financieros desde la década de los 30, un cambio que tocaría a casi todas las esquinas de la banca estadounidense, desde cómo se suscriben las hipotecas hasta cómo se transan los instrumentos financieros exóticos.

En el núcleo del plan, al cual los funcionarios del gobierno llaman un "papel en blanco" se encuentra una medida para transformar los poderes de la Reserva Federal para supervisar a los mayores participantes financieros, además de darle el poder al gobierno para desmantelar y dividir a compañías de importancia sistémica, de la misma forma en que Federal Deposit Insurance Corp. lo hace con los bancos que colapsan. También se crearía un nuevo regulador para productos financieros orientados al consumidor, según fuentes al tanto.

Sin embargo, el plan no contempla la completa consolidación de poderes que algunos legisladores habían pedido. Por ejemplo, permitirá que varias agencias continúen supervisando a los bancos. Tampoco impondrá límites específicos sobre el tamaño o el alcance de las instituciones financieras, pero hará que sea mucho más duro que las compañías grandes se apalanquen en exceso y amenacen al resto de la economía.

Luego de que Obama presente su propuesta, esta pasará al Congreso, en donde se debatirá y someterá a votación. Se cree que los legisladores objetarán algunos de los temas más delicados del plan, incluyendo cómo crear un sistema que no se encargue simplemente de rescatar a las firmas financieras cuando estas colapsen. Darle más poder a la Fed, tras las recientes críticas de los legisladores por su exagerado sigilo y acumulación de poder, también desatará controversias.

Funcionarios del gobierno dicen que su meta es lograr que sea menos probable que la economía vuelva a estar al borde del colapso, al darle a las instituciones más herramientas para frenar una crisis la próxima vez que se presente.

Ellos prevén un mercado financiero menos volátil en donde los bancos son alentados, a través de requerimientos más estrictos de capital, liquidez y apalancamiento a tomar menos riesgos que tengan el potencial de desestabilizar a la economía. Los fondos de cobertura serían forzados a registrarse con el gobierno y podrían enfrentar supervisión estatal si son muy grandes o complejos. Las hipotecas y otros productos a los consumidores serían monitoreados por un nuevo regulador y habría nuevas reglas globales de transparencia sobre los instrumentos financieros exóticos.

La propuesta no se deshará de la confusa y a veces sobre impuesta gama de supervisores estatales y federales que a menudo chocan por la jurisdicción. Los críticos dicen que las instituciones llevan años recorriendo el sistema en busca del regulador más benévolo y que los problemas comunes a todo el sistema pasaron sin ser identificados.

Los funcionarios dicen que la meta es distribuir el poder de forma tal que se cierren las brechas en la supervisión y se reduzcan las oportunidades para que las firmas busquen al regulador que más les convenga.

El plan contempla que la Fed supervise a instituciones, productos o prácticas financieras que puedan representar un riesgo sistémico para la economía. Se crearía un "consejo" de reguladores para monitorear esta área. Funcionarios del gobierno creen que esto evitará que las compañías crezcan demasiado y se endeuden en exceso sin una supervisión estatal sustancial, como sucedió, por ejemplo, en el caso de la aseguradora American International Group Inc.

La Fed probablemente tendrá el poder de fijar requerimientos de capital y liquidez para las mayores compañías financieras de EE.UU. y podrá revisar los libros de una amplia gama de firmas. No está claro qué poderes de coerción tendrá el banco central, ese probablemente será un punto que se debatirá extensamente en el Congreso.

El objetivo es evitar una situación similar al colapso de Lehman Brothers Holdings Inc., en donde el gobierno no tenía autoridad para desmantelar la a la fallida institución de manera ordenada. Se cree que una medida como esta sólo sea ejercida en contadas ocasiones y primero requeriría la aprobación del Departamento del Tesoro, la Reserva Federal y FDIC, dicen fuentes al tanto. No se sabe cómo se financiará ese programa.

Se cree que el nuevo regulador que supervisará la protección al consumidor se hará cargo de áreas que solían pertenecer a la Fed, tales como tarjetas de crédito e hipotecas, pero no se cree que le retire la supervisión de productos de inversión como los fondos mutuos a la Comisión de Bolsa y Valores.

Obama pedirá que varios requerimientos sean adoptados globalmente, tales como requerimientos de capital más estrictos para las grandes instituciones financieras y el poder para desmantelar grandes bancos globales interconectados. Funcionarios del gobierno también están pidiendo más transparencia sobre los complejos derivados que son transados por las grandes compañías multinacionales.

"El riesgo y el apalancamiento siempre tienden a migrar hacia donde las restricciones son más débiles", dijo el secretario del Tesoro de EE.UU. Timothy Geithner el sábado, tras una reunión en Italia con los ministros de finanzas del Grupo de los Ocho. "Necesitamos nivelar el campo globalmente o la efectividad de nuestras medidas de seguridad nacionales en contra del riesgo serán socavadas".


Wall Street recibe la propuesta de cambio de Obama
con una mezcla de alivio y resignación

Randall Smith, Aaron Lucchetti y Serena Ng
Wall Street Journal, 18/06/09

Las reacciones en Wall Street al plan del gobierno del presidente Obama para reformar el sistema financiero variaron desde el alivio porque los cambios propuestos no son tan drásticos como muchos bancos y firmas de valores temían a la resignación porque unas reglas más estrictas y unas ganancias menores son inevitables.

El plan de la Casa Blanca abarca todos los rincones de la máquina de hacer dinero que generó ganancias récord para banqueros, corredores, operadores bursátiles, fondos de cobertura y firmas de capital privado, pero que luego provocó resultados desastrosos. La reorganización propuesta incluye un nuevo regulador de protección al consumidor, un registro obligatorio para las fondos de cobertura y las firmas de capital privado, y más poderes para ayudar a la Reserva Federal a asegurar la estabilidad del mercado.

Jeff Harte, un analista de Sandler O'Neill & Partners LP en Chicago dijo que el "tono" del plan del presidente Barack Obama tenía "el suficiente espíritu de libre mercado" para asegurar que bancos e inversionistas no se molestaran demasiado. "El tono sugiere que la Casa Blanca entiende la importancia de mantener la estructura de libre mercado", dijo Harte.

Por ejemplo, la reestructuración propuesta incluye la obligación de que los emisores de valores respaldados por otros activos se queden con una participación del 5% de los valores para ayudar a mejorar su calidad. "En Europa, la propuesta [de los reguladores] era de 20%", un nivel que habría asfixiado el mercado de la titularización", dijo Tim Ryan, presidente ejecutivo de la Asociación de la Industria de Valores y Mercados Financieros, un grupo del sector.

La emisión de valores respaldados por otros activos ya "ha caído precipitadamente y no ha vuelto a repuntar", debido a la preocupación de los inversionistas sobre los riesgos y la falta de transparencia, añadió Ryan.

Algunas personas del entorno de Wall Street criticaron el plan de Obama, tachándolo de tímido, citando el repliegue respecto a la propuesta del gobierno de George W. Bush de fusionar la Comisión de Bolsa y Valores y la Comisión del Mercado de Futuros de Bienes Básicos.

El nuevo plan es "desafortunadamente más de lo mismo", sin ninguna "solución efectiva a los vacíos y las redundancias en el sistema regulatorio financiero", dijo Gary DeWaal, abogado principal en Newedge USA LLC, una corredora de derivados. Un nuevo panel regulatorio se asemeja al grupo de trabajo presidencial que no anticipó ni previno la actual crisis, dijo.

Entre tanto, empieza a calar el hecho de que los planes del gobierno del presidente Obama de aumentar el capital requerido en las instituciones financieras, consolidar la regulación de "grandes firmas financieras interconectadas", y "crear una regulación coordinada" de los derivados negociados en el mercado extrabursátil apuntan a un futuro menos lucrativo.

Una propuesta para imponer una "responsabilidad fiduciaria" a los corredores que den asesoría de inversión representaría un "cambio fundamental" en la forma en que los corredores de Wall Street operan, dijo Barry Goldsmith, codirector del grupo de práctica de supervisión de valores en la firma de abogados Gibson, Dunn & Crutcher LLP. Bajo el actual estándar legal, los corredores deben cumplir requisitos de "idoneidad" más laxos.

"Las reformas regulatorias supondrán el final de la regulación laxa", escribió Philip Finch, analista en UBS AG, en una nota a sus clientes. "El futuro traerá menores rendimientos en promedio sobre el capital", una medida de las ganancias.

La regulación propuesta para los valores respaldados por otros activos y para los derivados extrabursátiles impondría nuevos requisitos en cuanto al reporte de su negociación y a su documentación histórica.

Todos los contratos "estandarizados" de derivados tendrían que ser negociados a través de plataformas reguladas y transparentes, como las bolsas o los mercados electrónicos, y se venderían de manera centralizada para reducir el riesgo al sistema financiero.

"En cualquier situación en la que se impone un costo adicional a los participantes del mercado, se disuadirán las transacciones", dijo Jeff Koppele, un abogado especializado en derivados en Sonnenschein Nath & Rosenthal LLP en Nueva York. Asimismo, advirtió, los contratos estándar de derivados no tienen la capacidad de prevenir todos los riesgos concebibles.

Alan Johnson, un consultor de compensación que trabaja con bancos y fondos de cobertura, dice que el impacto de la reorganización podría llegar mucho más allá de las instituciones grandes y de importancia sistémica a las que el plan está destinado.