Estados Unidos

El Fondo advierte que el default en EEUU afectará a todo el mundo

La líder del FMI reclamó una urgente solución
que evite el default

Por Ana Baron
Corresponsal en Washington
i–Eco, 27/07/11

“El reloj no se detiene”, advirtió ayer Christine Lagarde, la flamante directora gerente del FMI. Según la funcionaria, si los republicanos y los demócratas no logran sellar un acuerdo para elevar el techo de la deuda antes del 2 de agosto, y EEUU cae en default “el impacto se sentirá en el mundo entero”. Fue la segunda advertencia del Fondo en menos de 24 horas. En el discurso que pronunció en el Consejo de Asuntos exteriores en Nueva York, Lagarde dijo que, “además de un acuerdo para elevar el techo de la deuda, Washington debe aprobar un plan creíble de ajuste fiscal”. “El default tendrá consecuencias para todo el mundo”, alertó.

Sus advertencias y recetas se parecen mucho a las que el FMI y el gobierno de Estados Unidos solían imponerle a los países en vías de desarrollo. Pero ahora la tortilla se ha dado vuelta. Ayer, varios ministros de Economía de América Latina se unieron a Lagarde para urgirle a Estados Unidos que resuelva su problema de deuda “inmediatamente”.

“Yo espero que prime la cordura y que al final puedan aumentar el límite de deuda en Estados Unidos. De lo contrario entraríamos en una situación inédita que sería una moratoria de la deuda norteamericana, que no le conviene ni a Estados Unidos ni al mundo”, dijo el ministro de economía chileno, Felipe Larraín.

“Como Estados Unidos es una economía importante que tiene alrededor de un cuarto del PBI mundial, genera efectos en los otros países; nosotros estamos preparados para enfrentar situaciones complejas pero por supuesto esperamos que no se produzcan”, dijo Larraín.

El ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, coincidió con el chileno. “Sería una gran insensatez que no se supere esta situación”, dijo confesando “su preocupación por el rumbo que están tomando las cosas”.

De hecho, pese al llamado que hizo el presidente Barack Obama el lunes para que las dos partes lleguen a un compromiso, la polarización que existe actualmente entre republicanos y demócratas sobre el problema de la deuda en Washington aumentó ayer. El presidente de la Cámara de Diputados, el republicano John Boehner, se pasó el día buscando apoyo para un plan que prevé aumentar el techo de la deuda en dos etapas, relacionando los aumentos a un recorte de gastos de tres billones de dólares (millones de millones). El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, le advirtió que en el Senado su plan está muerto antes de que lo presente y la Casa Blanca le dijo que si llega a sobrevivir en el Senado sería vetado por el presidente. Obama se opone a un acuerdo que eleve el techo de la deuda sólo por seis meses y que luego haya que volver a negociar todo en plena campaña presidencial.

Reid presentó por su parte su propio plan que prevé elevar el techo de la deuda inmediatamente y disminuir los gastos en 2.7 billones de dólares. Como era de esperar, el líder de la minoría republicana, Micht McConnell, también lo mató de entrada. Dijo que se trataba de un “esfuerzo poco serio” pese a que cumple con los requisitos de no aumentar los impuestos como lo vienen exigiendo los republicanos.

Frente a los tiras y aflojes políticos, los mercados permanecen relativamente calmos. Si bien tanto Obama como Lagarde y otras figuras de peso en los mercados internacionales han venido advirtiendo sobre la posibilidad de que se produzca un derrumbe financiero, esa consecuencia todavía no se ha producido. Los operadores siguen creyendo que al final habrá acuerdo. Además incluso si EEUU cae en default, la mayoría da por descontado que seguirán pagando los intereses de los bonos del Tesoro. Lo más crítico para muchos operadores no es en sí el default, pero sí la posibilidad de que las calificadoras rebajen la calificación de los bonos del Tesoro de triple AAA a doble AA. Eso puede producir un efecto dominó de consecuencias difíciles de pronosticar pero sin duda todas negativas.


Bernanke dijo que un default de EEUU
llevaría a un caos mundial

Agence France–Press (AFP), 14/07/11

Washington.– En su informe semestral ante el Congreso, el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, se atrevió ayer a tocar uno de los temas más ríspidos: la solidez de la deuda estadounidense y las consecuencias de una eventual cesación de pagos. Advirtió que si la potencia se atreve a declarar un default, se produciría una “gran crisis” a nivel mundial.

Si Washington no aumenta su límite máximo de endeudamiento antes del 2 de agosto y se ve obligado a incumplir sus compromisos de deuda, “ llevará al sistema financiero al caos y afectará enormemente a la economía mundial ”, dijo frente a los preocupados integrantes del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes. Para evitar el default, viene enfatizando la Fed, es necesario elevar el techo legal de la deuda pública estadounidense en las próximas dos semanas.

Los bonos del Tesoro estadounidense son considerados en el mundo entero como una inversión extremadamente segura, casi tanto como el oro. Un escenario marcado por una cesación de pagos de ese país, remarcó el jefe de la Fed, crearía “problemas enormes”. “Las tasas de interés comenzarían a subir” a medida que los acreedores cuestionaran la capacidad del país para reembolsar sus deudas, lo que “ debilitaría nuestra economía e incrementaría aún más nuestro déficit ”, señaló.

Bernanke también anunció que el banco central está dispuesto a proporcionar más estímulos monetarios si persiste el decaimiento de la economía estadounidense. “Continúa la posibilidad de que la reciente debilidad económica quizá sea más persistente de lo esperado y que repunte el peligro de la inflación, lo que implicaría la necesidad de un apoyo monetario adicional ”.

La posibilidad de lanzar un plan de estímulo monetario fue bien recibida en los mercados, que subieron moderadamente. Pero claro, cada medida, señaló Bernanke a los legisladores, tiene “riesgos y costos” a ser considerados.


Default: el día “D” y sus consecuencias

Por Daniel Vittar
i–Eco, 28/07/11

En un momento en donde la economía mundial se ve sacudida por situaciones insospechadas, lejos de las cuestiones ideológicas y cerca de los planteos de supervivencia, se sumó una fecha más al calendario “apocalíptico”. El 2 de agosto asoma como día fatídico para los EEUU a raíz de la posibilidad de que caiga en el tan temido default, reservado décadas atrás sólo para los países  emergentes.

Pero según los economistas no sería ese el día “D”, sino el 15 de agosto, cuando el gigante de Occidente no podrá hacer frente al pago de parte de su deuda.

Una fecha tope

Técnicamente, el país llegó al techo de la deuda en mayo, aunque estableció una serie de medidas que le permitieron prolongar la agonía. Pero el 2 de agosto el gobierno de Barack Obama llega a un límite. Como en una economía hogareña, es peligroso que no haya un equilibrio entre lo que ingresa y lo que se gasta. Y eso es lo que le va a ocurrir. Durante agosto debe desembolsar US$ 307 mil millones y su recaudación, según estudios del Centro de Política Bipartidista, no superará los US$ 172 mil millones.

Funcionamiento del Estado

En la práctica, el gobierno estadounidense no se quedará sin fondos para hacer frente a la economía cotidiana. Por lo menos esto es lo que opinan los analistas de Wall Street. Es decir, consideran que seguirá haciendo frente a los sueldos que dependen del Estado, los beneficios del Seguro Social, los contratos de Defensa y las prestaciones de desempleo. Allí se incluyen algunos montos fuertes como los 23 mil millones de dólares en pagos del Seguro Social del 3 de agosto, o los 90 mil millones en deuda del 4.

Llegan los problemas

La primera gran prueba será el 4 de agosto, cuando el organismo tiene un vencimiento de deuda por más de US$ 30.000 millones. Si no lo puede pagar, podría superar el inconveniente alargando el

plazo establecido. Lo peor viene después. “El primer riesgo de un default legítimo es el 15 de agosto”, afirma Ward McCarthy, economista de Jefferies & Co. Lo dice porque ese día el país debe abonar

US$ 41 mil millones, de los cuales 30 mil millones son intereses de la deuda.

Ante esta situación, el Departamento del Tesoro debe decidir a qué pagos le dará prioridad. Algunos analístas sostienen que mientras el gobierno siga haciendo frente a las cuentas públicas, no estará en mora. Pero si no puede pagar la deuda externa, de hecho es un default. Y significa un catastrófico fracaso económico de la potencia mundial.

Las consecuencias

Los bonos estadounidenses siempre se han considerado productos de la máxima solvencia. Si no se pagan en el plazo estipulado, el país pierde confianza a nivel mundial. Las calificadoras le bajarían la nota triple A de su deuda, subirían las tasas de interés y provocaría una segunda recesión en EEUU, con drásticas consecuencias sobre la economía mundial. Según los expertos, el sistema financiero internacional podría hacer frente a un caos mayor que el sufrido tras la caída de Lehman Brothers en 2008.

Los más perjudicados

Los bancos estadounidenses tienen 1,66 billones de dólares en bonos estadounidenses. Le sigue China con 1,16 billones. Luego están las entidades europeas. Aún no se sabe qué harán los chinos, pero los bancos estadounidenses –entre ellos Bank of America, Wells Fargo y Citigroup– ya comenzaron a considerar planes de contingencia si EEUU se declara en moratoria.