Gran Bretaña

Ola de huelgas y triunfo de los conservadores en las elecciones municipales

Una situación contradictoria

Por Claudio Testa
Socialismo o Barbarie, en la web, 04/05/08

El Reino Unido vive una ola de paros y manifestaciones de trabajadores como no se veían desde hace mucho tiempo.

A fines del mes pasado, más de 400.000 trabajadores estatales, principalmente del magisterio, estaban en huelga. Para los maestros, es la primera huelga nacional que hacen en los últimos 20 años. En Londres y el resto de las ciudades de la isla se realizaron además grandes manifestaciones el jueves 24.

Ha sido principalmente la cuestión del salario la que ha unido a trabajadores de distintas ramas y sindicatos para efectuar paros, piquetes y movilizaciones en las calles.

Es que el gobierno de Gordon Brown, sucesor del no menos nefasto Tony Blair, está haciendo frente a la crisis económica mundial, con medidas para descargarla sobre las cabezas de los asalariados y los más pobres. En eso sigue la pauta de los gobiernos capitalistas de Europa y del resto del mundo. Pero, como comienza ya a suceder en varios países, esto produce la respuesta de los trabajadores.

Una de las medidas de Brown es la de mantener los aumentos de salarios por debajo de la inflación, que también está desatada en Europa. Falseando estadísticas, una costumbre que empieza a adoptar muchos gobiernos, Brown alega que la inflación es sólo del 2% anual. Pero las exigencias para “parar la olla” de los asalariados, tienen poco que ver con esas fantasías: los alimentos han aumentado casi un 8% y la gasolina un 18%. Los costos de vivienda, tanto hipotecas, como alquileres, también se han ido a las nubes.

Otras medidas son una “reforma impositiva”, que favorece a los ricos y castiga a los sectores de menores ingresos, y recortes en los gastos sociales, como el presupuesto de educación. Esto lo dispone el gobierno que dilapidó miles de millones de libras para salvar de la bancarrota a los bandidos de los bancos y fondos de inversión, responsables de la crisis financiera.

Aplastante victoria del Partido Conservador en las elecciones municipales

Pero, en medio de este cuadro, el Partido conservador ha logrado un aplastante triunfo en las elecciones municipales de esta semana (realizadas solamente en Inglaterra y Gales). El laborismo ha retrocedido tanto, que ha quedado situado como el tercera fuerza detrás del Partido Liberal y perdió además en su feudo de Londres.

Todos coinciden en que el voto no fue decidido por cuestiones municipales y locales, sino que fue un “voto castigo” de carácter nacional: en primer lugar, por el desastre económico que se está volcando sobre la cabeza de los trabajadores y los más pobres, y también por el arrastre del rechazo a la guerra de Iraq y demás aventuras coloniales en las que el gobierno laborista fue a la cola de Bush.

El hecho es que el “New Labour” ha quedado tan golpeado, que está en cuestión si seguirá gobernando o se verá obligado a llamar a elecciones parlamentarias anticipadas.

Sin embargo, que, por todos esos desastres, se haya “castigado” a los laboristas votando a los conservadores, es algo así como salir de la sartén para caer en el fuego.

Las municipales de Inglaterra y Gales, con todas sus diferencias, presentan en el fondo la contradicciones parecidas a las que dieron la victoria a Berlusconi en Italia y un año atrás a Sarkozy en Francia. Las trampas de las opciones burguesas de “oposición” (que continúan o profundizan las mismas políticas antiobreras) siguen funcionando bien.

En incluso funcionan bien, cuando al mismo tiempo existen –como ahora en Gran Bretaña, antes en Francia y relativamente en Italia– importantes luchas de los trabajadores y los estudiantes.

Uno de los más graves problemas de nuestra época, el desfase entre las luchas obreras y sociales en general, y su traducción política, deja una brecha que permite hacer marchar el pérfido mecanismo del “voto castigo” y la opción por dos alternativas políticas que, en el fondo, son hoy prácticamente iguales en la mayoría de los casos. Y en esa trampa, la burguesía británica tiene una experiencia de siglos...

En todas partes, el gran desafío será lograr que estas importantes luchas sociales de los trabajadores y las masas populares, den pie a alternativas políticas independientes obreras y socialistas.